Las noches son frías, solitarias, Langa aún recuerda el frío escociéndole los dedos y el insomnio que pasó días después del funeral de su padre.

Una parte de él había muerto junto con Oliver, pero no había soltado una sola lágrima, sólo se limitaba a mirar la luna tratando de comprender porque todo se sentía tan vacío, por qué el snowboard ya no lograba llenarlo con la emoción de antes. Quizá entre algunas de esas estrellas o en la palidez de la luna podría encontrar la respuesta que su padre se había llevado consigo y que lo acosaba de manera silenciosa.

No pasó mucho antes de que su madre decidiera que aquello no podía seguir así y luego de hacer un esfuerzo descomunal por sacar a su hijo de su habitación, se empezó a planificar su mudanza a Okinawa, lugar que alguna vez fue el hogar de Nanako.

Langa no supo en qué momento ya se encontraba dentro del auto, su madre al lado tarareando alguna canción que estuviera en la radio, aparentemente tratando de distraerse del silencio. Estaba oscuro y Langa se sentía cansado, iniciar de cero no era algo que lo emocionara, pero tampoco le parecía mal, esa sensación de resignación no desaparecía de él y de repente, se encontró a si mismo buscando con la mirada algún indicio de la luna.

Aquella noche era luna nueva, pero Langa seguiría buscando el suave brillo lunar.

Al mismo tiempo que esa luna alumbraba las frías noches de Langa, al otro lado del mundo, el sol acompañaba a Reki de una manera tan intensa que el pelirrojo sudaba por todos lados.

Subido en su patineta, todo parecía iluminarse en la vida del joven Kyan, explorar las callejuelas subido en ella era como encontrar nuevos paisajes que le parecían infinitos y estaba firmemente seguro de que esa era su felicidad, sin embargo...

El camino, por más brillante que estuviera el sol, le parecía solitario y a pesar de que trataba de no pensar en eso, esa soledad se hacía presente a diario, aunque la ignorara.

En la escuela siempre que su lengua decía más de lo estrictamente necesario sobre su pasatiempo, empezaba a recibir miradas incomodas que claramente clamaban que no les importaba el asunto y en segundos volvía a ser sólo él y sus miles de garabatos sobre skate.

Su trabajo en la "Dope Sketch", competir en "S", todos ellos lo llenaban de una manera en que podía llegar a convencerse de que, con tal de que siguiera haciendo aquello que amaba ya no era necesario tener algún tipo de "amigo especial" con quien practicarlo, el skate era divertido después de todo, estaba decidido a seguir sonriendo ignorando la invisible soledad.

El sol le quemaba la espalda de nuevo.

***

- ¡Oye! ¿Puedes detenerlo?

Le gritó un chico que se acercaba corriendo y casi por instinto, Langa fue rápidamente por la tabla.

- ¿Skateboard? - se extrañó al ver esa tabla llena de rayones y con aspecto de ser muy usada

El chico llegó hasta donde él estaba y por unos segundos Langa creyó deslumbrarse ante un extraño brillo que el chico parecía desprender.

- ¡Me salvaste, estudiante extranjero! - dijo el pelirrojo aliviado, sin embargo, Langa no tenía idea de quien era ni porque lo llamaba así.

Reki, al ver el gesto de confusión que el chico nuevo hacía, se molestó un poco, pues el recordaba a la perfección las facciones del de pelo azul, aunque bueno, siendo sinceros, el tal Langa era el tipo de persona que llamaba la atención con su presencia, igual que esa ligera luz de luna que siempre obligaba a todos a contemplarla.

- ¿¡No me recuerdas!? Soy Reki Kyan, estoy en tu clase- se presentó rápidamente y aunque el canadiense no dio muestras de reconocerlo, al menos ya parecía entender porque de repente le había hablado con esa confianza.

-Oh, lo siento- Langa no pudo decir más que eso, pues realmente apenas y tenía idea del porque estaba ahí sosteniendo es tabla de skateboard.

Ellos no lo sabían, pero desde el momento en que vieron a los ojos, sus mundos empezaron a colisionar...

La luna y el sol estaban destinados a formar un eclipse.

****

Y...así termina la primera parte :D

Si, lo sé, es excesivamente corto, pero quería utilizar este concepto como una especie de introducción y bueno, esto salió.

¡Juró que el siguiente es bastante más largo! 

Anyways, Reki es un solecito <3

¡Nos vemos pronto!