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Capítulo 7
No te metas con el pico QingJing
A medida que Ning Yingying lo guiaba hacia donde se había desatado el mayor problema, Shen podía escuchar con mayor claridad las voces de sus discípulos peleando con los de BaiZhan. Su discípulo principal era al que más podía escuchar discutiendo, insultando de las maneras menos elegantes a los monos brutos de BaiZhan.
Mientras más cerca estaba, más fuerte se escuchaban los gritos y mejor podía ver el panorama. Cerca del límite entre BaiZhan y QingJing, dentro del territorio del segundo pico, estaban dos grupos de discípulos gritando y empujándose entre ellos. Dos discípulos mayores de QingJing intentaban mantenerlos controlados, pero los más jóvenes no parecían felices. Dos estaban en el suelo, uno era Luo Binghe quien tenía hierba y ramitas en el cabello, y el otro era Yang Chen quien tenía varios moretones y la ropa desaliñada.
Sin embargo, no eran los únicos. Shen notó que los otros discípulos de QingJing que gritaban y peleaban, también estaban desaliñados y golpeados. Eso solo lo molestó más.
—¿Qué está pasando aquí?—preguntó con fuerza, a pocos pasos de ellos.
Todos se quedaron callados al verlo llegar, pero Ming Fan fue quien se le acercó.
—Shizun ¡estos salvajes nos atacaron mientras recolectábamos leña! Ni siquiera cruzamos a su territorio y aun así nos golpearon. Luo shidi tiene el tobillo roto.
Shen frunció el ceño, mirando a los discípulos de BaiZhan antes de dirigirse a uno de los discípulos mayores.
—Ve por la gente de QianCao, ahora—apenas se marchó, Shen se dirigió a los discípulos de BaiZhan—. ¿Puedo saber por qué motivo atacaron a mis discípulos estando estos en el territorio del pico QingJing?
—Ellos empezaron. Si no se hubieran metido con nosotros, no los hubiéramos atacado.
—¡Lo que les hicimos hace meses se lo merecían!—gritó Mu Sheng quien se mantenía cerca de Yang Chen— ¡Ustedes empezaron, nosotros solo devolvimos el favor!
—¡Hazlo de frente entonces, cobarde! ¡Liu shishu tiene razón, en este pico solo se enseña a pelear de manera deshonrosa!
Shen tuvo que detener a sus discípulos, quienes querían arrojarse hacia los discípulos de BaiZhan para golpearlos.
—¡No insultes a shizun!—gritó Ling Yi— ¡Ven a pelear de frente, te demostraré que en este pico no hay lugar para los cobardes como en BaiZhan que solo saben atacar en grupo porque no son capaces de pelear de a uno!
—¡Tú!—cuando estaba por lanzarse a Ling Yi, el bruto mayor hizo presencia descendiendo de su espada.
—¿Qué está pasando aquí?—preguntó dirigiéndose a sus discípulos.
Antes de que estos pudieran responder, Shen lo hizo.
—Nada, solo que dejaste a tus monos sin domesticar sin correa. Y ahora tengo a un discípulo lesionado y otros magullados.
Liu lo miró como si Shen fuera una enorme molestia que prefería tener lejos. La próxima vez tendría que alertar a sus discípulos de que no fueran a su pico a dar problemas, así se ahorraría tener que verle la cara.
—¿Acaso tus discípulos no pueden defenderse? No tienen cuerpos muy diferentes.
¿Liu Qingge era ciego o ignoraba el hecho de que muchos de los integrantes de BaiZhan le llevaban hasta quince años de diferencia a sus discípulos de QingJing? ¡Incluso sus músculos eran muy diferentes!
—¿Y los tuyos no pueden dejar de buscar pelea con todos? No son perros rabiosos.
Shen sabía que no era del agrado de Liu, pero nunca entendió su terquedad a la hora de acusarlo por todo. Tenía el pensamiento muy simple, como un perro. Si creía que alguien era malo, entonces no habría lugar para que hiciera cosas buenas. Así que si algo malo pasaba, era culpa de la persona mala. Por lo único que llegó lejos en la secta era porque tenía talento con el cultivo y sabía hacer lo único que se requería hacer en BaiZhan: pelear. Si tuviera que depender de otro talento, hace mucho tiempo que Liu Qingge se hubiera muerto de hambre.
No podía entender a las personas así, ¿tan difícil era pensar un poco más profundamente?
Cuando Liu estaba por responderle, llegaron Mu Qingfan y Yue Qingyuan. Mu Qingfan había traído a un par de discípulos, más que acostumbrados a los problemas que BaiZhan ocasionaba, pero Yue vino solo. Durante ese tiempo había tenido que lidiar más veces con ambos maestros de pico de lo que hizo en toda su vida.
—¿Qué pasó aquí?
Esa debía ser la pregunta del día.
—Atacaron a mis discípulos—respondió Shen a Yue.
Mu Qingfan se dirigió primero a Luo Binghe, quien intentaba contener el dolor que sentía por su tobillo quebrado.
—No hicieron más que vengarse después de haber sido atacados deshonrosamente por los tuyos—replicó Liu.
—Lo que mis discípulos hicieron, los tuyos se lo tenían bien merecido. Ellos empezaron atacando, deben saber las consecuencias de sus actos.
—Si no incitaras a tus discípulos a atacar deshonestamente a los míos, ellos no habrían respondido de esta manera.
¿Es que qué imagen tenía Liu Qingge de sus propios discípulos como para decir esa estupidez? ¿Acaso pensaba que eran pobres ovejitas temblorosas que solo se defendían? ¡Eran unos imbéciles que solo pensaban con los músculos equivocados!
—¿Incitarlos a atacar? ¡Mis discípulos están hartos de que tus monos salvajes y descerebrados siempre los ataquen sin motivo alguno! Ellos solo se defienden de tus bestias.
—Ese es su método de entrenamiento, ¿de qué otra manera crees que podrían entrenar y volverse fuertes?—Liu apretaba la empuñadura de su espada, realmente enojado.
Shen apretó el abanico en su mano.
—¡Entonces que entrenen entre ellos y no se metan con mis discípulos! ¡Que los salvajes entrenen con los salvajes!
En cuanto Liu Qingge dio un paso al frente, dispuesto a comenzar una pelea física como el incivilizado que era, Yue se puso en medio de ambos para detenerlo. En cuanto el líder de secta intervenía, Liu Qingge se detenía. Como si creyera que todo lo que Yue hacía estaba bien, aunque a veces no estuviera de acuerdo.
Para él Shen y Yue eran dos polos opuestos y no entendía como Zhangmen shixiong lo "beneficiaba" tanto siendo el malo.
—Por favor, deténganse. No tiene por qué llegar esto tan lejos—dijo Yue, firme y grave—. Liu shidi, por favor, regresa con tus discípulos a BaiZhan. Sería bueno que por un tiempo QingJing y BaiZhan no se crucen, quizás así las cosas se enfríen un poco.
Liu no parecía conforme con la decisión, pero al final aceptó. Dándoles una orden a sus discípulos, se marcharon de ahí.
Sin darle tiempo a Yue de decirle algo, Shen se giró hacia Mu Qingfan.
—¿Cómo está?
Ning Yingying estaba con su shidi y con Yang Chen, cuidándolos y ayudando a los discípulos de QianCao a curarlos. Luo tenía una mirada de dolor mal disimulada en su rostro mientras le vendaban el tobillo hinchado.
—Aunque un tobillo roto no es bueno, no está tan mal como otros que ya he visto—dijo Mu Qingfan terminando de poner el vendaje—. En unos minutos el ungüento hará efecto y dejará de sentir dolor. Pero para su recuperación aconsejaría que Shen shixiong colabore en eso.
—¿A qué te refieres?
Mu Qingfan se levantó para poder hablar con Shen más cómodamente.
—Si Shen shixiong le pasa energía espiritual todos los días, de manera lenta y constante, su tobillo sanará en quince días. Sería una recuperación más rápida y podrá continuar con sus clases sin problemas.
No era un problema para Shen hacer eso. Ahora que su cultivo estaba mejorando, podría ayudar sin ningún problema a Luo Binghe. El caso era que para eso debería visitar al niño a los aposentos de los discípulos y no se sentía muy cómodo ahí. Desde que fue un discípulo que no se sentía cómodo durmiendo en ese lugar, donde todas las camas estaban separadas por dos metros de distancia como mucho. Tantos hombres en una habitación siempre le habían resultado mortificante.
[Misión: Dejar que Luo Binghe se quede en la casa de bambú.
Recompensa: 200 puntos B]
Quizás había otra cosa que podría hacer.
—Prepara el cuarto lateral en mi casa de bambú, será la habitación temporal de Luo Binghe hasta que su tobillo sane—comunicó a un discípulo mayor, este asintió y se marchó—. Gracias por tu ayuda y la de tu pico, Mu shidi.
Mu Qingfan parecía complicado tras haber escuchado su gratitud. Tenía sentido, en el pasado las veces que Shen dijo un gracias al maestro del pico QianCao fue más por educación que por sinceridad.
—No es nada, Shen shixiong, es el trabajo de este maestro ayudar a sus colegas. Además, ya es costumbre para mí lidiar con el desastre que deja BaiZhan.
Sí, Mu Qingfan desgraciadamente era visitado siempre por discípulos del séptimo pico. Al ser su pico QianCao orientado a la medicina, era normal que muchos discípulos terminaran ahí luego de haberse lesionado en una práctica. Pero los visitantes regulares de QianCao siempre eran los del pico BaiZhan, que cada hora enviaba uno o dos discípulos a revisar sus heridas.
Debía ser agotador lidiar con tantos idiotas todos los días.
Shen asintió y miró su alrededor. El discípulo mayor que se había marchado era el único capaz de cargar a Luo Binghe sin problemas. El otro discípulo mayor estaba ayudando a un par de discípulos más jóvenes a caminar para ir a los aposentos de los discípulos. Ning Yingying no parecía tener la fuerza para cargar durante varios metros a Luo y los del pico QianCao estaban ocupados dando instrucciones. Así que solo le quedaba una opción.
Metiendo el abanico en su manga, se agachó y cargó a Luo Binghe con cuidado, pasando un brazo por su espalda y el otro por debajo de sus rodillas. El niño se sonrojó por la posición, pero Shen no le dio importancia. ¿De qué otra manera podía llevar a alguien con el tobillo roto sin hacerle sentir dolor?
—Llevaré a mi discípulo a descansar, así podré ver a los demás después.
Mu Qingfan asintió como despedida y Ning Yingying se fue con Ming Fan y los demás para ayudarlos.
"Me diste otra misión, pero hasta el momento no escuché que me hayas dado los puntos de la anterior."
[Este sistema se disculpa, querido usuario, pero me distraje viendo todo lo que pasaba (*¯︶¯*)
+250 puntos B
+200 puntos B
+75 puntos de frescura
+100 puntos de afecto de Luo Binghe
+100 puntos de afecto de Ning Yingying
+30 puntos de afecto de Mu Qingfan
¡Sigue así, querido usuario, lo estás haciendo muy bien! \(≧▽≦)/]
Bien, al menos había recibido sus puntos.
—Shizun—llamó Luo Binghe. Shen solo hizo un hum en respuesta sin mirarlo—. Este discípulo puede caminar un poco si shizun lo ayuda.
—¿Y empeorar más tu lesión? No, gracias. Además así es más rápido.
Luo no dijo más y en su lugar se quedó callado y sonrojado, como una doncella tímida en brazos de su primer amor.
Estaban a pocos metros de la casita de bambú cuando Shen fue detenido por Yue.
—Xiao Jiu—Shen se giró a mirarlo, sus ojos con un brillo de molestia—. Qingqiu shidi—se corrigió—, por favor, ¿podemos hablar?
—¿Sobre qué?—preguntó bruscamente como hacía tiempo no hacía— ¿Sobre lo qué pasó? ¿Y para qué? ¿Harás algo al respecto?
—Qingqiu shidi, yo...—Yue suspiró—Liu shidi y tú tienen que dejar de pelear. Lo que pasó con sus discípulos...
—Es culpa tuya también—interrumpió Shen—. Detienes las peleas que siempre causan los de BaiZhan, pero nunca haces nada para corregirlos a ellos o a Liu shidi. Eres el líder de secta, no puedes dejar que un grupo de monos incivilizados molesten a los demás solo porque su pico es así. Así que si vienes hasta aquí para tener una conversación vacía, mejor vete. No me interesa saber nada más que no sea una solución a estos monos tontos que no sirven para nada más que golpearse entre sí.
Dio la vuelta y siguió adelante hacia su casita de bambú, dejando a Yue atrás. No necesitaba seguir hablando con él para no llegar a ningún punto. Tenía cosas más importantes de las cuales ocuparse que un líder de secta irresponsable.
Al llegar, el discípulo a quien había dado la tarea estaba terminando de arreglar la cama. Shen esperó pacientemente y cuando terminó acostó suavemente a Luo y se aseguró de que su tobillo estuviera en una posición cómoda.
—Quédate con él, iré a ver a los demás discípulos—pidió al discípulo mayor antes de mirar a Luo—. Descansa, mientras antes te cures, antes retomarás las clases.
—Sí, shizun.
Shen salió y fue a ver a sus demás discípulos. Todos estaban golpeados, pero no tenían nada roto al menos, lo que era un alivio. Ming Fan se veía disgustado y molesto, Shen lo entendía. Él se sentía igual con los monos del séptimo pico.
Tras asegurarse de que todos estaban bien, Shen salió y volvió a su casita de bambú para ayudar a Luo Binghe.
En su mente comenzaba a maquinarse un plan.
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Era de noche y todos sus discípulos estaban durmiendo. Pero no eran los únicos dormidos. Los de BaiZhan también descansaban mientras su maestro de pico estaba en una cacería nocturna. Y eso era más que bueno para el maestro de pico QingJing.
Metiéndose al séptimo pico sin ser detectado, Shen se dirigió a los aposentos de los discípulos y liberó una flor somnífera que había mantenido guardada hacía mucho tiempo. Nunca había pensado en usarla antes, solo la tenía para estudiarla y darle la información al pico QianCao. Bien, que Mu Qingfan lo perdonara, pero no planeaba estudiar nada ahora.
Los discípulos se durmieron más profundamente y por más que Shen caminó a sus lados o los tocó, no se despertaron. Era perfecto.
Usando un sello, pegó sus manos y pies a la cama durante tres días y tres noches. No les vendría mal quedarse en cama un tiempo, a ver si así aprendían a ser menos idiotas. También usó otro sello para mantenerlos callados la misma cantidad de tiempo, era bueno que aprendieran a no decir tantas estupideces también.
Salió de los aposentos de los discípulos y se dirigió a la armería del pico, donde estaban todas las armas para practicar. Sin excepción las tomó todas y las rompió. Si ellos podían romperles los huesos a sus discípulos entonces él podría romperles las armas. Total no las iban a necesitar en estos tres días. Y si querían entrenar entonces podrían usar solo sus puños.
Viendo su trabajo ya concluido, Shen se marchó satisfecho hacia su pico.
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Al otro día, como Shen ya sabía que pasaría, Liu Qingge llegó furioso a QingJing. Pero como ya lo esperaba, Shen abrió la puerta antes de que el mono bruto la destruyera de nuevo. Ya estaba vestido y con su abanico en mano, su rostro no mostrando más que indiferencia a la llegada de Liu Qingge a su pico.
—¡Shen Qingqiu! ¡Maldito bastardo!—gritó Liu bajando de su espada de un salto— ¡Como se esperaba de un ingrato como tú! ¡Atacaste mi pico mientras estaba afuera!
Con los gritos de Liu y todo el ruido que estaba causando, los discípulos comenzaron a asomarse. Incluso los que estaban recuperándose de sus heridas.
—No ataqué nada, solo les estaba enseñando una lección a tus discípulos. ¿No te lo dije antes? Si golpean a mis discípulos en mi pico entonces iba a castigarlos—dijo tranquilamente Shen abriendo su abanico.
Liu Qingge apretó los dientes como el animal salvaje que era.
—¡No es tu derecho golpear a mis discípulos!
—No lo sería si el maestro de su pico cumpliera su deber como su shizun.
Liu apretó la empuñadura de ChengLuan que brilló, en sintonía con las emociones de su amo. Shen apretó su abanico y con su otra mano preparó el selló para liberar a XiuYa. Lo sabía, lo sentía. Liu ya no solo pelearía verbalmente, esta vez iba a golpearlo.
Y fue así. Sacando su espada, Liu Qingge arremetió contra el maestro del pico QingJing. Shen, ya preparado, sacó a XiuYa para defenderse sin soltar el abanico.
La fuerza de Liu no podía compararse a la suya. El Dios de la Guerra era un talento innato, nacido para las batallas más duras. Shen había nacido para sobrevivir, defendiéndose de tipos como Liu que habían tenido todo en la vida. Nunca fue fácil, pero siempre había hecho lo posible por ganar.
Fácilmente Liu Qingge pudo deshacerse de XiuYa, así que Shen tuvo que usar su abanico para bloquear el ataque de ChengLuan. El abanico se agrietó por el impactó y Shen dirigió a XiuYa hacia Liu para separarlo de él. Antes de hacerlo, Liu le dio una patada en las costillas que dejó sin aliento al maestro de pico Shen.
Apretó los dientes, sentía el sabor metálico de la sangre en su boca, pero se obligó a que no saliera. El mono bruto era fuerte, no podía comparar su fuerza con la de él, pero Shen jamás podía admitir la derrota. No contra alguien que apenas sabía escribir bien su nombre.
Usando sus viejos trucos, envió un centenar de hojas de bambú hacia el Dios de la Guerra, quien parecía nunca estar preparado para esos ataques. Si sabía cómo peleaba, ¿por qué no se esperaba algo así? Era un idiota, sin duda alguna.
—¡Pelea como un hombre con honor, bastardo!—gritó Liu usando su espada para repeler las hojas.
¿Con honor? Eso solo podía decirlo un hombre que nunca antes había estado en una situación de vida o muerte. Alguien que nunca vivió para sobrevivir no podría entender a Shen Jiu.
Liu tuvo una familia, un lugar seguro donde vivir. No temía que alguien entrara por la noche a su habitación, a su cama, y lo tocara. No temía que de repente, por un mínimo error, fuera castigado con latigazos o palizas. Él no podía entender a Shen, no había manera de que lo hiciera.
No entendía lo que era pelear cada día de su vida para llegar respirando al siguiente.
Detuvo por muy poco el golpe de Liu Qingge, usando un sello en XiuYa para bloquear. El segundo ataque lo bloqueó con su abanico, pero estaba roto y por más energía espiritual que quiso ponerle no pudo evitar que se partiera en dos. Liu aprovechó eso y le dio un cabezazo que le hizo ver estrellas a Shen, dejándolo derribado en el suelo.
La sangre le hirvió de ira y vergüenza. Estaba permitiendo que un bruto como él lo humillara de esa manera en su pico y frente a sus discípulos. A la mierda todo. A la mierda la elegancia, a la mierda que sea un maestro de pico. Si Liu Qingge quería que luche, lo haría como la vida le había enseñado.
[Uy ( ͡° ͜ʖ ͡°)
*Pone música de batalla*
¡Usted puede, querido usuario! ¡Pártale su mandarina en gajos! (ง `∇')ง]
Se levantó del suelo, evitando que Liu Qingge notara lo que tenía en su mano. Cuando se lanzó a atacarlo, Shen movió esa misma mano y lanzó la tierra que había ocultado, directo a los ojos del Dios de la Guerra.
Liu gritó y lo trató de cobarde, pero ¿qué sabría un niño mimado como él? Claramente no sabía lo que era pelear de verdad.
Acercándose le brindó un golpe en el estómago y en cuanto se agachó un rodillazo en la nariz. Liu se hizo hacia atrás, buscando limpiar sus ojos para quitar la tierra de ellos, ignorando la sangre que caía de su nariz. Shen tomó una piedra del suelo, dispuesto a partírsela en la nariz a ese mono idiota. Liu levantó su espada, para defenderse y cortarle el brazo de ser necesario, cuando alguien se interpuso, tomando a ambos de las muñecas para detenerlos.
—Qingqiu shidi, Liu shidi, conmigo, ahora—pidió seriamente Yue Qingyuan.
[*Detiene la música*
No es justo, yo quería saber quién ganaba ಥ_ಥ]
Se preguntarán ¿habrá una pelea entre Shen Jiu y Liu Qingge? Y la respuesta es...Sí, la habrá, solo que deberán esperar para el capítulo 20 titulado BaiZhan vs QingJing: El duelo de dos maestros.
Pobre pico QingJing, deberían tener una materia especial que se imparta y sea de Defensa Contra Los Monos Brutos de BaiZhan. Facilitaría mucho jajajaja
El viernes 15 de septiembre estaré subiendo el capítulo 8 y el 9 de este fanfic. Los estuve viendo y el 8 es en realidad corto, casi como el 6, y el 9 es mucho más largo porque es el Duelo Anual de los Doce Picos, una escena que disfruté mucho de escribir, así como disfruto mucho de escribir a QingJing como una gran familia unida :3 Es que es tan bonito o(>u<)o
Nos vemos el viernes!!! besos :D
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