|𝐭𝐞𝐧 - 𝐨𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫 𝐬𝐢𝐝𝐞|
T/N
~~~
EL SOL estaba alto, Draco y yo caminábamos de la mano bajo su resplandor, los árboles del bosque profundo nos protegían de quemarnos.
Fue agotador, pero con el Ministerio detrás de nosotros, sabíamos que no podíamos parar, con toda honestidad, no tenemos idea de adónde íbamos. Nos quedamos sin lugares a donde ir. No más casas, no más cabañas, no más lugar para sentirse libre que el más allá.
Mientras caminábamos sobre las hojas secas, miré hacia arriba, entrecerrando los ojos por la luz del sol que entraba por los huecos de las hojas de los árboles.-Merlín, ayúdanos.-no pude evitar murmurar.
Draco me miró, sin embargo en peligro, todavía sonrió.-Te das cuenta de que Merlín no puede ayudarnos, ¿verdad?-su sonrisa se desvaneció lentamente.-Estamos solos, no tenemos nada.
Apreté su mano, sabiendo bien que se estaba quedando sin esperanza.
-Nos tenemos el uno al otro.-le recordé.-Eso no es nada.
A veces, realmente ya no puedo creer mis propias palabras. Parecen tan vacíos, pero esto, lo decía en serio, pase lo que pase el próximo año, o el próximo mes, o la próxima semana, o mañana, o incluso hoy, íbamos a pasar por eso juntos. Sin soltar, simplemente caminando de la mano por la mala racha.
Draco me dio una pequeña sonrisa de agradecimiento. Sin embargo, sabía que había muchas dudas.
Como se suponía que debía decir más, escuchamos el chasquido de una ramita.
Ambos volteamos la cabeza, buscando en nuestro entorno cualquier cosa. Pero no había nada.
Agarré mi varita con fuerza alrededor de mis manos, mis ojos vagando por el bosque.
Entonces lo vi, una varita nos apuntó desde detrás de un árbol.
-¡Abajo!
Me las arreglé para jalar a Draco detrás de una roca, mientras un hechizo intentaba golpearnos, Draco lanzó un hechizo al Auror y logró golpearlo, pero había más Aurores, no era solo él.
Draco tiró de mí, viendo un Auror a nuestra izquierda. Hicimos una huida, agachando la cabeza para evitar que nos dispararan, miré por encima del hombro y vi a unos tres Aurores detrás de nosotros. Traté de golpear los árboles, no quería lastimar a ninguno de ellos, pero al mismo tiempo, no quería que nos lastimaran a nosotros.
Mis manos se deslizaron de las manos de Draco mientras me giraba para lanzar otro hechizo. Draco miró hacia atrás.-¡T/N!-lo escuché exclamar, pero ya fui arrojado hacia atrás por un hechizo, muy probablemente el hechizo aturdidor.
No estaba inconsciente, así que eso estuvo bien. Pero cuando me puse de pie, no vi a Draco, corrí para cubrirme, tratando de encontrarlo mientras intentaba abrirme paso a través del bosque.
Cada chasquido de ramitas me hizo saltar, cada hechizo de los Aurores me asustó, ¡¿Dónde estaba Draco?!
Entonces lo vi.
Desde la distancia, vi que estaba batiéndose a duelo con alguien, ¿quién? Estaba a punto de descubrirlo.
Corrí hacia él, viniendo de detrás del Auror con el que estaba luchando.
Pero me detuve como cuando los alcancé.
-Robards.-exhalé, congelándome en mi lugar.
Sin previo aviso, me lanzó un hechizo, lanzándome hacia atrás, hacia los brazos de un Auror que no conocía. Me sujetaron con fuerza, me quitaron la varita. Traté de liberarme, pero el Auror me empujó hacia abajo, sosteniéndome de una manera que no podía moverme.
-¡No la toques!-Draco gritó, apuntando su varita a Robards, pero los dos no hicieron ningún movimiento de ataque, al menos no todavía.
Asimilé todo, Draco estaba rodeado por tres Aurores y Robards frente a él, todas sus varitas apuntando hacia él. No era posible para él salir de esto.
Robards miró a Draco a los ojos.-Se acabó el juego, Malfoy.-dijo con un movimiento de cabeza, luego me miró por encima del hombro.-Esperaba algo mejor de ti, Edinburgh, nunca supe que lo dejarías todo, todo por lo que trabajaste tan duro, solo para huir con un criminal.
Sus palabras me hicieron hervir por dentro. No saben toda la historia, pero nunca me escucharán, incluso si lo intentara.-Bueno, entonces, lamento haberte decepcionado.-mis palabras sonaron como sarcasmo, pero no me molesté en tratar de arreglar mi tono.
