Las lágrimas del Macchiato
—Me alegra mucho que por fin podemos verte, en todo este tiempo no sabes lo mucho que te hemos extrañado Soosie; padre casi trepaba por las paredes las primeras semanas que estuviste fuera, y papá no paraba de decir que en cualquier momento iría a donde quiera que estuvieras porque su bebé no debía estar solo. Creo que no se preocuparon tanto cuando estuvimos de servicio ya que por lo menos estábamos en el mismo país. —
SeungSoo no había parado de hablar desde que lo recogió en la estación de autobuses. Era cierto que de los dos él era, en teoría el más desapegado a su hogar paterno, sin embargo, a pesar de que pudiera parecer completamente independiente fuera del nido, en realidad desde que se mudó a un apartamento cercano a la universidad, él no dejó de extrañar en todo momento la calidez de su hogar. Los rápidos desayunos que su papá preparaba cada día para todos y ese corto trayecto en el que su padre hablaba de cualquier cosa con él rumbo a la escuela; desde siempre los había extrañado a todos. Incluido SeungSoo y esas tardes donde el mayor lo obligaba a ir a sus partidos de soccer para que cargara su maleta y le sirviera de porra aún sabiendo que detestaba el futbol.
—No fue tanto tiempo hyung, además yo les llamaba casi cada tercer día, gracias a ti ellos aprendieron que era más útil una video llamada por Skype que invertir toda mi beca en largas distancias. Además, les he traído muchos regalos de todos los lugares que visité; apuesto a que a nuestro padre le va a encantar el vino que traje para la cena y a papá le encantarán todas esas curiosidades para su vitrina de coleccionables.
—Sabes que no importa si hubieras regresado con las manos vacías siempre y cuando volvieras. Todos te extrañamos, fue tan repentina tu decisión que ni siquiera tuvimos tiempo de ir a despedirte. Todo te lo guardaste muy bien hasta el último minuto. — Y era cierto, más que irse por voluntad propia él había estado huyendo e intentando no dejar rastro, pero eso, no tenía que saberlo su hermano, por lo menos no en el auto a pocos metros de su casa.
Los besos y abrazos no le faltaron al entrar. Sus padres estaban en la sala esperando por él y su hermano mientras miraban en la televisión lo que parecía ser un documental sobre Italia. En los brazos de su papá sintió ahogarse por el fuerte apretón, pero no le importó. A él siempre le había gustado enredarse en las largas extremidades de su progenitor, respirar su aroma y acurrucarse si era posible. Él ya no era un niño y aun así sintió la necesidad de tumbarse en el sofá como hace muchos años no lo hacía y pedirle que le acariciara el cabello mientras miran televisión. Pronto esos brazos lo soltaron para ser estrechado por otros aún más fuertes que incluso le palmearon la espalda mientras susurraban palabras de aprobación llenas de orgullo.
¿Seguirían sus padres tan orgullosos de él después de que les contara su fracaso y verdad?
No lo sabía, pero era claro que no era algo que pudiera postergar por más tiempo.
La cena había estado llena de charlas, él sobre sus viajes y todo lo que había visto; mostró fotos y entregó regalos a todos los presentes. Escuchó algunos chismes de aquí y allá, lo que su hermano había logrado en la pequeña empresa familiar y cómo es que el negocio de sus padres había prosperado gracias a los planes y medidas que su hermano implementó. Si en algún tiempo hubieron reproches porque él no siguió la línea familiar, todo eso había muerto cuando pasado un tiempo después de su graduación apareció una oportunidad tras otra para ejercer su profesión, además de eso, su padre siempre se sintió orgulloso de él dado que además de tener constantes trabajos en el departamento de historia y arte era a su modo un empresario exitoso que tenía buenos ingresos a través de aquel negocio que le habían heredado.
Pronto todos se habían movido a la sala de estar con un café recién hecho que el mismo KyungSoo se había encargado de preparar para acompañar ese pastel de zanahoria que su papá sabía amaba. Iba a necesitar todo el dulzor del postre para poder hablar de una vez por todas.
—JungSuk y yo terminamos, en realidad no sé si algo realmente inició entre el Doctor Jo JungSuk y yo, pero terminamos. Él era mi asesor de un proyecto por el cual aplicaría para una plaza en la universidad. Lo que nosotros tuvimos fue... Cuando yo me di cuenta ya habíamos pasado el límite de profesor alumno y sin notarlo éramos como una pareja. Al decir verdad, gran parte de la culpa de todo el desastre que se desató fue mía; es decir, en la universidad él era mi superior y cuando las salidas se convirtieron en algo más no pude hacer nada sino aceptarlo. Él era... era una persona a la que yo admiraba; me dejé llevar por ese sentimiento deslumbrante que me provocaba con todo su conocimiento y la forma en la que lo compartía tanto en clases como en su forma de ser.
>>Cuando me di cuenta de que lo que teníamos no era lo que yo deseaba intenté hablar con él, decirle que a pesar de que llevábamos casi dos años en esa... relación no estaba satisfecho. No es que yo no lo quisiera, porque en realidad no sé si llegué a quererlo. Siento... siento que esto es demasiado para decirlo porque sí; pero no quiero que hayan secretos entre nosotros, además de una relación física satisfactoria y una comprensión intelectual que estaba bien, jamás sentí nada por él salvo admiración y traté de hablarlo. Al parecer él no estuvo de acuerdo en que termináramos, para esto él se mudaba por días a mi casa y nuestra ruptura no salió bien.
>> En el momento en el que pensé que todo estaría en orden, él... Él tomó mi trabajo de años y lo presentó como suyo. Todo el crédito, toda mi investigación fue para nada. JungSuk obtuvo un importante premio académico gracias a esto y supongo que fue la forma el que se sintió satisfecho por haber roto. Nunca podré entender cómo es que la persona que más admiras puede volverse contra ti cuando alguna vez dijo quererte. Yo tomé la oportunidad que me ofrecía la Universidad Sapienza para alejarme de todo. Estaba enojado, frustrado ¡Había perdido una importante oportunidad de quedarme en la universidad como académico investigador! La cafetería apenas estaba saliendo de una mala racha y me sentía confundido, perdido, cansado y con ganas de desaparecer. Pensé en venir aquí y contarles todo pero estaba avergonzado. No quería que pensaran que lo que yo estaba haciendo era ir por el camino fácil al enredarme con mi asesor. La oferta en Italia fue la ventana que se abrió repentinamente cuando todo en la universidad colapsó. A decir verdad yo no tenía la intensión de irme. Yo quería terminar mi doctorado aquí en Seúl. Pero no pude más.
Nadie dijo nada, sus padres se mantenían observándolo fijamente mientras su hermano había dejado de lado su café y corría a abrazarlo. Era extraño, ellos no eran de apapacharse o mantener mucho contacto, pero en ese momento sintió que en realidad siempre necesitó a su hermano mayor para que lo cuidara y que había extrañado aquellos absurdos ataques de celos cuando cualquier persona intentaba ligarlo años atrás. Él hubiera agradecido tanto que SeungSoo espantara a JungSuk de su vida, que por lo menos hubiera dicho que le rompería la cara después de haberlo apuñalado por la espalda.
Pronto sintió a SeungSoo ser arrancado de sus brazos y cuando temió que le dieran una mirada llena de reproche, de odio o de cualquier otra cosa sintió los brazos de sus padres abrazarlo y comenzar con una letanía no contra él sino contra el "mal nacido que abusó de su confianza".
Esa noche, sin pedirlo todos se quedaron en la sala con él, tendidos en los futones, su papá abrazándolo contra su pecho y por otro lado su hyung tomando su mano mientras su padre juraba y perjuraba que algún día no muy lejano iría a romperle cada uno de sus huesos.
No es que él fuera un niño pequeño, tampoco es que él estuviera acostumbrado a derrumbarse por sus problemas o que estuviera sediento de afecto. Lo que ocurría es que él se había culpado por el terrible error de confiar en alguien que no debió y se había exiliado, y mantenido en silencio suficiente tiempo. Ahí con su familia supo que quizá él no estuvo listo para amar a alguien; que sus pasiones eran su trabajo, sus investigaciones y su familia. Muchos podrían decir que era un tanto frívolo e insensible, sin embargo así había sido siempre y estaba seguro de que así sería hasta el final de sus días.
La cuestión era simple, su trabajo y todo lo que hacía y quería lo realizaba con los dos tipos de amor existentes, con pasión y con esa delicadeza que solo lo que amas con el cariño más puro puede ofrecer. No estaba negado al amor entre él y alguien.
Era simplemente que ese alguien aun no llegaba.
No estaba esperándolo, pero pensaba que quizá una pequeña parte de sí mismo aguardaba porque alguien lo estuviese buscando.
Y así, enredado en el calor familiar; supo que quería ser encontrado, quizá no ahora, tal vez dentro de mucho, si es que acaso aquella persona sea quien fuere estaba dispuesto a entenderle, esperarlo, reconocerlo...
Pero sobre todo amarlo.
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