Se encontraban ya en el apartamento instalados. Habían pasado por la tienda de conveniencia más cercana al departamento a comprar alcohol, adquiriendo una cantidad absurda e inmensa, lo que alegraba un poco a Sooyoung, ya que Jiwoo se colocaba tremendamente tierna cuando estaba un poco ebria y a ella se le hacían menos fastidiosas todas las personas. Además, al final de la noche, la pelirroja seguramente se quedaría ahí con ella y era fin de semana, lo cual le hacía todo menos inconveniente.

Le había fastidiado que durante todo el trayecto estuviera pegada a Soobin. Particularmente había resultado molesto que se quedaran a unos pasos atrás y el chico le susurrara las cosas. No tendría que tener el derecho para secretismos con Jiwoo.

—No puedo creer que hayas convencido a Hyeju de saltarse las clases para jugar a la consola toda la tarde, eres una mala influencia, Chaewon —le comenta Jiwoo riendo mientras le sirve soju a Jinsol—, no puedes ir a la universidad solo una vez por semana.

—Mis clases no eran tan importantes —murmura la menor de todas.

Se le notaba algo incomoda, apretada en el sofá en medio de las amigas de Jiwoo. Era bastante mala para hacer amigos nuevos, por lo que no le venía mal la intervención de sus amigas para ello. A Sooyoung le daba ternura y también le aliviaba ya que no tenía encima de forma constante las miradas juzgonas de las chicas.

—Las mías casi nunca son importantes tampoco —menciona Chaewon y su roomie ríe con malicia.

—¿Qué estudian? —pregunta de forma inocente Heejin.

Sooyoung nota como Soobin y Jiwoo se dicen algo al oído, pero no quiere hacer obvio que los intenta escuchar, así que se obliga a no mirar.

—Yo estudio producción musical —responde Hyeju y las mejillas se le encienden cuando todos hacen sonidos de impresión.

—Yo ya estoy en el ultimo año de psicología —dice Chaewon, pero a ella la miran más bien con cejas alzadas.

—Vaya, lo que le depara al futuro de la nación —comenta Hyunjin y todos ríen.

La conversación se mantiene en el tema de sus carreras. Intentan hacer que Hyeju hable más, pero la única que le saca palabras es Chaewon, como de costumbre. Sooyoung se alegra de que ninguna de las amigas de Jiwoo se extrañe del comportamiento peculiar de ambas, sobre todo de la menor y se encuentra incluso pensando en que la chica que tiene su misma edad le cae bien, realmente bien y ademas le parece muy bonita. No puede evitar buscarla en instagram y seguirla.

Jiwoo propone tomar somaek y de inmediato Soobin le acompaña a la cocina a por la cerveza. Sooyoung simplemente se toma dos chupitos de soju seguidos, molesta por la repentina cercanía de esos dos.

Termina murmurando con Chaewon, preguntado si ella sabia algo de eso y la respuesta que obtiene le disgusta. Jiwoo le había dicho a la rubia hace un par de semanas que Soobin le había pedido que intentaran ser amigos otra vez. ¿Por qué no le había contado nada a ella?

—¿Por qué no jugamos a girar la botella para conocernos más? —pregunta Heejin cuando ve entrar a Soobin y Jiwoo en la sala nuevamente.

A Sooyoung le parece infantil, pero dice que sí por dos razones: la primera por qué de esa forma puede sacar toda la información que quiera y la segunda porque sabe que es el tipo de cosas que a Jiwoo le gustan. Todos a excepción de Hyeju se emocionan por la idea así que apartan la pequeña mesa que está frente al sofá y se sientan formando un circulo.

Sooyoung se acaba lo que queda de una botella de soju cuando ve a Soobin pegarse junto a su mejor amiga y se excusa diciendo que es para que la usen en el juego.

Casi todos son cobardes, prefiriendo decir la verdad y preguntando cosas tontas que les sacan risas que se extienden demás por estar bajo los efectos del alcohol.

—Por fin le toca a Hyeju —celebra Jiwoo y la otra coloca una sonrisita tonta que de normal no haría, todo producto del somaek—. ¿Verdad o reto?

—Reto, ya me cansé que me pregunten de mi inexistente vida amorosa.

—Besa a la persona más guapa de la habitación —le pide Jiwoo emocionada.

Hyeju no se lo piensa dos veces y le planta un corto beso en los labios a Chaewon, quien se ríe pero luego parece quedarse confundida. Sus amigas no se ven sorprendidas con su elección y los demás solo se dejan llevar por la emoción, coreando ruiditos infantiles y "ohhhs". La única que no dice nada es Chaewon, simplemente se sonroja cuando hace contacto visual con su roomie.

La botella se pone girar una vez más, dando como resultado que Sooyoung interrogue a Soobin. La mayor de inmediato sonríe con malas intensiones y el ambiente se vuelve raro, pero eso es algo que solo sus amigas cercanas pueden notar. Ademas de todo eso, ya se le puede ver un poco ebria.

—¿Qué tal lo llevas con Choi Yeonjun?

La pregunta es directa, tanto como la flecha de un arquero olímpico y es entonces cuando las demás se dan cuenta de qué sucede y Jiwoo frunce el ceño viendo directamente a Sooyoung. El chico solo frunce los labios pero recupera la compostura en unos segundos, sorprendiendo a la mayor.

—Ahora sale con un chico que va en segundo de tu carrera —murmura con molestia y rueda los ojos.

—Claro, con Beomgyu —dice la otra, observando atentamente como el nombre hace que el rostro de Soobin se vuelva mas amargo—. Tiene una interesante fama de rompe-hogares.

Sooyoung sabía perfectamente que ese chico por el que dejó a Jiwoo le había puesto los cuernos, no era un secreto para casi nadie de hecho, pero le gustaba escuchar al menor recitar su karma en voz alta. Se lo había ganado por romperle el corazón a Jiwoo, y aunque esta era muy noble para gozar un poquito de la situación, ella no lo era.

—Así es la vida —le dice el otro levantando los hombros, intentando mostrarse calmado—, por lo menos fue sincero conmigo.

Las ultimas palabras suenan a que le recrimina algo a Sooyoung, pero finge completo desinterés y se bebe lo que le queda a su vaso de somaek de un solo trago. Soobin ya no parece intimidado por la mayor, ahora parece irritado.

—Iré a fumar al balcón —anuncia colocándose de pie el muchacho.

—Yo te acompaño, Soobin —le dice Chuu, poniéndose de pie de un salto y saliendo junto a él.

La mayor quiere salir tras ellos, pero decir que ir a fumar también es una tontería ya que lleva toda la noche fumando en el interior del hogar y el simplemente decir que los acompañará quedará extraño. Realmente desearía tener una excusa para ir detrás de ellos, le hace sentir mal saber que están juntos y ajenos al resto. Comienza a ser raro también, y ojala pudiera deshacerse de esa pesadez en su pecho.

A su lado, los dedos de Hyeju tocan superficialmente su mano, se voltea a verle y esta la mira con un semblante compasivo. Tiene que recobrar la compostura y dejar de sobrepensar las cosas.

Se pone de pie y va a la cocina a buscar otra botella de soju. Aunque no tiene que hacerlo, le rellena a todas sus vasos y luego toma asiento en donde se encontraba hace unos momentos.

—Sooyoung, tienes una actitud completamente peculiar —le dice Hyunjin de la nada y se ríe cuando todas posan su mirada sobre ella—. Jiwoo tenía razón sobre ti.

—Yo creo que no —le dice Heejin y se mira de forma cómplice con la otra.

—¿A qué se refieren? —pregunta con curiosidad Sooyoung, dejando que sus impulsos sean guiados por la cantidad de alcohol en sus venas

Jinsol niega y detiene a Hyunjin antes de que esta hable otra vez. La mira con algo de reproche y luego le sonríe algo apenada a Ha.

—No molesten a Sooyoung —les dice y Hyunjin la mira con una decepción infantil en el rostro.

—Unnie —se queja la menor, siendo ignorada por completo.

—Me gustaría seguirla conociendo, y seguro que a Jiwoo también le agradaría —comenta y Sooyoung siente un pequeño chispazo recorrerle el cuerpo—. Deja de bromear con ella, dale un respiro.

La menor se cruza de brazos, pero no parece en lo absoluto molesta. Le regala una sonrisita a Sooyoung y eso le basta para entender que no tiene intención de dejar de molestarla pero a la vez se siente menos hostigada. La única que no cambia de actitud es Heejin, quien con las mejillas rojas por el alcohol la observa con cierta desaprobación. Son celos, Sooyoung lo sabe, no necesita ninguna otra clase de confirmación.

—Escuche el nombre de Sooyoung desde afuera —comenta Jiwoo, entrando a la sala con una sonrisa gigante— ¡Me alegra que se estén llevando bien!

Soobin, quien se encuentra justo detrás de Jiwoo, sonríe mirándola fijamente. Luce tonto a ojos de la mejor amiga de la pelirroja, pero en ese momento decide enfocarse más en la menor y lo linda que se ve con las mejillas cubiertas de rojo y con su gran sonrisa que esconde sus ojos. Ella luce preciosa. Es injusto que siempre luzca tan bonita.

—Hablábamos de qué nos pareció Sooyoung —le informa Hyunjin—. Oh, y Hyeju y Chaewon son absolutamente adorables, tenías razón.

—¿Adorable? —cuestiona la menor de todas, pero nadie le responde, solo Chaewon le regala una sonrisa.

Jiwoo posa su mirada sobre su mejor amiga y sonríe otra vez, haciendo que todas las demás sonrisas parezcan vacías en comparación a la suya. Sus ojos brillan como si estuviera viendo algo sumamente especial. A Sooyoung se le aprieta el pecho, un pequeño dolor la recorre por un segundo. La sonrisa de su mejor amiga la pone en un limbo.

—Sooyoung es la mejor persona del mundo —dice feliz la pelirroja—. Chae y Hyeju le dan alegría a mi corazón.

—Esa eres tú —le dice su rubia pequeña amiga conmovida.

—Por supuesto que esa eres tú —agrega Sooyoung, sintiéndose indigna de las palabras bonitas de la menor.

La noche comienza a pasar más rápido luego de eso. Piden cena y beben casi todo lo que queda de alcohol, entre pollo frito y risas, Jiwoo logra hacer que todos conversen entre sí. La guardia de Sooyoung baja por completo cuando su mejor amiga escoge pasar el resto de la noche a su lado. Se descubre conversando con Jinsol mucho porque se dan cuenta de que tienen amigos en común, le sigue el juego a algunas de las bromas de Hyunjin e incluso le pregunta un par de cosas a Heejin, descubriendo en el proceso que, como ya sabía, le gustan las chicas y que el afecto que guarda por Jiwoo es inmenso, ya que bajo sus propias palabras "mi vida después de comenzar la universidad sería deprimente sin Jiwoo", que el verla esforzarse hace que también quiera ponerle ganas a sus estudios, que siempre tiene palabras bonitas para ella... En fin, para Sooyoung, es una persona más que nota el precioso ser humano que es su mejor amiga.

Para cuando todos se van, casi son las 2:00 AM y ya Chaewon se encuentra dormida en las piernas de una semi despierta Hyeju.

—¿Te quedas a dormir? —pregunta la mayor a Jiwoo cuando cierran la puerta al terminar de despedirse de sus amigos.

—Claro que sí —confirma dejando escapar un bostezo—, pero vayámonos a la cama ya, tengo sueño.

Sooyoung asiente, pero antes de que se metan a su habitación le ofrece una manta a Hyeju, pero esta se niega para no mover a la rubia y dice que en un rato la despertará para que vaya a su habitación y aprovechará para pedirle una manta a ella.

Las otras dos se meten a la habitación de la mayor. Jiwoo roba una pijama negra pero calentita de uno de los cajones de su mejor amiga y no tarda nada en comenzar a colocársela. Se desvisten y cambian con tanta familiaridad que a Sooyoung se le escapa una sonrisa ladina, le gusta la confianza que se tienen y poder ver así a Chuu.

La menor tiene una piel blanquecina y una cintura pequeña, parece que muere de frio hasta que deja caer una camiseta negra y grande de Sooyoung sobre su figura y ese gesto le parece casi seductor a la mayor aunque sabe con seguridad que la intención de Jiwoo no era esa. Es increíble como de atractiva es y no puede creer por años lo ignoró.

—Jiwoo —le dice y esta se voltea justo cuando termina de hacerse una coleta, viéndola con sus ojos redondos y brillantes de la forma más atenta—, ven acá.

La menor va frente a la otra y se deja poner a horcajas sobre su regazo. No es como si no supiera que esas fueran sus intenciones, pero no deja de sentirse en la nubes cada vez que Sooyoung le da esa clase de atención. Se hunde en una espesa niebla cuando la comienza a besar y en tan solo instantes dejan de importar las demás cosas, porque no tiene sentido todas las preocupaciones y situaciones de la vida si en ese momento bajo sus besos y caricias se siente de una forma en la que no es capaz de recordar el porqué no están haciendo esto todo el tiempo. Es como si cada mordida sobre su cuello fueran ordenes de ponerla como su prioridad y ella solo sabe obedecer.

Jiwoo intenta empujar su lengua contra los labios de la mayor, quien se lo impide y le muerde el labio inferior, ganándose un tierno puchero como respuesta. Sooyoung se ríe de ella y besa su nariz antes de que la pelirroja diga algo, así logra su cometido de que la menor le regale una de sus bonitas sonrisas antes de sumergirse en otro intercambio de besos.

—¿Por qué no me invitaste a la exposición? —pregunta cuando siente a la menor explorar su cuello con su boca.

Los besos no paran pero intentando centrar su mente, la menor formula una respuesta entre besos ya que no tiene la fuerza para detenerse justo en ese momento.

—Ya iba con mis amigas y tú dijiste que no querías que te las presentara intencionalmente —articula mientras sus manos se deslizan bajo la ropa de Sooyoung, sintiendo como a su vez esta hace lo mismo.

La mayor murmura algo que suena como entre un vale y un sí pero Jiwoo no le entiende mucho ya que la está ayudando a posicionarse bajo ella en la cama. Es una pregunta rara la que le hizo, pero Sooyoung suele ser así de espontanea con lo que dice, con sus emociones e incluso con sus acciones. Es una caja de sorpresas pero eso solo le atrae más a Jiwoo, la hace única ante sus ojos.

—¿Y qué hacía el tonto de Choi Soobin ahí? —cuestiona nuevamente Sooyoung, con una voz firme pero realizando acciones suaves que confunden a la menor.

Una respuesta para esa pregunta tarda mucho más en hacerse presente. Las manos suaves pero determinadas de la otra le quitan toda la ropa que pueden sin deshacerse de la camisa negra, para que no pase frio, y paran en cada curvatura que se aparece en el camino, regalando caricias tan dulces que le hacen difícil comprender cómo es que sus acciones la hacen sentir tan bien y sus palabras que suenan tan rasposas y ligeramente malintencionadas la hacen sentir trastocada.

—Intentamos ser amigos otra vez... —dice la menor y antes de que pueda decir nada más su voz se ve ahogada por un gemido que sale de si misma.

—Está bien, suficiente de eso, perdón —le dice Sooyoung mientras reparte besos por su cuello y sus clavículas medio destapadas.

Antes de moverse por completo hacía la parte inferior del torso de la menor, Sooyoung detiene sus besos y sus manos, se aleja un poco para mirarla, regalarle una sonrisa y una caricia en su rostro. No hace falta que pida más disculpas por sus raras semi interrupciones, sus ojos se ven sinceros y Jiwoo solo quiere que vuelva a besarla con ese afán que siempre tiene en los labios.

—Lamento no haberte contado, es que sé que no te agrada —le dice pero Sooyoung le quita importancia plantando un corto beso sobre sus labios, ya no hay ningún rastro de dureza que confunda a la menor. Ya la mayor no quiere hablar de las cosas que le molestaron, puede apartarlo y dejarse llevar en el cuerpo de Jiwoo.

El beso corto las lleva a mucho más, pero por alguna razón la menor se queda con ese en particular grabado en su mente. Se sintió lleno de cariño, carente de pasión pero completo de un sentimiento que Sooyoung a veces desprende por segundos cuando la ve y si ese sentimiento en concreto fuera una luz seria una más potente que cualquier otra que desprende la más alta. Pero ese sentimiento no tiene nombre y alguna vez Jiwoo se ha encontrado dudado de si solo es un producto de su mente, sin embargo, escoge aferrarse a la idea de que Sooyoung está llena de cosas buenas que se camuflan.