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28

Capítulo 28

La Conferencia de la Alianza Inmortal: Se abre el Abismo II

Shen se apresuró a llegar donde Luo Binghe y Ming Fan estaban. Para eso usó el arroyo. Si lo seguía encontraría a sus discípulos más rápido. Solo esperaba que al llegar al menos ellos estuvieran a salvo. Los demás podrían estar muertos, pero Ming Fan y Luo Binghe todavía tenían que estar con vida.

Bueno, Binghe seguro seguiría con vida por su halo de la fortuna. Pero dudaba que su discípulo principal tuviera uno.

Aceleró su paso con XiuYa, tenía que hallarlos a los seis y mantenerlos a salvo. Los demás podían morirse. Y además tenía que lanzar a Luo al Abismo. Necesitarían privacidad ya que no sabía qué opinarían los demás si supieran lo de Binghe.

[00:54:02]

Lanzó una bola de energía a un demonio que se lanzó encima de él. Vio a un grupo de discípulos a unos metros, pero como ninguno era de QingJing los dejó luchar por su cuenta. Algún otro maestro se haría cargo de ellos. Él debía ir por sus discípulos.

Gritos se escuchaban por todas partes, gruñidos y chillidos. Intentó agudizar el oído, quizás encontraba a alguno de sus otros discípulos cerca y podía ayudarlos. Pero entre tanto ruido apenas podía distinguir las voces. Imaginaba que Ning Yingying, Yang Chen, Lu Song y Mu Sheng estarían en otro lugar lejos del arroyo.

Pronto los detectó, ambos luchaban contra un demonio grande y de aspecto horrible, con largas garras y una boca que lanzaba saliva al rugir. Shen saltó de XiuYa y con un selló la lanzó a la criatura para decapitarlo. La cabeza cayó como un trozo de carne negruzco y su sangre se esparció por el suelo.

—¡Shizun!—exclamaron Ming Fan y Luo Binghe.

Ambos parecían aliviados y felices de verlo. Los otros discípulos también ya que eran un grupo de inútiles que dependían de otros discípulos para seguir con vida.

—Tenemos que alejarnos de aquí, buscar a sus hermanos y terreno seguro hasta que todos sean exterminados—dijo Shen mirando a sus dos discípulos—. Los demás maestros han entrado, así que ayudarán a los demás. Luo Binghe, cubre atrás. Ming Fan el medio. Iré adelante. Vamos.

Sus discípulos obedecieron y se pusieron en posición, así podrían proteger a los idiotas que no eran capaces de protegerse por su cuenta.

Binghe era capaz de usar su espada para proteger a los niños hasta que Shen pudiera hacer algo. Ming Fan tenía sus pinceles y sus animales de tinta que protegían los costados. Los demás tenían sus espadas en mano y hacían el mínimo esfuerzo por ayudarlos. Ya si servía o no su ayuda, Shen no podía decirlo.

Mientras Shen prestaba atención a su alrededor, buscando a sus demás discípulos, una chica entre el grupo que cuidaba gritó.

—¡Shixiong!

Ah no, esperen, había sido un chico.

El niño tenía una araña en su cabeza, firmemente aferrada a él. Sus sienes habían sido traspasadas por dos de las patas de esa araña que de manera rápida había logrado asesinarlo. Su cuerpo cayó al suelo entre los gritos de sus compañeros, pero Shen no se centró en eso. Él recordaba a esos demonios arañas, eran una molestia y sabía que trabajaban en grupo por lo que en vez de preocuparse por una que ya había matado a un chico, debían preocuparse por las demás que seguramente los rodeaban y superaban en número.

Ming Fan dibujó con rapidez un buey y lo envió a aplastar a esas arañas. Binghe, por su parte, había usado una onda de energía lanzada con su espada para matar a algunas de esas cosas horribles con cabezas humanas. Shen vio que se acercaban más, una horda de arañas asesinas que querían succionarles el cerebro a través de las sienes.

