S p e c i a l
N.A:
Sentí el deseo de publicar esto, la necesidad de compartir este escrito luego de muchos meses de finalizar esta historia que tan bien me ha hecho.
Y ya, muchas gracias por los 60K de leídos, los amo. Espero y disfruten este pequeño especial❤️
__________________
Hay un mundo aparte al que los humanos conocen, uno en donde todas las almas reposan en un pacífico lugar para disfrutar antes de, nuevamente, recibir su castigo obligatorio en el recorrido de los mortales.
Se podría decir que tú mismo creabas tu espacio. Podías estar en una playa desolada, la montaña solitaria o quizá un descampado en el cual sea todo silencio. Un concierto de rock sin público ni banda, la habitación de tu anterior vida o lo que se te ocurriese. Y espero que ya hayas notado el patrón: las almas no podían interactuar con otras almas. Era la única regla que tenía aquello.
Las almas no son la protagonista, al menos no todas... hablaré de Philipp y Sky, aquellos dos únicos entes que fueron capaces de romper la primera y única regla.
No fue fácil para ellos comunicarse, menos aún considerando que habían cuatro capas entre cada lazo emocional que habían forjado cada alma con otra en el mundo de los humanos.
La primera, la más fácil de traspasar probablemente: una que con sólo querer, podías romperla en un simple ademán.
La segunda requería una gran concentración y algunos conocimientos técnicos, pero nada fuera de lo común. Tardabas un par de semanas.
La tercera era notablemente mucho más difícil de pasar y una gran cantidad de años era la que debías de mirar. Siete años pasó Sky mirando aquella pared blanquecina casi transparente.
Y luego la cuarta, la más difícil y más costosa de todas. Requería unos cientos de años en romper, y no sólo tenías que sostenerla siempre que quisiese caer encima de ti, sino que deberías golpearla hasta caer. Pero nada de eso fue necesario: esa capa había desaparecido con solo tocarla.
Philipp y Sky se quedaron hablando por horas. Dos humos blancos flotando en la nada misma.
Hasta que Sky avanzó para abrazarlo. Gran error.
Ante el pequeñísimo contacto de sus dos almas el mismísimo cielo de los santos explotó en siete mil billones de pedazos, invisibles para cada humano.
Desde ese día, las almas del cielo, bondadosas ante cada trato, que rondaban en los bosques de los muertos desaparecieron.
Desde ese día nadie más subió al inexistente cielo, dejando a muchas almas rondando en las tierras de los humanos y a unas miles más sufriendo en el infierno sin ninguna razón.
El fin de todo lo bueno estaba por terminar. Una nueva era se avecinaba, llevando consigo una gran guerra. Y no hablo sólo de humanos...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro