Capítulo 32
Sho fue al aeropuerto, y justo se topó con Ren en el estacionamiento, qué oportuno. Se dedicaron miradas peligrosas, de reojo se analizaban el uno al otro. Sho sin darse cuenta inflo el pecho y hasta se puso de puntas para no ser vencido en cuestión de altura, cosa de la cual Kuon se dio cuenta, lo miró con pena ajena, soltó una risa muy americana, esa que a Kyoko alguna vez sacó de quicio y siguió con su camino, dejando a Sho frustrado, acomplejado e imaginando las mil y un maneras en las que pudo asesinarlo de no ser porque no era legal y no quería ir a la cárcel.
Sho siguió con su camino, disfrutaba de poder al fin estar en la tranquilidad de la soledad para pensarlo todo bien, pero al final se distrajo viendo videos divertidos en su celular. Shoko por su parte iba a alcanzarlo en Guam después, debido a que los insensatos caprichos del niño le dieron mucho odioso papeleo que preparar y más trabajo que terminar.
Luego de distraerse mucho rato, escuchó que su vuelo salía, justo en eso apareció Shoko, ya que su vuelo era el siguiente, y le traía todas sus cosas, le recordó varios asuntos y le hizo la típica charla, él clásico sermón, que dan las madres cuando su pequeño va a pasar la noche fuera de casa.
Con aburrimiento asintió a todas las súplicas de Shoko y se metió al avión y descansó, disfruto de todas las atenciones que le brindaban en la sección de primera clase, las aeromozas lo devoraban con la mirada, él sonreía satisfecho al tiempo que su ego se alzaba como la espuma, peor a la vez estaba feliz, de buen humor, pues Tsuruga Ren no llegaría a Guam si no en tres días... Tres valiosos días en los que estaría a solas con Kyoko... ¡Al fin a solas! Ni si quiera el "perrito" molestos, como la llama mentalmente, podría interrumpir ni molestar ya que estaría ocupada luchando por conservar el papel ya que incluso, Ogata obligado por Lory, seguía haciendo audiciones y ya habían fuertes actrices candidatas para el papel... Sho sonreía pensando en que tal vez de esa forma Mimori dejaría de ser una piedrita en su zapato. Prendió su celular porque estaba aburrido, decidió volver a ver vídeos divertidos, pero al instante pensó en ver cómo lo alababan en una revista de moda, debido a su estilo en su nuevo álbum... Y en eso vio los titulares:
«Vie Ghoul sacó nuevo vídeo, y tal vez... ¿Sea una indirecta a Fue a Sho?»
Sho escupió su bebida por sorpresa, todas las aeromozas fueron preocupadas donde él y le dieron servilletas y lo atendieron, Sho gritó que estaba bien y pidió que se alejen, ellas aceptaron asustadas por su humor y apenas se alejaron Sho ingresó al Link del vídeo... Y cada instante que pasaba se iba amargando más, la irá crecía y crecía.
She got me going crazy
(Ella me enloquece)
Why is my heart racing?
(¿Por qué mi corazón se acelera?)
El vídeo comenzaba con una chica corriendo desesperada en un bosque vestida casi idénticamente a la "Princesa Luz de Luna" del vídeo de Sho... ¿Cuál era la diferencia? Una caperuza roja, esa era la única diferencia.
Eres muy bella, my godness
Pero te cierras, yeah yeah
La puerta tocaré... ¿Tú la abrirás?
Algo nuevo te mostraré
Ella lloraba amargamente mientras corría sin rumbo, pero no daba impresión de estar asustada, no, daba la impresión de alguien herida, dolida, de alguien... ¿Traicionada tal vez? Sí, eso tenía que ser. Entonces se desploma y estalla de dolor, se arrastraba intentando levantarse, pero era inútil.
En eso percibe un misterioso brillo, levanta la mirada y se encuentra con un árbol de tronco dorado y en sus ramas colgaban manzanas rojas que parecían ser de rubí, que con solo mirarla causaban un extraño deseo.
Ya te atrape, ya puedo ver
Curiosidad en tus ojos
Don't be afraid, love is the way
(No tengas miedo, el amor es el camino)
Y entonces lo vio, posado con una mano en el tronco y con la otra sosteniendo una de las manzanas del árbol mordida, era alguien vestido enteramente de negro, con una máscara de lobo.
Shawty I got it...
(Pequeña, lo tengo...)
You can call me monster!
(¡Puedes llamarme monstruo!)
El misterioso sujeto le sonríe, es tan vestido idéntico al rey de la oscuridad en el vídeo de Sho, ella lo mira intrigada, él le extiende la mano, y, aunque con duda en su mirada, se acerca a él, y este la jala hacia él, la empuja y la acorrala contra el árbol, arranca una de las manzanas y se la ofrece, mirándola con intensidad y ella con miedo pero con peligrosa curiosidad... ¿Aceptará?
I'm creeping in your heart, babe
(Me arrastro en tu corazón, babe)
Voy a confundirte, vas a enloquecer
Te cazaré y te disfrutaré
Te voy a destrozar
En eso aparecía, era Mio, su espalda, y se podía ver como una mano le bajaba el cierre del vestido negro dejando al descubierto su blanca piel de su espalda y nuca. Y de repente la escena se veía desde adelante, se enfocaba a su cuello tomado por una mano masculina, sus labios rojos y la boca de alguien más a punto de morder ese fino cuello.
Siempre estaré grabado en tu ser
Aunque la muerte nos separe
Come here, girl!
You call me monster
De ti nadie podrá sacarme
Ni si quiera pudo terminar de ver el video, la letra, las escenas, todo era una provocación del Beaggle del infierno hacía él... Y sí que había funcionado. Menos mal para Sho que las ventanas del avión no son para abrirse pues de ser así su celular hubiese caído al océano.
Shoko aún en Japón miraba atónita el vídeo en una pantalla gigantesca mientras muchas fans del grupo gritaban a su alrededor e iban corriendo a las tiendas a comprar el disco del nuevo álbum, a la vez que comentaban que la chica del vídeo era muy, bastante parecida a la del vídeo de Sho, o sea, Kyoko de LME... Y vaya fue la sorpresa cuando en el final del vídeo vieron el nombre de la susodicha... Y empezó el fangorleo y los rumores.
"Ahora mis dolores de cabeza no pararán..."
Lory miraba helado el vídeo y sólo atinó a voltear hacia Sebastián lentamente y consultar— ¿Yo no tengo que ver con esto verdad?
— No, señor... —respondió fríamente.
— Bien... —respiró para calmarse.
"Bueno... Si el muchacho viene... No tendrá qué reclamarle... Por esta vez... Ese no es asunto mío..."
Luego volvió a analizar el vídeo y entonces empezó a sospechar algo, en eso prendió la televisión pues recibió una llamada de Sawara, quién estaba preocupado y nervioso.
— Señor... Toma está ardiendo... Mire el canal Fuji... ¡Se está descontrolando todo!
Y en la televisión se veía a conductores comentando y en la parte de atrás en una pantalla decía bien grande.
«Reino y Fuwa Sho... ¡¿Se enfrentan en una guerra del corazón?!»
Lory subió el volumen y sólo pudo escuchar.
— Ahora miremos una repetición, esto sucedió hace una hora y media, cuando Reino junto a Vie Ghoul se dirigían a Guam para unas sesiones de fotos para su nuevo álbum.
En la pantalla se vio a la reportera a lado de un sonriente, peligrosamente sonriente, en l aeropuerto con los gritos excitados de las fanáticas a por montón.
— En el nuevo vídeo «Monster» vemos algunas cosas, mejor dicho, el vestuario de la chica es muy parecido al de la del vídeo de Fuwa, e incluso es la misma actriz, Kyoko Mogami, y muchos están comentando eso... ¿Tiene algo que decir ante eso?
— No lo sé... A veces... La intuición de los fans nunca falla...
— Se dice que la canción podría quedar bien como una respuesta para la canción que tan sólo una semana atrás sacó Fuwa Sho...
— ¿Ustedes que creen? —respondió luego de una risa pícara.
— ¿Es cierto que existe una rivalidad entre Reino y Fuwa Sho?
Reino paró, se quedó en silencio un momento mirando intensamente a la cámara, luego suspiró, soltó una risita mirando al suelo, volvió a dirigir su mirada a la cámara y con una sonrisa respondió— No me gustan los rumores así que los voy a acabar ahora— pausó de nuevo para sonreír ladinamente— Fuwa y yo tenemos una rivalidad... —todos se alteraron, espero a que se calmen y agregó— Pero no es artística... Ambos nos enfrentamos por la misma mujer...
Todo el mundo se impactó y se alteró, hizo señas a los de seguridad los cuales apartaron a todos los fans y la prensa y con una última sonrisa como despedida de las caras junto al grupo se subió al avión.
— Esto cada vez se pone más interesante... —Lory murmura mientras fuma un cigarrillo— Qué inesperado, un nuevo personaje en la novela... Mogami-kun... Sabía que eras popular, pero cada vez me sorprendes más...
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— Ren-chan... Ya quedaste...
Kuon se miró en el espejo, su estilo era algo diferente, Rubio y ojos verdes, claro, pero el cabello algo más corto y casual... Se veía incluso unos pocos años menor.
"¿Así hubiese lucido a los diecinueve si me hubiese quedado con ustedes... Padres?"
Kuon se miró más al espejo, suspiró con una sonrisa y sacó de su bolsillo la carta de Kyoko, la miró de reojo y la volvió a guardar mientras rememoraba todo lo que está decía.
[Anoche soñé una vez más contigo, Corn, así como lo llevo haciendo desde que anunciaron que la locación para algunos capítulos del drama que ahora estoy protagonizando serían en Guam... Donde se dio nuestro mágico encuentro. Si es posible Corn, deseo, en verdad deseo volver a encontrarte, quiero que se repita esa tarde que se recrea en mis sueños más hermosos... Y si se puede entonces... Te daré los datos de como encontrarme:
*Hotel: Hyatt Regency Guam
*Suit Presidencial N°8
El número de mi habitación es: 764828
Te espero, Corn... Y además, te quiero.]
"Yo hubiese preferido un te amo... Pero nada mal... "
Kuon pensaba sonriendo algo triunfal y travieso mientras se sacudió la cabeza... Y entonces la madurez encarnada en Tsuruga Ren le dijo:
"No seas tan ambicioso..."
Kuon suspiró, luego Jelly carraspeó para que él recuerde su existencia, entonces él carraspeó incómodo también, recuperó su compostura de "Tsuruga Ren" y luego vio que ella por el reflejo del espejo le hacía señas hacia su reloj, él miró su reloj que estaba paralizado, frunció el ceño y miró el reloj del salón, vio que se le hacía tarde y luego de una sonrisa nerviosa y de contenerse una grosería en inglés salió caminando veloz luego de despedirse educadamente, y cuando Jelly ya no podía verlo empezó a correr, se subió a una moto, la moto de Yashiro pues este se la prestó, y llegó al aeropuerto justo a tiempo. Sebastián lo esperaba ahí y recibió las llaves de la moto justo antes de que Kuon entre apresurado para realizar todo el procedimiento. Al final con las justas alcanzó entrar al avión y apenas entró se quedó dormido pues estaba agotado. Cuando ya estaba por llegar despertó y en una pantalla que estaba puesta en la espalda del asiento frente a él, en la que podías seleccionar cualquier película para no aburrirte, seleccionó una de sus antiguas películas cómicas para no aburrirse «White Chicks». Justo estaba cantando desafinado, Pero eso sí en voz baja, "Thousand Miles" al son del canto del moreno en esa famosa escena, cuando se anunció que el avión estaba por aterrisar.
Bajó del avión con buen humor, con la cancioncita presionando en su cabeza... Y luego le llegó una idea tanto perturbadora como graciosa...
"¿Me veré como ese sujeto cuando intento coquetear con Kyoko-chan... ?"
Se fue riendo y negando con la cabeza hacía donde la dirección de quien le había alquilado por Internet una moto. La moto era celeste, genial, su diseño era bastante atractivo... Mirándola ya se imaginaba en ella con Kyoko abrazandola fuerte por la espalda.
"¿Inteligente, no?"
Se decía Kuon a sí mismo, muy orgulloso y con una sonrisa la fina, y Ren, o sea su lado maduro y de adulto sólo superaba con una sonrisa y negando con la cabeza, pues tenía que aceptar que estaba de acuerdo con él... O sea, consigo mismo. Sin perder más el tiempo se montó en la moto y condujo a toda velocidad, bueno la posible, llegó al hotel y pregunto por Kyoko, los recepcionistas le preguntaron si él era el señor "Corn". Sorprendido Kuon asintió, entonces le dieron una tarjeta, la llave del cuarto de Kyoko, le dijeron que ella había encargado que le den una llave y que le dijeran que por el momento no estaba pero que cuando quiera podía esperar la en su cuarto, y si no es posible entrar cuando desee. Kuon aceptó la llave y fue al cuarto de Kyoko, no sin antes mirar de reojo su futuro cuarto, que obviamente planeado por el presidente estaba justo al frente del de ella. Abrió la puerta y entró, prendió la televisión, pero sin verla, estaba emocionado por su encuentro y hasta algo nervioso, más de lo que desearía admitir... Entonces de reojo vio un ramo de rosas, algo no le dio buena espina pues este estaba tirado y exparsido en el suelo, también había un tacho tirado y en él un único papelito que en realidad era una tarjeta hecha bolita. Lo abrió y leyó... Volvió a tirar el papel y salió del cuarto hecho furia y preocupado por Kyoko, ahora entendía quien era el verdadero ladrón del celular.
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Kyoko tenía miedo, pero entonces le dio una patada en la entrepierna y él se cayó al suelo repartiéndose de dolor y de risa, cuando de repente de los arbustos saltó Shotaro.
— ¡Ya te encontré perro maldito!
— Vaya... Al fin... Creí que iba a esperar eternamente... —suspira y deja de reír— Demoraste cuatro segundos más de lo que esperaba... Qué decepción.
Sho lo miraba mientras pensaba en lo enfermo que estaba Reino. Y Reino se acercó a Kyoko y la besó mientras sacó de su bolsillo los dos celulares robados y se los metió rápidamente al bolsillo de Kyoko quien estaba aturdida, entonces Reino le susurró en el oído— Tu secreto está a salvo... Por ahora.
Y en ese momento Sho los separó, le dio un puñetazo a Reino que lo tumbó en el suelo, y emoentras él sólo volvía a reírse, Sho abrazó a Kyoko de la cintura.
— ¡No volverás a tocarla perro infeliz!
"Te arrepentirás de tocar lo que es mío... "
Pensaba Sho mientras miraba a Reino con odio. Entonces Reino rompió con sus risas y habló desde el suelo.
— "Te arrepentirás de tocar lo que es mío"... ¿No es eso lo que realmente quieres decir, Fuwa?
—¡Bastardo! —soltó a Kyoko y se acercó a él con furia para patearlo— Vete al hotel... —murmuró Sho entre dientes cuando levantó del cuello a Reino de un tirón y se miraban frente a frente, uno amenazante y otro burlón.
— ¿Qué... ? —Kyoko había escuchado pero aún seguía algo conmosionada.
— Kyoko, vuelve al hotel. —ordenó Ahí mientras se remangaba las mangas y se preparaba para darle una paliza a Reino, de nuevo.
— ¿Que qué... ?
— ¡Qué te vayas al hotel maldita sea!
Kyoko estaba molesta por ser gritada así que le dio una de sus ya clásicas patadas en la pierna a Sho, que lo hizo saltar de un solo pie y se fue furiosa gritando:
— ¡Si me voy es porque quiero irme no porque me lo hayas mandado, que te quede claro imbécil! —todo eso lo exclamaba mientras levantaba el dedo medio y su silueta desaparecía entre las palmeras.
Ambos, Reino y Sho la miraban marcharse, inexpresivos.
Kyoko estaba totalmente molesta... ¡¿Cómo pudo volver a ser "rescatada" por Sho?! ¡Y no es sólo eso! El muy maldito, para colmo se atrevió a decirle:
«¡Vete al hotel!»
No es como si quisiera quedarse a ver el enfrentamiento de los bastardos #1 y #2 pero tampoco quería hacer lo que sho le ordenase. Así que en vez de irse directo al hotel decidió pasear por el malecón de este y por la playa y demás centros de entretenimiento a ver si podría encontrar algo con qué distraerse del mal rato. Se enteró de los festivales musicales y culturales que solo serían por tres días y tenía que disfrutarlo al máximo mientras no comenzaran las filmaciones... Puesto que los demás actores aún no llegaban, y terminarían de llegar justamente en tres días. Definitivamente no iba a dejar que esos bastardos se lo echen a perder, aunque lamentablemente para ella uno de ellos conocía su más grande debilidad actual.
"Tu secreto está a salvo... Por ahora"
¡¿Por ahora?! ¡¿Qué quería decir con eso?! Pero al menos su teléfono estaba de vuelta en sus manos, eso la tranquilizaba y por ahora la hacía feliz. A continuación lo prendió para encontrarse con la travesura final del perro demoniaco.
Lo primero que Kyoko buscó al aprenderse la pantalla de su recién recuperado móvil fue la foto de su sempai durmiendo, su preciado tesoro secreto, con el carnerito que le regaló... Grande y para nada grata fue la sorpresa que le dio darse cuenta que aquella foto había sido reemplazada por una del beaggle durmiendo en un ataúd lleno de orquídeas blancas abrazando a un carnerito como el que ella le regaló a su sempai, solo que este era negro.
