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Capítulo 29

La Conferencia de la Alianza Inmortal: El cierre del Abismo sin Fin

Cuando el Abismo se cerró, el calor sofocante que irradiaba desapareció. Shen se acercó a los restos de ZhengYan y, rompiendo una de sus anchas mangas, la usó para envolver los trozos y llevarlos de nuevo a QingJing. El chico conseguiría una espada mejor y ya no necesitaría esa, pero de igual manera necesitaba llevársela. No iba a devolverla a WanJian, esa espada pertenecía a su pico, igual que Luo Binghe.

Ming Fan y Ning Yingying se quedaron en silencio, sus expresiones ensombrecidas y tristes.

—Shen shixiong—dijo Liu Qingge llegando a la escena.

Al menos había llegado ahora y no antes, cuando todavía podía ver el sigilo de Binghe.

—Shixiong—dijo Mu Qingfan descendiendo de su espada y acercándose a él al ver sus heridas—, ¿qué ha pasado? ¿Están todos bien?

Y fue cuando ambos notaron la parte de sus túnicas con los restos de una espada.

—Luo Binghe...murió—dijo con la mirada baja.

Un sentimiento amargo en su garganta. A pesar de saber que el niño estaría bien eso no quitaba el malestar de haberlo enviado al infierno mismo.

—Shixiong, lo siento—murmuró Mu Qingfan mientras lo sostenía de la muñeca para pasarle energía espiritual.

—Mis otros discípulos, ¿alguno los ha visto?—preguntó Shen mirando a ambos maestros de pico.

Mu Sheng, Lu Song y Yang Chen se habían separado de Ning Yingying. Habían quedado solos en medio del campo de batalla y Shen no había sabido más de ellos.

—¡Shizun!

Los tres niños se acercaron a ellos, todavía vivos. Solo Mu Sheng parecía estar herido, cojeando mientras Lu Song lo ayudaba a caminar.

Ming Fan y Ning Yingying se acercaron a ellos, prácticamente lanzándose a abrazarlos. Quizás buscando consuelo tras haber perdido a su shidi.

—¿Y Luo shidi?—preguntó Yang Chen.

El silencio se extendió en todos. Pero al ver las caras sombrías de sus compañeros, los tres chicos lo supieron.

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Mu Qingfan lo curó, vendando sus heridas que terminarían de cerrar en unas semanas. Sus discípulos esperaban para regresar a QingJing mientras él verificaba las pérdidas ocurridas durante ese ataque demoniaco. Shang Qinghua, de quien avisó que estaba desmayado en unos arbustos, estaba lidiando con el peor de los sermones por ser una de las personas encargadas de la organización. Todos aquellos que habían perdido discípulos lo estaban culpando, pero Yue Qingyuan salió en su defensa, no creyendo que Shang tuviera algo que ver en todo eso. Pobre iluso.

Shen no hizo nada para ayudar a Shang Qinghua, resentido por su participación en la abertura del Abismo. Sabía que era necesario, que tenía que lanzar a Luo Binghe ahí sí o sí, pero eso no quitaba el hecho de que seguiría enojado con ese roedor de igual manera.

La cantidad de muertes había sido elevada. Al menos la mitad de los niños que fueron, ya no regresarían. Había sido uno de los peores ataques durante la Conferencia de la Alianza Inmortal. Ni siquiera Wu Yanzi había llegado a matar a tantos niños durante la Conferencia en la que se infiltraron. Pero en esta ocasión, las pérdidas fueron demasiadas.

Cuando terminaron con todo, Shen fue con sus discípulos y les comunicó que ya regresarían a QingJing. El caballo que Luo Binghe había usado lo llevaría Ming Fan. Shen notó que desde que Luo se había arrojado al Abismo, Ming Fan no había dicho una sola palabra. Completamente en silencio y cabizbajo, apenas siendo capaz de indicarle con señas a sus compañeros a dónde debían ir. Ning Yingying tuvo que tomar parte del rol para poder ayudar a sus compañeros. Shen sabía que ella no se sentía mejor que Ming Fan, pero era una mujer fuerte y estaba intentando serlo para sus hermanos marciales.

Todos estaban intentando mantener sus piezas unidas.

Al llegar a QingJing, a pesar de que era ya de noche, todos los discípulos que no fueron estaban esperando afuera a que sus compañeros y maestro llegaran tras escucharlos en el camino. Las sonrisas con las que los recibieron desaparecieron al ver que, en lugar de seis, habían vuelto cinco. Y las expresiones de todos no eran nada buena.

Ling Yi se adelantó y abrazó a Ming Fan cuando este se acercó. Chen Mei y Chen Lin se acercaron a su shijie, abrazándola entre las dos para darle consuelo. Los tres shidis que siempre seguían a Binghe, Ying Yao, Zhao Luping y He Xian, se acercaron a Yang Chen para abrazarlo y comenzar a llorar. Buscando consuelo por la pérdida de su shixiong favorito. Zhang Hua y Wu Ling se acercaron a Lu Song quien se veía apagado y realmente carente de energía como no era lo usual.

Los discípulos mayores se quedaron consolando a los demás discípulos. Solo uno de ellos se acercó a Shen.

—Shizun, ¿necesita algo?—preguntó suavemente.

Shen Jiu negó con la cabeza.

—Iré a descansar.

—Por supuesto.

Y se marchó, dejando al montón de adolescentes consolándose entre sí.

"Esto es tu culpa."

[Yo solo hago mi trabajo (╥﹏╥)]


La noche estaba a la mitad y Shen descubrió que no podía dormir. No había manera en que pudiera hacerlo luego de todo lo que había pasado. Las memorias de su primera vida habían resurgido una vez más, trayendo viejas imágenes que hacía tiempo no lo atormentaban en sueños. La decepción de su discípulo al ser traicionado por su maestro, un maestro que nunca le dio indicio de apreciarlo ni una vez. El regreso de ese discípulo, más poderoso, más grande. El dolor que esas manos le causaron, arrancando sus extremidades como si fuera un asqueroso insecto.

No pudo soportar estar mucho tiempo acostado. Así que, colocándose una simple túnica exterior, salió a caminar para calmar su mente y descansar unas horas. El bosque de bambú siempre lo había tranquilizado, aunque pocas veces lo había ayudado a dormir.

El silencio del pico solo demostraba que los demás discípulos estarían en sus camas, descansando luego de la horrible noticia que trajeron de la Conferencia. Ellos habrían esperado algo bueno, como que habían ganado los primeros lugares o algo así, no que habían perdido a un compañero. Se suponía que se irían todos y volverían todos.

Dentro de la tranquilidad del bosque de bambú, escuchó murmullos. Los pasos de Shen nunca fueron ruidosos, eran tan ligeros que apenas podían llegar a notarse, así que los murmullos no frenaron. Había dos personas conversando y mientras agudizaba sus oídos, Shen se acercó más a las voces.

Estando a unos pocos metros los vio: eran Ming Fan y Ning Yingying.

—No tienes que culparte de nada—murmuraba Yingying, por lo que Shen veía ella estaba sosteniendo la mano de Ming Fan.

—Pero...es mi culpa—la voz de su discípulo estaba rota, todavía debía estar llorando—. De haber sido más fuerte...tal vez hubiera podido defender a Luo shidi. Ellos no...no se hubieran metido con él...si tan solo yo...yo...Solamente le di una espada, ¿de qué sirve una espada en ese lugar?... Soy tan débil...Necesito ser más fuerte.

—Ninguno de nosotros era capaz de hacer algo. Ni siquiera shizun y si shizun no era capaz de proteger a Luo shidi, ¿qué nos hace creer a nosotros que podríamos hacerlo?—dijo ella, acariciando el cabello de Ming Fan— Para ti es una espada, para Luo shidi es una promesa de regresar. Él sabe que debe volver para devolverle a su shixiong lo que le pertenece.

—Debí ser más fuerte...—insistía Ming Fan, incapaz de aceptar lo ocurrido—Pero lo único que pude hacer fue aceptar que Luo shidi se arrojara a ese sitio. Soy su shixiong, se suponía que debía defenderlo, protegerlo, y no lo pude hacer. Le fallé a mi shidi, le fallé a shizun. No soy digno de ser el discípulo principal de QingJing.

Yingying repentinamente tomó su rostro para que la mirara. Incluso en la distancia, Shen podía sentir su molestia por esas palabras.

—No vuelvas a decir algo así nunca más, ¿me escuchaste, Ming Fan? Tú eres el mejor discípulo principal de todo CangQiong. Tal vez te fuiste del camino en el principio, pero supiste retomarlo y ahora eres el hombre digno que este pico necesitará en un futuro. No eres débil, el débil se rinde ante la adversidad, tú no lo haces. A pesar de los golpes, de los fracasos que tuvimos en estos años te levantaste y ayudaste a tus hermanos marciales a levantarse para luchar y ser mejores. ¿O quién fue el que tuvo la iniciativa para empezar a hacer planes contra BaiZhan para hacer que dejen de molestarnos? ¿Quién encontró a ese demonio desollador hace años y ayudo a sus compañeros y maestro a salir bien? ¿Quién es conocido como la espada BaiYe, Cegadora de Demonios?—Yingying se inclinó, apoyando su frente contra la de Ming Fan— ¿Quién no se rendirá y se volverá más fuerte para proteger a Luo shidi cuando vuelva?

Ming Fan puso sus manos sobre las de su shimei. Las lágrimas seguían descendiendo por sus mejillas, pero ya no se veía tan atormentado como antes.

—Mi Yingying es mucho más fuerte de lo que este tonto será siempre—sonrió Ming Fan.

—Por supuesto, por eso me necesitas—bromeó ella de forma suave y dulce sin separarse de la frente de Ming Fan—. A mí también me duele lo de Luo shidi, duele como no te imaginas. Pero sabía lo que sentirías y...he aguantado porque sabía que me necesitarías.

La voz de Yingying tembló y pronto las lágrimas que no había derramado, cayeron en cascada. Ming Fan se separó de ella y la abrazó, ocultándola en su pecho siendo ahora él quien la consolara a ella.

Los hombros de Yingying temblaron mientras lloraba contra el pecho de Ming Fan, intentando hacer el menor ruido posible. Él acariciaba su espalda y dejaba pequeños besos en su cabello. Shen no pasó desapercibido ese trato, uno que no había visto antes en sus discípulos.

Yingying tardó en calmarse, pero al hacerlo se quedó un momento contra el pecho de Ming Fan, como si todavía necesitara de su calor para su consuelo.

—¿Sabes? Antes de la Conferencia shizun me preguntó si creía que todos los demonios eran malos—hizo una pausa mientras acariciaba el cabello de Yingying—. En ese momento, respondí que no había conocido a ningún demonio bueno. Pero me equivoqué porque sí conocí a un demonio bueno.

—¿Crees que shizun lo hubiera sabido?—preguntó suavemente Yingying separándose ligeramente del pecho de Ming Fan.

—Posiblemente. Tal vez por eso estaba nervioso—razonó Ming Fan—. Creo que...no puedo pensar como las demás sectas. Yo...no puedo creer que todos los demonios sean malos. Tal vez nos equivocamos, no todos los demonios son crueles, Luo shidi no lo era. Era un chico muy dulce y cariñoso, como Yang Chen, y solo se vengaba de aquellos que le hacían daño a él o a sus hermanos marciales. No era muy diferente a un humano. No somos muy diferentes al fin de cuentas.

—No creer que todos son malos, es una linda forma de creer—opinó Yingying—. Solo hay que saber distinguir quién es malo y quién es bueno para no cometer un error. Nuestro trabajo como cultivadores, después de todo, es asegurarnos de controlar el mal y hacer la vida de los demás más fácil—ambos se quedaron en silencio un momento—. Espero que Luo shidi esté bien.

—Lo estará...—Ming Fan desvió la mirada, frunciendo el ceño—Tal vez si hubiera ido con él...

—No hubieras podido hacer nada. Solo hubieras sido un estorbo—dijo Shen haciéndose notar.

Sus discípulos se separaron y lo miraron sorprendidos. Yingying secó las pocas lágrimas que tenía en sus mejillas y Ming Fan hizo lo mismo.

—Shizun, no sabíamos que estaba despierto—dijo su discípulo, intentando aparentar que no había estado llorando momentos antes.

—Yo tampoco sabía que ustedes lo estaban—comentó acercándose a ellos—. No te culpes de lo ocurrido con Luo Binghe. No eres débil. Si tú eres débil, ¿qué soy yo? Tampoco podía proteger a Luo Binghe. Nuestra única opción era dejarlo caer al Abismo, siendo mestizo sobreviviría a la caída y a las pruebas que pasará ahí. Entrenará también su lado demoniaco así que no es tan malo. Solo se fortalecerá para que nadie pueda hacerle daño.

—Shizun...—Ming Fan bajó la cabeza, todavía en conflicto con lo ocurrido con Luo Binghe—este discípulo...piensa que tal vez si hubiera sido más fuerte...

—¿Qué hubieras hecho?—lo cortó Shen— Esto no se trata solo de fortaleza física. No se hubiera entrado a una lucha a menos que hubiera sido necesario. Luo Binghe habría sido juzgado por las cuatro grandes sectas y por sectas menores, ¿qué hubiera podido hacer un discípulo principal de uno de los picos de la secta?

—Soy discípulo principal de QingJing, el segundo pico de CangQiong.

—Y tu maestro es el pervertido, lascivo y bastardo Shen Qingqiu—le recordó—. Por más buen maestro que creas que soy, todavía los rumores existen y tienen mucho peso para los demás. Si Luo Binghe se hubiera quedado, ni siquiera yo hubiera podido hacer algo para protegerlo porque mi palabra no vale nada por más maestro que sea. Solo cambiarán mis palabras y me harán ver como un cultivador deshonesto que practicaba la cultivación demoniaca.

—Pero shizun no es así—dijo Ning Yingying, indignada por esos rumores.

Ella los conocía, Shen Jiu lo sabía bien. Solo que ella jamás decía nada.

—No importa si soy o no así, a ellos solo les importará desprestigiar a CangQiong y no les importará usar a un chico de diecisiete años para eso—Shen suspiró—. Lamentarse ahora por lo que se hizo ya no importa. Todo lo que tenemos que hacer es seguir adelante, hacernos fuerte para cuando Binghe vuelva y estar preparados para los posibles problemas que podrían venirse si alguien descubre la verdad—acercándose a Ming Fan, Shen puso una mano en su hombro—. No menosprecies lo que has hecho. No cualquiera le hubiera dado su propia espada a alguien que posiblemente termine por romperla. Lo que hiciste, Luo Binghe lo valorará, tenlo por seguro.

Aunque sabía que Ming Fan no iba a dejar de sentir que hizo poco por Luo Binghe, de todas formas, lo vio sentirse más aliviado con sus palabras. Al menos por el momento.

Tanto él como Ning Yingying se inclinaron ante él, ahuecando su puño en su mano.

—Shizun, prometo que me volveré más fuerte para defender a Luo shidi—dijo Ning Yingying.

—Shizun, este discípulo promete lo mismo—dijo Ming Fan.

Ambos inclinados ante él, como si fueran dos discípulos pequeños recién ingresados a la secta. Pero ya no eran pequeños, de eso estaba seguro Shen. Eran dos adultos dispuestos a defender a su compañero, sin importar el problema que se les viniera encima.

Shen sonrió de manera suave y casi imperceptible.

—Este maestro está orgulloso de ustedes.

Ambos alzaron la mirada, ambos sorprendidos. Pero pronto esa sorpresa dio paso a una felicidad genuina que estaba casi al borde de las lágrimas.

Shen suspiró, par de dramáticos.

[Este sistema también se emocionó (。T ω T。)]

Trío de dramáticos.

—Volvamos, tienen que descansar—murmuró Shen dando media vuelta—. De paso en el camino me podrían contar más sobre su relación.

No los veía, pero estaba seguro de que ambos estaban rojo brillante.

Shen sonrió, a veces era divertido ser maestro. 


¿Ning Yingying y Ming Fan están en pareja? La respuesta es sí, desde hace un tiempo. 

Ming Fan logró en este fic lo que no logró en SVSSS jajaja Al fin conquistó el corazón de Yingying :3

Si, nadie estuvo bien por esto. En esta ocasión, el pico QingJing estará de luto. No solo Shen Qingqiu estará como una viuda, sino todo el pico jajaj

Mañana capítulo 30: La ausencia del discípulo mestizo

Nos vemos!!! besos :D

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