-Hey niño.

Una chica bastante ruda y alta estaba frente a mi, era extraño que alguien se acercarse a hablarme a la mitad de la noche, y más viendose tan intimidante, mi respuesta simplemente fue tragar en seco mientras miraba hacia arriba para ver su rostro.

-Es muy noche para que estés solo por estos lados.
-Ho... Tienes razón, pero mentiría si dijera que no me gusta la noche.
-Por mucho que te guste es peligrosos, no pareces el chico de persona que se pueda defender solo.
-No lo soy, tú pareces de las que no necesitan a nadie ¡te ves tan genial! ¡Tu cabello rosa, tu altura, ese chaleco tan rudo!
-Pff ¿Qué?
-Solo digo que te vez genial.
-Eres un poco raro.

Solo sonreí en respuesta, me acomode en una pequeña barda y miré hacia arriba, la chica llegó y se acomodo a lado mío.

-Enserio, es peligroso estar aquí solo.
-Ahora estás tú.

Instantáneamente llevo sus dedos a la frente y se masajeó un poco, puede que esa no es la respuesta que ella esperase.
-No me refería a eso, deberías ir a tu casa.
-Bueno vine de lejos y llegué hoy mismo...

Saque la lengua y golpe mi cabeza delicadamente para denotar mi torpeza.

-¿No tienes donde quedarte?
-Algo así.
-...Hey sé que no deberías aceptar estás cosas de desconocidos pero...¿No quieres venir a mi casa?

Mis ojos brillaron con su oferta, al pareces es muy amable, es de esas chicas que son rudas pero en el fondo son lindas y tiernas.
Levante las manos a la vez que grite mi afirmacion con mucha emoción.

-Hey tranquilo, no deberías aceptar esas cosas de desconocidos, pueden lastimarte o algo peor.
-Pero tú no gastas eso ¿verdad?
-Agh no pongas una cara tan tierna, está bien puedes quedarte conmigo un tiempo, al fin que vivo sola, un gusto soy Silvia, ¿y tu pequeño vagabundo?
-¿Vagabundo? Vagar.....Viajero....Wander.....Puedes decirme wander.
-Bueno wander, sígueme.
-Hey eres muy alta.
-Tu muy pequeño.

Conociendonos durante el camino encontré a mi mejor amiga, Silvia, después de eso nos volvimos inseparables, ya hace más de 3 años que vivo con ella, claramente no de aprovechado, yo también cocino limpio y pago algunas cosas. Ella siempre me proteget y cuida, en agradecimiento le doy mucho afecto y evito que se meta en peleas graves. Algunas veces estamos en desacuerdo, pero siempre nos las arreglamos para seguir siendo los mejores amigos, incluso ahora que por fin vamos a entrar a una preparatoria, podremos conocer gente, más amigos, ir a jugar, pasear ¡Realmente. No puedo esperar!