Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Paranormaliadas

Capítulo extralargo ¡A cambio solo quiero extra de comentarios y votos! ;) Feliz domingo y ¡Gracias por leerme! <3

******************************************************************************************

-Entonces tendrás que matarle...

Asentí.

-¿Y toda esta mierda, Rusia, Fiji...? -inquirió Miriam- ¿Él es el responsable?

-Puedo imaginar que sí. Sea directa o indirectamente.

-Define indirectamente con un ejemplo que me ayude a entender cómo es toda esta mierda posible, por favor. Y que sea muy explícito, tanto como una peli porno -suplicó Noko.

Le entró la risa.

Lo observamos asombrados.

-¿De qué te ríes?

-Ya sabes, suena todo tan surrealista... es una puta locura, ¿Entendéis? -comentó-. Hace dos días era un friki de los animes de ciencia ficción, y ahora yo soy protagonista de uno de ellos.

-Qué manía tenéis los humanos con volveros protagonistas de todo, mierda, el único que va a morir aquí soy yo joer... -o eso espero.

Putos egocéntricos de mierda.

-No, en serio, lo somos todos. Podemos ayudarte Elías.

Le observé sin dar crédito.

-Vale, lo que dice Noko tiene sentido -admitió Miriam-. Y seguramente lo has pensado porque de otra manera no nos habrías contado nada de esto.

-Os lo cuento para protegeros.

-La información es poder, sí, pero necesitas ayuda y descubrir por qué puta mierda flotan todos esos animales a la deriva. Y no solo Amy puede ayudarte con ello. Es más, es un peligro que os metáis en eso los dos solos. Y será así con muchas otras situaciones en las que nos vamos a ver involucrados lo quieras o no.

Suspiré.

-Vale. Touché. Como se llame. ¿Qué mierda hago? -Me rendí.

La única manera de protegerlos sería, paradójicamente, involucrarlos en mi realidad. Y si para ello tenía que hacerlos partícipes de mis paranormalaidas hasta cierto punto, estaba dispuesto a ceder. Me repetí las palabras de Galius para calmarme y hacerme entender que no era una puta mierda mía que hubiera surgido de golpe y por cobardía, sino que alguien que entendía mucho de todo y sabía perfectamente en qué estábamos metidos, esto es, alguien que sabía mucho más que yo y estaba de mi parte me había certificado que era la única manera de protegerlos.

Solo esperaba no arrepentirme.

-Pues ahora que lo dices me alegra que hagas esa pregunta -concluyó Noko.

Le observé sin dar crédito.

-¿Qué parte del gabinete de crisis te alegra?

-Básicamente el estar dentro, ya sabes -admitió-. Es demasiado guay para ser verdad. Por fin mis inventos van a servir para algo.

-¿Acaso no servían para nada?, ¿No querías patentar el método de detección temprana de 12 cánceres y...?

-A parte de eso, quiero decir que sirvan para algo guay.

-Salvar la vida de millones de personas inventando un método de detección temprana para el cáncer me parece algo más que guay -aclaró Miriam.

-Ya para ti lo es porque eres inteligente, pero la gente es estúpida. Y yo qué sé, quiero hacer algo guay con mi vida. Algo que no esté al alcance de la mayoría de la gente, algo como ser... catalogador de una sala de subastas o detective privado, trabajar para CSI o ser espía... ya sabes.

-Sigo diciendo que lo que haces me parece lo suficientemente guay.

-Pero si a parte puedo hacer algo que me realice como friki déjame disfrutarlo joder, para dos días que nos quedan en este planeta...

Miriam levantó las manos, y compuso aquella característica expresión facial de "No insistiré más".

-Como decíamos ayer... -le invité a continuar con la conversación inicial.

-No sé si sabías que eso lo dijo Fray Luis de León cuando tras haber permanecido décadas en la cárcel fue excarcelado y regresó a su cátedra en la universidad de Salamanca iniciando su primera clase con aquella famosa frase que dejaba entrever que esas décadas apenas fueron un paréntesis en su vida y ... -Miriam cerró los ojos y se tapó la boca con las manos-. El vino, lo siento, no lo puedo evitar -Concluyó riéndose-. Seguid, perdón.

