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Capítulo 14

—¡Luces! —ordenó el exigente fotógrafo y al instante todo fue oscuridad, entonces mientras ametrallaba tomando fotos con su singular cámara siguió dando indicaciones al staff— ¡reflector 1! —un solitario reflector se encendió para alumbrar un elegante sofá con un hombre con la mirada pensativa dirigida hacia el infinito, con un atisbo de sonrisa, una muy sensual, mientras estaba recostado— Bien... Ahora... ¡Qué pase la gatita! ¡Reflector 2 a la una... ! ¡A las dos! ¡Y... ! ¡A las... !

—Yashiro-san... yo también estoy emocionada... pero... su cara... me estoy empezando a asustar... —María le susurraba a Yashiro, pero inútilmente porque el ya estaba en otro mundo.

"¡Bien Ren! Es tu turno de ganarte... ahora es el momento de Kyoko-chan para darte... todo su... amor~ "

Detrás de una puerta estaba ella, la que todos esperaban con ansias. Kyoko respiraba a profundamente, estaba nerviosa, pero eso no quería decir que no supiese perfectamente lo que iba a hacer, lo tenía completamente planeado, pero necesitaba darse valor para hacerlo.

—¡Tres! —gritó Corleone.

"Es hora... "

Se encendió un reflector sobre la puerta que se abría lentamente para dejar ver a la seducción hecha mujer, posando en el marco de la puerta y sin perder la vista de su objetivo, que aunque ella no se daba cuenta la miraba de reojo con una sonrisa irresistible que logró excitar más al fotógrafo causando un gemido totalmente bochornoso para Yashiro, que frenéticamente le cubría a María los ojos y los oídos.

Ella tenía anhelo en la mirada, curiosamente la misma que Ren le dedicaba en la sesión anterior, mientras se acercaba a él, con esa inconfundible aura felina, coqueta y pérdida en la adoración por su "hermano mayor". Sí, Setsu estaba de vuelta. Camino muy sensual dando círculos alrededor de él que solo sonreía pero no apartaba la vista del suelo, no la miraba, al menos no directamente —aunque se moría por llenar su vista de ella de pies a cabeza— porque no era el momento, aún quería disfrutar de los intentos de ella por llamar su atención, de eso se trataba lo que debía demostrar en el comercial, entonces desde detrás del sillón deslizó sus manos por debajo de la camisa de él, con una mirada hacia la cámara tan intensa que logró que el fotógrafo vuelva a tener un sangrado nasal.

—¿Me extrañaste, Nii-san... ?—le susurró sensualmente de tal forma que nadie más que él la escuchó, causando que de la nada el click de Caín Heel se active en Ren, a la vez que ella enredaba su mano en su corbata y la desataba con la otra, quitándosela lentamente, y esa sonrisa peligrosa atacó sin piedad a toda portadora de ovarios en el lugar, incluso a los que no lo son.

Entonces sus manos regresaron por el mismo recorrido que siguieron en la exploración por debajo de la camisa de él y al llegar a su pecho las dejó ahí a la vez que se sentaba a su lado, le abría un poco la camisa y hundía su cara en su pecho, guiñándole el ojo a la cámara. Ren estaba en la misma gloria, aunque le gustaría que las cosas fuesen así en un ambiente privado, en soledad, no con Corleone lanzándoles miradas lascivas y ametrallándolos con flashes, rodeados de rostros sonrojados y emocionados, y principalmente, que no sea por trabajo sino porque ella de verdad quiera hacerlo.

"Así que Setsu... ¿eh? Bien, veamos cuánto cariño me tiene mi hermanita... "

Cain pensaba excitado por la idea de volver a jugar con su amada "hermanita" , recordando con diversión e ironía lo que Kyoko le dijo preocupada antes de salir a escena, unos pocos minutos atrás.

«Tsuruga-san... antes de que se decepcione... aclaro que... —se sonroja y mira hacia abajo— no tengo la menor idea de... ¡Cómo seducir a un hombre! ¡Nunca he hecho algo así en mi vida! ¡Natsu tampoco! ¡Yo... !»

"Claro... no tienes la menor idea... "

Ren suspiraba mentalmente diciendo irónicamente esa frase para sí mismo.

—Bien... ¡Hora del chocolate! ¡Vamos! ¡Vamos mi gatito! ¡Vamos! ¡Dale el chocolatito!

"Setsu... ¿Quieres? "

Decía su mirada mientras sacaba el chocolate de su bolsillo y se lo ofrecía con una sonrisa que si bien no derretía al chocolate, a su compañera la derritió por completo y esta vez no solo no pudo ocultarlo sino que era parte del trabajo no ocultarlo.

Entonces ella pensó que como la sesión anterior ella tendría que comer el chocolate de la palma de su mano, ya que el tema era el mismo pero inverso... Cuanto se equivocó.

《Yo sé que la gatita es muy tímida y pura porque es una jovencita, por eso no la vamos a poner nerviosa innecesariamente, así que cuando llegue el momento en el que le des el chocolate quiero hacerte una petición, mi gatito sensual... 》

Ren recordó la petición del "calenturiento fotógrafo italiano de doble filo", como bautizó Yashiro, que le dio cuando Kyoko fue a cambiarse, y con duda se preparó mentalmente para cumplirla, esperando que Kyoko reaccioné como se espera.

Cuando Kyoko delicadamente y de una forma muy sensual, muy lento, acercaba sus labios al chocolate que él le ofrecía, inesperadamente el lo alejó con una sonrisa pícara, ella hizo una mueca de confusión y luego una muy seductora sonrisa que expresaba un 《bien jugado... Nii-san... 》...Pero ahí no terminó el asunto. Respondiendo a tal sonrisa de Setsu, que dejó embelesado a todo el staff masculino, sin mencionar a los modelos mirones que espiaban desde las puertas del estudio, él metió el chocolate en sus labios, y sosteniéndolo con su boca de un lado, con mirada sensual y retadora, le ofrecía el otro extremo del chocolate.

Kyoko entró en pánico, eso sí no se lo esperaba, pero, felizmente para ella, su cuerpo no estaba bajo su control, quien lo poseía era Setsu, quien estaba totalmente perdida por ese hombre frente a ella. Entonces, luego de una sonrisa de medio lado, se acercó lentamente a los labios de él y justo antes de morder el extremó del chocolate, que se le ofrecía de manera tan picante, se mordió el lado inferior del labio de forma muy sensual para comenzar con la degustación del dulce.

Todos miraron impactados dicha escena, incluso Yashiro por la sorpresa soltó las manos que cubrían los ojos de María y se quedó absorto mirando, y Corleone no dejaba de dar "cumplidos" totalmente emocionado mientras disparaba flashes a diestra y siniestra.

Y ahí estaban ellos, cada uno mordiendo un extremo del mismo chocolate. Y ni Cain, ni Ren, ni mucho menos Kuon dejaría ir una oportunidad como esta.En un movimiento rápido todo el chocolate terminó en su boca, con los labios de su "hermanita" incluidos.

Suavemente pero con contundencia acariciaba sus labios con los de ella, al principio de su parte no había reacción, estaba rígidos pero poco a poco se ablandaron y de la nada sintió su mano suavemente subir por su espalda hasta llegar a su hombro para quedarse ahí.

Un grito emocionado se escuchó del fotógrafo, que aunque parecía imposible incremento la cantidad y velocidad de sus flash, mientras todo quedaba el silencio.

Entonces en cuestión de segundos todo se detuvo.

—Muy bien... ¡Ya terminamos!... —todos se detuvieron pero esos dos seguían en la cuestión— ¡Qué ya terminamos, gatitos!

Entonces Ren regresó a la realidad, se separó de Kyoko, miró a su alrededor, habían risitas y silbidos de los otros modelos que lo felicitaban a la distancia, unos murmullos de los sonrojados miembros del staff y un fotógrafo al borde de las lagrimas de emoción. Miró a Kyoko, ella estaba petrificada, como si detrás de esos ojos no hubiese alma alguna.

"Maldición... qué he hecho... "

Pensaba y burlonamente su Kuon interior le contestaba:《Parece que te dejaste llevar campeón... 》

—Mo... gami-san...

Ella miraba al suelo, eso lo asustaba, entonces él le tomó del hombro.

—Mogami-san yo...

Ella al instante alzo su mirada hacia él con una expresión que lo dejó helado.

—Eres un tonto Nii-san —le sacó la lengua— sabes que nunca me podría molestar contigo —le dio una caricia en el rostro y sensualmente se fue caminando hacia su camerino, ignorando a los modelos que la interceptaban para hablarle.

Ren miraba sin saber que sentir en la dirección en la que Kyoko se marchaba.

