Por la tarde quedé con Mark para ir a dar una vuelta. La verdad, no me apetecía.

Quedamos en el parque donde lo conocí y de ahí nos iríamos a otro sitio. Llegué puntual pero él tardó más en llegar, ¿media hora? Sí, media hora de retraso...no lo podía creer.

- Media hora tarde-. Dije mientras lo veía aparecer.

- Lo siento, no pude decirte nada pero tenía que dormir a mi hermana pequeña-. Dijo cuando se paró a mi lado.

- Yo no me dormiría con esas pintas que tienes-. Dije con cara de asco.

- Le canté una canción con la guitarra-. Dijo prenamente ofendido.

- ¿Cantas?- Pregunté.

- Sí, tengo un pequeño grupo, la vocalista en Tanya, yo toco la guitarra eléctrica-. Contestó obvio.

- Tanya no me dijo nada de eso-. Dije un poco seria.

- Por miedo a que le digais que no es lo adecuado-. Nos pusimos en pie para caminar-. Tanya es fuerte y no deja que nadie la vea llorar, vosotros la despreciais por formar parte de nosotros y eso no es justo, ni para ella, ni para nadie-. Prosiguió.

- Yo no la he dejado de lado cuando me dijo que le gustaba ese tipo de música, ni tampoco cuando dejó las clases de ballet, ahí la conocí, en ballet-. Me defendí.

- Ya, pero me dijo que alguna vez que otra se lo dices como que no quiere la cosa, pero lo dejas caer-. Dijo elevando la voz-. Odio las personas como tú.

- Yo te odio a ti-. Dije acercándome mucho a él.

Él me miró y luego a mis labios-. ¿Qué miras?- Dije viendo que su mirada se iba hacia mis labios.

Le iba a decir otra cosa pero no pude, me interrumpió con un beso. Yo, me aparté y le di un guantazo, pero no sé que fue lo que se activó en mí que lo besé, él me siguió el beso y ahí estuvimos un buen rato.