Capítulo 10
— ¡Maravilloso! ¡Sí! ¡Sí! ¡Oh sí! — casi en un gemido.
Los flashes seguían el ritmo de la música y los gritos de excitación del fotógrafo, quien definitivamente agradecía al cielo que la modelo contratada se había enfermado pues seguro no hubiese recibido ese delicioso resultado que ahora tenía ante él con la camaleónica actriz de moda que da vida a la avasalladora Natsu. Kyoko estaba arrasando con su cámara y con los corazones de todos los del staff, sin mencionar el de Ren, y no dudaba que, con esos dos como imagen del producto, el nuevo perfume Chocolate de Versace será totalmente un éxito en ventas en el país del sol naciente, pues hasta ahora no había trabajado con modelos que llevaran esa clase de emociones a tal punto de que cualquiera podría imaginarse toda una historia con tan solo mirar una de las fotos.
"Yo... No voy a parar hasta dejártelo en claro... "
Ren se inclinaba para recibir en la boca el chocolate que sensualmente le ofrecía la mujer que lo había vuelto un siervo, un esclavo, tal como decía la canción, mientras con sus dedos rozaba ligeramente la clavícula de ella, sobre la que lucía un hermoso collar. Ella apenas lo miraba de reojo con una sonrisa de quien se sabía una victoriosa, ella llevaba la victoria en el juego de la seducción, ya sabía que lo tenía a sus pies y eso le encantaba, no perdería la oportunidad de juguetear con eso, de llevarlo al cielo con una pequeña caricia y al infierno con su desdén, algo que Natsu es muy adecuada para representar.
"¿Es qué no te das cuenta?"
Los sentimientos de Ren estaban a flor de piel y se dejaban ver en su mirada y en sus gestos, su manera de tocarla y en su manera de respirarla, el anhelo que se respiraba era abrumador. Él estaba muy confundido y preocupado, la tarde anterior creyó haber sido muy claro, pero hoy venía y actuaba como si nada hubiera pasado, como si no lo hubiese tomado en serio. Eso lo decepcionaba un poco, pero no se rendiría pues el día recién estaba comenzando, claro que estaba un adorable y pequeño obstáculo que molestaba un poco a sus planes y que los miraba totalmente extasiada desde detrás de cámaras.
María estaba muy emocionada y se podría decir que, si le quitáramos esa pizca inocentemente maliciosa, ya era idéntica a Yashiro cuando estaba en "modo fangirl", aunque claro menos exagerada y hasta un poco más madura. Ella no podía sentirse celosa de su "Onee-sama", pero vaya que se imaginaba que algún día ella sería la que podría estar ahí, a lado de Ren.
"Oh... Ren-sama, un día yo voy a causarte esa mirada... "
— ¡Hermosos! ¡Maravilloso! ¡Oh nenes! ¡Así! ¡Ne-e-nes! ¡Nenes, son perfectos! ¡Ahora, mi amor, saca a la gatita que hay dentro de ti! ¡A la gatita traviesa! —ligeramente, Kyoko rozó los labios de Ren con su dedo— ¡Me-e-o-ooow! ¡Perfecto! —gritaba el fotógrafo muy entusiasmado, por no decir loco de la excitación que le daba la pareja frente a su cámara.
Kyoko podía sentir el aliento de Ren muy cerca de su cuello, provocando una descarga eléctrica en toda su piel. Por fuera seguía muy segura de sí, muy indiferente, muy sensual, muy Natsu, pero por dentro la pelinaranja estaba en una gran lucha por no sonrojarse y salir corriendo por miedo... ¿Miedo a qué? Respuesta sencilla pero no reconocida, ese temor que la atormentaba, ese gran temor en su pecho era que su corazón le haga una mala pasada de nuevo, claro que, en realidad, ya es muy tarde. Su mano delicadamente extendía el pequeño bombón de chocolate hacía los labios de él, que juguetonamente dejaba salir un cálido aliento que causaba que sus elegantes aretes se balanceen ligeramente y que Natsu casi titubee frente a la cámara, claro que la palabra clave aquí es casi, pues ella milagrosamente mantenía el personaje limpiamente.
— ¡Oh, por dios! ¡Sigan así! ¡Así! ¡Oh, sí! ¡Oh, sí! —Parecía que el fotógrafo ya estaba al borde del clímax— ¡Ahora dale! ¡Dale! ¡Dale! ¡Dale el chocolate! ¡Sí! ¡Sí! ¡Oh sí! ¡Dáselo! ¡Así! ¡Así! ¡El delicioso chocolate! ¡Eso! ¡Oh, sí! ¡Qué delicioso! ¡Qué se derrita entre tus dedos!
"¡¿Qué...?! ¡¿Qué no le importa que hay una niña presente?! ¡Qué vergüenza!"
Esas palabras y gritos sugerentes del extraño fotógrafo, que parecía estar al borde de una hemorragia nasal, solo ponían a Kyoko mucho, mucho, mucho más nerviosa y con ganas de correr, al parecer los italianos tienen una cabeza muy ardiente. Pero ella seguía con su papel, muy firme a pesar de que su corazón latía a mil por segundo mientras sentía como Ren se comía el chocolate de la palma de su mano y como por segundos su lengua acariciaba sus dedos de una forma que logró que sus pulmones se quedaran sin aire, pero claro a la Natsu que estaba poseyendo su cuerpo en ese momento no le importaba o causaba alguna sensación solo le daba placer tenerlo comiendo de la palma de su mano.
Esa imagen era justo lo que el fotógrafo, Ernesto Corleone, quería para aquel anuncio, un hombre totalmente sometido a una diosa de la sensualidad.
— ¡Oh, sí! ¡El chocolate! ¡Muestra que te encanta! ¡Dale! ¡Dale el chocolate! ¡Así! ¡Así! ¡Saborealo! ¡Oh sí! ¡Así! ¡Sí! ¡Lamelo siente su sabor! ¡Devoralo! ¡Oh sí! ¡Así! ¡Devoralo así como la quieres devorar a ella!
"¡Waa!... ¡Esto...! ¡Esto...! ¡Esto es incluso más incómodo que ese día!"
Ella no se imaginaba trabajar con ese fotógrafo desde el día de la sesión de fotos para Demons Heaven, el día en el cual fue bautizada como "gatita traviesa" para el disgusto de muchos —ni a Ren ni a Sho les gustó mucho— y risas de Lory.
Kyoko entonces recordaba con incomodidad ese día de la sesión de fotos para armar la publicidad y demás para Demons Heaven.
«Posen así... ¡Así! ¡Sí! ¡Oh, sí! ¡Muy bien nenes! ¡Gatito engreído, por favor un poco más de ternura! ¡Amas a la gatita traviesa! ¡Recuérdalo! —dirigiéndose a Sho— Gatito frío... ¡Oh! ¡Sí! ¡Tú estás perfecto! —le decía a Ren, dándose una relamida y desnudándolo con la mirada, y él solo sonreía caballerosamente— ¡Oh, sí! ¡Miau! ¡Gatita traviesa! ¡Oh! ¡No me hagas esto! ¡Me encanta! ¡Me encantas! ¡Síguelo! ¡Así!»
"Me pregunto si es fanático de los gatos o algo así... "
Kyoko ya había decidido que ser fotografiada no era lo suyo, nunca sería modelo, ya que no aguantaría la vergüenza de todos los días escuchar a un fotógrafo como Ernesto Corleone violándola verbalmente.
"¿Cómo puede Tsuruga-san no incomodarse con esto?"
Se preguntaba ella mientras muy disimuladamente lo miraba de reojo.
"Ah... Bueno aunque probablemente si este incomodo, otra cosa es que él es lo suficientemente profesional como para ocultarlo"
«¿Si te dijera que estoy enamorado de ti... podrías decir que siempre lo supiste?»
Esa frase seguía atormentándola desde el día anterior, no sabía cómo hasta el momento podía actuar como si no lo hubiese escuchado, como si no le hubiese afectado... Pero vaya que era así. Su corazón inseguro, aunque no quería, no dejaba de darle vueltas buscando los mil significados posibles, pero lo que más le alarmaba era que tenía una pequeña esperanza de que lo que dijo Ren en esa cafetería era real y no una forma de castigarle por no comprender su personaje.
.
.
.
— ¿Si te dijera que estoy enamorado de ti, podrías decir que siempre lo supiste?
Al terminar esa frase fue como si el cerebro de Kyoko se desconectara de su cuerpo, incluso al verla podrías ya escuchar el sonido del monitor cardíaco haciendo ese famoso, sonoro y largo "bip" indicando que el paciente ya no está entre nosotros.
— ¡Mayday! ¡Mayday! ¡Mayday! ¡Nos vamos a estrellar! —daban aviso las demonios a sus compañeras, a la vez que saltaban del barco con maletas.
Fue un minuto de total silencio, como si todos al rededor se hubiesen ido y solo quedaban ellos dos. Y, ciertamente, era literalmente así debido a que que Lory expulsó a toda la gente de la cafetería mientras ese par andaba en su mundo; al final, él quería poder tener ese show solo para sí mismo. Sin embargo, las cosas resultaron diferente a lo que le hubiera gustado. Y por ello, aunque realmente estaba divertido, también se encontraba algo molesto y decepcionado, puesto que se esperaba algo más tierno, tal vez algo como un sonrojo "kawaii", considerando los sentimientos de esa pelinaranja por su senpai.
Ah, ¿pero qué obtuvo? Oh, sí, solo una expresión de espanto. Comenzó, incluso, a dudar sobre su decisión de graduar a Kyoko de la sección del demoniaco overol.
"¡¿Es que acaso está niña es una filofóbica?!"
Ese minuto fue el más largo en la vida de Ren. Ella estaba en silencio y su cuerpo parecía no tener alma dentro, que la habían petrificado; y ello solo empeoraba la contradicción que Ren tenía en la cabeza en ese momento.
"Ay... "
Ren sonreía con culpa para sus adentros mientras, aun sosteniendo la mano de ella, instintivamente se aseguró si ella tenía pulso; pues parecía que a la pelinaranja ya estaba siguiendo la luz hacia el otro mundo.
"Lo sé... "
La expresión de ella era sinceramente muy divertida, algo así como si fuera una escultura de nieve por lo pálida que estaba, con los ojos exaltados y los labios entreabiertos y titubeantes.
"Sé que este tema es un tabú para ti... "
Ren recordaba lo mucho que la primera miembro de la sección Love Me huía de ese sentimiento y cuánto daño le había hecho en el pasado.
"Sé que tal vez ahora no esté siendo muy justo... "
Ren suspiró intentando no reírse del estado en el que su amada se encontraba.
"Pero... "
— Por favor no me dejes en suspenso, responde a mi pregunta...
"No me volveré a echar para atrás... "
— ¿No lo crees algo probable...?
"Porque yo no soy como él y te lo dejaré en claro."
Kyoko en ese momento como que resucito de la muerte y luego de un suspiró al fin habló.
— ¡Ja! —se rió encogiendo los hombros, así como una vez hizo Ren para, luego de un suspiro resignado continuar— Ay... ¿Es enserio? ¿Quieres jugar, Mr. Playboy? —Ren se quedó impactado por esa pregunta y no supo que contestar— Ay, tú... Tú verdaderamente eres un playboy por naturaleza... ¡Ja!
"¡Ay! ¡Tsuruga-san! ¡¿Acaso quiere asesinarme?! ¡Uff! ¡Por poco no la cuento! ¡Si sigo así se dará cuenta! ¡Estúpida, Kyoko! ¡Estúpida! ¡Estúpida! ¡Mi corazón no aguanta estas cosas! ¡Ay! ¡No! ¡Aquí la culpable soy yo por tener a este estúpido órgano que bloquea la irrigación a mi cerebro! ¡Piensa, Kyoko! ¡¿Cómo pudiste si quiera pensar por un segundo que Tsuruga-san hablaba en serio?! ¡Seguro está probándome! ¡Claro que te está probando! Me está probando para demostrarme que esas reacciones de Sora en el guion en realidad si tienen lógica... "
Otra vez el personaje de Sora la había salvado, ahora que Kyoko lo pensaba mejor esa densidad de Sora era más lógica, no era que en realidad no lo sintiera o lo supiera en el fondo.
"En realidad ella no quería darse cuenta porque tenía miedo. ¡Eso! Por eso se engañaba a sí misma sobre sus sentimientos. Y ella en realidad buscaba mil pretextos para no darse cuenta sobre los de él. Ah, Sora... Aunque, considerando que la última vez que vio a su padre fue cuando él le gritaba a su madre que el único motivo que tuvo para casarse con ella era porque quería aprovecharse del poder de la familia de ella... Ah, pero él nunca creyó que ellos la iban a desheredar y le iban a quitar el apellido... Claro, Sora... Ella, como vio sufrir a su madre después... Creo que es lógico que tenga miedo del amor... "
Suspiró mientras miraba cómo Ren se contenía la risa.
"Lo sabía, incluso se está riendo, supongo que pasé la prueba, ¿eh? seguro ya notó que por fin comprendo ese aspecto de Sora..."
— Ya que esto es todo, yo me voy —se levantó y caminó un pequeño tramo—... gracias y hasta luego —se despidió sin mirar atrás.
"Ahora a buscar a... ¡¿Eh?! ¡¿Por qué no hay nadie aquí?!"
Kyoko se sorprendió al darse cuenta que la cafetería estaba completamente vacía, pero no tuvo tiempo para sorprenderse mucho ya que un brazo la obligó a girarse. Ren la tomó del mentón para que ella lo mire a los ojos y con intensidad le dijo.
— Aún no has contestado mi pregunta pero más importante que eso —se acercó a su oído y susurró—... ¿No crees que para ser un playboy debo actuar así con otras mujeres...?
"¡¿Qué...?! ¡¿Qué está haciendo, Tsuruga-san?!"
— ¡Sí! ¡Así se habla, Ren! —Yashiro le animaba desde el escondite por el cual observaba la escena— Ay, yo aquí preocupándome de que te eches para atrás... ¡Oh, nuestro Ren está creciendo...!
— Sorprendente, parece que no necesita tanta ayuda como me imaginaba —decía Kijima que estaba junto a Yashiro—... parece que lo que le dije está dando resultados...
¿A qué se refería Kijima, el verdadero playboy que se encontraba en ese lugar, con esto?
Pues al atrevimiento que tuvo de momentos después de que se filmase la escena del beso de Kyoko y Sho.
— Ren, no te culpo pero para la próxima... ¡No intentes matarme de un infarto! —Yashiro apenas se estaba recuperando de la intensidad de esa escena al igual que casi todos en el estudio.
Ren había perdido el control de sí mismo en aquella escena, pudo ver como con los brazos y piernas la pequeña y delgada figura de quien más amaba luchaban por liberarse de la prisión de quien los sometían con intensidad, y su ira se intensifico aún más al ver como con tanta violencia y brusquedad le devoraba —para colmo contra su voluntad— aquellos los labios dulces y suaves, que tan sagrados eran para él, y que solo quería tener para él.
— Lo siento —da un sorbo a su café y no dice nada más pues se queda pensativo de nuevo.
"Ella me está evitando"
Recordó como tan rápido como la pelinaranja lo vio de reojo caminó rápidamente hasta donde Lory ignorándolo por completo.
"¿Celos? No, muy bueno para ser verdad..."
Pensaba rememorando ese momento incomodo de unos minutos atrás, cuando recibió un, bastante explicito, beso en la mejilla que venía con una propuesta para encontrarse "luego".
"... ¿Decepción? ..."
Rememoró aún más claramente esa misteriosa sonrisa de su kohai.
«Ya lo sabía, que Tsuruga-san es un playboy... Bueno entonces es un mayor motivo para nunca enamorarme de él...»
Se imaginaba Ren a Kyoko diciendo eso.
"Pensar eso es muy exagerado, aunque todo con respecto a esta chica supera lo lógico. "
— Je... Parece que Ren se puso bastante "celosin" en esa escena —dijo en un tono pícaro un playboy desde la puerta.
Ren se giró a mirar a Kijima, con una cara de haber recibido una sorpresa no tan grata.
— ¡Kijima, aun no es hora de tu entrada! —gritó Yashiro para al instante correr y cerrar la puerta del camerino en su cara— Ay...
— ¿Yashiro? ¿Qué es esto? —preguntó con una sonrisa no muy sincera.
Yashiro suspiro y dándole la espalda comenzó muy solemnemente un discurso.
— La situación es muy compleja, Ren, y necesitamos aliados —carraspeó—... Las mujeres —Yashiro hablaba mientras miraba dramáticamente a la pared mientras posaba sus puños en la mesita—, especialmente Kyoko-chan, son un total acertijo que un hombre promedio solo puede resolver con los años, y eso si es que no se vuelve loco en el intento. Pero —se giró para verlo seriamente—... existe un legado de hombres que pueden resolver el acertijo antes que el resto: los playboys —comenzó a caminar hacia la puerta— yo no pertenezco a esta categoría por lo cual no puedo ayudarte pero —pone la mano en el picaporte—... Aquí tenemos a uno —abre la puerta dejando ver a Kijima con un brazo recostado en el marco de la puerta en una pose de "chico cool"—. Adelante, Kijima-kun, ilumínanos con tu sabiduría —se dirigió al inesperado invitado con solemnidad.
— Será un placer —entró al camerino con falsa seriedad para luego dirigirse a Ren, con tono de un entrenador por comenzar su trabajo—, comencemos con esto...
Ren miraba sorprendido a Yashiro y a Kijima, para luego reemplazarla con una mirada de muy pocos amigos logrando que Kijima no aguante más y estalle en risas.
— Yashiro-san, ¿me podrías explicar por qué Kijima-san está aquí?
— ¿No lo dije ya? —cuestiona con nerviosismo— Para ayudarnos con este asunto.
— ¿Ayuda...? ¿Qué no te das cuenta que él también tenía intenciones con Mogami-san?
— Sinceramente creo que sería más preciso decir que tengo intenciones con ella, y no sabes cuantas —se relamió para molestar un poco a Ren, y vaya que lo logró, por lo que no pudo evitar estallar en carcajadas inmediatamente lo notó—... ¡Ja, ja, ja! ¡Tranquilo! ¡Tranquilo! Del dicho al hecho hay mucho trecho. Yo podría iniciar mis movimientos pero sencillamente aprecio a Kyoko-chan como amiga, y sería muy cruel intentar jugar con ella —sonríe con calma—. Me he dado cuenta ya que ella es el tipo de chicas que no se merecen toparse con un chico como yo —le lanzó a Ren una mirada auténtica, que en verdad le tomó por sorpresa, dándose así un silencio un poco incómodo pero a la vez más revelador de lo que cualquiera se podría imaginar—. Así que —finalmente, Kijima se decidió a continuar conversando, se sentía ya demasiado desnudo espiritualmente hablando ante alguien que realmente nunca lo consideró como amigo y solo le mostraba una careta, una muralla que probablemente jamás podría traspasar—... No tengo ninguna intención de quitártela, eso no te debe inquietar...
Ren suspiró y se dirigió a la puerta del camerino, quería estar solo.
— Pero yo no soy el único del que debes preocuparte y lo sabes. Tú tienes ventaja de doble filo, ella te admira y te aprecia, pero si no eres claro con tus intenciones alguien más lo va ser —advirtió—. Déjale en claro que ella es la única con la que haces esas cosas al menos, pues si no todo lo que has hecho hasta ahora no tendría ningún sentido...
Al escuchar esto, Ren cerró la puerta del camerino con fuerza y se fue a pensar.
Volviendo al momento en el que se encontraban, en medio de ese tenso bombardeo de insinuaciones con el poder de asesinar a una señorita de un ataque al corazón, Kyoko no sabía que pensar ni que rayos quería decir con esa frase. Ella solo se quedó analizando su mirada y sus labios. Quería irse, así que puso sus manos en su pecho para separarse, pero él las agarro y las dejo ahí para que ella pudiera sentir como su corazón latía en ese instante.
— Yo...
— Kyoko —una mujer la llamó—... ¿Nos vamos ya?
— Madre... —Kyoko luego se dio cuenta de lo comprometedora que era la situación en la que se encontraba y se separó de Ren al instante— ¡Gracias, Tsuruga-san, por ayudarme con mi duda! ¡Ahora estoy segura que comprendo a Sora al mil por ciento! ¡Muchas gracias! ¡Muchas gracias! —repitió hasta el cansancio con mil dogaimas.
"¿En serio? ¿Cree que eso fue un ensayo? —Suspiro mental— De acuerdo, pero no dejaré las cosas así... "
— ¿Ya nos vamos...? —de forma indiferente reiteró su pregunta.
— ¡Sí! ¡Hasta luego, Tsuruga-san! —se despidió nerviosamente.
— Hasta luego, Tsuruga-san... —se despidió Saena muy fría y se adelantó, mientras su hija recogía el guion y algunas cosas que estaban en la mesa.
Cuando Kyoko alistó todo y ya se disponía a irse luego de la última reverencia protocolar, Ren la detuvo.
— Por cierto, Mogami-san, ¿cuándo va a cumplir su promesa?
— ¿Eh?
— No me diga que lo volvió a olvidar...
Entonces, con esa sonrisa, Kyoko comprendió esa promesa de ir a su departamento para ensayar y prepararle una cena estilo Kyoto que por alguna razón nunca se llega a dar.
— ¡Oh, lo lamento mucho, Tsuruga-san! —Hizo una dogaima— ¡Por supuesto puede ser mañana!
"Perfecto... "
— Te espero —dijo al instante con una sonrisa de esas que hicieron darse cuenta a Kyoko que probablemente iba a ser el ensayo más picante que iba a tener en su vida.
—Ya... Ya me voy —corrió hasta donde su madre que ya la estaba dejando.
Ren se quedó solo en la cafetería, o eso creyó hasta que Lory, Yashiro y Kijima salieron de sus escondites y empezaron a reír, tomarle el pelo y a celebrar.
— ¡Ja! ¡La suegra volvió a atacar! ¡Ja!
Kyoko miraba por la ventana del auto la ciudad con un sonrojo severo en todo el cuerpo y con una preocupación.
"¡Mañana! ¡¿Qué va a ser de mí mañana?!"
Kyoko recordaba totalmente preocupada todas esas intensas escenas que leyó en el guion, el contacto físico era mínimo pero las emociones eran tan cargadas, que no sabía si después de esas escenas sería capaz de volver a encapsular esos sentimientos.
Entonces sintió como vibró su celular.
Mensaje recibido... Moko-chan :3
Mañana te paso a recoger para ir a filmar el comercial de Dangerous. Por favor eres una estrella así que arréglate como tal, además vas a llegar conmigo. Te veo mañana...
"Moko-chan... creo que me pondré el vestido que me regalo"
Sonrió para luego volver a su preocupación.
"¡¿Podré aguantar...?! "
Kyoko se bajó del auto de Saena cuando llegó al Daruma-ya, agradeció a su madre y le dio un regalo que iba a dejar a su madre boca abierta.
— Te dije que lo iba a reparar —Kyoko le ofrecía un collar que llevaba una vieja memoria detrás.
Saena miró sorprendida el collar y luego a su hija.
— Por favor, recíbalo —Kyoko alentó para que su madre lo tomase.
Ella no podía creer que lo haya recordado o que sea posible que después de tantos años ella lo tuviera al frente. La última vez que vio ese objeto fue cuando Kyoko lo rompió accidentalmente y ella dejo salir su frustración y dolor haciendo que la pequeña se asuste y sufra también, había muchas cosas de las que se arrepentía actualmente. La tomó con duda y miró ante ella una angelical sonrisa de parte de su hija que la dejó en silencio.
— Hasta luego y gracias por traerme —hizo una reverencia y se fue dejando a Saena viendo atónita ese collar y con sentimientos complicados.
"Esto me trajo mucho dolor pero... ¿Por qué? ¿Por qué ya no siento que haya sido un error...?"
Kyoko se adentró en el Daruma-ya y se dirigió a su habitación, hasta que la dueña del Daruma-ya la retuvo y la llevó a una habitación llena de flores.
— ¡Son de tus fanáticos! ¡Gente de la empresa lo trajo todo aquí porque dijeron que ya no cabían en el cuarto de la sección Love me!
Kyoko se quedó sorprendida y sonrojada, parece que ya se estaba convirtiendo en una estrella y cada día su sueño estaba más cerca.
Luego de respirar un poco y abrazar a la señora, se fue a su cuarto a descansar de ese día tan cansado y cuando entró se encontró con algo curioso, un ramo de rosas rojas rodeando a una única orquídea negra que se hallaba en el centro.
"¿Será que una de los ramos lo dejaron aquí...?"
Kyoko no le dio mucha importancia así que se recostó en su cama a descansar al fin de ese día y pensar y pensar qué hacer cuando viese a su sempai.
"No... ¿Por qué me preocupo...? La respuesta es obvia... eso no fue nada... solo me estaba ayudando para comprender mi personaje... si... así que simplemente debo actuar normal... como si nada hubiese pasado... ¡Por que nada paso en realidad! ¡¿Verdad?! "
Con estos pensamientos ángeles y demonios no pudieron evitar darse una palmada en la frente, en señal de decepción, todas al mismo tiempo.
— ¡Ay! ¡Ama!
Al día siguiente Kanae y su representante estaban en un lujoso auto negro, esperando por la pelinaranja.
"Más le vale haberse puesto algo decente... "
Pensaba la pelinegra. Entonces Kyoko salió del Daruma-ya lista para impactar a la ciudad.
*Imagínense que Kyoko estaba vestida así*
Kyoko llevaba un vestido a medio muslo gris en el centro y negro a los lados, al igual que el cuello; unas botas negras que le llegaban sobre la rodilla; un bolso negro precioso y un saco negro a juego, sin mencionar los lentes oscuros que le daban la apariencia de una verdadera celebridad. Al principio ni Kanae la reconoció, hasta que con estilo se quitó los lentes dejando ver sus orbes doradas.
"Nada mal "
Kanae estaba orgullosa de su amiga, bueno hasta que Kyoko la vio.
— ¡Moko-chan! —exclamó muy, demasiado, excesivamente feliz mientras que corría con emoción hacia el auto, cortando así todo el glamour que había en el aire.
— ¡Kyoko! ¡Maldición! ¡¿Qué te dije?!
— Lo siento, Moko-chan —se disculpó con un puchero infantil pero excesivamente adorable.
— Ay —suspiro—, no importa ya. Sube al auto de una buena vez.
Ese día Kanae y ella iban a filmar un comercial de labial y un comercial perfume de la misma marca, Dangerous. Kyoko iba a filmar el comercial del perfume y Kanae el, del labial; luego se iban a ir juntas a la agencia para ver qué era lo que les pondría Lory como la última tarea de la sección del demonio rosado, estaban muy nerviosas por ese aspecto.
Kyoko se subió al auto y se quedó pensativa y aterrorizada por ese sueño que tuvo.
"¿Qué... qué quizo decir ese sueño?"
Ese sueño la tuvo aterrada durante la mañana, pues fue como un mal presagio.
— Tsuruga-san...
— Me has... decepcionado...
-¿Qué...?
— Parece que perdiste, Kyoko —dijo una voz burlona detrás de ella.
— ¡¿Shotaro?!
— Oh... No me digas que olvidaste nuestra pequeña apuesta... —se acerca a ella— nos vemos en Kyoto...
— ¡¿Qué?! ¡¿Cómo...?! —Kyoko entraba en pánico mientras podía ver como Ren se alejaba de ella y a lo lejos una mujer lo esperaba, con esto Kyoko colapsó.
— ¡Oh! Ahora te ves incluso más ridícula que cuando yo te deje... ¿No me digas que no lo veías venir?
Con esta frase Kyoko no pudo contener más sus lágrimas, se sentía tan idiota y tan débil.
— Tranquila, esto solo es un sueño... —se escuchó de una conocida voz que se reía.
— Beagle...
— Shhh —silenció él mientras estaba recostado en un árbol— hora de despertar.
Kyoko temblaba con solo recordar esa pesadilla.
Por el momento Sho estaba tomando tranquilamente su desayuno en el departamento de Shoko.
— Es mañana —sonreía con mucho gusto—... mañana...
— Sho... ¿No crees que deberías irle anticipando esto a Kyoko-chan...? Así no va a ser tan incómodo cuando reciba la noticia...
— Ja... No, no, no... Las sorpresas son más divertidas...
***********************************************************************************
Holi... lamento haber tardado pero es que ahora la presión en la escuela, tengo que obtener mejores resultados o me mataran y las vacaciones de las que hable anteriormente fueron muy cortas y mi familia me llenó de cosas... :v pero más que nada mi orgullo esta en juego... así que probablemente me demore un poco... también para el siguiente capitulo T-T pero lo bueno es que luego de este bimestre se me vienen las vacaciones de medio año y las usare jugosamente para mínimo traer cuatro capítulos ¡agh! ya me voy demorando tanto como Nakamura :'v T-T que feo...
Por otra parte ¿Quien dejó ese ramo en el cuarto de Kyoko? ¿Qué creen que esta planeando Sho? ¿Qué creen que hará Ren al respecto? ¿Qué les parece el primer corazón roto de María? ¿Qué creen que la pequeña planea para unir a estos tortolitos? juju solo yo lo sé pero me gustaría ver sus inocentes teorías jiji para ver cuanto se aproximan. ... yo me base en la vez en que a mi primita le gusto mi mejor amigo con el que la sociedad me shippeaba :'v ... claro que eso no es nada comparable con Ren... ni en un millón de años ese monstruo podría ser como Ren :'v jajaja que malota pero es con amor pueden estar seguras :'v
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro