—9 años después—

La Bourgeois y el Couffaine se encontraban en la pista de hielo, estaban patinando tomados de las manos con cuidado de no chocar con las otras personas que los rodeaban y patinaban igual.

El lugar durante todos esos años había cambiado demasiado, se había ampliado y ahora solía ser más concurrido, sobre todo en fechas navideñas, como esta lo era...

-¿Sabes, amor?... Siempre que venimos no puedo olvidar como fue cuando te conocí...

-Ni yo... Hace 17 años causaste un gran golpe en mi frente...

-Fue sin querer...

-Todo por andar cachando mariposas...

-Jajaja, si... Es que estaba alerta de que no llegara algún Akuma... Ya sabes... Ser heroína era difícil...

-¿Qué si no?... Vaya que yo también lo sé...

-Si... Nunca olvido las veces que me salvaste...

-Y yo no olvido la vez que creí que si me entregarías a un akumatizado la vez que andaba en un intento de cita... ¿Cómo se llamaba?...

-Risitas, sonrisa o algo así, ¿no?... La verdad no recuerdo...

-Era sunrise, ya recordé...

-Ah, si es cierto, aunque ya te expliqué que solo era estrategia porque no iba a emitir que te llevara o hiciera daño...

-Y eso que ahí te desesperaba, porque si desde ese momento me hubieras querido, sé que no te hubieras arriesgado...

-Crees mal, amor mío... Con mucha más razón provocaría al villano...

-¿En serio?... —la vio asentir— Usted es mala, señorita Bee...

-Solo Queen, por favor...

-Como usted diga, mi reina...

-Gracias, rey de mi corazón... Por cierto... Creo que nunca te conté algo...

-¿Qué?...

-Hubo un beso del que nunca te enteraste...

-¿De verdad?

-Si, cuando fuiste akumatizado por culpa de mi mamá, me besaste y con eso quedé bajo tus efectos...

-Vaya... ¿Otro beso mientras estaba akumatizado?... Impresionante... ¿Por qué nunca me habías dicho?

-La verdad no lo sé... Simplemente no sé porque no te lo dije pero estoy segura de lo que hubiera pasado si lo hacía...

-¿Qué hubieras hecho?

-Sé que probablemente te hubiera besado una segunda vez...

-Me lo hubieras dicho, sé que ese beso lo hubiera recibido gustoso...

-Eres un tonto...

-Y tú una mensa...

-Te diría que tu mensa, pero se oye feo...

-Si... —soltó una pequeña risa antes de hacerlos detener para abrazarla por la cintura— Chloé, gracias por haberme dado la oportunidad de conocerte y por dejarme amarte... Gracias por ser mi novia y por volverte mi esposa... Gracias por ser una mujer espectacular...

-Ay, cielo... —acarició con ternura su rostro— Gracias a ti por esperar por mi, por estar ahí siempre, por amarme y cuidarme... Pero sobre todo... Gracias por ser un fantástico esposo desde hace 9 años y gracias por ser un padre tan amoroso y recto...

Mencionó mientras dirigía su vista a un par de gemelos que patinaban en compañía de la nieta del señor Phillipe...

-Sé que ellos tienen 6 años y son unos hermosos niños aún, pero algún día se volverán en unos grandes hombres de bien porque han tenido un buen ejemplo que eres tú...

-No cariño... —atrajo la atención de la blonda que lo miró algo confundida— Ambos hemos sido buen ejemplo desde el día que ellos nacieron...

-Te amo tanto...

-Te amo aún más, abejita.

Dijo antes de pegar sus labios a los de la mujer a la cual le había jurado amor eterno.