Controlando a XiuYa con un sello de mano, la envió a matar a algunas de esas arañas. Muchas de ellas fueron atravesadas por su espada pero otras lograron salvarse, dando grandes saltos para evitar el golpe letal. Shen se estaba preparando para dar un gran golpe que matara a la mayoría de esas arañas, así se alejarían de ese sector e irían a uno que no quedaba muy lejos. Todavía lo recordaba, ahí crecían el Loto de Nieve Fresca de Mil Hojas, flores espirituales que servían como un escudo contra los seres demoniacos, alimentadas durante milenios de energía pura. Aunque no era un gran escudo y era probable que se rompiera en cualquier momento. Pero para tener un momento de paz, era indicado.

De repente se escuchó una nota musical, seguida de otras suaves. Una melodía tranquila antes del golpe. Una onda musical barrió a las arañas que habían estado acechándolos, cortándolas a la mitad y dejando sus restos esparcidos por el suelo. Una cultivadora salió de entre los árboles, con las túnicas verdes y un guqin con flores de jazmín.

—Ning shijie—dijo Binghe aliviado de verla bien.

—Ning Yingying—llamó Shen acercándose a ella—, ¿los demás?

—No lo sé, shizun. Los he estado buscando, nos separamos cuando un demonio nos atacó y no los he podido encontrar—respondió ella.

En ese momento Shen notó que estaba sola. Que haya sobrevivido sola durante el tramo en el que estuvo yendo de un lado a otro por sus compañeros demostraba su fortaleza. Sin dudas era una mujer fuerte.

—Ning shimei no tiene de qué preocuparse—dijo Ming Fan tomándola del hombro—, ellos estarán bien. Vamos a encontrarlos, ya verás.

Ning Yingying tomó la mano que Ming Fan tenía en su hombro y le sonrió suavemente.

—Vamos, tenemos que buscar un terreno seguro en lo que esperamos que todo termine—dijo Shen, aunque sabía que no todo terminaría bien.

[00:42:35]

Esta vez con Ning Yingying al lado de Luo en la retaguardia, llegaron sin problemas hasta el lugar con el Loto de Nieve Fresca de Mil Hojas. Ahí Shen explicó que podrían descansar un momento sin preocuparse de nada porque las flores mantendrían lejos a los demonios. Claro que no aclaró que mantendría lejos a ciertos demonios. Demonios como Luo Binghe o su ex secuaz de hielo no serían repelidos por esas florecitas tontas. Las flores tampoco eran milagrosas.

Mientras los niños descansaban, Shen se dispuso a repasar el plan. Todavía tenía cuarenta minutos, pero parecía no ser suficiente tiempo como para llevar a cabo lo que se le había ocurrido para lanzar a Luo Binghe al Abismo.

Lo único que aseguraría que el niño no volviera para vengarse de nadie en el pico QingJing.

"Sistema, ¿en cuánto se abrirá el Abismo sin Fin?"

[El Abismo sin Fin se abrirá en quince minutos (ღ˘⌣˘ღ)

00:40:20]

Quince minutos. ¿No era en ese tiempo en donde Luo Binghe se enfrentaría al Rinoceronte Pitón Luna Negra? El momento donde su sello se rompería y quedaría a la vista de todos que el niño en realidad era un demonio.

Bien, debía concentrarse. Esa bestia en específico tenía un sonido peculiar que fácilmente podría reconocerse. Si Shen Jiu se concentraba lo suficiente podría escucharlo y prever ese momento, enviando a Ming Fan y Ning Yingying con los inútiles a otro lugar para que no vieran a su shidi. Solo así, Shen podría efectuar su plan y luego decirles a sus discípulos que Luo Binghe cayó.

Todavía no estaba seguro de decirles la verdad, de confesarles que su pequeño shidi era mitad demonio celestial. ¿Cómo reaccionarían ellos? ¿Se sentirían traicionados por su shidi? ¿Ming Fan dejaría de ver a Luo Binghe como su hermano menor y pasaría a verlo como su enemigo? ¿Volverían a la relación de rivalidad que tenían en su primera vida?

Shen no quería pensar en que todo su esfuerzo se iría a la mierda solamente por confesarles algo tan delicado a sus discípulos. Toda esa hermandad, ¿sería tan frágil como para romperse por algo así o resistiría?

—¡Shen shixiong!—exclamó Shang Qinghua, alias el traidor, apareciendo con un grupo de discípulos—Me alegra hallarte, este lugar es un caos.