Tener una conversación con genios puede resultar exasperante y difícil. Os lo advierto para cuando estéis haciendo amigos, eso de la sobredotación intelectual puede ser bastante desquiciante. Ponedlo en la balanza.

-Lo que quiero decir es que tengo una idea para esta ocasión.

-¿Y esa idea es? -apremié.

-Se supone que los guardacostas no tardarán mucho en descubrir toda esa marabunta flotando a la deriva de las costas australianas, y es de esperar que hagan algo para librarse de ellos, que inicien labores de limpieza, etc. Puede llevar tiempo, pero se perderá información por el camino en el sentido de que se llevarán muchos ejemplos de animales que podrían ser útiles para que Amy se haga a una idea de lo que ha podido pasar, de dónde provienen esas especies, y qué ha podido matarlas...

-La magia.

-¿Cómo?

-Las ha matado algo sobrenatural, Noko, ya te lo he dicho.

Puso los ojos en blanco.

-Bueno, pues para que se haga a la idea de cómo fue su muerte y podamos dilucidar qué puede ser esa cosa, y dónde está, para detenerla y evitar que acabe con los ecosistemas marinos lo que supondrá una desgracia a escala global y acarreará el fin de la humanidad de una forma u otra.

-No solo hay animales marinos...

-Joder qué difícil eres -me fulminó con la mirada-. Lo que quiero decir es que para que Amy se aclare mejor, y no tengáis que pasar horas en el agua entre posibles depredadores que comenzarán a agolparse entre el amasijo de cadáveres como toda clase de tiburones que rondarán en busca de carnaza, estaría bien grabar en video lo que veáis allí abajo buceando, y a su vez que he inventado un repelente fantástico que os invisibilizará por unas horas de los escualos. Así que...

-Ninguna cámara grabará con la suficiente nitidez como para que Amy pueda visualizar después lo que ha visto y revisar las grabaciones. Y digo lo de la cámara porque todavía no sabe bucear. Por no mencionar que no está y posiblemente tengamos que hacer esto antes de mañana por la mañana.

Noko asintió.

Esa parte del plan se le había pasado.

-El caso es que tampoco sabe de buceo lo suficiente como para gestionar toda esa situación. Así que habrá que lo único que sería de interés, como dice Noko, es obtener imágenes que ella pueda revisar después, suponiendo que esas imágenes que obtengamos sirvan de algo porque no van a tener, ni de lejos, la nitidez suficiente... Así que a menos que eso pueda solucionarse estamos sin plan -culminó exasperada.

-¿Obtengamos? -la miré intrigado.

Asintió.

-Si hay inmersión yo bajaré allí abajo contigo. Para algo soy monitora de buceo.

La observamos sin dar crédito.

-¿Cómo? -preguntamos al unísono Noko y yo.

-¿Nunca os lo había dicho? -preguntó sorprendida.

Negamos.

-¿Por qué hay tantas cosas que desconocemos los unos de los otros cuando hace más de un año que convivimos? -declamé- Como por ejemplo que no necesitarás ningún equipo de buceo porque yo puedo hacer un hechizo más efectivo para aguantar en mejores condiciones ahí abajo...

Me observó gratamente sorprendida.

-Me gusta como piensas...

-¿Por qué llevo un año viviendo en una burbuja y para cuando estalla y propongo un plan fantástico digno de CSI nadie me hace caso? -estalló Noko, indignado.

-¿Por qué te gusta tanto una serie en la que nunca pasa nada? -preguntó Miriam.

-¿Qué nunca pasa nada?

-¡Mierda!, ¡Los capítulos siempre repiten el mismo esquema!

-¡No vamos a discutir sobre esto! -estallé, sorprendido por cómo había degenerado la conversación y mirando alternativamente a mis amigos sin disimular mi estupor.

Silencio.

-Tenemos hasta mañana por la mañana, seguramente para entonces y con la velocidad de la corriente los cadáveres habrán alcanzado la playa más cercana. Las autoridades llegarán y comenzarán las labores de limpieza, y los medios de comunicación lo colapsarán todo. Hasta entonces esa masa es solo nuestra. Pero convendría hacer la inmersión de noche y...

Miriam negó convencida.

