Capítulo 7.
"¿Adrien?"
Dijeron ambos jóvenes de mirada azul que aún seguían viendo con extrañeza al rubio que se acercaba sonriente a ellos...
-¡Hola chicos!
-¿Adrienbu?... ¿Qué haces aquí?
-Bueno... Realmente me escapé de casa...
-¿Por qué te escapaste?
-Mi padre no es del tipo de persona que me deja salir a la calle tan fácil, ¿verdad Chloé?...
-Es un estricto de lo peor...
-Así es... Entonces decidí escaparme...
-¿Y no temes que tu padre se de cuenta?
-No... Siempre está muy ocupado que nunca nota mi existencia... Pero en fin, cambiando de tema... ¿Ustedes dos se conocen?
-Si...
-¡No!
Respondieron a la par, él de manera tranquila y ella de manera exaltada, haciendo a ambos chicos voltearla a ver con algo de confusión...
-¿Uh?
-Eh... Quiero decir... Si, si nos conocemos pero no tan bien, apenas conversamos, es más un extraño-conocido, que un amigo para mi...
-Ya veo... Aunque se ve que a pesar del poco tiempo, ambos se llevan muy bien... Supongo...
-Chloé es una chica agradable...
-A excepción de cuando se enoja... -ríe un poco.
-Es normal, a veces se desespera un poco rápido...
-Me alegra que pienses así y que tengas esa opinión sobre ella, eso habla bien de ti...
-Adrien, shhh... -incómoda- No era necesario ese comentario... -"Lo dice como si Luka me gustara", pensó.
-Oh... Bueno... ¿Y qué es lo que hacían?...
-Tocaba la canción favorita de Chloé...
-¡Es genial!
-No, no es genial y si me permiten, creo que tengo que irme...
Dijo con algo de molestia la de coleta antes de guardar su cuaderno en su bolsa, levantarse y comenzar a caminar mientras se colgaba su bolso en el brazo.
Ambos chicos se voltearon a ver algo confundidos y el Agreste sintió la necesidad de seguirla, pero cuando estaba a punto de ir, el de mirada cerceta le dio rápidamente su guitarra al rubio, quien apenas la tomó por instinto, viendo como el azabache comenzaba a caminar hacia ella, provocando que el alzara la ceja con algo de curiosidad al ver lo que estaba sucediendo, sin entender la situación, pues no tenía el conocimiento de que el Couffaine de lo poco que la conocía, sabía que si el portador del miraculous del gato iba, empeoraría la situación.
Por fin llegó con la Bourgeois quien ya había caminado varios pasos y la tomó del brazo poniéndose frente a ella, deteniendo así su andar antes de soltarla, ganándose una mirada de la chica que alzó su mirada y con un semblante duro, señaló a su lado izquierdo...
«¡Quítate de mi camino Couffaine!»
El guitarrista tomó el brazo de la chica y lo bajó con suavidad mientras su rostro no expresaba algo en concreto...
-¿Qué es lo que sucede, Chloé?
-¿En serio lo preguntas?
-Desconozco tus razones...
-Aggghhh... Pensé que serías más inteligente... O sea, desde el primer día que te conocí te hablé un poco sobre Adrien y ¿no notaste que él me gusta?
-Realmente no hablamos mucho sobre él... Lo que no entiendo es el porque reaccionaste así...
-Bueno, quizá es porque ahora Adrien va a pensar que tú me gustas y que estábamos en una cita...
-Wow... ¿En serio?...
-Él es así, suele mal interpretar mucho las cosas, además él es amigo de Marinette, ¿sabes como te jodería el que él le diga a la panadera que salimos a "una cita"? -haciendo comillas con los dedos.
-Oh... Ya veo...
-Por eso quería que te callaras, pero eres taaaan despistado que no lo notaste...
-Pues lo siento mucho, no soy adivino para conocer tus razones...
Soltó con un semblante duro y de manera seria, haciendo a la chica frente a él suavizar el rostro al sorprenderse la forma sutil en la que el chico la había dejado sin palabras.
Y es que sí, el chico frente a ella no tenía la culpa de lo que dijo, al final de cuentas no fue algo negativo sobre la chica, a pesar de que ésta no lo trataba de la mejor manera posible; la cuestión radicaba en que ella lo reconocía haciéndole sentir algo de culpabilidad...
-Lo mejor sería que fueras a hablar con Adrien para explicarle todo y que el que realmente se tenga que ir, sea yo, sólo te estoy causando problemas innecesarios con tu chico...
Mencionó tras soltar un bufido de fastidio para mirarla a los ojos...
<Ni siquiera una buena reseña de alguien puedo dar sin hacerlo mal, lo lamento...>
Dijo con un cierto tono de cansancio en su voz, antes de rodearla para ir por su guitarra, más sin embargo apenas dio un paso y fue detenido por un agarre en su brazo...
«Lo siento, Luka... No era mi intención hacerte sentir inútil, solo que... Es raro que alguien diga algo bueno sobre mi... Me alteré y exageré las cosas... Perdón...»
El de mechas azules suavizó su rostro y una sonrisa involuntaria se formó en sus labios antes de voltear a verla, notando como la chica tenía el rostro gacho y ruborizado por la vergüenza que sentía mientras dejaba su agarre...
-Oh, vamos Chloé, no pasa nada, disculpa aceptada...
-Perdón
-Está bien... Ahora alza ese rostro, -atrajó su vista a él- tenemos que arreglar un asunto...
-¿Cuál?
-El tuyo con Adrien, hay que decirle la verdad...
-Pero él sabrá que te gusta Marinette... ¿Acaso no te importa que lo sepa?
-Pues... Realmente no, sería como matar a dos pájaros de un tiro...
-¿Por?
-Bueno, pues tú te enteras si a él le gusta Marinette y por mi parte yo comienzo a conocer contra lo que me enfrento
-Wow... Eres muy astuto...
-Solo un poco, vamos...
Dijo animadamente el chico antes de comenzar a caminar hacia el rubio seguido de la Bourgeois, hasta llegar y detenerse frente a él...
-¿Qué pasó, Chloé?... ¿Por qué te enojaste?...
-Por nada con importancia, todo es culpa de Andrés...
-¿Andrés?
-Si, el que viene cada mes...
-¿Quién es Andrés y por qué te viene a ver cada mes?
Dijo con confusión haciendo reír a la de mirada azul zafiro mientras el guitarrista reía al haber entendido el chiste mientras el Agreste seguía sin entender.
La de coleta al ver sus gestos quiso reír más, pero al contrario, negó con la manos restándole importancia, permitiendo al Couffaine hablar...
-El punto es de que necesitamos tu ayuda, Adrien
-Claro, ¿con qué?
-Bueno, antes de contarte necesito que contestes una pregunta un poco personal...
-Dime
-¿Te gusta Marinette?, porque pareciera que si...
-Claro que no, ella es muy buena amiga...
-¡Genial!, es que sobre ella trata esto... Te contaré...
La de cabellos dorados comenzó a contarle todo su plan al Agreste, sin saber que ese sería el inicio del team...
"2 rubios y un azabache"
Era Miércoles por la tarde y la de mirada zafiro esperaba a cierto rockero de manera impaciente en los jardines del trocadero puesto a que ambos se habían puesto de acuerdo para comenzar a practicar a patinar.
Ya habían pasado 10 minutos aproximadamente desde la hora citada por el chico y la verdad a ella se le hacía nada cool tener que andar cargando en su bolsa con un "pesado" par de patines que había comprado por Internet un día antes.
Pensó en ya irse no sin antes voltear a los lados con las esperanzas de no encontrarse con el guitarrista, pero lastimosamente al girar su rostro a la izquierda, ahí estaba, corriendo hacia ella, lo cual la hizo maldecir por lo bajo, pues ya no podría irse bajo el pretexto de que el de mechas azules no se había presentado.
Cruzó los brazos poniendo un semblante serio y de molestia al ver al chico detenerse frente a ella mientras pasaba su mano por sus hebras tratando de acomodar su cabello que claramente estaba un poco desalineado por haber corrido...
-Hola Chloé, ¿cómo estás?... Perdón por lle-
-Nada, -interrumpió- ¿por qué llegaste tarde?
-Eso iba a decirte... Perdón por llegar tarde, salí de casa y olvide mi equipo de protección, así que regresé por el...
-¿Equipo de protección?
-Así es, un par de rodilleras, un par de coderas y un casco...
-Vaya, el gran patinador Luka Couffaine ¿aún tiene que usar protección?
-Nadie dijo que yo lo iba a usar
-¿Uh?, ¿entonces?
-Lo vas a usar tú
-¿¡Muá!?, ¿por qué debería usarlo?
-Porque eres principiante y te puedes lastimar...
-Quizá seré principiante, pero no soy tan tonta como para tropezar... Y te lo demostraré...
La de coleta sacó de su bolsa el par de patines mientras se sentaba en un pequeño escalón y se quitaba sus zapatos para entonces ponerse un par de calcetines y después los patines bajo la mirada curiosa del Couffaine que vio como la chica trató de pararse manteniendo el equilibrio para no caer, haciéndolo negar lentamente con la cabeza...
<No lo hagas Chloé, te vas a lastimar, es en serio>
Mencionó a lo que la Bourgeois rodó los ojos con molestia para entonces comenzar a tratar de patinar.