— ¡Ah! ¡Beagle del infierno! —de la impresión Kyoko soltó el móvil, como si se tratase de un carbón ardiente, al mismo tiempo que gritó del susto llamando la atención de las personas a su alrededor— ¡Maldición mi teléfono!
Recogió el móvil y empezó a intentar borrar la foto frenéticamente, pero no lo lograba, por la desesperación soltó en el suelo el teléfono y empezó a saltar sobre él furiosa, luego recuperó la razón y se arrepintió, recogió con las manos el teléfono para ver si había sobrevivido, y así fue pero apenas vio la pantalla se encontró con e sa maldita imagen aún ahí y del espanto lanzó el teléfono de nuevo y esta vez cayó donde no podría recuperarlo y de donde tal vez no sobrevivirá.
— ¡No! —ese fue el grito más desesperado y largo que en Guam se haya escuchado.
Su teléfono había caído en una piscina que estaba vacía, pues era muy, bastante profunda y ahí sólo ensayaban atlétas o practicaban los que se habían inscrito a clases dadas por instructores del hotel. Kyoko tenía miedo de lanzarse pero estaba dispuesta a hacerlo mientras no sea tarde.
— ¿Puedo ayudarte, Kyoko-chan? —una melodiosa voz masculina que hacía latir su corazón de forma en la que nadie más podía la llamaba desde atrás y al girar lo encontró, con sólo ver por un segundo su torso lo reconoció.
— ¡Tsuruga-san! ¡Creí que no llegaría si no hasta dentro de tres dias! — Kyoko hasta ese momento no había visto a quien estaba en su delante por estar haciendo una reverencia, pero cuando miró hacía arriba lo notó, los hermosos verdes esmeraldas mirándola con ternura y su cabello rubio brillaba más aún que los rayos del sol— ¡Corn!
En ese momento el aludido se lanzó a la piscina y en unos segundos volvió a salir del agua, de una forma realmente sensual y hermosa, como siempre él y su casi irreal belleza masculina. Se secó la cara y se acercó nadando al borde de la piscina desde donde Kyoko lo miraba anonadada y hasta con la boca algo abierta... Aunque las reacciones de las mujeres que pasaban casualmente por ahí eran mucho más exageradas y más cómicas.
— Lo recuperé... —le extiende el celular.
Kyoko asintió lentamente, sin quitarle los ojos de encima, y con la misma lentitud aceptó el móvil y lo metió a su bolso junto con el otro móvil y lo dejó tirado a un lado.
— Corn... En verdad estás aquí...
Él sonrió la jaló dentro de la piscina y ella no se opuso, sólo lo miraba con los ojos brillantes y le acariciaba a él sus medianamente musculosos hombros, como para intentar convencerse de que él era real y de que en verdad estaba con él. Kuon no aguantó más, se aferró a ella, la acercó y pegó a su cuerpo y le dio un beso intenso que la dejó a ella sin aire, pero sorprendentemente, y no, no imaginación de Kuon, ella correspondió y se aferró a su cuello.
— En verdad estoy aquí... Kyoko-chan
— Corn... —ella lo miró sorprendida extremadamente sonrojada y seguramente deseando que la tierra la trague y más cuando algunos espectadores improvisados hasta aplaudieron y silbaron.
— Creo que debemos irnos... —la cargó y ambos salieron de la piscina, él con ella en brazos y se la llevó a su habitación.
Mientras tanto el enfrentamiento de los bastardos recién comenzaba.
— ¡¿Por qué volviste?! ¡¿Qué quieres ahora?!
— ¿En verdad quieres que responda? —sonríe— Ya deberías saberlo...
— Mi mente no está tan enferma como la tuya como para que pueda comprenderse...
— ¿No querrás decir que no es lo suficientemente inteligente?
Sho se enfureció y le iba a estampar un buen golpe en la cara, pero Reino lo esquivó y lo doblegó, ahora lo tenía acorralado contra una palmera y clavó un cuchillo en ella, junto al rostro de Sho, haciendo que a este se le pase la vida por delante.
— Fuwa... Eres un inútil... —suspira— Yo pude convertir a Kyoko en una emperatriz del mal... Pero la deje a tu cuidado, grave error porque al parecer eres un incompetente... Dejaste que la pobre capte la peor enfermedad que se pueda conocer en el mundo carnal...
— No entiendo de qué mierd@ estás hablando...
— Del amor...
— Así que... Volviste porque descubriste que ella me ama... Ja...
Reino se tomó un minuto de silencio, y luego estalló en risas.
— En verdad que eres un ingenuo Fuwa... —vuelve a reirse— ¿No te lo advertí en tus dulces sueños? —suspira— Kyoko ama a alguien, sí, pero él está muy lejos de ser tú.
Sho recordó su pesadilla con el "maldito yankee" y Reino, miró a este último como queriendo una comprobación de lo que tenía en mente, Reino sólo asintió con una sonrisa satisfecha. Sho luchó mucho por no matar a Reino ahí mismo, y finalmente, luego de mucha fuerza de voluntad y con apoyo de las fastidiosas voces de Shoko y Kyoko regañandolo en su cabeza para que no cometa una insensatez, no respondió a la provocación del perro demoníaco y con su hombro lo empujó con fuerza haciendose camino para irse.
— Fuwa, una cosa más... —llamó Reino y Sho se detuvo, no se giró a verlo, sólo se detuvo en su camino para escuchar lo último— Esta batalla la perdiste mucho antes de empezarla...
Sho lo pensó muy bien, pero su curiosidad terminó por ganarle a su consciencia que le decía que no pregunte cosas cuyas respuestas tal vez no quería saber en realidad.
— ¿A qué te refieres... ? —se giró lentamente para encontrarse a Reino sonriendo bastante complacido, posado en una de las palmeras con estilo.
— Bien... —suspira— La historia comienza con una niña llorando en Kyoto...
Mientras tanto, en el cuarto de Kyoko ella se estaba secando, seco toda su ropa y se puso otro vestido y se re-aplicó su maquillaje, a la vez que se puso una nueva peluca, una negra azabache con unos lentes de contacto grises. "Corn" salió de la ducha con sólo una toalla evitando que su desnudez sea completa, y secándose el cabello con otra toalla.
— ¿Mi ropa ya está seca?
Kyoko se llenó por completo la vista de la figura de "Corn" de pies a cabeza, y él por la mirada de ella hasta se abochornó, y comprobó que tan indiferente a él no era... Y más aún después de ese beso en la piscina.
— ¡Ten! —le lanzó su ropa— ¡Ve y vistete! ¡Rápido! —gritaba mientras ocultaba su cabeza bajo la cama— ¡Corn eres un desvergonzado!
A Kuon se le ocurrió algo y mientras se vestía empezó con su broma.
— ¿Desvergonzado? ¿Por qué?
— ¡¿Cómo que por qué?! —grita— ¡Andas por ahí mostrando tu cuerpo sagrado a señoritas mortales!
— No veo el problema de que mi esposa me mire...
Kyoko se quedó callada procesando lo escuchó, y cuando sucedió ella saltó de su escondite y se encontró con el rostro de Kuon.
— ¡¿Qué?!
— ¿Acaso no lo sabías? —sonrió— En el momento en que te di mi beso de amor verdadero y tú me correspondiste... Estamos casados para el mundo de las hadas, Kyoko-chan...
— Pero...
— Tú recuerdas con amor nuestro beso de nuestro anterior encuentro aquí en Guam...—ella se sonrojó pero asintió— Pues entonces ahí lo tienes, nuestro matrimonio es oficial, Kyoko-chan... —le besó la mano y le puso un anillo de mariposa, que era de juguete y que una niña le regaló mientras iba en busca de Kyoko, y esta acción hizo que Kyoko tenga los ojos más abiertos de lo que pudo tenerlos alguna vez en la vida— Y espero que no me hayas sido infiel, porque miembros del Ejército de las Hadas, te llevarán a mi mundo y te sentenciarán por traición y ni yo podré salvarte... Si has besado a alguien más... Entregándole tu corazón.
Kyoko pudo estar clínicamente muerta, por un minuto, entonces murmuró un bajito y largo:
"¿Qué... ?"
Kuon se sintió algo culpable por asustarla así. Entonces comenzó a reír... Pero algo se movió en su cabeza, el no dijo sólo besar a alguien más, como ara que ella se asuste pensando en los esos del drama, dijo entregando el corazón... Pero de todas formas no iba a tomar nada seguro, quizás Kyoko sólo le prestó la atención hasta la parte de "Si has besado a alguien más".
— ¿De qué te ríes, Corn... ?
— Es que... Sólo estaba bromeando y ya entraste en pánico...
— ¡Corn! ¡Ya no seremos amigos! —Kyoko empezó a atacar con almohadas y cojines a Kuon mientras él corría por toda la suit, intentando escapar de Kyoko y sus ataques, aunque claro, no podía evitar reír mientras lo hacía.