-De noche no, Noko. Al atardecer es cuando más activos están los tiburones. Sería una buena idea si pudiéramos hacerlo ahora, de hecho, pero esa no es la cuestión -reiteró-. Apoyaría la maldita idea de la cámara, pero tienes que escucharme porque te estoy diciendo que, aun siendo la opción más viable para nuestro plan, enfrentamos el problema de que no existe una cámara, al menos a nuestro alcance, que pueda captar las imágenes con suficiente nitidez como para que Amy las revise y pueda concluir algo lógico, con un apoyo audiovisual decente -expuso Miriam intentando volver a centrarse.

-Cuanto antes lo hagamos mejor, por mi si queréis que sea esta tarde...

-¡Repito lo de la cámara!, ¡¿Por qué nadie me escucha?!

-Porque estoy seguro de que Noko puede solucionar ese dilema -resoplé- ¿Puedes?

Se quedó pensativo.

Después de unos instantes asintió.

-Puedo -concluyó-. Necesito media hora con la go pro en mi taller -concluyó.

Miriam le observó, dubitativa. Aquella cámara era su posesión más preciada.

Tomó aliento y cerró los ojos.

-Llévatela, está en mi mesilla y he descargado los archivos al ordenador así que ahora mismo tiene capacidad. Pero no es resistente al agua ni tiene la nitidez necesaria, así que te deseo suerte.

Noko echó a correr abandonándonos en el porche.

-¡Y como le hagas algo te mato! -chilló Miriam desesperada.

Apoyó su cabeza en mi hombro y bebió de la botella.

-Hemos creado un monstruo -concluyó.

***

-Elías, ¿Serías tan amable de aclararme en qué parte exacta del plan decía que tendríamos que descender por un acantilado que es prácticamente un talud vertical de roca arenisca de fácil descomposición? -preguntó Miriam una vez nos encontramos al borde del acantilado que había que descender para acceder a la cala de roca desde la que iniciaríamos la inmersión por el arrecife.

-Creía que tú eras de letras.

Sé defenderme, como podéis comprobar.

-Y también de cultura general -me atacó molesta-. Sé diferenciar una roca arenisca de una ígnea, gilipollas. Lo que me preocupa ahora cómo llegamos allí abajo y cómo volveremos a subir.

-No pasa nada, lo tengo todo controlado.

Sorprendentemente esa respuesta no fue mía.

-Paso, espacio, necesito desplegar mis armas... -indicó Noko, abriéndose camino hacia unas rocas cercanas al linde del bosque, en donde plantó su mochila de montañero que iba cargada hasta los topes de cientos de artefactos cuyas finalidades no estoy seguro de desear descubrir mientras esté vivo, y que empezó a sacar como si estuviera montando un picnic.

-¿Se puede saber qué tramas? -preguntó Miriam acercándose sin salir de su asombro. Yo la seguí con resignación.

Solo espero no arrepentirme. Me repetía constantemente.

-Lo tengo todo previsto -aclaró-. Hace algún tiempo fui aficionado a la escalada, aunque lo dejé después de partirme una pierna. Eso no moló tanto y sucedió en circunstancias un tanto perturbadoras que prefiero no rememorar.

Miriam y yo intercambiamos una mirada de alarma. En plan, "Definitivamente Noko ha perdido la cabeza".

-Noko, no...

-¡Aquí lo tengo!, ¡Sabía que las había puesto en alguna parte! -declamó entusiasmado, sacando de su mochila lo que parecían ser una especie de cuerdas de escalada recubiertas de una malla metálica y con unos mosquetones que incorporaban un botón y algún tipo de tecnología.

Nos tendió una a cada uno, y se dispuso a buscar una tercera.

-Yo no la necesito Noko, tengo mi propia manera de bajar y subir -aclaré, todavía confuso-. Puedes usar esta tú y no sacar el resto de tu mochila...

Él asintió y la tomó. Una vez hubo guardado todos los artefactos que había sacado de la bolsa se dirigió hacia las rocas que inspeccionaba.

-Mierda no son más que areniscas, no me fiaría mucho del anclaje, pero un árbol tampoco es mejor idea...

Me acerqué.

-¿Qué necesitas? -acorté, confuso.

-Necesito endurecer estas rocas, y asegurarme de que no se mueven de sitio. Tengo que anclar las cuerdas a una superficie firme para asegurarme de que el descendimiento por la pared es seguro.

Miriam le observó sin terminar de entender.

-La idea es buena pero aquí hay dos cuestiones importantes a tratar antes de empezar un descenso... Uno: no sé tú, pero yo no tengo el entrenamiento físico necesario como para subir luego desde abajo una pared de más de 100 metros de altura. Y Dos, no menos importante: esas cuerdas no llegan ni de coña hasta abajo y no pienso bajar al menos la mitad de la pared a pulso, y si tu lo ves viable estás más chalado de lo que consideraba.

Los dos la observamos por un instante.

-¿Por qué narices hablas tan bien? -inquirió Noko-. Deberías ser delegada.

-Lo sé, pero votaron a Melany...

-Es una furcia -admitió Noko.

No conocía esa vena cotilla de mi amigo y tuve que contener las ganas de reír.

Después de todo igual había demasiadas cosas de ellos que no me había molestado en conocer...

-También lo sé... aunque no te atrevas a llamar puta a una mujer delante de mí eso denigra la condición de... -empezó Miriam, aunque de forma abrupta entró en razón-. ¡Pero centrémonos, ese no es el caso y aquí se supone que la divergente soy yo, no tú!

¡Aleluya!

-Mentira, tengo TDAH -confesó.

Canté demasiado rápido.

-¿TDA... qué? -pregunté sin poder evitarlo.

Otra mierda más con la que me pierdo. Estos humanos nunca terminarán de enseñarme cosas humanas que luego no me sirven para matar. Y mi experiencia siempre acaba diciéndome que todo lo que no me sirva para matar no termina de serme útil.

Manías que tiene uno.

-Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad -concluyó Miriam sin desviar su mirada de Noko, a quien observaba sin dar crédito-. Creía que ese era Luca.

-Error. Luca es muy observador y capaz de estarse quieto en un sitio...

-Por eso te pasas horas inventando cosas y hablas tan rápido, asumiendo que todo el mundo tiene el grado de conocimiento científico que tú tienes. Y eres tan impulsivo a veces...

-Es lo que tiene el TDAH -comentó él encogiéndose de hombros.

-¿Te medicas?

-No, lo probé una temporada y no noté mucha diferencia.

-Tiene gracia que siendo tan pro-drogas farmacéuticas eludas la medicación...

-Ironías de la vida.

Suficiente.

-¿Podemos centrarnos de una puta vez? -les corté, harto-. No es que no quiera que me expliquéis todas estas cosas, de hecho, quiero escucharlas y conoceros mejor de lo que lo hago. A decir verdad, me estoy dando cuenta de que no es que hasta la fecha me haya esforzado demasiado y me gustaría enmendarlo, pero necesito que hagamos esto ahora. Por favor -culminé, casi suplicante.

Ambos me observaron entre avergonzados y sorprendidos por lo que acababa de decir.

-Tampoco es que nosotros lo hayamos clavado contigo... -sentenció Noko.

-Habla por ti, yo al menos lo intenté -culminó Miriam-. Y no me creo que no me contaras todas estas cosas antes con el grado de entendimiento que alcanzamos el año pasado, así que no te perdonaré tan fácil -me reprochó-. Pero tienes razón, tenemos que sentar la cabeza, ya habrá tiempo para enmendar mierda.

Guardamos silencio por un instante.

-Encantado de conocerte, Elías Dakks -Noko me tendió la mano riéndose, y yo le estreché el antebrazo, porque hemos venido a jugar, lo digo una vez más.

-Así lo hacemos en el Norte -aclaré sonriente.

Respondió con el mismo gesto.

-Ahora sí, respondo a tus preguntas Miriam. Por si no te has percatado cada una de las cuerdas tiene un botón verde y otro rojo en el mosquetón del arnés que llevarás puesto y que irá asegurado. Solo tendrás que mantener pulsado el verde para que la cuerda, que es extensible por más de 200 metros, se alargue lentamente y te permita descender por la pared vertical sin el más mínimo esfuerzo -aclaró, demostrando como su propia cuerda se alargaba al apretar el botón verde, lo que fue francamente impresionante.