Los primeros centímetros avanzados con un notorio trabajo la hicieron sentir una profesional a lo que volteó a ver de reojo al guitarrista...
«¿Ves Couffaine?, te lo dije»
Dijo con un toque de altanería antes de tratar de disminuir su lentitud y sin querer, acelerando un poco más...
<¡Cuidado!>
Escuchó antes de estrellar sus manos contra el suelo de esta forma raspándolas...
«Auch...»
Se giró para sentarse sobre el suelo viendo sus manos las cuales estaban sucias y ardían mientras el de mechas azules se acercaba rápidamente a ella agachándose a su altura...
<¿Estás bien?...>
Cuestionó con preocupación recibiendo como respuesta un...
«¿Qué no ves?»
De parte de la rubia mientras le mostraba sus manos, el chico al verlas retomó su postura, fue a su mochila sacando una botella con agua y acercándose nuevamente a la chica mientras giraba la tapa para abrir la botella que al llegar con la chica, puso al lado de ésta mientras se agachaba a ella tomándola de los codos...
<Anda, arriba>
Mencionó el azabache levantándose lentamente hasta que ella se hubo levantado con cuidado de igual forma...
<No te muevas>
Le ordenó agachándose rápidamente por la botella para retomar su postura, quitar la tapa e inclinar un poco la botella...
-Pon las palmas de tus manos
-¿Qué?, ¿para qué?
-Voy a lavarte con agua en donde te raspaste para que no se te forme alguna infección...
-¿De esa botella?, ¿acaso estás loco?
-Si, de esta botella, ¿qué tiene de malo?...
-En que yo no sé si eso tenga otra cosa que no sea agua, además, quien sabe si ya tomaste de ahí, o sea, me pasarías tus microbios...
El pelinegro enderezó la botella con un rostro que demostraba algo de molestia y cansancio por la situación, ya que se le hacía tedioso el tener que batallar con alguien que claramente necesita ayuda, se le está otorgando y no la acepta.
Respiró profundo y cerró la botella bajo la mirada incrédula de la Bourgeois...
<Bien... Haz lo que quieras, Bourgeois... Yo solo trato de ayudarte pero es imposible... Nos vemos el Viernes en la pista de hielo.>
Mencionó con calma el de mechas azules, antes de girar su cuerpo, dándole la espalda y comenzar a caminar.
Obviamente el joven no la dejaría sola, él no era así, pero quería saber de lo que la chica era capaz.
La de coleta lo miró marcharse y suspiró con pesadez, odiaba admitirlo, pero él tenía razón.
Cuando vio que el Couffaine llegó donde estaban sus cosas, reaccionó, sabría que no podría hacer nada sin su apoyo...
«¡Luka, no te vayas!... Necesito ayuda...»
Dijo en voz alta lo primero, haciendo lo segundo audible solo para ellos dos mientras sus mejillas se tornaban de un leve color carmín de la pena que sentía.
El de mirada azul cerceta se detuvo y sonrió levemente al escuchar sus palabras, dándose media vuelta y regresando con ella mientras abría nuevamente la botella.
Al llegar con ella no tuvo que pedirle que pusiera sus manos, pues la rubia ya las había puesto; comenzó a verter con una mano el líquido sobre sus raspones mientras con su otra mano las limpiaba...
<Listo...>
Terminó de limpiarlas y cerró el poco líquido que aún tenía bajo la mirada zafiro de la fémina...
-Gracias, Luka...
-Mi mayor agradecimiento sería que usarás mi equipo de protección mientras aprendes a patinar para evitar otro accidente... ¿Puedes?
-S-si...
-Bueno, sostente de mi brazo, regresemos donde están nuestras cosas para ponerme mis patines y dejar mi botella, ¿vale?
La Bourgeois asintió con la cabeza mientras se tomaba del brazo del de mechas azules que una vez de que ella se hubiese sostenido, caminó con calma hacia sus cosas...
-Tengo una duda
-¿Si?
-¿Siempre cargas contigo una botella de agua por si ocurre algún accidente?...
-¿Qué?... Ah, no... -rio un poco- Esta botella con agua era para mí consumo...
-Eso quiere decir que ¿gastaste en mis manos casi toda el agua que traías para beber?
-Si, pero no te preocupes, eso hacen los amigos, además era una emergencia, ¿no lo crees?
La de coleta asintió con pena haciendo nuevamente que sus mejillas se colorearan un poco antes de llegar y ayudarla a sentar sobre el pequeño escalón mientras el chico igual tomaba asiento para colocarse sus patines y una vez de haberlo hecho, ponerse de pie estirando su mano a la de mirada azul zafiro que sin decir nada, la tomó, sin saber que ese mismo día aprendería a patinar y sin saber la importancia que este suceso marcaría en su vida.
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