—Shang shidi—saludó Shen acercándose al traidor que fingía muy bien no ser el responsable de tantas muertes—, ¿se encuentra bien?

—Oh, sí, gracias por preguntar.

—Shang shishu—dijo Ning Yingying acercándose—, ¿cómo están sus discípulos? Yang shixiong estaba preocupado por Ling shixiong.

—Me gustaría decir que están bien pero no los he visto—sonrió apenado Shang Qinghua.

Shen sabía que sus discípulos estarían bien. Así había sido en su primera vida, así sería en esta. El traidor se aseguró de que pocos de sus discípulos sufrieran gran daño, en especial siendo ellos los más débiles de todos los participantes. Aunque luego de ver el desempeño de algunos discípulos de otras sectas, Shen comenzaba a dudarlo.

—Aquí estaremos a salvo por un tiempo, estas flores nos protegerán por el momento—señaló Shen las flores pequeñas en el suelo.

Shang las miró y asintió, en su mano todavía llevaba empuñada su propia espada. Como si pudiera hacer gran cosa con eso. Como mucho le serviría para apuñalarse a él mismo si las cosas se salían de control.

Miró a su alrededor y miró la pantalla donde el sistema seguía mostrando la cuenta regresiva. No faltaba mucho para que se abriera el Abismo. No faltaba mucho para que apareciera el Rinoceronte Pitón Luna Negra y Luo Binghe liberara su sello. Shen quería recordar si había sido en ese lugar donde ocurrió todo. Lo único que recordaba era que Luo Binghe había estado peleando solo contra esa bestia y, en un momento de desesperación por sobrevivir, liberó su sello.

¿Había sido ese el lugar? Shen intentó recordar, pero por más que quisiera todo lo que pasó en ese momento había sido un desastre. Él encontró a Luo y lo arrojó al Abismo, difícilmente podría haber prestado atención a su alrededor. Ni siquiera miró los detalles del suelo, nada. Su única meta había sido deshacerse del chiquillo.

Bien hecho, Shen Jiu del pasado. Bien hecho.

Estaba considerando lo que debían hacer cuando comenzó a sentir que la temperatura a su alrededor descendía. Eso no era normal. Tampoco auguraba nada bueno.

Todos se levantaron y se prepararon para atacar. Shen y Shang tomaron la delantera y vieron al demonio que se acercaba entre los árboles. Cabello largo negro, ojos inusualmente azules y la piel más blanca que Shen Jiu había visto en toda su vida.

No necesitaba preguntarle el nombre para saber quién era. Mobei-jun, el general más leal al servicio de Luo Binghe en su primera vida. En esta no sabría cómo sería, pero en este momento no parecía ser que fuera para ponerse al servicio del pequeño Luo.

Cuando miró al niño lo supo: ese demonio venía a matarlo.

—Interesante—dijo con una voz grave mientras parecía evaluar a Luo Binghe.

Shang Qinghua apretó la empuñadura de su espada y se lanzó a atacar a Mobei-jun. O bueno, iba a hacerlo, pero Shen lo frenó de la túnica y lo lanzó hacia atrás.

—¿Eres idiota? ¿Acaso quieres morir joven? Deja de ser imprudente y quédate aquí detrás de mí—dijo Shen frunciendo el ceño, Shang lo miró sorprendido, pero obedeció a su orden—. Ning, Ming, Luo, llévense a los demás discípulos a un lugar más seguro. Con Shang shidi nos quedaremos a pelear con este demonio.

—Pero shizun...—quiso refutar Ming Fan, Shen lo calló con una mirada.

—Váyanse, ahora.

Sabía que era peligroso. Podrían encontrarse con el Rinoceronte Pitón Luna Negra en el camino y ver a Luo Binghe liberar su sello. Pero quedarse ahí sería la muerte para todos, salvo quizás para Binghe por su halo de fortuna, pero Shen Jiu no estaba dispuesto a perder a Ming Fan y Ning Yingying solo para retener a Luo Binghe.

Con suerte, sus otros dos discípulos no verían a su shidi liberar su sello.

Ming Fan tuvo que obligar a Ning Yingying y Luo Binghe a seguirlo para mantener a los demás discípulos a salvo. Cuando se alejaron y solo quedaron Shang Qinghua y Shen Jiu, Mobei-jun volvió a hablar.

—No es con ustedes con quienes deseo pelear.

—Lo siento, pero tendrás que conformarte con nosotros—dijo Shen abriendo su abanico—. Shang shidi.

—¿Sí, Shen shixiong?

Paff.

De un fuerte manotazo, Shen desmayó a Shan Qinghua y luego lo cargó para lanzarlo a un costado, haciendo que cayera en un montón de arbustos donde era cubierto.

Mobei-jun: ...

—Bien, tendrás que conformarte solo conmigo—declaró Shen.

¿Pelear junto al traidor de Shang Qinghua que solamente servía para ser golpeado? Era mejor desmayarlo y dejarlo tirado a un costado donde molestaría menos.

[00:31:18]

Seis minutos. Solo seis minutos para que el Abismo se abriera.

Crack.

"¡¿Qué?! ¡Sistema, me prometiste quince minutos, no menos!"

[Este sistema está igual de sorprendido que usted, querido usuario (╯°□°)╯, esto no debía pasar.

00:30:56]

El abismo se abrió frente a los ojos de Shen Jiu. El infierno mismo se dejó ver, con el fuego más ardiente que hubiera conocido y los gritos de demonios que querían salir.

¿Qué se supone que hacía ahora? ¿Tenía que ir por Luo Binghe? ¿Cómo hacía para ir por él y deshacerse de Mobei? ¡Esto no era parte del plan! ¡Shen Jiu iba a matar a alguien!

[Por favor, tenga piedad de mí, juro que no sabía nada (ノД')

00:30:48]

No tuvo mucho tiempo para pensar. Mobei-jun se arrojó a él y Shen tuvo que usar a XiuYa para defenderse. El hielo que usaba Mobei-jun para atacar parecía salir de todos lados. Picos punzantes que iban de izquierda a derecha, buscando traspasarlo. Dos de los picos cortaron sus túnicas y cuando el tercero le cortó el brazo, se detuvieron. Mobei creó una espada de hielo y luchó con él, queriendo avanzar para ir por Luo Binghe. Pero Shen no lo dejaría, no dejaría que fuera por ninguno de sus discípulos.

No cuando Shen todavía tenía que lanzarlo al Abismo. ¡Para su mala suerte tenía que cumplir con la puta misión del sistema!

—¡Shizun!

¡¿Qué hacía Luo Binghe ahí?!

—¡Niño, vete de aquí!—gritó viendo a Mobei desviar su mirada hacia el chico.

Pero Binghe, como siempre, no lo escuchó e hizo lo que quiso. En vez de huir porque el demonio con el que se enfrentaba era sin dudas muy fuerte, el tonto se quedó a luchar, lanzándose con ZhengYan al frente. ¿Es que no veía que iban a matarlo?

Shen lo ayudó con XiuYa, atacando a Mobei en los lados contrarios a los que atacaba Binghe. Solo así podía ayudar a ese niño que se había enfrascado en una gran pelea con un demonio poderoso.

Mobei-jun se defendía de sus ataques con la espada de hielo que había creado. Pero cuando vio que eso no funcionaría por el nivel de Binghe, optó por alejarse y atacarlo con sus poderes. Picos de hielo apareciendo de todos lados, buscando asesinarlo. Eso estaba poniendo nervioso a Shen. ¿Qué pasaba si Luo Binghe liberaba el sello ahí mismo? ¿Qué haría Mobei-jun al respecto?

Shen puso más energía espiritual en XiuYa, lanzándola a Mobei para alejarlo de Luo Binghe. Sus ataques fueron lo suficientemente molestos como para cambiar la atención del demonio de hielo hacia el maestro del pico QingJing.

Binghe abrió los ojos, asustado al ver a su maestro luchar. ¿Por qué se asustaba? ¿No tenía que ser Shen quien se asustaba al verlo a él luchar contra un demonio que podría romperle el cuello?

—¡Shizun!—gritó Luo Binghe queriendo sumarse a la pelea.

Pero Shen le lanzó un talismán para golpearlo y alejarlo de la lucha mientras él se enfrentaba a su antiguo general. Un demonio formidable y difícil de combatir, Shen lo estaba teniendo en cuenta ahora. Mobei-jun era sin dudas un gran guerrero y realmente un demonio para temer. Quizás Liu Qingge podría darle batalla sin problemas, enfrentándose a él con su fuerza de mono bruto. Sin duda él y Luo Binghe tendrían mucho en común, quizás se hicieran buenos amigos.

Shen sintió el filo de un pico de hielo en su espalda y supo que retroceder ya no era una opción. Mobei-jun estaba frente a él, la temperatura estaba increíblemente baja a su alrededor. Shen podía sentir sus manos heladas comenzando a entumecerse por el frío. Incluso teniendo el Abismo abierto tan cerca y su calor tan elevado a pocos metros, no podía hacer nada para ahuyentar el frío que irradiaba Mobei-jun.

Un tigre de tinta apareció de repente, arrojándose contra Mobei. El demonio dio unos pasos hacia atrás y Shen pudo dar unos pasos al frente para alejarse de los picos de hielo. El demonio de un golpe deshizo el tigre de tinta y detuvo el ataque de Yingying con el guqin. No había manera en que ellos pudieran hacer algo con un nivel tan bajo. Mobei los mataría antes de que pudieran tocarlo siquiera una vez.

—¡Protejan a Luo Binghe!—ordenó Shen volviendo a lanzarse hacia Mobei-jun.

Ming Fan y Ning Yingying se pusieron frente a Binghe, quien no podía moverse por el talismán que Shen le había lanzado.

¿Qué se supone que hacía ahora? ¿Cómo se deshacía de Mobei y se llevaba a Binghe lejos? ¡Y encima ahora estaban Ming Fan y Ning Yingying ahí! ¿Se supone que tenía que hacer su plan con ellos incluidos? ¡Todo podía salir mal si hacía eso! ¡Lo había pensado! Tuvo tantos planes pensados, tantas cosas repasadas varias veces, tantos caminos a tomar y por más que sabía que tenía que tener planes de sobra por si las cosas divergían, eso no quería decir que fuese a tomarlo con calma. Por la mierda que no, ahora debía llevar a cabo el plan que podía ser más difícil. Estar con Luo Binghe a solas y arrojarlo era el más simple.

[00:20:05]

Shen no supo en qué momento pasó, pero de repente un pico de hielo hirió su brazo y Mobei tuvo la oportunidad de tomarlo del cuello, comenzando a apretarlo. Shen usó a XiuYa para que lo soltara, la espada lastimó el brazo del demonio y eso pareció enojarlo porque al caer, antes de siquiera poder levantarse, tres picos se elevaron y traspasaron su cuerpo. No eras gruesos, pero le había atravesado el vientre de lado a lado, su mano y su cadera. Su sangre cayendo por el hielo y terminando en la tierra.

XiuYa cortó el hielo y Shen se levantó tambaleante. La sangre había manchado su túnica, pero no salía demasiada por los bloques de hielo en su cuerpo que mantenían la hemorragia al margen.

Un grito. Un grito desgarrador se escuchó de repente. Shen se sorprendió por el sonido, un grito de sufrimiento, de dolor. Como si alguien hubiera visto lo peor del mundo, su mayor pesadilla plasmada ahí mismo.

Y entonces una ola de energía demoniaca que Shen recordaba de su primera vida. Claro que la recordaba, esa ola abundante y asfixiante de energía había estado cerca de él muchas veces haciéndole pasar por los peores sufrimientos.

Luo Binghe había roto su sello.

[00:17:48]

—Luo shidi—dijo impactado Ming Fan, viendo la marca roja en la frente de Luo Binghe.

Ning Yingying miraba todo asombrada.

La energía de Binghe había roto el talismán que lo inmovilizaba y le permitió levantarse, lanzándose hacia Mobei-jun como un perro rabioso que solo pensaba en matar. Pero el demonio solo necesitó de un par de golpes para romper a ZhengYan y alejarlo de él, desapareciendo en las sombras como si nunca hubiera estado ahí.

Los brillantes trozos de ZhengYan iluminados por el fuego del Abismo.

—¿Shidi?—dijo Yingying, todavía aturdida.

Ming Fan no decía nada, solo mirando a Luo Binghe. Sus emociones completamente indescifrables.

Lentamente la consciencia volvió a Luo Binghe, dándose cuenta de dónde estaba y frente a quiénes.

[00:15:59]

—Sh-shizun—tartamudeó sin atreverse a alzar la mirada hacia él.

Shen Jiu se acercó a él, tambaleante por las heridas en su cuerpo. Tomó el rostro del niño y miró el sigilo rojo en su frente. La marca de un demonio celestial.

La marca con la que tuvo pesadillas por años.

Ahora no era más que la marca heredada de un niño que apenas sabía que el infierno llegaría a su vida.

Y era el momento en que Shen Jiu ejecutaba el único plan sensato que encontró.

—Arrójate al Abismo sin Fin.

—¿Qué?—preguntó Binghe impactado.

—¿Shizun?—preguntó Yingying.

[¿Usuario? ( ゜ロ゜)

00:15:02]

—No malentiendas a este maestro, Binghe. No quiero matarte. Pero este sigilo en tu frente solo es la prueba de que eres descendiente de un demonio celestial y solo hay uno que se le viene a la mente a este maestro en este momento. El único que tenía el mismo sigilo que tú—con su pulgar, Shen acarició la brillante marca roja—. Este maestro solo quiere salvar tu vida. ¿No te das cuenta de tu alrededor? Muchos discípulos murieron a manos de demonios. Si descubren que tú eres uno ¿qué crees que harán las demás sectas? Nadie pensará que eres inocente, menos los maestros que perdieron a sus discípulos. Todos ellos buscarán culparte y posiblemente pidan tu ejecución. No solo eso, QingJing, CangQiong, se verían perjudicados. Nos acusarían de trabajar con demonios por albergar a uno, incluso si no sabíamos de antes tu herencia. Eso pondrá en peligro a tus hermanos marciales y a mí. Sé que parece una decisión egoísta, pero si quiero que sobrevivas y que QingJing siga en pie, debes arrojarte al Abismo sin Fin. Sobrevivirás, de eso no tienes que tener dudas. Tienes más posibilidades de vivir ahí que quedándote aquí de todos modos.

Sí, el plan de Shen Jiu había sido el pedirle a Luo Binghe, convencerlo, de arrojarse al Abismo por sus propios medios. Con la buena relación que tenía con sus compañeros y con la admiración o amor que sentía por Shen Jiu, seguramente no querría darles problemas. Y, aunque todo lo que decía era con la intención de que Binghe se arrojara por cuenta propia al Abismo, no estaba diciendo mentiras. Sabía que si Binghe se quedaba posiblemente querrían matarlo, sin contar que acusarían a CangQiong de confabular con demonios. Eso le traería problemas a Yue Qingyuan y ya bastantes problemas le llevó en su primera vida como para arrastrar más en esta.

Si tenía que hacer que Luo Binghe cayera, entonces sería diciéndole la verdad. No arrojándolo como si no lo quisiera.

No le daría esa impresión.

—Shizun—Binghe puso sus manos sobre la que Shen tenía en su rostro—, ¿no me odia?

—Me molesta que seas desobediente, pero eso no quiere decir que te odie, mocoso tonto—dijo Shen suavemente.

—Pero soy un demonio.

—¿Y?

—Los demonios son malos.

—Y los humanos también.

En su vida, Shen había conocido más humanos despreciables que demonios. Al menos en los demonios estaba en su propia naturaleza. Beber sangre humana para sobrevivir no era muy diferente a un humano matando un cerdo para comer su carne.

[00:13:51]

Binghe bajó la mirada, manteniendo la mano que Shen tenía en su mejilla contra su piel. Cerró los ojos y sonrió suavemente.

—Si shizun dice que es la única opción para que todos estén a salvo, entonces este discípulo no dará problemas—Binghe miró a su derecha donde el Abismo sin Fin estaba abierto—. Por esta vez, este discípulo obedecerá correctamente a shizun.

Shen hubiera preferido no ver a ese niño tener que regresar a ese infierno y corromperse con la maldad que habitaba ese lugar. Pero era su destino y el sistema tenía razón: solo así sabría si sus decisiones habían sido las acertadas.

Estaba por decirle algo más al niño, unas últimas palabras, cuando repentinamente Ming Fan salió de su estupor y se lanzó hacia Binghe. Antes de que pudieran evitarlo, el chico le arrebató la bolsita qiankun que Binghe llevaba en su cintura.

Shen pensó en regañarlo por arrebatarle a su compañero lo único que tenía y donde llevaría lo poco de lo que podría valerse ahí abajo. Pero se quedó callado al ver la razón por la que Ming Fan le había quitado la bolsita qiankun a Binghe: estaba pasando la comida, talismanes y todas las medicinas que tenía en su propia bolsa qiankun a la de su shidi. Al verlo, Ning Yingying hizo lo mismo y pasó todo a la bolsita de Luo Binghe. Incluso sumaron el agua que cargaban con ellos para complementar.

—No es suficiente para un viaje que no sabes cuánto durará. Pero espero que sea suficiente hasta que logres encontrar algo por tu cuenta allá abajo—dijo Ming Fan devolviéndole la bolsa qiankun de Binghe.

—Shixiong—susurró Binghe tomando de nuevo la bolsa y atándola a su cintura.

—El camino en el Abismo será duro, Binghe, pero debes ser fuerte—dijo Shen colocando su mano sana sobre el hombro de su discípulo.

—Este discípulo lo será.

—Pero Luo shidi—dijo Yingying preocupada—, ya no tienes a ZhengYan.

Ella señaló los trozos de la espada que había sido propiedad de Binghe durante muy poco tiempo. Aunque pronto volvería con una espada mucho más fuerte y letal que posiblemente lo volvería loco. Quizás Shen necesite hacer algo para ayudarlo a mantener la espada bajo control.

Repentinamente, Ming Fan se quitó la espada envainada y se la extendió a su shidi.

—¿Ming shixiong?—preguntó Binghe extrañado.

—Sin ZhengYan pelear allá abajo no será sencillo. Toma a BaiYe, ella confía en ti, te dejará usarla.

Al ver este gesto Shen se dio cuenta de que sus temores respecto a cómo tomarían ellos la noticia de que Binghe era demonio, eran estúpidos. Ming Fan amaba a Binghe como a un hermanito, ¿cómo podría odiarlo solamente por ser un demonio? Su cariño no era frágil, de eso ya no tenía dudas.

—Pero shixiong, si la llevo tú te quedarás sin espada.

—Este shixiong todavía puede conseguir una más fácil de lo que tú lo harás. Tómala y úsala para regresar con vida a QingJing—sin esperar a que la tomara, Ming Fan forzó a Binghe a aceptarla.

Binghe bajó la mirada, avergonzado de tener que usar la espada de su shixiong porque no se controló y destruyó la suya.

[00:08:41]

—Ming shixiong, Ning shijie, muchas gracias.

—Luo shidi—Yingying no se resistió y se lanzó a abrazar a Binghe—, por favor, cuídate mucho.

Binghe la abrazó aferrándose a ella. Ning Yingying no se soltó fácilmente de su shidi, pero finalmente lo hizo. Luo miró a su shixiong quien parecía decidido a no mirarlo, más inmerso en su mundo que en ese.

—Shixiong—Binghe se acercó a él—, este shidi promete cuidar de BaiYe.

Ming Fan asintió, como si se le hiciera imposible hablar. Luo Binghe sonrió y lo abrazó. Fue cuando Ming Fan se aferró a él, como si no quisiera dejarlo ir. Shen lo entendía, ninguno quería dejarlo ir, pero era lo que tenían que hacer. Si no fuera por el sistema, Shen tampoco dejaría que el niño cayera a ese infierno.

Cuando se separaron, Luo Binghe se acercó a su maestro.

[00:06:00]

—Shizun.

—Binghe—Shen lo miró, el niño tenía diecisiete años ¿por qué tenía que pasar por eso?—, este maestro realmente no quiere que vayas ahí.

—Pero no tiene otra opción—completó Luo como si entendiera su decisión.

Como si comprendiera que no tenían más opción que hacerlo caer.

—Binghe—Shen apretó el hombro del niño—, por favor, sobrevive y en cuanto logres salir, regresa con este maestro. Te estaré esperando.

—Shizun—los ojos de Binghe se llenaron de lágrimas y abrazó a su maestro.

El abrazo fue delicado por las heridas que Shen todavía tenía y aunque no acostumbraba a esos gestos, dejó que Luo Binghe lo abrazara.

¿Cómo negarle un pedacito de cielo a quien estaba por entrar al infierno?

—Lo siento por hacer que pases por esto—otra vez completó en su mente.

Solo Binghe pudo escuchar su susurro.

—Pasar por esto con tal de que shizun y mis hermanos marciales estén a salvo, no es nada—susurró Binghe, pudo sentirlo sonriendo contra su hombro—. Binghe no dejará que sus acciones perjudiquen a su familia.

Shen se separó y vio al niño. Un niño que ya no era niño. Un hombre que estaba a punto de volverse más fuerte con un entrenamiento tan intenso que solo muy pocos sobrevivirían.

Un hombre que no estaría en QingJing durante mucho tiempo.

[00:04:37]

Shen Jiu se acercó a él y besó su sigilo con delicadeza. Imitando la acción que Luo Binghe había hecho hace años y por la cual casi lo echó a patadas de su casita de bambú.

Una simple acción que puso las mejillas de Binghe rojas.

Una acción con la que buscaba reafirmar la vuelta de Binghe al pico. Si el chico tanto lo admiraba y quería, entonces eso ayudaría a que regresara con él y no se fuera con el Viejo Maestro de Palacio.

—Es hora de irte, Binghe—murmuró Shen dando un paso atrás.

Binghe tocó el lugar donde Shen lo besó y sonrió.

—Volveré, shizun. Solo esperen por mí.

[00:03:57]

Y con BaiYe en su mano, Luo Binghe se arrojó al Abismo sin Fin.

La grieta no tardó en cerrarse luego de que el chico se arrojara.

[Cuenta regresiva detenida en: 00:03:55]

¡Felicidades!

+460 puntos B

+170 puntos de frescura

+1000 puntos de afecto de Luo Binghe] 


Cómo hacer que Luo Binghe caiga al Abismo sin fin:
Paso 1: Obtén un Binghe al cual tirar.

Paso 2: Consigue un Abismo sin Fin.

Paso 3: Haz que tu Binghe libere su sello. Para este fin necesitarás hacerlo pasar por mucho estrés. Los métodos a utilizar pueden variar.

Paso 4: Con el sello ya liberado, acércalo al Abismo sin Fin y dile que es lo mejor para todos. Si tarda en caer, simplemente empújalo y finge que se resbaló solito.

Paso 5: Espera a que regrese en tu casita de bambú. Aconsejamos hacer el testamento durante la espera porque no sabemos cómo pueden tornarse las cosas cuando tu Binghe regrese.

Paso 6: Disfruta los resultados :D

Esto que escribí sobre el metodo de Shen para arrojar a Binghe al abismo fue algo que me plantee la primera vez que lei SVSSS, ¿por qué mierda Shen Yuan no hizo eso? Esta bien que no debía decirle del sistema, pero tenía maneras de convencer a Binghe para que cayera y regresara sin querer matarlo...Shen Yuan no era tan inteligente en realidad :v Aunque bueno SVSSS es una historia que se basa en el malentendido sobre todas las cosas, tiene mucho sentido que Shen Yuan no hubiera pensado en hablar con Binghe y simplemente tirarlo.

Las flores que aparecen, que repele demonio, sí existen en la novela y tuve que buscarlas porque no recordaba su nombre. Los nombres de las cosas de SVSSS son dificilmente recordables :v Pero sí están en la novela :D 

Con respecto a que el Abismo se abriera antes de tiempo, eso es algo de lo cual el sistema realmente no sabía. Según lo que la Central le pasó, eran en quince minutos, tal y como le dijo a Shen. Que fuera antes fue algo realmente fuera de sus calculos, así que no hate al pobre sistema que sí es inocente XD jajaja

El lunes 9/10 el capítulo 29: La Conferencia de la Alianza inmortal: El cierre del Abismo sin Fin

Aqui se verás las reacciones completas de Ming Fan, Ning Yingying y los demás discípulos de QingJing cuando se enteren de lo ocurrido con Luo Binghe

Nos vemos!!! Besos :D

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