Miriam le observó impresionada.

-¿Y el rojo la recoge? -inquirió interesada.

Noko sonrió y asintió.

-Muy aguda -le sacó la lengua.

-Y tú eres la mente más privilegiada que he conocido -admitió Miriam encogiéndose de hombros y riendo-. ¿No se te habrá olvidado la cámara? -advirtió pese a todo.

-Ni en broma -guiñó un ojo-. Vas a flipar con la nitidez de la imagen.

-Más te vale que no se me desgracie...

-A menos que lo hagas a propósito no has de temer por ella.

Ella asintió, más tratando de autoconvencerse que por otra cosa.

-Eso espero.

Suspiré.

-¿Necesitas que endurezca esa roca? -pregunté retornando a la conversación de nuevo.

Asintió.

-Y si puedes soldar los enganches con su entramado atómico y deshacer el hechizo después me vendría de cine -concluyó con firmeza.

Me encogí de hombros.

Hay pocas cosas que la magia no pueda hacer, y me temo que el resto la ciencia descubrirá como enmendarlas.

Me acerqué a la roca, y enganché los agarres metálicos de las cuerdas a su superficie. Después formulé dos hechizos sencillos para responder a la petición de Noko.

-¿Hecho? -preguntó.

-Hecho -confirmé.

-Pues vamos a ello -apremió Miriam, enganchándose el arnés y asegurándose a la cuerda para acercarse después al borde del acantilado.

-Espera un segundo -La detuvo Noko, rebuscando de nuevo en su mochila.

-Tendré que hacerle un encantamiento interno a esa mochila para ampliar su capacidad como hice con la de Amy el año pasado -suspiré-. En realidad lo tendría que hacer con todas vuestras mochilas porque no sé si es algo que los genios tenéis en común, pero no paráis de almacenar mierda de lo que sea que os interese e intentar transportarla allá donde vayáis -Los tres nos reímos.

-Ya lo tengo -afirmó Noko sacando una diminuta caja de un bolsillo.

La abrió y nos tendió a cada uno una pastilla.

-¿Se puede saber qué droga es esta? -inquirió Miriam entre asustada e indignada.

Noko sonrió.

-No es ninguna droga, diseñé una píldora, sin efectos secundarios para el organismo, que es capaz de hacer que la piel se recubra de una capa invisible de sudor que nos invisibiliza a todos los efectos para los tiburones. Dado que es un arrecife y ahora mismo flotan a la deriva cientos de cadáveres es bastante probable que en este momento todos los tiburones de la costa se estén dando un auténtico festín. No me gustaría que os convirtierais en parte de él y menos teniendo una solución tan fácil en la palma de mi mano -aclaró.

-Eres brutal -admití.

Si hubiera confiado en él desde el principio me hubiera ahorrado muchos quebraderos de cabeza y me habría podido ayudar con más cosas de las que imaginaba... supongo que eso a Nagny no le convenía, por eso la información sobre el carácter de Noko que me facilitó no se ajustaba a la realidad.

Ahora entendía muchas cosas.

Nunca te fíes de un traidor.

No sabías que era un traidor, dijo mi cerebro intentando rescatarme de una posible recaída en la espiral de pensamientos locos.

No lo sabía, cierto. Concluí.

...si lo hubiera sabido.

No. No le des más vueltas. No lo sabías. Si tiene solución no te preocupes, y si no la tiene menos aún.

Acepto, acepto. Concluí.

-Debajo de la lengua, ¿Me has escuchado, Elías? -la voz de Noko me devolvió a la realidad.

Asentí.

-¿Por qué debajo de la lengua? -preguntó Miriam.

-Se disuelve y actúa antes -concluyó Noko encogiéndose de hombros-. Funciona muy bien con los ansiolíticos.

-¿Y tú vas a estudiar ingeniería pudiendo hacerte médico? -preguntó Miriam indignada.

-Primero tenemos que salvar el mundo -terció Noko riéndose-. Cuando evitemos que todo esto se vaya a la mierda ya me pondré a pensar.

Dicho aquello se arrojó por el acantilado asegurado con la cuerda.

