La tarde del mismo día comenzó a transcurrir hasta dar la noche.

Era aproximadamente las 1:30 am cuando la azabache estaba desde hace horas acostada y tapada en su cama, pero había una culpabilidad que no la permitía descansar bien, cosa que su pequeño kwami presentía, a lo que despertó interrumpiendo su sueño para entonces flotar hacia el frente de su dueña...

-¿Qué sucede Marinette?... ¿Por qué no has dormido aún?

-Es que me siento algo culpable

-¿Sobre que?

-La pregunta más bien sería por quién...

-Bueno... ¿por quién estas así?

-Por Luka...

-¿Qué pasa con él?
-Bueno... Es que hoy yo lo invité a salir conmigo y se supone que debí haberme regresado con él...

-Pero él te dejo ir con Adrien porque querías ir con él, ¿no es así?

-Exactamente por eso me siento mal...

-No logro comprenderte...

-Bueno... Yo le gusto a Luka y... ¡Ay!... —cubre su rostro por unos segundos antes de ver a la pequeña criatura de nuevo— ¡No sé cómo explicarlo!...

-Ya logré entender... Pues en esta situación quizá tengas que salir con Luka pero dejarle bien en claro que solo lo quieres como amigo...

-No es nada sencillo Tikki... Luka también me agrada... Además no quiero herirlo...

-Pero es mejor que lo hagas y no te pase lo mismo que con Nathaniel que pensó que lo querías de la misma forma que él a ti...

-Cierto... Quizá sea lo mejor... Trataré de ir mañana a casa de Juleka a buscarlo...

-Me parece muy bien... ¿Ya te sientes mejor?

-Si, gracias, buenas noches Tikki...

La pequeña kwami se acercó a su portadora para darle un beso en la mejilla y seguidamente ambas dormir...

En lo tanto...

Un azabache se encontraba sentado en la "terraza" del barco donde vivía, vestido con una playera blanca de manga corta un poco floja y en bermudas para dormir azules.

Miraba el cielo tratando de encontrar respuesta a varias de las dudas que corrían por su mente, pues recordaba una y otra vez aquella platica que había tenido con la rubia esa misma tarde...

——Flash Back——

-Bueno... ¿Tienes lindos ojos y sonrisa?, además eres caballeroso entre otras cosas... A las mujeres nos encanta eso y quizá no te haz dado cuenta, pero Marinette no es alguien interesada... Ella se guía por la forma de ser de uno, ¡claro que tienes oportunidad con ella! Solo es de tener cuidado y no hacer algo que a ella no le parezca...

-¿Eso crees?

-Por supuesto...

-Muchas gracias...

—Fin del Flash back—

"¿Realmente era tan mala como su hermana decía?"

Una duda más asaltaba su mente.

De pronto sintió una mano sobre su hombro y volteó, encontrándose con su madre la cual estaba en pijama y con un vaso con agua en su mano libre.

Después de todo su intento de salir desapercibido había salido mal...

-¿Mamá?... ¿Qué haces despierta a estas horas?

-Lo mismo me pregunto de ti jovencito

-Lo siento, traté de salir sin despertarte a ti o a Juleka

-Tranquilo, Juleka está dormida, yo me di cuenta que estabas aquí porque me levanté por algo de agua y vi la puerta abierta...

-Oh... Ya veo... Deberías regresar a descansar, hace algo de frío aquí y tú estás caliente porque te acabas de levantar...

Mencionó entrelazando sus manos y viéndolas, gesto que su madre no dejó pasar por alto así que jaló una silla cerca de ella para entonces sentarse...

-¿Qué tienes hijo?

-No es nada importante... Solamente pienso en varias cosas...

-Luces afligido... ¿En qué piensas?

-Es que... ¿Recuerdas a Marinette?

-Si, claro que la recuerdo, ¿que sucede con ella?

-Bueno... Ella me gusta pero a ella le gusta Adrien...

-¿El chico que tocó el piano el día de la banda?

-Si, es él...

-Prosigue

-Hoy que salimos, Adrien igual fue pero llevaba a una chica consigo por lo cual Marinette no pudo hablarle bien, dejando de lado que iba yo... Entonces cuando ya nos íbamos a regresar en el suburbano, la vi y ella seguía con esas ganas de hablarle así que la deje ir con él...

-¿La dejaste ir con el chico que le gusta?

-Si, pero eso no es todo... Regresé a la pista y me caí...

Lo mencionó neutralmente pero la peligris rió un poco, le había dado gracia la forma en la que su hijo había dicho eso, a lo que él solo sonrió levemente para seguir hablando...

-Por eso tenía hace rato inflamada la frente, pero en fin, ahí adentro me encontré con Chloé Bourgeois quien me ayudó a levantarme y me puso el ungüento...

-¿Chloé?... ¿Bourgeois?... ¿La muchachita esa que es Queen Bee?

-Si, ella misma, entonces intercambiamos algunas palabras y resultó que ella va en la misma aula que Marinette y Adrien... Y me confirmó que efectivamente Mari esta enamorada de Adrien y que había sido muy mala idea haberla dejado ir tras él, pero igual me dijo que podía tener oportunidad con Marinette porque no era una persona interesada... Ahora yo no sé que pensar o hacer...

-Viendo la situación si fue un error que la dejaras ir, quizá y Chloé tenga razón, Marinette parece una chica muy sencilla, sólo deberías tratar de enamorarla...

-Ese es el otro problema... No sé como... Sabes que jamás eh tenido novia... No soy bueno con las palabras y ni siquiera he dado mi primer beso...

-No puedo creer que tú hermana con 17 años ya haya tenido novio y dado su primer beso, en cambio a ti, que tienes 19 y ninguna de las dos cosas...

-Tener pareja o dar besos no lo es todo, mamá... —rodó los ojos con algo de tedio— Pero realmente no sé como enamorar a una chica...

-Vaya... Nunca te había visto tan tenso... Aunque lo disimulas muy bien...

-Pero como-

-Soy tu madre, —interrumpió— conozco cuando te tensas o pones nervioso...

-Es que no sé que hacer mamá...

-¿Conoces bien a aquella chica Marinette?

-Más o menos...

-Entonces pídele ayuda a Juleka, seguro ella te ayudará a conquistarla...

-Probablemente... Hablaré con ella mañana, gracias por tus consejos mamá, buenas noches, descansa...

Dijo con una sonrisa antes de acercarse, darle un beso de buenas noches en la mejilla, ponerse de pie y entrar al interior del barco y seguidamente a su recámara.

No podía esperar a que amaneciera y pudiera contarle todo a su hermana...

Pero no contaba con que su hermana se sentiría incapaz de ayudarlo.

Las horas pasaron y finalmente amaneció en el barco de los Couffaine; ya pasaba de mediodía, cuando el de mechas azules finalmente había salido de su recámara, su cabello aún estaba alborotado y húmedo, pues se había bañado.

Caminó en silencio hacía la mesa de tamaño mediano con 4 sillas que usaban como el comedor y del centro tomó una manzana que comenzó a comer bajo la mirada curiosa de su madre...

<Buenas tardes hijo, amanecí muy bien...>

Mencionó con una sonrisa, atrayendo la atención del azabache quien a media mordida volteó a ver a su mamá con una leve sonrisa mientras alejaba la manzana de su boca para acercarse a su progenitora y agacharse para darle un beso en la mejilla...

-Perdona mamá... Estaba pensando algunas cosas... ¿Cómo amaneciste?

-Muy bien hijo, ¿y tú?... ¿Quieres comer?... Por lo visto hoy dormiste más de lo normal

-No, gracias, no tengo hambre... Sobre lo otro... Me dormí pasando las 4 de la mañana... La verdad no sabría darte una hora en especial...

-¿Y por qué te dormiste tan noche?... No me digas que fue por estar en el celular...

-Estaba tratando de escribir una lista de opciones para poder enamorar a Marinette... Además de que igual le escribí una canción que desafortunadamente ya no existe...

-¿Ah, si?, ¿y eso por qué lo dices?

-Me quede dormido sobre la hoja donde la había escrito...

-¿Pero por qué no existe más?

-Bueno, ayer estaba muy cansado y supongo que era demasiado el cansancio que sentía que me quedé dormido sobre ella y babeé sobre la hoja... El problema es de que como la había escrito con tinta pues...

-¿Se corrió todo?... —lo vio asentir— Ay hijo... Piensas demasiado en esto... Realmente la quieres mucho, ¿verdad?

-Si... Lo hago... Por eso en la lista que hice escribí un par de cosas que supongo que a ella le gustan...

-Veamos, cuentame un poco...

-Mejor voy por la lista y la lees...

El guitarrista dejó la manzana sobre la mesa y fue a buscar su hoja mientras la de cabellera gris jalaba una silla y se sentaba en ella, esperando unos segundos más hasta que su hijo regresara, tomando asiento frente a ella y le pasara la hoja que comenzó a leer...

<Veamos... —se acomoda sus lentes— Ser modelo... Pintarme el cabello rubio... Aprender a tocar piano... Ser cool... >

La mayor siguió leyendo mientras murmuraba las opciones escritas por su hijo.

Cuando hubo terminado, acomodó sus lentes por el puente de la nariz mientras negaba lentamente para entonces verlo a los ojos...

-¿Es en serio Luka?

-Es que no sé que hacer...

-Parece que quieres volverte alguien más...

-Quizá...

-Te daré un buen consejo... Sé tu mismo, eso será bueno... Ella se enamorará de Luka no de un personaje...

-¿Y si nunca me quiere?

-Pues ni modos... La vida sigue...

-Es que realmente yo...

-Mamá, —interrumpe— al rato llego...

Vio que su hermana iba saliendo así que una sonrisa se formó en su rostro y rápidamente se puso de pie para detenerla del brazo...

-¿Uh?

-¿A dónde vas?

-A casa de Rose...

-¿Tienes un minuto?

-Pero... Esta bien, ¿qué sucede?

-Bueno, quería pedirte ayuda con algo...

-Luka, ¿qué te parece si mejor llevas a tu hermana a casa de Rose y en el camino le cuentas?

El chico asintió con la cabeza, fue hacia su madre, tomó la hoja doblándola y guardándola en su bolsillo, luego tomó su manzana y ambos salieron del barco.

Caminaron varios minutos y el joven de mirada azulada se la había pasado cuestionando a su hermana sobre un par de cosas fuera de lo que quería preguntar realmente, hasta que ésta se lo recordó...

-¿Qué es lo que realmente quieres preguntar Luka?

-¿Prometes no decir nada?

-¿Cuando te he fallado?

-Cierto... —respiró profundo antes de hablar— ¿Desde hace cuanto conoces a Marinette?

-Desde que entramos a bachillerato hace 2 años y medio...

-Bueno... Es que verás... Me gusta y quisiera tratarla de enamorar para que quizá con un poco de suerte podamos formalizar en una relación... Pero no sé como... Aún no la conozco del todo y quisiera que tú me ayudaras a conquistarla... ¿Me podrías ayudar por favor?...

Pidió el de mechas azules mientras ella bajaba su mirada pues sabía que su respuesta sería negativa pues ella ya le ayudaba a la franco-china a tener el amor del rubio...

-Luka, yo... Me gustaría ayudarte pero no puedo...

-¿Uh?... ¿Por qué no puedes?

-Porque yo ya le estoy ayudando a que Adrien se enamore de ella y... No puedo llegar y cambiar de decisión así porque si... —desanimada— ¿Me comprendes?...

-Claro, —fingió una sonrisa— lo comprendo, de igual forma, gracias Jule...

-No es nada...

Ambos vieron hacia en frente donde ya se encontraba la casa de la Lavillant, así que la azabache se despidió de su hermano mayor y caminó hacía la casa para entonces tocar la puerta que casi de inmediato le fue abierta y una vez de haberla visto entrar, él se marchó de regreso a su casa.

Caminaba con las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón mientras pensaba en que haría...

Pero como si fuera de Dios, una rubia de mirada azul zafiro pasaba al otro lado de la calle en dirección a la pista de hielo, cosa que lo hizo quedarse por unos momentos estático, solamente viendo como se alejaba con su caminar lujoso, sintiendo un impulso de ir hacia ella a saludarla una vez más, así que comenzó a caminar hacia ella hasta visualizar como entraba al establecimiento de hielo, así que se fijó a ambos lados de la calle y cruzó entrando igual al lugar.

La buscó con la mirada pero no la encontró así que comenzó a caminar hacia el pequeño cuarto donde normalmente estaba el señor Phillipe, quizá y con algo de suerte podría decirle en donde estaba la Bourgeois, pero al momento que iba a tocar, la puerta se abrió dejando ver a la de cabellera dorada que sin percatarse de la presencia del azabache cerró la puerta y dio un paso en falso cayendo ambos, ella encima de él, quien se quejó un poco antes de apoyarse en el suelo y abrir los ojos encontrándose con la mirada del guitarrista...

‹Un honor volverte a ver Chloé.›