02. Iguales
Los dos hermanos se instalaron en las habitaciones que les habían sido asignadas, no tenían problemas en dormir por separado, y menos ahora que se habían dado cuenta de que el joven amo no era para nada lo que ellos creían.
- Parece que nuestras vidas van a mejor - comento Razor mientras salía de su habitación.
- Sí... - respondió Cyno, el cual, permanecía sentado en uno de los muchos sofás que allí había.
- Me parece increíble como él nos deja usar y tocar todo lo que queramos, ¿Cómo es que confía tanto en nosotros?
- No lo sé, pero, me gustan las cosas tal y como están, él no parece tratarnos diferente.
- ¿Verdad? Yo pensaba que nos haría daño... - confeso el más pequeño.
- Y yo... ¿Por qué nos trata tan bien?
Tras eso la puerta de la habitación se abrió, dejando ver la figura del joven amo - ¿Por qué os iba a tratar mal? - pregunto el dudoso.
- No sé, mucha gente nos discrimina por nuestra piel...
- No veo cuál es el problema - confeso mirando a los dos de arriba a abajo.
- ¿No es obvió? Nuestra piel es mucho más oscura - se quejó el más mayor.
- Todas las pieles son distintas, eso no quiere decir nada, yo sigo opinando que los dos tenemos los mismos derechos, no hay diferencias entre tú y yo, somos iguales, la piel sí es una diferencia, pero no es una anomalía ni una grave enfermedad como para estar dándole tanta importancia. - Respondió, mostrando una vez más, que él era realmente confiable.
- Usted es realmente diferente... - confeso el más moreno - me alegra saber que estaremos bien aquí. - y por primera vez en todo lo que llevaban de día, el joven sonrió, quitando aquella desolada e impotente mirada.
Al príncipe se le iluminaron los ojos, estaba tan feliz de poder hacer sentir segura a su gente.
- Es muy expresivo, joven amo - dijo el más pequeño con una risa - puedo notar su emoción desde aquí.
Tighnari enrojeció, ¿Enserió se notaba tanto? Qué vergüenza... - ¿Sí? ¡Hay que vergüenza! ¿Se me nota mucho? Hay debo parecer muy infantil... - respondió este tapándose la cara con sus dos manos.
Las risas de los dos jóvenes con él llenaron la habitación, haciendo que aquel momento quedara grabado para siempre en el corazón de Tighnari. Estaba tan feliz... Quizás... ¿Esta podía ser una buena oportunidad para hacer amigos de su edad?
Los tres habían empezado a jugar a juegos de mesa mientras reían y hablaban de cualquier cosa, Tighnari no tenía trabajo que hacer, por lo tanto, podía permitirse jugar un rato.
La puerta de la habitación se abrió de golpe, dejando ver a una joven peli verde, parecía dos o tres años más joven que el príncipe. - ¡Hermano! La tía Jean está aquí... - comento la chica preocupada.
- ¿Qué? ¿Por qué? ¡Mierda! - El príncipe se levantó rápidamente del sofá. - Collei quédate con ellos, ahora vengo - y tras eso salió corriendo de la habitación preocupado.
Si su tía veía a la madre de los dos jóvenes descansando, probablemente la atacaría sin pensárselo demasiado.
Llegó al pasillo dónde estaba la habitación del grupo B y entro rápidamente en ella.
- ¿Joven amo? - Candace lo miro sorprendido.
- ¿Dónde está la mujer de esta mañana? - pregunto preocupado.
- Fue con Dehya a regar las plantas de los balcones - al parecer la mujer se había espabilado, y había rechazado descansar. - Ella no quiso descansar, me dijo que te debía mucho y no te podía hacer perder el tiempo así.
- Menos mal... - suspiro aliviado.
- ¿Pasa algo? - pregunto ahora preocupada.
- La señora Jean está aquí.
- Oh, entiendo, menos mal sí, si la llega ver descansando podría haber sido un problema. Debido a la llegada de la señora iré a hacer mis tareas, no me gustaría que me viera desocupada.
- Está bien, ten cuidado, cualquier cosa llámenme.
- Eso haré - respondió la joven antes de que el príncipe saliera de la habitación para volver a la suya.
Cuando llegó a la puerta de su habitación, una voz conocida lo alarmo. Rápidamente, abrió la puerta, y ahí estaba él, el hijo de Jean, su primo Bennett. Él no era un mal tipo, de hecho, mantenía la misma filosofía que Tighnari, pero, se asustaba con facilidad, haciendo que sacará el arma a la mínima.
- ¿Nari? - Su primo lo miró confundido cuando lo vio tan agobiado. - Estamos jugando al TCG - explico felizmente mientras levantaba sus cartas.
- Benny si haces eso se pueden ver tus cartas - exclamo Collei mientras bajaba su mazo.
- Pero si ya estoy a punto de perder, Cyno es muy bueno en esto... - explico con un suspiro derrotado.
- ¿Cyno? - pregunto Tighnari confundido, estaba claro que él no había preguntado por sus nombres todavía.
- ¿No te sabes sus nombres? - pregunto sorprendido.
- Hace nada que trabajan para mí, aún no les había preguntado - confeso con una risa nerviosa.
- Pues el más mayor es Cyno y el pequeño Razor - le indico mientras los señalaba.
Razor y Cyno asintieron, dando a entender que el joven lo había dicho bien. - Son muy divertidos, llevamos jugando un buen rato ¿A dónde habías ido tú?
- Fui a revisar a las trabajadoras del grupo B - explico más tranquilo.
- Oye... ¿Dónde están Klee y Albedo? - pregunto Collei.
- No sé, yo solo vine corriendo aquí por qué esta Tighnari - confeso restándole importancia. - No creo que se pierdan, seguramente están con madre Jean - concluyo tranquilamente.
Tras eso, Tighnari se sentó con ellos, esta vez, más tranquilo, quizás ahora podrían jugar con calma sin preocuparse demasiado.
- ¿¡Cómo!? Volví a perder... - Se quejó Bennett desanimado - ¿Cómo es que se te da tan bien? - pregunto mientras miraba a Cyno asombrado.
- Bueno... nosotros nunca hemos contado con mucha cosa, el TCG era el único juego que teníamos en casa, así que, era a lo que jugábamos. - explico con una sonrisa que emanaba tristeza.
Razor asintió a lo que su hermano mayor dijo para luego añadir algo más - no teníamos dinero para permitirnos nada más. Siempre hemos vivido en un limbo, muchas veces hemos estado a punto de ser expulsados de nuestro hogar - dijo apenado.
- Menos mal que eso no fue así - respondió Bennett aliviado. Él era un buen tipo, siempre se preocupaba más por los demás que por el mismo, haciendo que su vida fuera bastante inestable si hablábamos de sus emociones.
- Es... extraño y agradable que gente de alto rango este bien con jugar con nosotros. - expresó Razor agachando la cabeza.
- ¿Qué tiene? Somos iguales, tenemos la misma edad, ¿no? - al igual que Tighnari, Bennett no era capaz de ver diferencias entre ellos, no le suponía ningún problema que ellos fueran de piel más oscura, por qué bueno, eran personas igualmente, ¿no?
Razor y Cyno se miraron y luego sonrieron satisfechos, de hacía horas que ya no tenían miedo de expresarse y hablar con calma, el ambiente les había causado una clara confianza hacia aquellos tres jóvenes.
- Ha sido un buen rato - confeso Bennett - pero debo irme ya, mi madre debe estar buscándome. Espero poder veros la próxima vez que venga - dijo energéticamente mientras salía de la habitación dando saltos de felicidad. - Nos vemos primitos - y tras eso, cerró la puerta de la habitación y desapareció de sus vistas.
- Qué rápido... Pensé que era más temprano, pero sí que es tarde... Deberíamos ir a cenar - comento Collei levantándose. - Cyno, Razor ¿Vosotros coméis con nosotros? - pregunto ella tratando de recordar los horarios que le habían hecho memorizar.
- Si - respondió su hermano levantándose del sofá donde había estado sentado, seguido de los dos hermanos.
- ¡Que bien! ¿Se sientan con nosotros?
- Sí, tienen que ir a mi lado siempre - explico Tighnari recordándole las normas a su hermana.
- oh, entonces hoy me sentaré a tu lado para estar con ellos - expreso Collei emocionada de poder comer con alguien que no fuera solo su familia. Ella nunca había tenido amigos, eso era algo que no tenía permitido, por lo tanto, deseaba con toda su alma conocer a alguien con quien comer y jugar todos los días.
La joven Collei estiro del brazo de Razor para que él se sentará con ella. Actualmente, el más pequeño de los hermanos tenía la misma edad que Bennett y ella, por lo tanto, era con el que mejor se había llevado. Podría decirse que lo consideraba como un hermano más.
Ella y Razor empezaron a correr por el pasillo, o eso hasta que Tighnari subió la voz para detenerlos, si su madre veía que uno de sus "esclavos" estaba corriendo así por los pasillos seguramente lo atacaría. - Tener cuidado, madre y padre están cerca, ellos también comerán con nosotros, así que necesito que se comporten. - el paso de Cyno se detuvo y Razor se tensó. Era algo que esperaba, ellos dos no conocían a los reyes, pero, por lo que habían oído, se dedicaban a gritarles y pegarles a sus empleados por mero capricho.
- No pasa nada Razor, todo estará bien - lo consoló Collei poniendo una de sus manos en su hombro como símbolo de apoyo. - No os dejáramos solos - continuo ella, esta vez, mirando hacia Cyno.
El más mayor seguía dudando, por lo tanto, Tighnari acarició su cabeza, revolviendo su cabello, haciendo que saliera de sus pensamientos. - No te preocupes, no os harán nada delante de mí. Por eso no os tenéis que separar de mi alrededor. - explico este seguro de lo que decía.
- Está bien... - Cyno acepto, aunque, de todas formas, no le quedaba de otra, este era su trabajo ahora y estaba obligado a ir al lado del príncipe todo el día. Aunque, no era por culpa del fenec, por él estaba bastante bien, sino por el miedo que le causaban los reyes.
Cyno quería proteger a su familia y sabía que si hacia algo mal esto les podría costar caro a ellos.
Cuando entraron al salón donde iban a comer se encontraron con una escena realmente desagradable, Razor tuvo que apartar la mirada y Cyno no pudo evitar hervir por dentro, ojalá poder defender a aquella joven. Ni siquiera había hecho nada, por lo que estaba escuchando, había traído una taza que a la reina no le gustaba. ¿Por qué la trataba así solo por eso? Podía cambiar la taza perfectamente.
- ¡Padre! - el príncipe subió la voz y la joven sirvienta vio la clara salvación en el joven.
La mujer de tan solo 17 años había sido golpeada de forma agresiva, su padre no había tenido piedad, ni siquiera algo de compasión. Había lanzado aquella taza contra ella, haciendo que su vestido se rajara y sus brazos se hirieran al intentar protegerse.
- Esta no es tuya, no puedes pedirme que me detenga - explico el padre con una clara seriedad.
- No se trata de si es mía o tuya, se trata de que lo que le estás haciendo es inhumano, ¡Solamente es una puta taza padre! - volvió a subir la voz. Para aquel momento Razor y Cyno ya lo estaban mirando con un claro asombró.
- Siempre defendiendo esa gilipollez de la igualdad. ¿Qué acaso crees que la vida es justa? Nada es justo ¡Nada! - se quejó su padre - ¿Tú crees enserió que si tú los ayudas ellos harán lo mismo contigo? Solo te están utilizando porque saben que si se esconden tras de ti no les pasará nada - volvió a replicar él.
- Cada uno recibe lo que siembra padre - respondió serió mientras extendía su mano para que la joven sirvienta pudiera alcanzarla. - Cyno, Razor, cuidad de ella mientras Collei va a por unas vendas.
- Está bien - respondieron los dos a la vez.
- ¿Con qué quieres llevarme la contraría a pesar de todo, eh? - su padre lo miro con un claro enojo, estaba cansado de que su hijo lo desafiara continuamente.
AUTORA:
Hola 👋
En el anterior capitulo lo olvide, pero, hoy añadiré un dato random como todos los días.
DATO RANDOM: Esta historia se me ocurrió luego de una clase de Latin.
Bueno, sin nada mas que decir, me despido ;)
Chao linduras <33
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