-¡Eso no vale me has dejado con la palabra en la boca! -se quejó Miriam siguiéndole de cerca-, ¡Tendremos una conversación sobre esto y te convenceré!

Yo me reí. Y me uní a ellos en la bajada, solo que a mi manera. Me arrojé al vacío y caí de pie.

Una habilidad muy útil que hasta mi viaje hacia las estrellas desconocía y que podía aplicar hasta a alturas de unos 200 metros. Para subir utilizaría mi montura.

Una vez estuvimos los tres en la cala, y no sin haber tenido que explicar antes cómo carajo era capaz de arrojarme al vacío sin consecuencia alguna, Miriam y yo nos pusimos los neoprenos y yo conjuré el encantamiento burbuja.

-Es extraño, no noto nada -me dijo Miriam, con el ceño fruncido.

-No notas nada porque solo se siente bajo el agua -concluí-. No produce ningún cambio físico, ni genera un casco alrededor de tu cabeza...

-Como decía J. K. Rolling por cierto...

Me reí y obvié el comentario. Los escritores versados en la paranormalidad han tenido que adaptarla cientos de veces a los gustos humanos para ajustar a su pensamiento las calidades de los pactos de la ciencia ficción y la fantasía. Es un hecho, la creatividad y lo rimbombante venden más que la realidad. Sin demeritar el trabajo de Rolling, a cuyos libros siempre guardaré infinito afecto pues los leí enteros con Agnuk cuando éramos niños.

Joder que puta es la vida.

Ya. Basta. Tienes que ofrecer una explicación y has de hacerlo ahora, Dakks.

-Lo único que pasará será que te meterás al agua y respirarás completamente normal bajo la superficie, como si siguieras en tierra.

Abrió mucho los ojos.

-Es genial. Me muero de ganas de entrar ¡Vamos! -suplicó casi echando a correr.

-¡Quieta caballo loco! -La detuve-. No tengas tanta prisa por arriesgar la vida. Vamos a trazar un plan. Estaremos unidos por un hilo invisible que conjuraré tan pronto como estemos dentro, esto quiere decir que, como no podemos hablar, si alguno ve algo raro tira del hilo y el otro se gira para intentar entender las señas. Segundo, y también importante, yo voy delante, quiero que lo grabes todo, desde la inmersión para que Amy se haga a la idea de cómo está el fondo del arrecife ahora mismo, hasta los cadáveres flotando, y luego todos los detalles que podamos de varios cuerpos diferentes. Necesito esos detalles porque son los que le darán a Amy la clave para identificar las especies y averiguar de dónde provienen, y cómo han muerto. Sé que la magia ha tenido que ver en el asunto porque he podido rastrear su olor, pero también sé que puede que no sea la causa directa de la muerte sino el rastro que dejo la criatura que provocó esto... Y por último. Si te hago esta señal -Acto seguido hice un gesto con la mano que señalaba hacia arriba-, significa que ya nos vamos, en cuanto la veas salimos a la superficie y hablamos sobre cómo regresar. Y si te hago, o tú me haces, esta otra -concluí pasándome la mano por el cuello como si una cuchilla lo rebanase- quiere decir que estamos en un lío y que nos vamos todo lo deprisa que se pueda, incluso que te pegues a mí porque nos vamos a desaparecer para salvar el culo.

Ella asintió.

-¿Nos tendremos que adentrar mucho?

-No en exceso, pero llegaremos casi al talud continental.

Abrió mucho los ojos.

-Nunca he estado tan cerca de la fosa abisal, va a ser impresionante.

-Un poco...

-¿Crees que... lo que haya hecho esto puede seguir por aquí? -preguntó, ahora sí, más preocupada, mientras nos acercábamos definitivamente a la orilla para iniciar la inmersión.

Suspiré.

-No tengo ni idea -admití-. Pero ante la duda terminaré la inmersión. No dejaré que corramos peligro.

-Tiene que ser algo muy poderoso para haber hecho lo que ha hecho...

Guardé silencio, con el agua al cuello.

-No tengo duda alguna de que es la criatura más peligrosa a la que haya enfrentado en toda mi vida -concluí.

Suspiró con resignación.

-Pues vamos a ello -apremió.

https://youtu.be/2fngvQS_PmQ

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro