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45

Capítulo 45

CangQiong en llamas

La secta estaba en llamas. Decir que era casi una réplica del Abismo sin Fin no era del todo una exageración. El fuego envolvía cada rincón de la secta, los doce picos brillando intensamente y el calor extendiéndose cada vez más. Shen Jiu recordó lo que Luo Binghe había hecho con la secta. Parecía ser que el destino de CangQiong era prenderse fuego y quemarse hasta los cimientos.

Pero eso no era lo importante. No importaba si CangQiong se quemaba completa. Shen Jiu tenía cosas más importantes en las cuales pensar. Personas más importantes que salvar. No solo estaba Yue Qingyuan ahí, sino también once de sus discípulos.

—Binghe—llamó desenvainando a XiuYa—, busca a tus hermanos, asegúrate de que estén a salvo.

—Shizun, usted...

—Yo voy a estar...

—¡Shen shixiong! ¡Luo shizhi!—gritó Shang Qinghua.

Corría frenético hacia ellos, la ropa llena de manchas oscuras y los bordes quemados. Detrás de él iba Mobei-jun, usando su poder de frío para apagar las llamas que se acercaban al cuerpo del roedor de AnDing.

—¿Qué pasó?—preguntó tan pronto Shang Qinghua estuvo frente a él.

El moño de su cabeza estaba hecho un desastre, con mechones salidos por todas partes. Sus manos se movían frenéticas, con nerviosismo.

—¡Fuimos atacados!—exclamó Qinghua, se veía ansioso—¡No sabemos quién fue, pero cuando vinimos a ver, varios de los demonios que Luo shizhi había dejado para custodiar fueron asesinados y muchos de los discípulos fueron heridos! Sha Hualing junto a Qi shimei y su discípula principal están intentando poner a salvo a los discípulos que no están heridos.

—Junshang—dijo Mobei-jun mirando a Binghe—, las bajas fueron demasiadas. Casi todos los demonios que dejó a cargo fueron asesinados. Y los que no, están gravemente heridos.

Binghe frunció el ceño, disgustado con la noticia que su subordinado le daba. Shen Jiu no podía creerlo. Si Luo Binghe dejó demonios para proteger la secta entonces no eran demonios novatos, esos demonios deberían haberlos mantenido a salvo a todos. ¿Cómo fue que habían caído de esa manera? ¿Acaso Huan Hua había mandado un grupo de cultivadores a atacar? Pero de ser así, ¿a qué nivel estaban esos cultivadores para poder contra todos los demonios de Luo Binghe y los discípulos de CangQiong?

—Binghe, ve a ver los daños. Con Shang shidi iremos a ver a Zhangmen shixiong, necesito saber qué pasó aquí.

Binghe quería negarse, podía verlo por la manera en que apretaba sus labios y movía sus dedos.

—Shizun, ¿está seguro?

—No te preocupes por este maestro, estaré bien. Ve y asegúrate también de buscar a tus hermanos, ellos te necesitarán más que yo.

Binghe asintió, pero antes de irse, tomó la mano de Shen Jiu y la apretó.

—Si shizun necesita de este discípulo, solo llámeme.

Shen Jiu asintió y entonces Binghe junto a su subordinado de hielo se alejaron a través del fuego. Shen miró a Shang Qinghua, quien temblaba como una hoja mientras veía a su Señor Frío alejarse.

—¿Dónde está Qi-ge?—preguntó.

Shang Qinghua cambió su foco de atención hacia él.

—Está en el pico QiongDing—dijo mientras frotaba sus manos—. Esto es grave, yo nunca escribí algo como esto, ¿qué se supone que hagamos? Mi sistema no para de gritarme que me estoy saliendo de la trama ¡pero yo no hice nada! Lo único que estaba haciendo era ayudar a los demás a buscar sobre Sheng Qing y entonces...

—Qinghua, cállate y simplemente vayamos con Qi-ge.

No le importaba el parloteo de Shang Qinghua ni si esto formaba parte de la trama que escribió. Lo único que quería era llegar con Qi-ge y asegurarse de que estaba a salvo. No podía permitirse perderlo otra vez, mucho menos que usara a XuanSu. Lo mataría él antes de que Yue Qi usara esa maldita espada.

Corrieron hacia QiongDing mientras Shen Jiu usaba talismanes para repeler el fuego que amenazaba con quemarles la ropa o el cabello. Shang Qinghua parecía no llevar nada de eso con él, ahora entendía por qué se veía tan chamuscado. Si no fuera por el bloque de hielo que lo acompañaba seguramente se hubiera quemado vivo antes de llegar a él.

En QiongDing no solo estaban los discípulos de QianCao curando a los heridos que llegaban, sino también sus hermanos marciales, a excepción de Qi Qingqi. Liu Qingge junto a Wei Qingwei estaban protegiendo a los discípulos, repeliendo las llamas que no dejaban de crecer. Yue Qingyuan estaba ayudando a un par de discípulos que cojeaban, llevándolos con Mu Qingfan para que los ayudara. Shen Jiu corrió directo hacia él, dejando a Shang Qnghua atrás.

—¡Qi-ge!—gritó y Yue Qingyuan se dio la vuelta, dejando al discípulo con cuidado antes de acercarse también.

—Xiao Jiu, ¿qué haces aquí?

—CangQiong está siendo atacada, ¿crees que no vendré a ayudar? Mis discípulos están aquí, tú también. No puedo simplemente quedarme sin hacer nada.

—Aunque me guste verte aquí, realmente hubiera preferido que Xiao Jiu no se metiera en el peligro—Yue Qi suspiró—. ¿Cómo te enteraste de esto?

—Larga historia. Resumiendo, estábamos buscando una secta que podía ayudarnos con el Viejo Maestro de Palacio, pero fueron atacados y había una nota en su lugar que alertaba sobre esto.

No había que ser un genio para saber que Shen Jiu había sido llevado ahí a propósito por algún motivo que desconocía.

—Entonces solo querían atraerte hasta aquí—dedujo Yue Qingyuan, luciendo cada vez más preocupado—. Eso es malo, Xiao Jiu debe irse.

—¿Y dejarte aquí a que te hagas el héroe con XuanSu? Lo siento, pero no pasará.

—Xiao Jiu, si encontraste esa nota es obvio que alguien te quiere aquí. Fue una trampa, corres peligro quedándote.

—¿Y tú no? ¿Mis discípulos tampoco? Sé que me querían aquí, sé que es una trampa, pero no era capaz de negarme a venir sabiendo que tú y mis discípulos corren peligro. Además, soy el Señor del Pico QingJing, la segunda autoridad al mando luego de ti y el estratega de la secta. Como tal, no voy a dejar solo a Zhangmen shixiong, no cuando me necesitas.

En su primera vida intentó alejar a Yue Qingyuan para mantenerlo lejos del peligro, lejos de las manos de Luo Binghe. Y fracasó. Esta vez pelearía a su lado y se aseguraría de que ese idiota no hiciera nada precipitado que le costara la vida. Al final de cuentas, Yue Qi siempre sería un mocoso estúpido que se lanzaba de cabeza al peligro intentando interpretar el papel de héroe. Y él siempre iba detrás, asegurando su bienestar.

Había cosas que no cambiaban.

—Zhangmen shixiong—dijo Hei Qinghei acercándose con su espada en mano—, el fuego se extendió más y todavía quedan discípulos en los demás picos. Necesitamos ir por ellos.

—Ir por ellos ahora es peligroso—intervino Shen Jiu—. Si no planeamos algo posiblemente solo pongamos en peligro a más discípulos o a nosotros mismos.

—¡Tú!—gritó Qinghei, su ceño fruncido y su postura agresiva—¡Gracias a ti estamos sufriendo esto! ¡Si no te hubieras escapado de la prisión de agua nosotros no hubiéramos estado metidos en todo esto! ¡Te merecías estar ahí!

—Shidi—dijo Qingfu intentando calmarlo—, no es momento para esto ahora. Podemos hablar de esto más tarde, no ahora.

—Además—intervino Mu Qingfan—, Shen shixiong solo escapó de un juicio injusto. Él no cometió las cosas de las que fue juzgado.

—¡Pero sí cometió otras!—gritó Qinghei, se notaba tan harto de toda la situación, el estrés lo estaba consumiendo.

—Hei shidi—llamó Yue Qingyuan, su tono duro y severo—, Shen shidi fue acusado injustamente y como nuestro hermano marcial vamos a apoyarlo y ayudarlo. Si no estás de acuerdo entonces eres libre de marcharte y dejarnos lidiar con la situación sin complicarnos más de lo que ya estamos.

Hei Qinghei se mostró avergonzado, pero seguía teniendo algo de resentimiento contra Shen Jiu así que le dedicó una mirada de enojo antes de girarse para ir a ayudar a los discípulos heridos.

—Qi-ge—llamó Shen Jiu haciendo que la atención de Yue Qingyuan se desviara a él—, ¿qué pasó? ¿Cómo fue que CangQiong terminó así?

—Estábamos buscando lo que pediste, todos estábamos ocupados buscando archivos cuando empezamos a ver el fuego a través de las ventanas. Salí tan rápido como pude y lo vi. Fue una sola persona, un cultivador vestido de negro al que no pude verle el rostro. Él comenzó a propagar el fuego y cuando quise ir por él, desapareció sin dejar rastro.

—El subordinado de Luo Binghe le dijo que mataron a casi todos los demonios que dejó e hirieron a varios discípulos—informó Shen Jiu—. No sé quién pudo hacer algo así, pero el Viejo Maestro de Palacio está superando los límites.

Si el Viejo Maestro de Palacio estaba detrás de todo eso, entonces estaba superando cualquier límite que un cultivador normal tenía. No solo había asesinado a discípulos de otras sectas por motivos egoístas e infantiles, sino que también acusaba falsamente a otros por negarse a sus deseos. Era solo un viejo mimado que difícilmente aceptaría un no por respuesta. Tantas vidas puestas en peligro solo porque él era incapaz de aceptar que alguien le llevara la contraria o fuera mejor que él. Shen Jiu habría sido así, pero no se metía con todo el mundo ni perjudicaba a nadie más que no fuera la persona a quien odiaba. Y tampoco llegaba a hacer cosas de este calibre. ¡No destruiría una secta solo para encontrar al hijo de su antigua obsesión!

¡Ese viejo estaba demasiado malcriado!

—¡Cuidado!—gritó Shang Qinghua y pronto Shen se vio en el suelo, con el cuerpo de la rata de AnDing sobre él.

Yue Qingyuan se agachó a tiempo para esquivar las tres flechas que volaron hacia ellos. Cuando Shen Jiu se giró vio al cultivador de negro que había mencionado Yue anteriormente. Un arco en su mano mientras los miraba desde su espada.

Se levantó, tomando la mano de Shang Qinghua para levantarlo también y dejarlo detrás de él. La rata no sabía defenderse y no tenía a su princesa de hielo ahí para defenderlo. Por lo tanto, quedaba en la responsabilidad de Shen Jiu protegerlo.

—Zhangmen shi...

Las palabras de Mu Qingfan quedaron cortadas cuando vio el cielo. Shang emitió un chillido de roedor asustado y Shen Jiu se giró para ver.

Una lluvia de flechas iba hacia ellos. Tantas flechas, una cantidad tan abundante de flechas que era imposible esquivarlas. Shen se paralizó un momento, recordando la muerte de Yue Qingyuan en su primera vida. ¿Esta había sido la última imagen que vio antes de morir?

—Shen shixiong—dijo Shang Qinghua, sacudiendo su brazo para que reaccionara.

Desenvainó a XiuYa para crear una matriz que los protegiera. Sin embargo, justo en ese momento, Liu Qingge y Wei Qingwei se elevaron en el cielo y con un movimiento de sus espadas, desintegraron todas las flechas que se acercaban a ellos.

Qi Qingqi llegó en ese momento, volando en su espada y bajando apresurada.

—Zhangmen shixiong—dijo agitada, algunas partes de su ropa estaban chamuscadas y partes de su rostro tenían manchas oscuras de tierra—, nos están invadiendo.

Yue Qingyuan apretó los labios. Esta situación se estaba saliendo de control. No solo habían quemado la secta, sino que ahora también estaban invadiendo CangQiong. No solo los maestros, sino también los discípulos estaban corriendo peligro. Necesitaban hacer algo, tenían que luchar, tenían que pelear unidos. Tenían que defender su secta.

Tenían que defender el hogar de sus antiguos maestros.

Liu Qingge y Wei Qingwei volvieron al suelo, acercándose a ellos.

—Hay muchos cultivadores acercándose—informó Qingwei—. Los discípulos corren peligro.

—Tenemos que ir por ellos—dijo Cheng Qinggui—. Tenemos que protegerlos.

—Luo Binghe y sus subordinados se pueden encargar de eso—dijo Shen Jiu—. Nosotros tenemos que coordinarnos, no solo para protegerlos a ellos, sino para echar a esos cultivadores de nuestra secta. No podemos permitir que avancen más.

—No hay tiempo, tenemos que ir por los discípulos—dijo Hei Qinghei dando un paso hacia la derecha para marcharse.

—¡Tenemos que pelear juntos!—gritó Shen Jiu—¡Somos los doce maestros de CangQiong! ¡Tenemos que defender la secta!

—¡Lo que no tendríamos que hacer de no ser por ti!—Hei Qinghei, su ira finalmente estalló— ¡Todo esto es tu culpa!

—¡Hei Qinghei!—gritó Yue Qingyuan, mirando a su hermano marcial con el ceño fruncido—No es momento de comportarte de esta manera. Tenemos que defender CangQiong y para eso tenemos que pelear unidos.

—¿Y cómo pelearemos unidos si nadie confía en ese bastardo?—señaló Hei Qinghei— ¡Por su culpa estamos teniendo estos problemas!

—¡Abajo!—gritó Liu Qingge.

Todos se agacharon y entonces el Dios de la Guerra usó su energía espiritual para repeler el ataque de tres cultivadores que habían dispersado las llamas para ir por ellos.

Yue Qingyuan miró a XuanSu y tomó la empuñadura, dispuesto a sacarla de su vaina. Fue cuando recibió un doloroso tirón de oreja.

—Ni se te ocurra hacer eso—amenazó Shen Jiu—. O te prometo que de lo último que tendrás que preocuparte será de esos bastardos que quieren destruir la secta.

—XiaoJiu—suspiró el líder de secta—, bien, bien, no lo haré.

—Tenemos que unirnos para pelear. Si lo hacemos quizás...

Pero cuando vio, todos habían comenzado a luchar contra los cultivadores. Nadie se molestó en pensar en los demás, solo luchando para protegerse o proteger a los discípulos heridos. Pero nadie pensó en unirse a sus hermanos marciales para ganar. Cada uno de ellos tenían habilidades únicas, unidos podrían ganarles a todos esos bastardos. No eran señores de pico por nada, para empezar. Pero no, cada uno pensó que peleando individualmente lograrían hacer algo.

Lo dudaba, dudaba demasiado eso. En especial porque eran más cultivadores de los que Shen Jiu se hubiera esperado. Y eso obligó a Yue Qingyuan a alejarse para ayudar a Mu Qingfan a proteger a los discípulos heridos.

—Shang shidi—llamó Shen Jiu, manipulando a XiuYa para que los protegiera de los cultivadores que se acercaban—, ¿qué tan bien se te da lanzar talismanes?

—No se me da mal, solo que no tengo ninguno conmigo aho...—antes de que terminara, Shen Jiu le dejó un puñado de talismanes que sacó de su manga.

—Cúbreme—pidió sacando de su otra manga un abanico—, si hay algún ataque que no pueda evitar, lanza ese talismán. Yo te protegeré, si sacas tu espada solamente estorbarás.

—Sí, shixiong.

Por primera vez, a pesar de que seguía temblando, la mirada de Shang Qinghua era firme y decidida. Los talismanes en su mano se agarraron con fuerza y estaba preparado para ayudarlo. Shen Jiu sabía que las habilidades de AnDing con la espada eran malísimas, demasiado desastrosas como para permitir que Shang Qinghua se defendiera con la espada. Sin embargo, todavía podía ser capaz de utilizar sellos y lanzarlos sin problemas. En ese aspecto, los discípulos de AnDing podían ser de mucha utilidad. Quizás no eran buenos en combate directo, pero podían cubrir a sus compañeros si se les daba las herramientas indicadas.

Abriendo el abanico, Shen se resignó a tener que solamente luchar al lado de Shang Qinghua. No serían capaces de hacer nada por la secta, pero al menos podrían defenderse hasta encontrar una forma de echar a esos invasores.

Una espada voló hacia Shang Qinghua y Shen Jiu usó su abanico para cubrirlo del ataque. Una patada voló hacia el cultivador, que se alejó unos cuantos pasos de ellos. Eso le dio tiempo a Shen de mandar a XiuYa hacia él para atacarlo. Shang Qinghua lanzó un talismán a un cultivador que estaba por atacarlo y repelió el golpe. Sí, un buen trabajo en equipo. A pesar de que Shen Jiu realmente no era muy fanático de trabajar en equipo.

Con su abanico envió una ola de energía que levantó hojas, lo que fue una ventaja para él. Usando energía espiritual para manipularlas, las envió como pequeñas navajas hacia los cultivadores frente a ellos. Shang Qinghua no lanzaba, para su fortuna, los talismanes porque sí. Realmente esperaba el momento justo para no desperdiciarlos. Era inteligente, había que darle crédito por eso.

Esquivó un ataque, moviendo su cabeza para evitarlo. La espada pasó muy cerca de su rostro, pero no llegó a cortarlo. XiuYa voló a su mano y empuñándola, la usó para cortar la cintura del cultivador. La sangre manchó las túnicas y el hombre comenzó a gritar por el enorme corte que su espada le había hecho. Profundo y largo. XiuYa era más filosa de lo que parecía.

En medio de su lucha empuñando su espada, Shang Qinghua se vio obligado a usar más talismanes para protegerlo y protegerse de los ataques de los demás cultivadores. Sin embargo, eso solo causó que se quedara sin talismanes para ayudarlo por lo que, si Shen Jiu no era capaz de defenderse de un ataque, entonces o recibiría el ataque o bien encontraría un método poco convencional para protegerse.

—¡Shen shixiong!—llamó Shang Qinghua.

Y tomando un puñado de hojas del suelo, las lanzó al cielo. Shen entendió y pronto usó su energía espiritual para golpear a los cultivadores que lo rodeaban con las hojas y alejarlos de él. Con una espada en mano y el abanico en otra, giró en una especie de danza que alguna vez vio realizar a madame Lin cuando era más joven. La espada se movió y en un arco horizontal cortó a dos cultivadores mientras que su abanico lanzó una ráfaga de energía que hizo retroceder a otros dos cultivadores.

No duraría así por siempre. Tenían que hacer algo. Luchar juntos podría simplificar todo. Wei Qingwei y Liu Qingge tenían una buena ofensiva, pero luchando por separado no conseguirían nada. Si combinaran fuerzas podrían hacer más juntos. Incluso uno de ellos sería más útil para defender a Shang Qinghua que el mismo Shen Jiu.

—¡Shixiong!—el gritó de Shang Qinghua vino acompañado de horror.

Por el rabillo del ojo Shen Jiu apenas fue consciente del brillo de una espada muy cerca de él. Se dio la vuelta tan rápido como pudo para usar su abanico para bloquear el ataque. Pero sabía que había sido tarde, la espada lo iba a cortar y él no llegaría a hacer nada a tiempo.

Tres espadas chocaron en ese momento, dos de ellas bloqueando el ataque. Shen Jiu se sorprendió doble porque jamás hubiera esperado que Shang Qinghua, con su escasa fuerza y poca destreza con la espada, hiciera el intento de defenderlo. Siempre lo había visto temblar en un rincón, esperando que alguien lo protegiera. Sin contar que había sido el autor de su historia, quien lo escribió como un villano cruel sin corazón que terminó convirtiéndose en una vara humana. Lo hizo el malo y ahí estaba el autor, protegiendo al villano de su historia.

Sin embargo, no lo hizo solo. Chen Xiaoyun estaba ahí también.

—¿Qué haces aquí?—preguntó girándose para bloquear un ataque.

—Recordé la conversación que tuve con laoshi antes de salir. Ella se hubiera decepcionado mucho de mí si dejaba al maestro Shen solo. Era mi trabajo acompañarte en todo momento, sin importar lo que pasara en el camino—dijo ella y, con movimientos típicos de QingJing, luchó a su lado—. No fue fácil, pero al menos llegué a tiempo.

—Gracias—dijo Shen Jiu, no solo a ella sino también a Shang Qinghua, quien al escucharlo simplemente negó con la cabeza, nervioso.

—Ni siquiera hice mucho. Si ella no hubiera llegado estoy seguro de que el golpe te hubiera llegado, Shen shixiong.

—Aun así, me ayudaste—Shen Jiu apretó el abanico y moviéndolo con fuerza, alzó unas cuantas hojas con una ráfaga de energía y las envió volando hacia sus oponentes.

Chen Xiaoyun se movió a su alrededor, combinando sus ataques con los de Shen mientras Shang Qinghua evitaba estorbar. Su espada no era tan poderosa y aunque la empuñara, apenas lograría hacer algo. Era algo que hasta él mismo sabía, pero sin otras herramientas con las cuales pelear solo podía valerse de su espada.

Tenían que asesinar a esos cultivadores. Seguir luchando de esa manera no llevaría a nada. Y si tenía que ser sincero, ellos se lo habían buscado por atacar CangQiong. Aprovechando un ataque de Xiaoyun, saltó hacia un cultivador con XiuYa en mano para cortarle la cabeza. Sin embargo, antes de siquiera poder bajar su espada, ondeando en un arco mortal, Shen fue repentinamente agarrado del cuello. Una filosa espada en su cuello.

—¡Maestro Shen!—gritó Xiaoyun asustada.

—¡Alto!—gritó el cultivador que tenía a Shen del cuello—¡Maestros de CangQiong, deténganse en este instante!

No solo ellos se detuvieron, sino también los cultivadores que peleaban con ellos. Shen Jiu vio el miedo en los ojos de Yue Qingyuan, el terror en ellos al ver a Xiao Jiu siendo apresado por el enemigo. Liu Qingge apretó los labios, su mano apretando con fuerza la empuñadura de ChengLuan. Algo parecido pasaba con la expresión de Mu Qingfan, quien parecía querer acercarse a ayudar. Los demás se debatían entre seguir luchando o quedarse en sus lugares.

—Bien hecho—dijo el cultivador que lo sostenía, el filo de la espada muy cerca de su cuello—, si hubieran hecho eso desde el principio, no hubiéramos llegado a este punto.

—Suelta a Shen Qingqiu—pidió Yue Qingyuan, dando un paso al frente—. No sé qué busque el Maestro de Palacio con todo esto, pero sería bueno que se detuviera. Si mata a alguno de nosotros, solamente ganará una guerra.

—¿Matar?—el cultivador rio, Shen Jiu sintió su aliento en su oreja—Nadie matará a nadie...a menos que me obliguen. Si no se rinden, quizás deba empezar a matar a alguien.

El filo presionó un poco más y fue cuando Xiaoyun saltó para ayudarlo. Fue un movimiento impulsivo e imprudente, y terminó por ser detenida por tres cultivadores, su brazo herido por una de esas espadas que bloquearon su ataque.

—No te metas en esto—dijo Shen mirándola—. O no solo tu laoshi se enojará contigo.

Ella apretó los dientes, mirando con enojo al cultivador que mantenía prisionero a Shen Jiu. Shen Jiu intentó pensar en alguna manera de librarse de ese cultivador, de ganar alguna ventaja para que Yue Qingyuan no se viera obligado a tomar una decisión que no quisiera tomar. No quería dejarlo en esa posición.

Estaba intentando pensar en algo, buscando todas sus posibilidades, cuando el filo apretó más su cuello. Sintió un hilo húmedo descender y por la mirada de Yue Qingyuan, debió haber sido cortado por el filo de la espada. La sangre goteaba por su cuello y mojaba sus blancas túnicas.

[¡Usuario!]

El sistema parecía realmente asustado por lo que le estaba pasando a Shen Jiu. Realmente esto no debió haber estado planeado, este cultivador de negro no parecía ser nadie que conociera. Ni siquiera podía recordarlo de su primera vida. ¿Habría sido algún seguidor de Luo Binghe? ¿O algún subordinado de Luo Binghe? ¿Quién era?

Repentinamente, Liu Qingge arrojó su espada al suelo, frente a los pies del cultivador de negro y Shen Jiu. Obligado por la circunstancia, se arrodilló frente a ellos mostrando su rendición. Seguido a él, le siguió Yue Qingyuan y Shang Qinghua, arrojando sus espadas y arrodillándose. Shen Jiu no quería que se llegara a esto. No, no, no podía pasar.

Mu Qingfan, Qi Qingqi, Wei Qingwei y los demás arrojaron sus armas y se arrodillaron, los once maestros de pico rendidos ante un cultivador sin cara.

Una intensión asesina se acercó a ellos, o bueno, dos intensiones asesinas. Prácticamente volaron hacia donde estaban, derribando a los cultivadores para llegar. Pero antes de poder ayudar, de poder hacer algo, una espada se interpuso frente a ambos, repeliendo con éxito a XinMo.

Una espada capaz de repeler a XinMo...eso no era normal. ¿Quién carajos era este cultivador? Una espada larga y cuya empuñadura tenía un brillo peculiar, logró detener a XinMo y hacer retroceder a Mobei-jun, cuyos ataques de hielo no llegó a ellos.

No, esto no era bueno en absoluto.

—Hora de irnos—susurró el cultivador a su oído.

Y luego, todo lo que Shen Jiu supo fue que había perdido la consciencia. 


Se llevaron a nuestro JiuJiu, ¿quién creen que lo haya hecho? 

Los maestros de CangQiong no aprendieron nada de My Little Pony, no saben que con el poder de la amistad hubieran podido ganar, se van a llevar un cero a casa por tontos (?

No sé si Shang Qinghua tenía habilidad para los talismanes jajaja pero teniendo en cuenta que con la espada era un desastre, creí que sería más útil lanzando talismanes. Los talismanes para golpear, entre otras cosas, solo deben ser lanzados, quizás con un poco de energía espiritual, así que creo que Shang Qinghua podría haberlo hecho sin problemas. Aunque temblaba y parecía estar asustado siempre, era capaz de enfrentarse al peligro si así se requería. Solo que nunca tenía buenas herramientas para hacerlo, siempre hacían que dependiera de su espada y Shang Qinghua era un desastre con la espada JAJAJA

Mañana se viene el capítulo que más amé escribir de todos: Capítulo 46: Los 12 picos unidos: Guerra contra Huan Hua

Lo que se viene, ya lo verán. Hay de todo un poco jajajaj Pero lo disfruté como no se dan una idea. Es un capitulo de 7 mil palabras, donde habrá mucha pelea, como su titulo ya adelanta será CangQiong contra HuanHua uwu Lo que siempre quise leer en SVSSS y nunca pude TTnTT

Nos vemos!!! besos :D

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