Capítulo 18

Desviación de qi: salvando al Dios de la Guerra

Luego de su primera misión, sus discípulos consideraron entrenar más duro sus habilidades así que pasaron tiempo extra aprendiendo maneras de desatarse más rápido si los amarraban o cómo esconder herramientas útiles que sirvieran para salvarse en caso de no poseer energía espiritual. Shen se aseguró de aconsejarlos, recordando viejos métodos que había usado cuando era un niño esclavo y quería guardarse cosas valiosas para él mismo.

Los había observado por un mes y al ver que sus discípulos estaban bien encaminados, decidió recluirse un tiempo en las cuevas LingXi para avanzar con su cultivo el cual no estaba mal, nada mal en realidad, pero siempre podía mejorar. Un maestro fuerte era capaz de proteger mejor a sus discípulos. Y si quería estar a la altura como el maestro del segundo pico, entonces debía seguir avanzando en su cultivo. Sentía la confianza suficiente para lograr su cometido. Ahora que se sentía en paz mentalmente, haría crecer su cultivo.

Sin embargo, cuando comunicó que se recluiría un tiempo en las cuevas LingXi, sus discípulos se mostraron tristes. Incluso Ming Fan, quien debía quedar a cargo en su ausencia, parecía descontento con la idea. ¡Como si su presencia fuera necesaria! ¿Qué les pasaba a esos mocosos?

[Tal vez el usuario los consintió mucho ( ︶︿︶)]

¡No los consintió en absoluto! ¡Esos niños se tomaron libertades que no debieron tomarse!

—¿Cuándo volverá shizun?—preguntó Luo Binghe, sus ojos sospechosamente llorosos.

¿Por qué lloraba solamente porque se recluiría por unos meses? ¡No es como si los estuviera abandonando!

Mm...no lo había pensado antes. ¿Qué hubiera pasado si los hubiera abandonado, se hubiera ido muy lejos de la secta y hubiera empezado su vida de cero con otra identidad? No fue muy inteligente al volver. Quizás podría tenerlo en cuenta para una segunda vez, si con suerte el sistema lo llevaba al pasado de nuevo.

—No lo sé, pero en el tiempo que no esté, Ming Fan estará a cargo. Las clases serán dictadas por los discípulos mayores y todo lo relacionado con los reportes y archivos estarán a cargo de Ming Fan. También tendrás ayuda del discípulo mayor Chang, ¿entendido?

—Sí, shizun—dijo Ming Fan respetuoso, pero se notaba descontento con saber que se iría.

Shen asintió y se fue del salón de clases antes de que sus discípulos comenzaran a quejarse porque se iba a ir.

No tenía que ir a ver a Yue porque le había enviado una carta para pedirle permiso de ir a cultivar a las cuevas LingXi. Así que solamente iría directo a las cuevas. Mientras antes pudiera ir, antes iba a salir y evitaría que sus discípulos estuvieran tristes y molestaran a los doce picos. Yue le había contado que la última vez que se había recluido, hacía unos años, tuvo quejas de algunos picos porque sus discípulos tocaban constantemente el guqin. Y todas las canciones eran tan tristes que algunas de las chicas del pico XianShu lloraron.

Había hablado con sus discípulos al respecto y terminó por prohibirles que tocaran el guqin en horarios específicos. No podían ponerse en ese estado solo porque se iba un tiempo, ¿qué harían cuando se fueran del pico? ¿O cuando se muriera? ¡Solo era su maestro! ¡Algún día deberían dejarlo!

Bajó de su espada, en la que fue volando para llegar antes a las cuevas LingXi, e ingresó. Las cuevas lo recibieron con una fuerte esencia de energía espiritual. Le hacía picar gratamente la piel y vibrar su núcleo. Alimentarse de esta energía podría ayudarlo a ascender de nivel. Había logrado ascender de nivel la última vez, pero no podía quedarse estancado. No si quería tener la fuerza suficiente para proteger su pico, para pelear lado a lado con sus hermanos marciales, con Qi-ge.

Evitó la zona donde había estado Qi-ge cuando lo encerraron. No necesitaba regresar ahí, bien podía cultivar en otra parte. Había muchos lugares en las cuevas LingXi donde podía aumentar su cultivo, zonas mucho más agradables donde la energía espiritual era increíblemente fuerte.

Había un pequeño lugar dentro de las cuevas, un sector donde había un pequeño lago de agua cristalina y algunas flores silvestres. Era como un pequeño paraíso dentro de la zona rocosa y Shen lo encontró agradable para cultivar. Se sentó al borde del lago y cerró los ojos, acomodando su cuerpo para prepararse. Relajó su respiración, llegando a ser casi imperceptible.

La energía a su alrededor se acumuló, rodeándolo como un viento furioso que lo atrapaba dentro. Energía que recorría sus meridianos y los relajaba, como un calmante natural, aliviando su rigidez y expandiéndolos. Su núcleo vibrando por ser alimentado correctamente, aumentando su capacidad y mejorando su cuerpo. Volviéndolo fuerte, resistente. Su núcleo dorado consolidándose completamente, siendo firme y ya no tambaleante como en un inicio. Ya nadie podría burlarse de su cultivo defectuoso porque no lo era. Ya no más. Ya no...

[Misión: Salvar a Liu Qingge.

Recompensa: 450 puntos B]

La voz del sistema fue tan abrupta que detuvo su meditación. Abrió los ojos y entonces recordó. Salvar a Liu Qingge...eso le traía muchos recuerdos.

En su primera vida, él se había recluido y, en medio de su meditación, se encontró con Liu Qingge. Encontrarse con otro maestro de pico mientras se estaba en las cuevas no era raro, era bastante normal. Lo que no era normal era que Liu Qingge estaba teniendo una desviación de qi. Eso era inaudito.

Liu Qingge era un talento natural, alguien que nunca en su vida, desde que entró a la secta y comenzó a cultivar, tuvo una sola desviación de qi. Era lo opuesto a Shen, quien era propenso a las desviaciones de qi. Mientras que para él era algo de todos los días, para el Dios de la Guerra era algo inaudito. Nadie se podía imaginar al maestro del pico BaiZhan teniendo una desviación de qi.

Pero la tuvo y Shen intentó salvarle la vida. Sin embargo, en aquel momento el cultivo de Shen era defectuoso y, en el momento en que quiso hacer algo, solo empeoró todo. Para detener una desviación de qi uno debía transmitir energía espiritual de manera lenta y constante para ayudar a su compañero a nivelar la energía descontrolada de su cuerpo. No era un trabajo sencillo si tu núcleo estaba constantemente desbalanceado. La energía descontrolada de alguna manera también quería pasar a tu cuerpo. Si no tenías buen control de tu propia energía y núcleo, esa mala energía era capaz de pasar a tu cuerpo y afectarte a ti también. Por supuesto, dependiendo del nivel de cada uno. En el caso de un discípulo que recién estaba empezando a entrenar era sencillo, después de todo su energía apenas podía hacerle cosquillas a uno.

Pero... ¿qué pasaba con un maestro de pico? Ahí todo se complicaba.

Y se complicó para Shen, por supuesto. En cuanto quiso ayudar a nivelar el qi de Liu, esta energía descontrolada pasó a su cuerpo y desembocó en su propia desviación de qi. Fue un caos y lo que apenas podía recordar era el haberse alejado de Liu Qingge para evitar causarle daño. Si se controlaba a tiempo, entonces podría ayudarlo. Pero no lo consiguió. Cuando volvió en sí, el cuerpo del Dios de la Guerra yacía en el suelo de las cuevas LingXi sin vida.

Y como era común en su vida, cuando informó esto todos los dedos apuntaron a él. Mu Qingfan había dicho que se había encontrado la energía de Shen en el cuerpo de Liu, lo que a muchos hizo sospechar. Y sumando el hecho de que Shen innumerables veces dijo que mataría a Liu Qingge y que Liu Qingge jamás en su vida tuvo una desviación de qi, esas sospechas se transformaron en acusaciones hacia el maestro del segundo pico. Nadie le creyó nunca que el Dios de la Guerra murió por una desviación de qi y sabiendo que nadie nunca le creería, dejó que pensaran lo que quisieran.

Eso más tarde sirvió para hundir su reputación y dejarlo a merced de Luo Binghe.

Se levantó de donde estaba y comenzó a caminar por la cueva, buscando a Liu Qingge, el idiota que estaba teniendo una desviación de qi en este momento.

Intentaba guiarse por el sonido. Si Liu Qingge estaba descontrolado, entonces escucharía su lucha contra las piedras de la cueva. Algo que retumbaría en cualquier lugar teniendo en cuenta la fuerza que el maestro de BaiZhan tenía. No creía que fuera complicado encontrarlo, ya tener que ayudarlo podría llegar a ser difícil.

La última vez habían luchado y Shen casi había perdido. En aquel entonces su cultivo era débil y su fuerza demasiado patética como para ayudar a Liu Qingge, aunque lo intentó. Y ese intento, ese pequeño acto de benevolencia de su parte, solo sirvió para hundirlo en la mierda. Irónico.

Pero ahora no sería igual. Claro que no. El cultivo de Shen Jiu era mucho mejor que antes y su núcleo dorado estaba más que consolidado. Si lograba dominar a Liu Qingge, iba a poder ayudarlo a nivelar su energía y salvaría su vida. Con suerte, el mono bruto no recordaría que le salvó la vida y pasaría como una desviación de qi que logró controlar por pura suerte.

Crack

Shen cambió de rumbo y comenzó a correr. Si ese sonido había sido lo que imaginó, entonces Liu estaba golpeando las rocas. Ya si era con sus puños o su cabeza, no podía decirlo con exactitud.

De repente los golpes se detuvieron y Shen no supo si eso era bueno o no. No creía que Liu Qingge fuera capaz de detener por sí mismo su desviación de qi, si fuera así no hubiera muerto en su primera vida. Algo más debió pasar y debía llegar antes de que eso fuera peor.

No tardó en ingresar a la zona en la que, sospechaba, Liu debió estar golpeando paredes. Miró a su alrededor y lo confirmó: muchas piedras estaban ligeramente agrietadas, como si alguien las hubiera estado golpeando repetidamente. No podía ser otro que Liu Qingge. Era el único capaz de agrietar esas rocas con sus puños.

Pero ¿dónde estaba él?

En silenció miró a su alrededor, pero no encontró nada. Se detuvo y calmó su respiración, agudizando su oído para saber si Liu se había ido a otro sector de la cueva.

Silencio.

Una respiración. Su propia respiración.

Silencio.

Una respiración. No la suya.

¡Arriba!

Al mirar, Shen tuvo poco tiempo para reaccionar. Liu se le arrojó desde donde estaba colgado de la parte superior de la cueva. Espada en mano y buscando matarlo. Sus ojos inyectados en sangre, queriendo destruir a su enemigo. Y luego decían que Shen quería matarlo. Al parecer Liu era quien más odio le tenía si en una desviación de qi su principal objetivo era ensartarle la espada en el corazón.

—¡Qingqiu, jodido bastardo!—gruñó Liu Qingge moviendo frenéticamente su espada.

Shen lo esquivó, decidido a no sacar a XiuYa para pelear. Todavía podía quitarle a ChengLuan de alguna manera que no involucrara desenvainar su propia espada.

Hablar con Liu en este momento no serviría de nada. Lo sabía mejor que nadie, lo había intentado en su primera vida y había fracasado olímpicamente. Lo único que consiguió fueron más insultos que no hicieron más que ayudar a generar su propia desviación de qi.

Todo un desastre que no lo llevó a nada bueno.

Liu siguió insultándolo, la sangre corriendo de su nariz mientras las venas de sus ojos se marcaban. Como si exteriorizaran su furia interior. Si Shen no hacía nada en ese momento, el Dios de la Guerra moriría otra vez. Tenía que pensar en algo rápido, algo que salvara a Liu sin necesidad de sacar a XiuYa.

Ganando algo de espacio, Shen buscó apresuradamente en sus mangas y solo se encontró con su abanico. Lo observó un momento y lo decidió: lo usaría para enfrentarse a Liu.

Con el abanico cerrado y cubriéndolo de energía espiritual, Shen comenzó a bloquear los ataques de ChengLuan. Tenía que sacárselo de la mano para acorralarlo y poder calmarlo. ¿Cómo lo hacía? No quería llegar al punto de golpear con una onda de su energía a Liu porque eso podría llegar a afectarlo de manera negativa. La energía que debía recibir debía ser lenta y constante, no abrupta y despiadada. Eso podría acelerar su muerte.

[Por 50 puntos B este sistema podría brindarle una pequeña ayuda ( ˘⌣˘)]

No era un mal trato.

"Acepto."

[-50 puntos B]

En ese momento, Liu Qingge tropezó. Shen no sabía si con el aire, sus propios pies o alguna pequeña piedra en el camino. Solo sabía que lo hizo y él no podía dejar ir esa oportunidad. Usando su abanico abierto, lo movió hábilmente y le quitó la espada de la mano a Liu, enviándola a unos metros de distancia. Casi al mismo tiempo se lanzó sobre él, inmovilizándolo tanto como podía de los brazos y comenzando a pasarle lentamente energía espiritual.

El bruto se removió como un gusano salvaje, pero Shen logró mantenerlo en su lugar con mucho esfuerzo. Lo hizo y su energía no flaqueó, fue lenta y constante como debía ser para no dañar los meridianos ya dañados y permitirle al mono descerebrado volver a tener el control.

Cuando sintió que la lucha comenzó a mermar y el peso a hacerse mayor, Shen aflojó el agarre sobre Liu. A medida que pasaban los minutos sintió el peso hacerse mucho mayor y el cuerpo inclinarse hacia delante. Despacio lo llevó al suelo y cuando descubrió que la energía se había estabilizado, lo soltó lentamente. Nunca se sabía si el bruto despertaría de nuevo con otra desviación o qué. Era mejor estar preparados para lo que fuera.

[+450 puntos B

Nuevo personaje permanente desbloqueado: Liu Qingge.]

Cuando se dio cuenta de que Liu Qingge se quedaría descansando inconsciente en el suelo de piedra, se sentó a un costado y suspiró aliviado. Había gastado bastante de su energía para ayudarlo y retenerlo le había llevado esfuerzo físico. Era mucho para unos pocos minutos.

"¿A qué te referiste con Nuevo personaje permanente?"

[Verá, querido usuario, la vida de Liu Qingge realmente no estaba asegurada. Él bien podía morir de nuevo como no. Eso dependía de si lograba la misión o no.]

"¿Qué? ¿Pero no era mi misión salvarlo? Si no lo salvaba bien podría haber sido devuelto de nuevo a mi primera vida."

[En realidad... (///u///) je je...Si Liu Qingge moría, no sería devuelto a su primera vida por fallar porque, bueno, si bien fracasaría y se le restarían puntos, la muerte de Liu Qingge no afectaría demasiado su futuro. Él solo representó una muy pequeña parte de sus acusaciones y ni siquiera tuvieron evidencias, la mayoría se basó en rumores. Su peor error fue abusar de un discípulo como Luo Binghe con una sangre extraña y peligrosa, por eso fracasar en misiones que afectan directa o indirectamente a Luo Binghe pueden llegar a hacer que usted vuelva a su primera vida.]

"¿Entonces mi misión en esta vida no es hacer las cosas diferentes sino hacer feliz al mocoso de Luo Binghe?" esto comenzaba a molestarlo.

¿No se suponía que volvió para hacer las cosas diferentes? Si no salvaba a Liu Qingge entonces no hubiera hecho las cosas diferentes.

[Su misión es hacer las cosas diferentes para que su futuro no sea el mismo que el que fue en su primera vida. Pero la muerte de Liu Qingge, si bien sería algo parecido a lo ocurrido en su primera vida, no hubiera afectado demasiado en su futuro porque usted ya empezó a cambiar muchas cosas que podrían haberlo ayudado. Una de esas cosas sería el cariño y confianza de sus discípulos, algo que en su primera vida no tuvo.]

Bueno, al menos había salvado al bruto y se ahorró el tener que volver a ser acusado. Ya bastante tenía con los rumores actuales como para sumarle uno más como asesino.

Apoyó su cabeza contra la roca detrás de él y cerró los ojos cuando se dio cuenta. Sus sentidos siempre estaban alerta así que detectaron que no estaban a solas. Había alguien más en la cueva. Shen abrió los ojos y llevó su mirada inmediatamente donde sentía la presencia. Vio una sombra estremecerse y alejarse unos pasos. Sin pensarlo se levantó y se apresuró en llegar. La silueta quiso irse, pero antes de hacerlo logró alcanzarlo y tomarlo del brazo.

—¿Luo Binghe?—preguntó sorprendido al verlo.

¿Qué hacía este niño aquí? ¿Cómo siquiera logró entrar? Las cuevas LingXi no eran un sitio donde cualquier discípulo podría ingresar, ¿cómo lo había hecho él?

—Shizun—al menos el niño tuvo la decencia de mostrarse avergonzado.

—¿Qué haces aquí?

No podía haberlo extrañado tanto como para querer infiltrarse en las cuevas y quedarse a su lado.

—Yo...este discípulo tuvo un mal presagio y siguió a shizun. Le ruega a shizun que lo perdone por ser tan atrevido—dijo y aunque se inclinó para mostrar su arrepentimiento, Shen no le creyó.

¿Un mal presagio? ¿Desde cuándo Luo Binghe tenía un mal presagio? El niño nunca antes los tuvo, ni siquiera en su primera vida, ¿cómo es que lo tendría ahora?

Bueno, no valía la pena averiguarlo ahora.

—Pudiste ponerte en peligro. Eres un discípulo todavía, apenas pudieron completar su primera misión hace un mes, ¿en serio crees que estás tan capacitado como para entrar en las cuevas LingXi y ayudar a este maestro? Vete ahora, antes de que decida castigarte al regresar.

—Shizun, este discípulo pide perdón de nuevo por su insolencia, pero...este discípulo no está seguro de regresar solo ahora. Antes de entrar escuché ruidos raros que no me auguraron nada bueno.

[Misión: Invasión demoniaca ¡protege CangQiong!

Recompensa: 500 puntos B.]

¡Era verdad! Casi se había olvidado de esa pequeña parte de su primera vida. Luego de tener una desviación de qi, recuperar la consciencia y descubrir a Liu Qingge muerto, Shen había salido de las cuevas LingXi para informar lo ocurrido. Sin embargo, en el camino descubrió que la secta había sido invadida. Yue no estaba en ese momento y el único capaz de hacer algo había sido él. Mantuvo a la secta a salvo, pero había terminado tan agotado que apenas logró regresar al pico QingJing antes de caer desmayado al suelo.

Si Luo Binghe habló de sonidos raros ¡estos no podían ser más que la invasión demoniaca liderada por Sha Hualing, una de las esposas de Luo Binghe!

¿Por qué la maldita cosa se había adelantado? ¿Acaso las cosas eran diferentes en este mundo?

—Vamos—le dijo a Luo antes de encaminarse a la salida de la cueva.

Como fuera, no importaba, tenía que proteger CangQiong costara lo que costara.  

Esta escena sí o sí tenía que estar en este fic porque fue algo importante en la novela de Avión. 

Mañana capítulo 19: Invasión demoniaca en CangQiong

Nos vemos!!! besos :D