El de mechas la miró con asombro antes de fruncir el ceño con una notable molestia mientras la rubia permanecía sosteniendo su trompo y la otra mano la mantenía recargada en su cadera, viéndolos con una sonrisa de lado...

-¿Qué dijiste?

-Quiero ver que te atrevas a hacerle algo...

-¿Es una amenaza?

-Claro que no, cariño... —rió de manera sarcástica— Hablo de forma literal, éste chico no me interesa en lo personal y o sea, digo, ¿por qué no divertirse un poco viendo el sufrimiento ajeno y la frustración de alguien?... —hizo fruncir el ceño a la de motas y al joven— Sobre todo cuando se lo merece, es decir, si su amiga ya se escondió por su lado, ¿para qué regresar a buscarla en una zona donde puede estorbar a los héroes?

-Vaya, parece que tienes mucho valor como para decir eso siendo heroína... ¿No se supone que lo deberías de salvar?

-Si, eso se supone, pero verás... Yo no soy una heroína cualquiera...

-Ah, ¿no?... ¿Qué tienes de especial?... Según tu madre, no hay nada excepcional sobre ti...

La de mirada zafiro sintió su corazón estrujarse un poco, haciendo su sonrisa tambalear levemente, siendo casi imperceptible, a excepción del guitarrista quien pudo notar ese gesto, mientras ella permanecía como si nada, para entonces hablar firmemente...

-Quizá no tenga nada excepcional para ella pues jamás se ha dado tiempo de conocerme... Pero la mayoría de la ciudad sabe que yo tengo algo especial que me caracteriza de todos los héroes que París tiene...

-¿En serio?... —burlón— ¿Qué es eso especial?

-Bueno, en que así como puedo ser una heroína, igual puedo ser una villana, mejor conocida como anti-héroe... Así que te estas metiendo con alguien que tiene una mente de villana igual...

-¿Y eso que significa?

-En que conozco los movimientos que harás

-¿A que-

-¡Ahora Ladybug!

Sus palabras se vieron interrumpidas por la chica que sin soltar su trompo, corrió hacia el villano e impulsándose con ayuda de su trompo le dio una patada que hizo soltar al Couffaine mientras la moteada invocaba su amuleto encantado y una vez teniéndolo, el cual era un espejo, ideó un plan.

La rubia aprovechó el momento y tomó al de mechas azules pasándolo detrás de ella soltando un par de golpes más hasta que la de rojo interfirió igual y la de amarillo tomó con su brazo libre al guitarrista llevándolo a la terraza de un edificio...

«No te muevas de aquí, Couffaine»

Dijo antes de regresar con la de coletas que a grandes rasgos le contó el plan hasta llevarlo a cabo liberando y purificando al akuma...

<¡Miraculous Ladybug!>

Pronunció la de coletas mientras lanzaba el espejo al aire haciendo regresar todo a la normalidad incluyendo al villano de quien después de asegurarse de su bienestar un...

"¡Ganamos!"

Fue dicho por ambas chicas que chocaron puños con una sonrisa victoriosa...

-Esta vez te llevaste los créditos, aunque por un momento me creí lo que dijiste...

-Se llama, pensar como el objetivo, pero en fin... Terminamos la misión... ¿Te doy mi miraculous ahora?

La de rojo iba a contestar cuando fueron interrumpidas por una masculina voz en lo alto de ellas...

‹Disculpen, ¿ya puedo bajar?, tengo que buscar a mi amiga Marinette...›

La de coleta rodó los ojos con algo de tedio mientras la de motas se ponía un poco nerviosa pues sabía que no podría regresar pues pronto se destransformaría...

<Queen Bee, ¿puedes bajarlo?>

La chica abeja giró su trompo y fue directo al chico, tomándolo sin decirle algo para bajar hacia donde Ladybug...

-¿A quién buscas?

-A Marinette... La hija de los panaderos más famosos de París...

-Ah ya... Ella está a salvo en su casa, cuando venía para acá la encontré buscando a un tal Luka y la envié a su casa... Tú eres Luka, ¿no?

-Si... Entonces... ¿Ella está en casa?

-Si, es lo más seguro, quizá deberías enviarle mensaje en cuanto llegues a tu casa, Queen Bee, ¿podrías llevarlo a su casa?

-¿Pero el miraculous?...

-¿Te parece si en una hora voy por el al hotel?... Ya me voy a destransformar...

-Está bien, Ladybug...

-Genial, nos vemos...

Mencionó apresuradamente antes de girar su yoyo y comenzar a balancearse en dirección a su casa, mientras tanto...

-Entonces... ¿Tú me llevarás a casa?

