16/11/2021

A veces es difícil.

Solo quisiera tener algo de maldad en mí.

Quiero ser más fuerte y dejar de sufrir.

Simplemente, llega un punto en el que te cansas de dar todo por nada, de ser un alma pura en un mundo de demonios.
Llega el momento en que te das cuenta de que eres demasiado generoso en un planeta donde es mejor ser egoísta.

En algún punto de la vida, solo quieres ser lo peor de ti, y la decepción te la llevas al ver qué no puedes.
Tus alas fueron cortadas antes de que pudieran si quiera crecer.

Pero solo te puedes dar cuenta en el instante en que quieres volar.

Y duele...

Duele porque tenías la esperanza de salir de aquí.

Sin importar que.
Tu buscabas algo mejor.

¿Pero quién no? Todos hemos buscado la felicidad.

La misma que todos se han encargado de destruir con el paso de los años.

Y es ahí donde darías lo que fuera por ser de nuevo un niño.

Lo extrañas...

Lo extrañas porque entonces eras feliz.

Muy bajito, pero podías volar. Tenías algo de libertad.

Porque es duro descubrir lo poca cosa que es este mundo.

Son tantos pensamientos que corretean por tu mente en una noche de insognio, que no sabes en qué momento pasaste de un tema a otro.

Solo te queda intentar dormir, para mañana saber si rezarás por si vivir o morir.