—¡Buen trabajo a todos! ¡Muchas gracias por traerme a mi gatita o mejor tigresa! ¡Ay te amo! —Corleone intentó saltar y robarle un beso a Ren pero María le miró de forma asesina y con miedo, pena y un puchero incluido se fue resignado— Gracias a todos por su buen trabajo nos vemos en otra ocasión...

María lo miró con malvadas intenciones hasta que se fue, entonces le dio un beso a la mejilla a Ren, alabó su trabajo con su Onee-sama y dijo que la acompañaría a alistarse para irse del estudio. Ren le dio una sonrisa dulce y ella se fue.

"Maldición... me deje llevar... pero... "

Suspiró con una traviesa sonrisa.

"No me arrepiento de nada... "

Pasó sus dedos por donde tocaron los de ella y rememoró la sensación.

"Ella... correspondió al beso... lo sentí... puede que hasta... también lo hubiese disfrutado..."

Ante esa idea su corazón no pudo estar más contento, pero de pronto volvió la razón.

"No... para ella... solo fue por el trabajo... "

Resignado negaba con la cabeza y con la mirada buscaba a Yashiro para que le de sus cosas y para que le de su agua, pero no lo hallaba, entonces sintió palmaditas en la espalda y grande fue sus susto, aunque lo disimulo, al ver que era Yashiro con un brillo en los ojos que ya le hacía saber que la bomba fanboy Yashiro estaba por estallar.

—Adelante... dilo... —Ren suspirando cansado le daba permiso a Yashiro para estallar.

—No puedo creerlo Reeen... parece que te dejaste llevar de la emoción, picarón...

Y así comenzó el martirio de Ren.
.
.

En el estudio los pasillos parecían largos y solitarios, pero para ella eran mucho más largos aún, cuando se dio cuenta que ya nadie la podía observar, Setsu se fue al instante de su cuerpo y Kyoko empezó una carrera a su camerino, sin mirar atrás, cubriendo su rostro. Cuando por fin pudo llegar al camerino, que le designaron luego de firmar el contrato para aparecer como imagen de la marca junto a Ren, abrió la puerta violentamente, le puso seguro y se deslizó en la puerta hasta quedar de cuclillas con un encendido rojo en las mejillas y los ojos bien abiertos por la impresión.

"Be... besé a Tsuruga-san... besé a Tsuruga-san... ¡BESE A TSURUGA-SAN!"

《Bueno, ama, en realidad Tsuruga-san te besó a ti... 》 Aclaró una de las demonios mentales de Kyoko.

"¡DE VERDAD BESÉ A TSURUGA-SAN! ¡FUE REAL! ¡¿FUE REAL VERDAD?! ¡¿CÓMO ES QUE ESO PASÓ?! "

《Bueno ama no es la primera vez que te ha besado... 》

"De verdad nos besamos... de verdad... "

Se fue suavizando su reacción, se iba calmando lentamente hasta que quedó finalmente con una dulce sonrisa, mientras se acariciaba los labios.

"Se sintió justo como el del sueño... "

Recordaba el sueño en el que Ren le daba un beso lleno de amor, pero al instante recordó la pesadilla de esa mañana, la pesadilla en la que Sho y Ren se esteraban de sus sentimientos, y la desgracia que traería si eso sucediese en la realidad. Entonces la sonrisa brillante y dulce fue reemplazada por una dolorosa.

"Para él... solo fui una compañera más... un trabajo más... "

—¡Onee-sama! ¡¿Ya estás lista para irnos?! ¡¿Necesitas ayuda?! —María llamaba del otro lado de la puerta.

Kyoko se miró unos segundos en el espejo enorme frente a ella, suspiró preparándose mentalmente y luego de darse una sonrisa que significaba que ya estaba lista respondió al llamado de su hermana menor adoptiva.

—¡Ya casi! ¡Ahí voy María-chan! —abrió la puerta con una sonrisa— Pasa... Solo me falta cambiarme y ya estoy.

María entró muy contenta y se sentó en el extravagante asiento delante de el tocador, igual de exótico, jugando con los miles de productos de belleza que en este se encontraba, mientras Kyoko se cambiaba el vestuario detrás del cambiador, que consistía en una elegante cortina que la cubría de la vista ajena.

—¡Estuviste asombrosa, Onee-sama!

—Muchas gracias María-chan...

—Ay... que suerte Onee-sama... tú y Ren-sama hacen linda pareja...

Por este comentario inesperado, justo cuando intentaba ponerse las pantimedias, se golpeó la cabeza con la pared.

—¡Qué cosas dices María-chan! —exclamó con incredulidad mientras se sobaba la cabeza, intentando que la pequeña no se de cuenta de su torpeza.

—No, Onee-sama... lo digo en serio... y eso que yo nunca diría algo así, emparejar a mi amado Ren-sama con alguien más... nunca haría eso pero... es imposible negar lo evidente... —María dijo esto con un atisbo de tristeza y resignación, tenía un presentimiento de algo.

Para esto, Kyoko ya había terminado de cambiarse y se asomó por la cortina para ver a María en silencio, pensativa.

—María-chan...

Se acercó a ella para decirle algo pero de pronto la puerta sonó.

—Kyoko-chan... María-chan... ¿listas? —Yashiro consultó del otro lado de la puerta.

—¡Sí! ¡Ahí vamos!

—Las esperamos en el estacionamiento... —agregó, Ren, y su voz agitó el corazón de Kyoko, y volvió a sentir un cosquilleo en los labios.

Ambas señoritas salieron de la mano hacia el estacionamiento, los modelos se resignaron a mirarla de lejos ya que se había pasado la voz de que Kyoko ya estaba en la mira de cierta persona, a la cual nadie le quería hacer frente.

Cuando llegaron Ren y Kyoko se quedaron mirando como queriéndose decir algo.

—Mogami-san, yo... /Tsuruga-san... yo...

Hablaron al mismo tiempo.

—Disculpa, dime... / Lo lamento, diga usted primero...

Ambos se rieron nerviosos por volverlo a hacer, causando en Yashiro una divertida expresión, y en María una cara de poker.

—Jejeje... hable usted primero Tsuruga-san...

—Jejeje... de acuerdo,Mogami-san... lo que quería decir era que lamento haberte tomado por sorpresa...

—Oh... jeje... —su risa se apagó y con una triste sonrisa respondió- no se preocupe, comprendo... trabajo es trabajo... ¿no? —le dedicó una sonrisa, intentando no sonar decepcionada.

Ren intentó protestar, pero solo se quedaron mirando por infinitos instantes, hasta que Yashiro decidió romper con este por el bien de ambos.

—Chicos... Hola... recuerden que seguimos aquí... —les llamó la atención a ambos con nerviosismo pero algo divertido y luego se dirigió a su representado— Bueno Ren, recuerda que mañana a las nueve es tu vuelo a Corea del Sur para analizar la propuesta de esa película Coreano-Japonesa-Americana, The Dark Side... —suspira— dicho esto creo que nos vemos luego Kyoko-chan... —hace reverencia— María-chan —le dedica otra reverencia— Hasta pronto...

Yashiro se va en una moto roja impresionando a todos.

"¡¿Cuándo aprendió a conducir moto?!"

Se preguntaron todo los presentes viendo el rastro de humo que dejo el vehículo.

Recuperandose de la sorpresa, y rompiendo el silencio, Ren propuso irse y en silencio ambas ingresaron al auto.

El viaje fue algo silencioso, Ren miraba el camino, pero su mente estaba en otro mundo, y de vez en cuando, cuando podía, miraba a la dueña de sus pensamientos por el espejo retrovisor. Ella estaba pensativa mirando las calles, evitando mirarlo para no ponerse nerviosa, repasando mentalmente 《tu nuevo papel es el de Kyoko Mogami, una actriz en ascenso y ella... no esta estúpidamente, inconscientemente ni profundamente... enamorada de su senpai》 se lo repetía constantemente pero no se la creía, entonces pensando que nadie la miraba se tocaba los labios y volviendo a pensar que no era vista por nadie por el espejo lo miró y para su sorpresa, chocaron miradas. Ambos se miraban por el espejo y entonces un grito los sorprendió, haciendo que Ren frene bruscamente.

—¡Kyaaaaa!

—¡¿Qué sucede María-chan?!

María solo apuntaba emocionada hacia afuera de la ventana. Vieron y había una enorme entrada de un bellicimo parque y muy grande decía 《Shojo-Fest》 y se podía ver a varias chicas desde aproximadamente 11 o 12 años hasta más o menos los 17 o 18 años de edad entrar en grupos, algunas alegres, otras al borde del extacis, unas disfrazadas otras no.

María miraba a ambos suplicante y demasiado adorable como para ser ignorada. Se aproximaba un nuevo giro para ese día de locos, que recién había iniciado.

Estacionaron el auto entre risas y explicaciones de María sobre que se había olvidado que ese día era el festival de manga y anime shojo y que seguramente no podría faltar su anime y manga favorito que se llamaba 《Love Witch》.Kyoko también se emocionó al tratarse de un anime que adoraba en su infancia, y que miraba cada vez que Sho dejaba libre el televisor... Se molestó un poco al recordar que esos momentos en verdad eran muy pocos. Salieron del auto, María no se despegaba de Ren, y Kyoko caminaba detrás de ellos. Pronto se encontraron en medio de una multitud de chicas en la adolescencia y chiquillas al borde de ella, y poco a poco, entre empujones se juntaban más y más, las manos de él y ella se chocaron. Ella se sonrojó y la separó al instante, él le volteo a ver primero sorprendido y luego con una sonrisa.

—Nuestras manos chocaron...

—Lo... lo siento...

—Para que no vuelva a pasar... —tomó las manos de ella y las entrelazo con las suyas— mejor no me sueltes...

Ella lo miró sorprendida y él con dulzura. Luego siguieron caminando, Kyoko no tenía valor para alzar la vista.

"Cruel... Tsuruga-san... usted es un hombre cruel..."

Pensaba mientras miraba al suelo sonrojada y con la adrenalina en su máximo apogeo.

María no se daba cuenta de esto, estaba muy distrída mirando los extravagantes vestuarios y los artículos en venta con tema de animes, pero tenía una extraña sensación desde hace un buen rato mientras estaba con ellos, sus personas favoritas.
.
.
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Yashiro estaba en un puesto de postres en un lindo parque, gigantesco y al parecer nuevo. A su alrededor habían bastantes chicas, a leguas se sabía que eran otakus, muchas haciendo cosplay. Yashiro estaba muy entretenido viendo las grabaciones que mando a hacer a uno de los miembros del staff en el estudio fotográfico, molestaría a Ren con eso por un buen rato. Estaba tranquilo hasta que recordó algo que había ignorado hasta ahora.

《No dejaré que ninguna mujer ponga sus manos en mi Ren-sama... él es solo mío》

"Ahh... María-chan... si Ren consiguiera estar con Kyoko-chan... no me quiero imaginar la rabieta de ese pequeño "angelito"... ¡Ahhhhh! ¡Nooooooooooooooooo! ¡Kyoko-chaaaaan!"

Yashiro escupió su café mientras su mente transmitía terribles imágenes, Kyoko colgada de la pierna por una soga sobre una piscina de tiburones.

《No creí que me traicionarías así Onee-sama... Ay... lo siento mucho pero a pesar de ser tú, mi hermana del alma, me has traicionado... Lo siento, Ren-sama no puede ser de nadie más... 》
《María-chan, por favor... ¡Puedo explicarlo... !》
《Hasta la vista, Onee-sama...》
《¡María-chan, no!》

—¡María-chan, no! —exclamó Yashiro, causando que todos lo volteen a ver extrañados.

Él sonrió nerviosamente, pagó la cuenta y se decidió a llamar a Ren.

"¡Este muchacho debe tener cuidado! ¡Debe tener cuidado! ¡¿Qué pasará cuando esa niña se enteré?! ¡Ay Kyoko-chan, pobre de ti!"

Pero entonces, interrumpiendo sus fatales pensamientos, se encontró con un escenario increíble.

Todos murmuraban al verlos pasar, una joven pareja y una linda niña, que aparentemente era fruto de su amor, caminaban juntos de la mano, ellos balanceando a la niña que sonreía alegremente a ambos. Yashiro simplemente no pudo aguantar la ternura y les tomó una foto.

"Je... parece que este muchacho se tomó en serio lo de jugar a la casita... "


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CHICAS LAMENTO MUCHO LA DEMORA PERO TUVE UN PEQUEÑO BLOQUEO DE IDEAS Y MUCHOS COMPROMISOS ESTUDIANTILES XD BUENO AQUI VA EL CAPITULO, ACLARO QUE LAS IMAGENES NO SON MIAS SINO LAS TOME DE PAGINAS EN FACEBOOK, CREDITOS A QUIEN LOS MERESCA Y BUENO AQUI ESTA EL CAPI, LES AGRADESCO MUCHO A LAS QUE SIGUEN MI FANFIC Y LES FUSTA MI PEQUEÑO TRABAJO, MUCHAS GRACIAS POR SEGUIRME. por cierto, seguro muchas no se van a dar cuenta del mensaje subliminal de lo que esta próximo por suceder jejejeje voy a ver si alguna se da cuenta xd

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