-Claro, pero ni creas que te voy a cargar como princesita, así que tomame con una de tus manos de la cintura...

-¿¡Qué!? ¿De la cintura?

Dijo con un leve sonrojo en sus mejillas, a lo que la de amarillo giró sus ojos de manera divertida pero disimulando...

«No seas exagerado, es solo la cintura... No es como si te hubiera pedido que me besaras»

Respondió antes de tomar su mano izquierda y ponerla en su cintura rodeándola para luego tomar su mano derecha y pasarla a su hombro izquierdo.

Finalmente ella pasó su brazo por detrás del Couffaine tomándolo de la cintura apegándolo más a él...

«Agárrate bien»

Dijo con una sonrisa de lado antes de girar su trompo, lanzarlo y comenzar a balancearse sintiendo como el de mechas azules afirmaba su agarre...

-¿En dónde vives?

-Por el Sena, cerca del Pont des Arts...

-Bien... ¿Y cómo te fue en tu cita?... ¿Aún tienes dignidad?

-¿En serio tanto te interesa saber?

-Por supuesto, soy la que te está ayudando, ¿no?

-¿No podrías ser un poco menos directa?

-Si, pero no quiero, ¿me vas a decir o no?

-Pfff... Bueno, estuve a punto de decirle que me gustaba pero en ese momento llegaste tú y no pude decirle nada...

-Corrección niño, yo no llegué, no fue mi culpa que el akumatizado me haya lanzado a el establecimiento donde casualmente ambos se encontraban... No me culpes a mi, ¿okey?

-Como sea... Fue todo un desastre...

-Tranquilo, no te frustres Couffaine, seguro habrán más oportunidades...

-Eso espero... Por cierto... Tengo una duda... ¿En serio ibas a dejar que el akuma me atacara?

-Por supuesto que no... No hubiera permitido que te hiciera algo...

-¿Por-... ¡Ahí está mi casa!

Interrumpió el chico, señalando su casa flotante haciendo fruncir con confusión el ceño a la chica...

«¿Ese barco?»

El joven asintió con la cabeza y se acercó hasta aterrizar y soltarlo a la par que él lo hacía...

-¿Por qué me salvaste?

-Eso hace un héroe, además, me agradas, luego de Sabrina, mi papi, Jean Pascal y Adrien, eres la quinta persona que me soporta tanto...

-¿En serio?

-Así es... Pero bueno ya tengo que irme...

La rubia comenzó a caminar hacia el barandal del barco donde subió y giró su trompo lanzándolo y cuando estaba a punto de irse, fue detenida por el moreno...

‹Gracias por salvarme y traerme, Queen Bee...›

La chica lo vio sin cierta expresión y asintió con la cabeza para finalmente irse y al estar lejos del barco, sonreír sinceramente.

Las horas pasaron y el día Martes había llegado hasta la tarde, las clases habían finalizado y cada alumno había ido a su casa a excepción de cierta rubia que se encontraba sentada en una banca del parque que estaba a unas cuantas cuadras, escribiendo un par de cosas en su cuaderno mientras se recargaba sobre su bolsa que llevaba al colegio, la cual estaba posada en sus piernas.

Leía atentamente cada cosa que escribía, cuidando su ortografía y coherencia; tan metida estaba en aquel papel que no escuchó cuando la persona que se sentaba al otro extremo de la banca la saludaba con un...

‹Buenas tardes...›

Siguió metida en su escritura hasta terminar, leerla por última vez y corroborar que estuviera perfecto todo.

Suspiró profundamente mientras quitaba sus típicos lentes de sol de su cabeza para guardarlos en su bolsa...

‹Parece que alguien está enamorada...›

Escuchó a la persona a su lado cuya voz se le hacía familiar, así que sin decir nada, volteó encontrándose con la mirada cerceta del Couffaine...

-¿Luka?... ¿Qué haces?

-Nada, sólo viendo como escribías...

-¿Cuánto tiempo llevas aquí?

-Lo suficiente... Si no es intromisión... ¿Qué escribías?...

-¿Para qué quieres saber eso?

-Pues estabas tan concentrada que no escuchaste cuando te saludé al llegar aquí... Pero por el suspiro que ahorita soltaste parece que era una carta de amor...

-Oh... No... —bajó la mirada— No es una carta de amor o al menos no en un ámbito romántico, no tengo tiempo para esas cosas...

-¿Entonces?

-Es para mi mamá... Me gustaría que ambas pasáramos más tiempo juntas, pero...