El Auror Principal ignoró mis palabras y se puso de pie con orgullo con una amplia sonrisa.-Ustedes dos serán escoltados a Azkaban, y lo más probable es que pasen todos sus días restantes allí.-nos dijo.-Así que no hagamos esto por más tiempo, ¿de acuerdo?
Se dio la vuelta, bajó la guardia por una fracción de segundo, dándole a Draco la oportunidad de lanzar un hechizo al Jefe de Auror, arrojándolo hacia adelante, su varita voló fuera de su alcance. Inmediatamente, los Aurores con Robards lanzaron un hechizo a Draco, pero él se agachó, haciendo que los tres se golpearan a sí mismos.
Corrí libre hacia Draco, abrazándolo con fuerza.-Draco.-grité, lo sentí besar mi cabeza.
Pero cuando estaba a punto de alejarme, se escuchó un movimiento rápido detrás de mí.
Draco me empujó detrás de él en un instante, tomando el golpe por lo que fuera.
Y me di cuenta.
Estaba sangrando en su pecho, una daga justo ahí, justo donde late su corazón.
Grité con horror, mirando hacia arriba para ver a Robards en la distancia, mirándonos con una sonrisa malvada. No me detuve, lancé el Encantamiento severo hacia él con puro odio.
Un largo corte apareció justo en su cuello, del que salía sangre. Se derrumbó en el suelo, con los ojos muy abiertos como los de un ciervo, como si estuviera frente a los faros, desde lejos, podía verlo, su sangre brotaba de su cuello. Él estaba muerto.
Mis manos temblaban del shock, mi varita se cayó de mis manos, una sola lágrima cayó de mi ojo.
-T/N, cariño.
Inmediatamente volteé mi cabeza hacia Draco.-Draco.-murmuré, corriendo hacia él y atrapándolo solo cuando cayó al suelo, su mano tratando de evitar que sangrara. La daga ya no estaba allí, sino que estaba en el suelo, llena de su propia sangre. Lo acuné, mis lágrimas ya se formaban en mis ojos.-Amor, por favor mantente despierto, ¡Encontraré ayuda, yo-!
-Por favor, mi amor, solo quédate aquí a mi lado, quiero que tus ojos sean lo último que vea.-me dijo, con la voz entrecortada por la herida.
Ahogué un sollozo, acercándolo más.-Cariño, por favor, no digas eso.-le dije, acunando su rostro para acercarlo más.-No tiene que terminar, ¿de acuerdo? Encontraremos una manera si me dejas encontrar ayuda...-me detuve, sabiendo bien que no había nada... nada que lo mantuviera respirando.
Draco acercó mi rostro a él, su frente contra la mía.-Sabes que te amo hasta siempre, ¿verdad?-asentí, tosió un poco de sangre, mis ojos se llenaron de lágrimas.-Sé que es... es egoísta de mi parte, pero dijiste que me seguirías a cualquier parte, y a todas partes, ¿verdad?
Ya sé lo que estaba pidiendo. No dudé en asentir.
-Aunque sea a seis metros bajo tierra.-murmuré.
Draco me besó débilmente y yo respondí igual. Se apartó, sus ojos adormecidos.
Y finalmente, dejó escapar sus últimas palabras.
-Te veré del otro lado, mi amor.
Logré decirle justo antes de que se fuera.-Te veo del otro lado, mi amor.
Su cuerpo quedó inerte.
Mis lágrimas se detuvieron, justo cuando dejó de respirar. Mi cara se puso fría tan pronto como su corazón dejó de latir.
Besé su cabeza, acostándolo con cuidado en el suelo, parecía pacífico, finalmente. Ya no tenía dolor, ya no huía de todo. Finalmente está en casa.
No había nada más que mirar, nadie más por quien vivir. Las palabras de mi madre ya no resuenan en mi cabeza.
Como si leyera mi mente, mi varita estaba justo frente a mí, no dudé en recogerlo.-Te seguiré a cualquier lugar.-murmuré, mirando a la naturaleza y a la Tierra por última vez.-Y a todas partes.-levanté mi varita, preparándome para lo que está por venir.-Aunque sea a seis metros bajo tierra.
Esas fueron mis últimas palabras, antes de que un rayo de luz verde saliera de mi varita, invadiendo mi alma.
No fue doloroso, no fue difícil. Pero así, mi cuerpo cayó junto al de Draco, la única prueba de vida que quedaba eran mis mejillas manchadas de lágrimas.
Así es como seguí a Draco Malfoy a todas partes ya todas partes.
Incluso cuando estaba a seis metros bajo tierra.
~~~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro