En el capítulo anterior:

Quise alejarme pero en cuando trate la creatura abrió rápidamente los ojos, exponiendo un par de orbes de iris dorados aparentemente suplicantes. Pude sentir como si quiera decir algo pero no encontraba la manera correcta de comunicarse.

Entendí que su mensaje había llegado a mi cuando dentro de mi cabeza una voz nueva y desconocida resonó diciendo con un tono apagado y ecos que rebotaban "necesito su ayuda".

. . . . . . . .

Pude sentir mi corazón frenarse por un instante, la impresión que causó en mí me hizo retroceder con pasos acelerados, mis pies tardaban en responder y provocaron que casi callera de sentón sobre la tierra, de no ser por una helada mano que sujeto mi brazo antes de irme de espaldas.

Su toque era tan parecido al tacto del acero sobre mi piel que no pude decir ninguna palabra hasta que Jisoo grito - ¡Oh mierda esta vivo!- corriendo hasta donde la visitante espacial me sostenía con una mirada que imploraba piedad. No pasaron más de dos segundos para que su agarre cediera y sus ojos volvieran a cerrarse.

- Jisoo... ¡Jisoo tenemos que ayudarla o si no definitivamente morirá!- la expresión en mi amiga era difícil de entender, parecía emocionada pero a la vez dudosa de lo que estábamos a punto de hacer.

- Propones interferir con la potencial muerte de un extraterrestre en superficie terrana, ganarnos una posible investigación por parte de seguridad nacional y salvarle la "vida" a un ser del cual no sabemos absolutamente nada... ¿Y dices que yo estoy loca?-

Si, lo que decía era válido pero algo dentro de mi gritaba que teníamos que hacer algo.

- ¡MUÉVETE!-

Cómo pudimos, guardamos los aparatos de Jisoo en la mochila y sin importarnos terminar sumergidas en el metal derretido y aún ligeramente caliente tratamos de sacar a ser de entre el metal que aún no se derretía en su totalidad, podía notar como su pecho subía y bajaba despacio, parecía adaptarse al oxígeno lo cual me alegro, aún seguía con vida y luchaba por mantenerse estable.

Mientras yo sostenía su torso Jisoo la levantaba por las piernas, me sorprendió que fuera tan pesada a pesar de su apartencia tan delgada, mientras tratabamos de no caer por lo escarpado del terreno y por ende no tirar a la alienígena me di cuenta que el metal que la recubría había abandonado su piel por completo, su cuerpo no mostraba características comunes, era completamente liso y un poco brillante.

Antes de llegar al auto Jisoo miro hacia atrás notando el rastro de liquido plateado que nuestras pizadas habían dejado - Quítate los tenis y lanzamos lo más lejos que puedas- dijo ella sacándose sus propios zapatos y arrojandolos al bosque, yo la mire confundida y con algo de trabajo los bote fuera de dónde nos encontrábamos paradas.

- Si alguien más se entera que estamos haciendo esto no podrá seguir nuestras huellas marcadas con la cosa plateada- asentí y continúe llevando casi a rastras al ser.

Jisoo lanzo su bolso negro al maletero mientras yo batallaba para subir al visitante a la parte de atrás del auto, cuando se aseguró que ya estuviéramos listas subió y tomando con firmeza el volante piso el acelerador a fondo.

- La llevaremos a tu departamento, si vamos a mi casa tendremos que pasar forzosamente por una estación de policía y no quiero arriesgarme- dijo sin despegar la vista de la carretera.

- Oh por supuesto, y yo no me estoy arriesgando en lo absoluto al llegar con un alienígena a mi residencia a las tres y media de la madrugada- un evidente sarcasmo salió de mi, esto era lo más loco e inconsciente que jamás había hecho.

Después de acomodar a la creatura humanoide en el asiento y comprobar que aún respiraba trate de relajarme un poco viendo por la ventana, pero fue todo lo contrario cuando me percate por el retrovisor que un auto negro sin matrícula nos seguía con un poco de distancia.

- Ese auto nos está siguiendo desde hace siete calles- dije con los nervios de punta.

- Jennie no seas paranoica, estamos en el centro de Seoul, por aquí pasan muchos autos- Jisoo trato de tranquilizarme, pero por su expresión sabía que también lo sospechaba.

- Tengo que dar vuelta en dos calles más, si ese auto también da vuelta sabremos si nos sigue o no-

Nunca había sentido que el camino a casa fuera tan largo y desesperante, las dos calles llegaron y Jisoo doblo en la esquina, para nuestra suerte el auto negro siguió el camino recto, pudimos volver a respirar tranquilas.

Finalmente llegamos a la entrada de mi residencia, por la hora era evidente que no habría nadie más que los guardias. Teníamos que ser cuidadosas para no llamar su atención y correr lo más rápido que pudiéramos cargando con este bulto casi sin vida y de otro planeta hasta los elevadores.

- Ponle esto- dijo Jisoo entregandome una gorra y una manta que había sacado de no sé dónde - Se tiene que ver normal, hay cámaras de seguridad por todas partes-
Envolví su cuerpo en la manta y le coloque la gorra tapando la mitad de su rostro, era hora de correr.

Logramos sacarla del auto con facilidad, pero en cuanto trate de ayudar a mi amiga una voz grave detuvo todos nuestros movimientos.

- Señorita Kim, ¿Está todo en orden?-

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Las descubrieron? Y si es la persona que manejaba el auto negro?

Las respuestas están en el próximo capítulo, el cual subiré.... Algún día xd

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Bye💚