La voz de la chica fue haciéndose un hilo que se podía notar a pesar de que lo trataba de ocultar bajo un semblante de indiferencia, haciéndola detenerse para tomar algo de aire y evitar que sus ojos se vieran en la necesidad de soltar toda esa impotencia en lágrimas...

-Pero no sabes como decirle eso en persona... ¿No es así?

-No... C-claro que yo... Y-yo se... —desvió su mirada— Decírselo...

-Es malo mentir, Chloé...

-No estoy mintiendo...

-Tranquila... Esta bien, eres humana como cualquier otra persona y aunque todos digan lo contrario, tienes un corazón que igual siente... Conmigo puedes ser totalmente tú, no te juzgaré...

-¿Y como sé que lo que dices es cierto?

-Porque yo igual soy humano, tengo un corazón y siento, el día que no sea así, podré juzgar... Aunque aquí entre nosotros, te admiro...

-¿Por qué?

-Porque a comparación de mi, eres muy fuerte, decidida y valiente pero sobre todo única... Jamás he conocido a alguien como tú...

La rubia sonrió levemente por las palabras dichas por el azabache, quizá a veces oír esas palabras era lo que necesitaba para evitar el latir incontrolable de su corazón que le avisaba que pronto habría una tormenta en su interior.

El de mechas azules la vio sonreír y le devolvió el gesto para entonces agacharse un poco, tomar su guitarra, sacarla de su estuche y conectarla a su amplificador, el cual encendió y probó que se escuchara al tocar una cuerda de su guitarra bajo la mirada curiosa de la Bourgeois...

-¿Qué vas a hacer?

-¿Una canción que te guste mucho?

-¿Para qué?

-Confía en mi... Todo lo que pase quedará entre nosotros...

-Bueno, me gusta mucho la canción "La Pluie" de "ZAZ"...

-¿Te sabes la letra?...

-Si, ¿por?

-Porque yo no me la sé muy bien...

El chico checó el sonido de su guitarra para entonces comenzar a tocar la canción (link de arriba), mientras tarareaba un poco la letra pues no se la sabía del todo...

Pero su sorpresa fue mayor al comenzar a oír a la de coleta cantar tímidamente, volteó a verla con algo de asombro viendo como ella tenía los ojos cerrados con sus manos sobre su pecho, lo cual era gesto de que realmente estaba sintiendo la canción...

Sonrió y regresó la vista a su guitarra antes de cerrar los ojos deleitándose con la voz melodiosa que la chica tenía al cantar mientras ella se deleitaba con el sonido que producían las manos del guitarrista al tocar el instrumento...

"Tombe tombe tombe la pluie
En ce jour de dimanche de décembre
à l'ombre des parapluies
Les passants se pressent sans attendre

On l'aime parfois elle hausse la voix
Elle nous bouscule elle ne donne plus
De ses nouvelles en canicule
Puis elle revient comme un besoin
Par affection et elle nous chante
Sa grande chanson, l'inondation"

Al cabo de unos minutos finalizó la canción y ambos abrieron los ojos casi a la par mientras se volteaban a ver con una leve sonrisa...

-Gracias...

-Espero estar en agradecimiento contigo porque me hayas salvado ayer...

-Agradecimiento aceptado...

-Cantas muy bien...

-Muchas gracias... Tú igual tocas muy bien... Tienes un gran talento...

-Gracias... ¿Te puedo decir algo?...

-Si, claro, dime...

-Deberías mostrarle a la gente tu talento oculto...

-¿Cantar?

-Así es...

-No creo...

-¿Por?

-Seguro me harían burla... Canto bien, pero no es para tanto...

-Cantas demasiado bien a mi parecer...

-Quizá, pero creo que prefiero que éste talento quede oculto... Bueno, a excepción de Sabrina y tú, ya que ambos lo saben...

-Los talentos se hicieron para mostrarlos

-Desafortunadamente para alguien como yo, no...

-¿A qué te refieres?

-Pues por tantas cosas que he hecho, sé que si lo hago, probablemente piensen que lo hago con el fin de opacar a los demás...

-¿Desde hace cuanto te interesa la opinión de los demás?

-¿Qué?...

-A lo que me refiero es de que salgas a comerte el mundo con tus talentos ocultos, muestrale al mundo lo excepcional que puedes ser, sin importarte los comentarios ajenos...

-¿Hablas en serio?

-Si, hay muchas personas que amarían escucharte cantar y que pagarían por ello, por ejemplo yo...

La de mirada azul zafiro detalló su sonrisa y palabras para saber la veracidad de ellas pero justo antes de contestarle fue interrumpida por una tercera voz...

Ambos voltearon y se sorprendieron un poco al verlo parado frente a ellos.