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19

Capítulo 19

Invasión demoniaca en CangQiong

Los puentes arcoíris habían sido destruidos y si bien podía viajar en espada, Luo Binghe no podía todavía. Así que subiéndolo a XiuYa, fueron de inmediato a donde todos los discípulos se aglomeraban. Eso era algo que todavía podía recordar de su primera vida. Todos habían terminado en QiongDing durante la invasión ya que fue el único lugar donde pudieron escapar luego de que todos los puentes arcoíris fueran destruidos. No creía que en esta vida eso fuera a cambiar.

Sostuvo a Binghe todo el viaje para evitar que el niño fuera a caer de la espada y, al llegar, lo ayudó a bajar. Todos los discípulos que estaban ahí rápidamente corrieron en su dirección. Todos asustados. ¿Cómo no estarlo? No había ningún maestro cerca que pudiera protegerlos. Era normal sentir miedo y aferrarse a cualquier maestro que descendiera del cielo.

Miró alrededor. Si no recordaba mal Yue estaría fuera por otros asuntos y los otros maestros de secta tardarían en enterarse del suceso como para llegar a tiempo. Conclusión, sacando al bruto desmayado en las cuevas LingXi, era el único maestro capaz de hacer algo contra esa invasión. Sha Hualing era en verdad una mocosa molesta.

—¡Shizun! ¡Shidi!—dijo Ming Fan corriendo hacia él seguido de Ning Yingying y otros discípulos de QingJing, algunos de los cuales estaban heridos.

Eso no le había gustado nada.

—Ming Fan, ¿qué ha ocurrido?

Shen lo sabía, pero supuestamente recién salía de las cuevas LingXi y no estaba enterado de nada.

—Un grupo de demonios atacó la secta. Destruyeron muchos de los puentes arcoíris. Los discípulos mayores se quedaron atrás para ayudarnos a escapar y venir al pico QiongDing. Se suponía que el líder de secta debía estar aquí pero no lo encontramos.

Yue Qingyuan, siempre saliendo en los momentos más cruciales.

—¿Cómo están tus hermanos marciales?

—Algunos fueron lastimados, pero nada de gravedad, shizun.

—Bien, será mejor que todos retrocedan. Sería bueno evitar más heridos.

—Ya escucharon, atrás todos—dijo un discípulo de QiongDing que parecía ser el más grande de todos.

La mayoría eran discípulos jóvenes que apenas debían alcanzar los quince años. Muy pocos, demasiados pocos, superaban esa edad. Y eso no ayudaba con esa invasión demoniaca. Además ninguno parecía capaz de hacerle frente a esta situación. Shen debía valerse de sus discípulos, eso le brindaba más confianza.

—¡Ahí vienen!—informó alguien en la multitud.

Todos retrocedieron, Shen girándose a mirar la llegada de los demonios, todos los discípulos detrás de él. No tardó en ver a Sha Hualing, la niña que vestía con pocos centímetros de tela su cuerpo. No era una vestimenta práctica para la lucha. Demasiada piel expuesta podía ser peligroso. Pero bueno, él no era quien para meterse con la moda demoniaca.

—¿Qué es lo que quieren?—preguntó sacando su abanico y abriéndolo para cubrir su mueca de disgusto.

—Espada XiuYa—dijo Sha Hualing, su caminar intentando ser sensual, le faltaban clases de madame Lin para eso—, aunque es bueno encontrarnos con un maestro inmortal, esta Sha Hualing esperaba hallar al líder de secta Yue.

—Qué es lo que quieres—repitió de manera más severa, sus ojos mirando a la niña con molestia.

—Maestro inmortal Shen, no hay necesidad de tratar a esta de esa manera—dijo ella, su voz suavizándose como si fuera una inocente niña perdida—. Lo único que Sha Hualing quería era probar sus habilidades. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que venir a la secta más poderosa de todas?

—Así que para probar tus habilidades vienes aquí, rompes nuestros puentes y lastimas a nuestros discípulos—dijo, su voz severa y su mirada peligrosa—. ¿Por qué no me dices la verdad, mocosa tonta?

Shen realmente estaba molesto con esta niña estúpida. ¿No era más fácil que le dijera la verdad? Sabía que quería lucirse y llevarse un trofeo que dijera que había logrado derrotar a CangQiong. La niña solo quería mostrar que era más fuerte que los maestros de la secta, que el líder de secta.

Niña ingenua.

Sha Hualing se mostró descontenta ante su tono y, por un momento, se olvidó de la dulzura con la que se mostró.

—Veo que no hay manera de engañarlo, espada XiuYa. Bien, si tanto quiere saber la verdad, se la diré. Lo que quiero es demostrarle a mi padre que soy capaz de hacerme cargo del reino y, para eso, me llevaré el cartel de la secta CangQiong. Eso es un orgullo que no cualquiera puede presumir.

—Y tampoco lo podrás presumir tú—dijo Shen cerrando el abanico y dejando a la vista su mueca de odio a la niña.

No iba a ocultar esto. ¿Por qué debía hacerlo de todos modos? Ella se merecía ver el desprecio que le tenía.

—¿Seguro?—Sha Hualing rio—Maestro inmortal Shen, por favor, no hagas las cosas peores para todos esos pobres niños. ¿En serio arriesgará sus vidas por un cartel?—sonrió con confianza—Mire, para que vea que soy justa, le daré la oportunidad de realizar un combate.

Shen movió sus dedos con un sello y envió a XiuYa rápidamente hacia los demonios y mató a más de quince de una sola vez. Todos ellos demonios de bajo nivel que solamente servían para hacer ver a los demonios fuertes, más fuertes de lo que eran.

—¿Justa?—se burló Shen—Vienes aquí, dañas nuestra secta y a nuestros discípulos ¿y esperas que acepte un combate justo luego de eso? ¿Acaso crees que soy un idiota benevolente? Si no quieres que haga rodar tu cabeza por el suelo de esta secta y la reclame como premio para colgar en mi casa, vete de aquí y no vuelvas nunca más.

Sha Hualing miró a sus soldados caídos, un ligero miedo en sus ojos. Podía entenderlo, los demonios que Shen mató habían estado demasiado cerca de ella. La espada bien pudo decapitarla y ella no hubiera podido hacer nada.

—Maestro inmortal Shen, esta Sha Hualing reconoce que se equivocó antes y cometió un error al atacar de esa manera. Pero es solo porque esta Sha Hualing no fue lo suficientemente rápida como para detener a sus camaradas. Si permite el combate, mis dos mejores demonios y yo misma participaremos del combate. Si CangQiong gana, entonces nos marcha...

Harto de que insistiera, Shen envió a XiuYa de nuevo y decapitó al demonio de un solo brazo. El otro se defendió y detuvo el ataque de XiuYa, pero Shen aprovechó que se distrajo para acercarse a él y, desde atrás, usar su abanico para dirigir un ataque veloz a su cuello. En el momento que Shen Jiu volvió a tocar el suelo, la cabeza del demonio cubierto de púas tocó el suelo también. Su cuerpo cayendo poco después.

Sha Hualing abrió los ojos sorprendida y asustada de ver a sus mejores demonios caer tan rápidamente. Quizás en su primera vida Shen había aceptado los combates y había tardado más en ganar. Pero ahora que su cultivo era mayor, tenía la fuerza suficiente para deshacerse de esos dos de una sola vez y dejar el resto para sus discípulos. Con sus habilidades no tardarían en echarlos de la secta.

—Pico QingJing—llamó sin mirarlos, abriendo el abanico para cubrirse parte del rostro—, encárguense del resto.

Ming Fan sacó sus pinceles y se paró delante de sus hermanos marciales con Luo Binghe a su derecha y Ning Yingying a su izquierda. Yingying se quitó el guqin de la espalda y Binghe desenvainó su espada. Todo el pico QingJing lo imitó y tan pronto vieron a sus tres hermanos marciales avanzar, lo hicieron también.

Ning Yingying dio el primer golpe, una honda fuerte que chocó contra los demonios que se pusieron frente a Hualing para protegerla. Ming Fan abrió un pergamino en el aire y con una gran rapidez dibujo un dragón largo que salió del papel, golpeando a cuanto se interpusieran en su camino. Binghe usó su espada para defenderse, cubriéndose de los ataques y brindando otros.

Los compañeros que los seguían atacaron usando sus habilidades. Algunos crearon animales de tinta, otros atacaron usando hondas con sus instrumentos musicales y los que manejaban la espada las usaron para cortar cuanto demonio se interpusiera. Ming, Ning y Luo fueron directo por Sha Hualing, atacando en conjunto. Shen veía la escena con orgullo, los tres sabían complementarse.

Ning Yingying atacaba usando el guqin, las ondas que salían de las cuerdas golpeaban a Hualing cuando esta iba a atacar a Luo Binghe. A su vez, un tigre de tinta buscaba morderla o arañarla cuando iba a atacar a Ning Yingying. Y al mismo tiempo recibía el golpe de una espada cuando su atención se desviaba a Ming Fan. Con un ataque combinado de ese calibre, ¿cómo podría ganar esa niña mimada?

Con sus demás discípulos pasaba lo mismo, peleaban unidos, defendiéndose entre ellos y aprovechando sus habilidades para complementarse. Era como un pico debía trabajar sin duda alguna.

Al ver que no tenía manera de ganar, Sha Hualing ordenó la retirada y mientras escapaban, sus discípulos enviaron hondas de música y animales de tinta para asegurarse de que realmente dejaran la secta.

Viendo su victoria ante los demonios, los discípulos de QingJing saltaron alegres tras haber ayudado a su shizun. Ming Fan sonrió y guardó sus pinceles mientras pasaba un brazo por los hombros de Luo Binghe y felicitaba a sus hermanos marciales por el trabajo en equipo. Shen sonrió detrás del abanico, pero su sonrisa se borró al ver al mono bruto llegar volando en su espada, ya presentable y no como si hubiera estado librando una batalla con cien mil demonios.

—¿Qué pasó aquí?—preguntó y casi al mismo tiempo sus discípulos se acercaron aliviados.

—Una invasión demoniaca, pero nada que no pudiera manejar con mis discípulos—informó Shen suspirando y sintiendo el agotamiento caer pesadamente sobre él.

Ayudar al mono idiota de Liu y defender CangQiong no había sido algo fácil, sabía que lo afectaría. Al menos no había sido demasiado como en su primera vida, donde terminó desmayado en el suelo. Ahora solo necesitaba un momento de descanso.

[+500 puntos B

+80 puntos de frescura]

—Shizun—Luo se acercó a él y tiró de su manga, Shen lo miró—, ¿se encuentra bien?

¿Tan mal se veía?

—Este maestro está bien, solo necesita descansar un momento.

Luo Binghe soltó su manga y se giró hacia Ming Fan. Se acercó a él y tomó su manga también para llamar su atención y decirle algo. Shen los ignoró y se dirigió a Liu.

—Quema los cuerpos de esos demonios, en especial del que tiene el martillo. Sus púas están llenas de veneno, es mejor evitar que los discípulos se envenenen.

El mono obedeció y se alejó para quemar los cuerpos, casi al mismo tiempo que Ming Fan se acercaba a él.

—Shizun, Luo shidi me dijo que estabas cansado—dijo casi en un susurro, como si fuera un secreto—. Si shizun lo desea, este discípulo puede encargarse de los demás discípulos.

—Este maestro está de acuerdo.

Ming Fan asintió y fue con los demás, para impartir órdenes en nombre de Shen. Ambos sabían que si no usaba su nombre podrían no escucharlo. Ning Yingying se acercó a él y Ming Fan pareció pedirle que se hiciera cargo de las discípulas que estaban en un rincón asustadas. Ella lo hizo con ayuda de Liu Mingyan, cuya ayuda en esta vida fue nula. Luo Binghe, por su parte, se quedó a su lado como si lo estuviera protegiendo. Shen en verdad creía que ese niño no tenía nada mejor que hacer que pegarse a él.

Vio a los demás discípulos de QingJing amontonados en un rincón, hablando entre ellos y ayudándose con sus heridas. Se veían mucho más compuestos que los demás discípulos, que seguían conmocionados por la invasión demoniaca. ¿Cómo los estaban entrenando? Podía entender a los discípulos de AnDing que no sabían mucho sobre pelea y serían fácilmente derribados, pero ¿los demás? Los discípulos de WanJian eran expertos espadachines, ¿era la primera vez que veían a un demonio? Shen hablaría con Wei Qingwei al respecto.

Pasó unos minutos descansando mientras quemaban los cadáveres de los demonios y calmaban a los demás discípulos antes de ir con Ming Fan para ayudarlo. No podía dejar a su discípulo solo, siendo uno de los mayores ahí debía hacerse cargo. No creía que el bruto pudiera hacerlo, no parecía ser muy bueno en eso.

Cuando se involucró, muchos discípulos parecieron recomponerse más rápido y Ming Fan suspiró aliviado. Parecía estar teniendo problemas. Luo se acercó a él y tomó su manga, Ming Fan le sonrió y permitió que siguiera prendido a su manga.

Tras hacerse cargo de ellos y pedirle que esperaran a sus maestros, llevó a sus discípulos hacia donde Liu estaba terminando de apagar las llamas. Cenizas oscuras solo quedaron de los cadáveres.

—Liu shidi—dijo llamando su atención—, regresaré con mis discípulos a QingJing. Quédate con los demás discípulos hasta que vuelvan sus maestros. Envié un mensaje a Zhangmen shixiong para que regrese pronto, por favor, explícale lo ocurrido. Este shixiong irá a descansar a su pico.

Sin esperar respuesta, Shen se marchó guiando a sus discípulos como si fueran un grupo de patitos perdidos. Solo les faltaba ir agarrados uno de otros, como Luo Binghe que iba agarrado de Ming Fan o Yang Chen que iba agarrado de Mu Sheng o las dos pequeñas discípulas que iban de la mano con Ning Yingying...

[Creo que sí son un grupo de patitos perdidos.]

Sí, Shen pensaba lo mismo.

Al llegar a su pico descubrió a los discípulos mayores vendando sus heridas o ayudándose entre sí a sanar. Shen se acercó a ellos y, junto con Ming Fan, los ayudó a vendarse. Sabía que, por el momento, Mu Qingfan no podría acercarse al pico. Tendrían que esperar un par de horas así que lo mejor fue curarse con medicina que ya tenían hasta que llegaran los de QianCao a verificar si estaban bien o faltaba algo más.

Cuando verificó que todo estaba en orden, al fin logró ir a su casita de bambú para conseguir un poco de descanso él mismo. Necesitaba un momento de paz para recordar exactamente que más pasó luego de eso, así no volvería a ser interrumpido si quería recluirse de nuevo. Aunque posiblemente habría cambios porque ahora Liu Qingge estaba vivo. La última vez hubo una acusación que Yue Qingyuan no llevó a juicio y el entierro de un maestro. Ahora que no lo habría, Shen no sabría cómo seguiría todo. Esperaba tener el tiempo suficiente para ir a cultivar un poco más.

—¿Shizun?—tocaron a su puerta luego de un par de horas donde Shen solo se dedicó a meditar—¿Podría abrirle a este discípulo? Tengo las manos llenas.

Shen miró la puerta y se levantó. Del otro lado estaba Luo Binghe sosteniendo una bandeja con un plato de sopa wonton, youtiao y algunos baozi.

—Con el wonton bastaba—dijo Shen dejándole entrar.

Luo se dirigió feliz a la mesa y dejó ahí la bandeja.

—Este discípulo pensó que shizun necesitaba recobrar energía, así que preparó algunas cosas extras para que disfrutara—el niño sonrió demasiado brillantemente.

Shen seguía pensando que era mucha comida para él solo.

—Sigue siendo demasiado—dijo mirando hacia la cocina de su propia casita de bambú—. Ve por un plato más a mi cocina, me acompañarás a cenar.

El niño bajó la mirada, alegremente avergonzado, y fue rápido hacia la cocina.

[+30 puntos de doncella de Luo Binghe]

Shen negó con la cabeza y suspiró divertido. ¿Quién diría que el niño que se había convertido en un emperador promiscuo y sádico sería por dentro tan adorable?


Shen era como el Capitán América en Endgame comandando a todos los vengadores jajaja

Nada de tres combates aquí, a echar a los demonios de una sola vez y asesinarlos frente a Sha Hualing para que vea que solo estaba siendo muy ambiciosa u-u

Amo a Ning Yingying, Ming Fan y Luo Binghe como un grupo de hermanos que se apoyan entre sí :3 Es muy tierno UuU

Mañana capítulo 20: BaiZhan vs QingJing: El duelo de dos maestros. 

Sí mis niños, aqui está la lucha entre Liu Qingge y Shen Jiu uwu Una lucha esperada por toda Latinoamerica unida uwu Solo mañana podrán leer quien de los dos gana.

Hagan sus apuestas aqui, aportando lo que puedan UuU:

Gana Liu

Gana Shen

Empatan

Veamos quien gana de las opciones uwu

Nos vemos mañana!!! besos :D

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