||6||
Gladio apareció en el umbral de la puerta de t/n
—¿Qué demonios quieres ahora?—preguntó ella levantando la vista de su teléfono.
—Me ha llegado una invitación para participar en un combate en el estadio Royale.
—¿Y a mí que me importa?—le espetó
—Tan brusca como siempre, no te lo diría si no me diesen una entrada para que alguien me acompañe y vaya a ver el combate.
—Ah
—¿Entonces irás conmigo?
—No—volvió a llevar la vista a su teléfono. Entonces pensó en que era la oportunidad perfecta para ver a código Cero en acción y lo reconsideró—. Bueno, está bien.
—Genial—a Gladio pareció que se le iluminó el rostro al oír la afirmativa de la chica.
—¿Cuando es el combate?
—Mañana, en la tarde.
Saltemos en el tiempo, ya que el resto de día no pasó nada digno de mención. Los dos chicos ya estaban en la avenida Royale, caminando hacia el estadio.
—La gente me mira mal—murmuró t/n lanzando miradas amenazantes a todo el que le torcía el gesto.
—No habría pasado si no hubieses venido con el uniforme del team Skull—le dijo el rubio.
—Ahg...
La gente miraba mal a la chica por ir con el uniforme negro y blanco del team y ella gruñía a todos los que murmuraban al pasar.
—Deja de gruñir,—le dijo Gladio— me pones de los nervios.
—Fuiste tu quién me dijo de venir los dos, si no querías haber venido conmigo haberle dicho a Guzmán que te acompañase.
—El jefe seguramente tendría el dia ocupado.
—Si, seguramente estuviera con Francine.
—¿Es su novia?—el chico levantó una ceja.
La chica se encogió de hombros.
—No lo se, tal vez.
Y después de caminar un rato llegaron al estadio. Allí Gladio se fue a una sala de espera para los participantes en el combate y t/n enseñó su entrada en el mostrador y se fue a las gradas.
Ya habiendo tomado asiento en las gradas, ella se hayaba esperando a que diese comienzo el combate cuando dos chicos mayores que ella y de aspecto rudo se sentaron tras ella.
—Mira, es del team Skull—dijo uno.
—Si, uuuuu que miedo nos das niñata—dijo el otro
—¿Seguro es del equipo? Parece muy pequeña y floja
T/n se giró para mirarlos con odio.
—Espera un momento, ¡Es la marginada!—dijo el primero
La chica volvió la mirada al frente y trató de ignorarlos, pero estos le dieron la lata durante todo lo que duró el combate.
Al acabar el espectáculo, t/n y Gladio se encontraron en la entrada del estadio, por la parte exterior.
—¿Qué te ha parecido el combate?—preguntó el rubio
—Es impresionante, no tu, tu pokémon—aclaró la chica—. No se cómo hiciste para vencer a tres contrincantes a la vez. Es una pena que código Cero no sea mío, yo podría sacar su máximo potencial.
—Lo dudo—dijo él entre risas
Iban a caminar hacia la salida de la avenida cuando los dos chicos grandes de antes que se habían estado metiendo con t/n aparecieron allí.
—Eh mira—dijo uno de ellos—, es el rubito que ha ganado el combate
—¿Es ella su novia? ¡Qué mal gusto!—dijo el otro— Vaya para de marginados. Tal para cual.
—No somos pareja—les aclaró Gladio a los chicos—, ¿A caso estáis buscando problemas conmigo?
Gladio los miró mal.
—Contigo no—dijo el primero—, buscamos problema con ella, con la predilecta de Guzmán. A demás sería una gilipollez meterse con el ganador del combate.
—Pareces una enclenque—comentó el segundo a la chica.
T/n se molestó y le dió una bofetada con la mano abierta al que le faltó el respeto.
—Si os vais a meter con t/n, antes tendréis que pasar por encima de mi cadáver—los amenazó Gladio.
Los dos chicos miraron al rubio por encima del hombro y se largaron del lugar.
—Gra-grac... Ehg, gracis... —trataba de decir la chica
—¿Que intentas decir?—le preguntó Gladio.
—Ya lo sabes...
—Da igual, quiero oírlo.
—Gra... Gracias...—murmuró ella
—No lo he oído—metió cizaña él
—Vete al diablo.
Los dos salieron de la avenida y fueron al puerto de la isla a tomar un ferry que los llevaría de nuevo a su isla.
Tras varias horas llegaron a pueblo Po y entraron a la mansión.
—¡YA HEMOS VUELTO!—gritó t/n nada más entrar.
No obtuvo respuesta.
Tras cerrar la puerta fueron a la cocina y vieron una nota en el refrigerador.
La nota decía así:
"T/n estoy con Francine, llegaré tarde. Tienes algo de comida en la nevera, recaliéntala y cena pronto. No estes hasta tarde despierta.
Atte: Guzi"
—Ni que fuese tu padre—musitó Gladio al leer el papelito.
—Cierra la boca, es hora de cenar.
Llevaba sin actualizar esta historia varias semanas. Lamento la demora.
Pero aquí tenéis el nuevo capítulo, es un poco corto, lo se pero bueno. Espero lo disfrutéis.
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