Guardia 1: ¡Despierten de una buena vez! - Gritó y golpeo las puertas de cada celda haciendo ruidos insoportables, para que todos despertáran - ¡Quiero que se pongan en fila, y salgan ordenadamente - Ordenó apretando un botón con el que abrían todas las puertas de las celdas.

Guardia 2: ¡Ya oyeron, salgan de sus celdas y poneros en fila, Ya!

Todos se levantaron rápidamente y salieron de sus celdas haciendo lo que les pidieron.
El anciano antes de salir despertó a Frost, para que se levantara, ya que éste aún seguía dormido.

Anciano: Oye tú, levántate si no quieres que esos guardias vengan por tí.

Frost: Mmmm... ¿Que... que guardias? - miro al anciano y luego miró a la fila de personas de aspecto humanoide y otros seres saliendo de sus celdas - ¿Qué, a dónde van todos? - se levantó del suelo y miró al anciano esperando una respuesta.

Anciano: No lo sé chico, solo obedece y sigue si no quieres meterte en problemas - le aconsejó el anciano viendo en la celda de en frente cómo un guardia mataba a alguien porque no quiso  moverse de su celda.

Frost salió de la celda y se coló en la fila metiéndose en medio. Caminaron por un largo pasillo hasta salir de ese lugar. Frost miro hacia atrás tratando de identificar de en dónde se encontraba.

Frost: ¿Una prisión subterránea? - murmuró al ver la estructura del lugar - ¿Pero como demonios llegué aquí? - volvió a mirar al frente y siguió caminando.

Narra Frost

No podía caminar bien con esos grilletes en mis tobillos, luego de un rato caminando paramos frente a una nave no muy grande, vi a dos soldados bajar de ahí con  armaduras que se me hacían familiar. Hablaron con los guardias, me acerqué con cuidado, para escuchar que decían, quiero saber a dónde nos llevaban y quienes son.

Soldado 1: Está bien, se lo informare al General.

Soldado 2: Entonces ¿Estos son todos?

Guardia 2: Si, son todos.

Soldado 1: Bien, vámonos ya.

Ni siquiera dijeron dónde nos llevan - pensé y me coloqué en la fila nuevamente y escuche al soldado hablar.

Soldado 1: ¡Todos los prisioneros, suban a la nave rápido!

Nada más dijo eso y los demás empezaron a subirse a la nave, los seguí hasta adentrarme completamente en ella.
Adentro de la nave habían más soldados con la misma armadura que los otros dos soldados. Ahí pude recordar, esas armaduras son muy parecidas a los que llevaban mis piratas, pero de otro color, pero obviamente  no son ellos ni patrulleros galácticos ¿Entonces...quienes son?

Llevaron a todos los prisioneros a sus nuevas celdas. Para mi mala suerte está vez estaría solo en la celda.
Escuché a un soldado decir que traigan un poco de alimento, no quería que sus prisioneros mueran antes de llegar a su destino.

Frost: Al parecer será un viaje largo - murmuré acercándome a la puerta para agarrar un pequeño plato que me estaba pasando un soldado - Que bueno que puedo sobrevivir mucho tiempo sin comer - Miré la porción de comida que me habían servido - Una miseria - Me senté en el suelo y empecé  a comer.

Así pasaron dos semanas, la nave aterrizó en un planeta, y a todos los prisioneros nos trasladaron a un edificio, que parecía ser otra prisión.

Frost: Genial - musité con desánimo - y ahora que? - dije al ver como todos los guardias se colocaban en fila a cada costado de la puerta de la habitación de dónde me encontraba - ¿Quién?... - Fruncí el entrecejo, mirando a la puerta, la cual se abrió dejando ver a dos figuras.
Un ser alto y delgado, cabello largo y trenzado de color verde, llevaba una especie de Joya en la frentes unos colgantes, ojos color dorado y piel color celeste claro. Vestía con armadura de combate, acompañado de calentadores de piernas  azules que le cubría hasta las rodillas, calentadores de brazos rosas que le cubrían hasta los codos, y usaba un ¿Calzón azul? ¿Por qué se cubre todo pero usa calzones?..
Ignorando eso ya que no me incumbe, fijé mi vista al sujeto que lo acompañaba.
Un ser de cuerpo ancho, piel color rosa, con varios pinchos que sobresalen por su cabeza y brazos. También vestía con una armadura de combate de color azul y marrón, siendo distintas a la de los demás soldados, con un rastreador igual al otro sujeto.

Narración normal

Los dos soldados de alto rango entraron por la puerta de la habitación con aires de superioridad, o ese era el  caso del peliverde más que nada. Caminaron hasta quedar frente a los prisioneros. El de ojos dorados paseo su vista por todos los prisioneros, dándose cuenta que la mayoría eran hombres y mujeres de avanzada edad, y eso no le serviría a su Señor.

Zarbon: Que miseria, ¡Son todos unos maldi.... - Enmudeció abriendo los ojos como plato - ¿Qué?...Do-Dodoria - se giró hacia éste apoyando una mano en el hombro izquierdo del ser rosado.

Dodoria que también estaba mirando a los prisioneros miro a su compañero con curiosidad del por qué puso  esa cara.

Dodoria: ¿Qué ocurre?

Zarbon: Mira - levantó el brazo apuntando con el dedo al changlong que al parecer se encontraba algo distraído mirando todo el lugar -

Dodoria abrió los ojos como plato al ver en dónde apuntaba su compañero.

Dodoria: ¿Qué hace aquí el Señor Freezer? ¿Qué acaso no se encontraba en una conquista?

Zarbon: ¿Qué? ¿Cómo crees que el señor Freezer va a estar encadenado y más aún con esas miserias? Fíjate bien, ese no es el Señor Freezer - Bien sabía que en la raza de su Señor todos se parecen en cierta manera o comparten ciertas características, pero no tanto - Pero es idéntico.

Dodoria: Muy idéntico, ¿Deberíamos informar sobre esto al Señor Freezer? - Mirando nuevamente a su compañero.

Zarbon: Claro que deberíamos, pero primero debemos encargarnos de estas sabandejas - Refiriéndose a los demás prisioneros.

Dodoria: Bien - apretó el botón de su scouter  empezando a medir la fuerza de cada uno de los prisioneros.
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•1032 palabras.
• 30/09/20

Espero que les esté gustando esto 👀
Como siempre, me disculpan si tuve algún error...

En fin, nos vemos en el próximo capítulo 😊💕💕.