En un momento de la persecución, ambos empezaron y cayeron sobre la cama, Kuon sobre Kyoko, y sus labios estaban a un pequeño movimiento en falso de distancia. Kuon cerró los ojos preparándose para otro beso, pues Kyoko había dejado de luchar, su respiración se aceleró y cerró los ojos también... Pero entonces escuchó un pequeño murmuró justo cuando ya estaba rozando los labios de ella.
— ¿Quisieras ir a comer algo... ?
Kuon suspiró, sonrió resignado y asintió con la cabeza. Ambos salieron de la mano, muy sonrientes de la habitación, nadie de Japón podría reconocerlos, y cualquiera diría que eran una pareja digna de portada de revista, una bella asiática de preciosos ojos grisáceos y un super atractivo joven occidental, aunque con varios rasgos asiáticos también.
Entraron a un restaurante en el cual había mucho movimiento, y era de esperarse, por los ventanales se veía como el sol caía en el océano... Y el cielo se teñía de anaranjado, hermoso y vivido, acompañado de un precioso rosa.
El lugar era divertido, había mucha música y movimiento. Kyoko y Kuon se miraban y sonreían, la música era movida y algo sensual, y claro que iba a ser así... Pues según lo que dijo un animador era el inició de «La Noche Sabor Latino». Kyoko se avergonzada un poco por lo... ¿Demasiado pegados que estaban todos? Y lo peor era que al parecer todos ahí estaban en parejas... ¡Todos!
Kuon por su parte quería morir de risa, se daba cuenta de lo que tenía a Kyoko tan roja y callada, miraba a las parejas en la pista de baile y luego a Kyoko su pequeña dama japonesa... Esto para nada era bueno para sus tradicionales ojos. Sabía que los latinos eran así... Tuvo alguna vez una novia latina... Bastante emoción para haber durado sólo una semana, tanto que para él esa semana valió como un año de tantas cosas que pasaron. Dejando de lado esos recuerdos que eran eclipsados por lo linda y adorable ue se le hacía Kyoko intentando no mirar y concentrarse en su comida, que apenas era visible para ella ya que las luces estaban apagadas y sólo habían unas neón que daban vueltas y giros, decidió hacer algo para animarla y que deje de estar tan intimidada. Y entonces anunciaron una competencia de baile en pareja, quienes ganen recibirían un cupón para comer gratis en los siguientes dos días. Los ojos de Kyoko se iluminaron al escuchar eso, ya podía escuchar con sólo ver su rostro, la exclamación mental de ella de:
"¡Comida gratis!"
En eso empezó a sonar una canción, sí, una muy popular que ya había escuchado por ahí.
Sí, sabes que ya llevo un rato mirándote
Tengo que bailar contigo hoy
— ¿Me concederías está pieza, mi querida reina? —le besó la mano y ella aunque en un principio se quedó paralizada, asintió lentamente.
Vi que tu mirada ya estaba llamándome
Muéstrame el camino que yo voy
Kuon ante esa señal de aprobación la jaló a la pista de baile, y ahí fue donde... Se quedaron en blanco.
Tú, tú eres el imán y yo soy el metal
Me voy acercando y voy armando el plan
Solo con pensarlo se acelera el pulso, oh yeah...
Kuon hacía el típico e infaltable paso en las fiestas para quienes no somos buenos en baile: un paso adelante y otro atrás, como si estuvieras en una caminadora o algo así. Kyoko por su lado miraba en pánico a las otras parejas, y mientras iba viendo intentaba imitar los movimientos de las demás jóvenes, aunque algunos descarados y sexys, por desesperación no le importó y lo hizo, pero le salieron como si estuviese borracha y quisiese ir al baño, Kuon la miró extrañado y ella lo miró con vergüenza, entonces empezaron a reírse. Kuon entonces la acercó a su cuerpo, y haciendo la misma posición del valz le susurró al oído— No tenemos que hacerlo como los demás, Kyoko-chan, hagámoslo a nuestro modo...
Kuon la miró con una sonrisa tierna y entonces empezaron a bailaron a su modo, como si "Despacito" fuese el valz de Cenicienta, pues en la vida Kuon haría que Kyoko contra todas sus costumbres y formas de ver la vida tan zanjadas haga un baile sexy... Al menos no en público y menos cuando ni están saliendo realmente.
"Si pregunta la traducción no se lo diré..."
Por su parte, Kyoko estaba en la misma gloria,no sabía cómo explicar ese sentimiento... Era tan reconfortante y su corazón latía con fuerza, era como cuando veía a Tsuruga-san.
Y con ese pensamiento se puso triste... Corn dijo que la amaba y ella no podía corresponderle pues ya acepto abiertamente lo que sentía por su sempai... Y en cierto modo eso ya le traía a la mente otro asunto que la estuvo perturbado desde hace un tiempo... ¡¿Las sensaciones que experimentaba con Kuon eran provocadas porque era muy parecido a Truruga Ren?! Pero... Decir eso era contradictorio pues cuando estaba con Tsuruga Ren no olvidaba a Corn... Pero cuando está con Corn no deja de pensar en su senpai. Y en eso llegó una fatal idea a su mente... ¡No! ¡¿Podría ser ahora Kyoko Mogami haya cometido la estupidez de enamorarse ya no de un hombre, cosa que ya era mucho, si no que ahora se había enamorado de dos personas diferentes?!
Pero ya en este momento ella no pensaba en nada solo se dejaba llevar por la magia... Porque era imposible no hacerlo cuando tu príncipe esta contigo bailando una particular pieza, pero mágica de todas formas. LAS demás parejas no podían evitar mirarlos con ternura, tal vez no bailaban la canción "como se debe" pero la química entre esos dos era maravillosa, el amor entre ellos, esas emociones conmovían a todos y los jueces que iban eliminando parejas ni muertos iban a eliminarlos pues verlos era adictivo... Podrías imaginarlos casarse y envejecer juntos, eran como una pareja sacada de un drama o una película de las más románticas. Algunos hasta tomaron fotos de ellos, pues estaban en medio de la pista de baile, principalmente un sospechoso cuatro ojos que estaba en una mesa con dos atónitas actrices.
— Esto es... —Yashiro se secaba las lágrimas de dicha.
— Increíble... —completaron sus dos acompañantes mientras se les caía la quijada.
En eso alguien entró al restaurante, alguien que vio esa escena desde afuera y no iba a permitir que eso continúe.
— Maldición... ¿Es él, no? —preguntó Chiori molesta a Kanae.
— Sí, Fuwa Sho... —Kanae respondió fríamente y sin más se levantó y camino firme para interceptar al mencionado, quien se dirigía decidido hacía la pareja.
Chiori siguió a Kanae y justo cuando Sho iba a llegar a alcanzar el brazo de Kyoko, a quien Kuon le estaba dando una vuelta, ellas lo detuvieron y se pusieron frente a él.
— No... —Kanae empujó a Sho— No lo harás...
— Quitense...
— ¿No te cansas de hacer el ridículo... ? —se quejó Chiori— Quierete un poco y sigue con tu vida... Y deja a los otros vivir...
Sho chistó los dientes frustrado.
— Ella nunca te ha pedido nada y sin embargo te lo dio todo... Ahora deja que sea feliz, si quiera por gratitud...
Sho miró a las chicas con odio, luego miró a Kyoko sonreír ilusionada a Kuon mientras pegaban sus narices en medio del baile, su mirada jamás había brillado tanto... Y Sho lo sabía. Fuwa Sho jamás se había sentido tan derrotado, se giró y se fue de ahí a perderse en Guam.
Por otro lado, todas las parejas quedaron eliminadas menos Kuon y Kyoko, y dijeron que estaban por anunciar a los ganadores, que ya eran obvios, Kanae, Chiori y Yashiro se fueron al hotel a descansar y dejaron a la parejita seguir con su velada romántica.
— ¡Y los ganadores son... La chinita y el gringo! —anunció una chica morena apuntandolos a ellos.
"Hace tiempo que nadie me decía gringo... "
Se decía Kuon para sus adentros. Kyoko estaba más que feliz, recibieron los cupones y salieron riendo del restaurante. Siguieron paseando por ahí un rato y luego llegó la hora de descansar, Kuon llevó a Kyoko a su cuarto de nuevo. Y cuento estaban en la puerta y se despidieron con un beso en la mejilla, él la detuvo y le dijo que tenía que contarle algo, que posiblemente ella ya sepa pero que quería contárselo claramente de todas formas.
— ¿Qué es... ?
Kyoko lo miraba inocentemente, con mucha curiosidad, y entonces la cobardía apareció, los miedo y temores lo envolvieron, su pánico a que ella lo rechace... Tenía miedo.
— Es un secreto que o nos puede unir más que nunca... O nos puede separar para siempre...
— ¿Corn... ?
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