Café de grano verde, una taza amarga para despertar.
—No BaekHyun, creí haberte dicho que no. Te lo dije por teléfono, por e-mail, por Facebook e incluso por Instagram, no quiero escuchar charlas sobre negocios, mucho menos si eres tú quien habla de negocios.
— Kyunggie, sólo te estoy pidiendo que leas lo que hay el en sobre. Si verdaderamente consideras que no va a funcionar podemos dejarlo ahí. No es nada del otro mundo y dedicarle cinco minutos a la propuesta no te quita nada.
—Mira Baek, no tiene siquiera cuatro horas que acabo de llegar, el tráfico del aeropuerto para acá fue asqueroso, estoy cansado y hecho mierda, sabes lo mucho que odio pasar tanto tiempo en un avión así que no colmes la poca paciencia que aún tengo. Yo sólo quería pasar y hacerte saber que mañana puedes llevarme a Meokmul y a Huchu a casa. No vine a discutir otra de tus brillantes ideas de negocios justo ahora. Y si es posible nunca en la vida.— Decir que estaba hecho mierda era poco, el viaje que acababa de terminar finalizó no sólo con su año sabático, con la beca de estudios continuos para doctorado o con el punto final en su tesis; terminar con los lugares que visitar para finalizar su proyecto lo traía de nuevo a la realidad donde tenía que plantar la cara a uno de los errores más grandes que había cometido en toda su vida.
—¡Pero KyungSoo! No has escuchado lo que tengo que decir, cada que te llamaba por teléfono para hablarte sobre ello me colgabas. No es justo, este negocio también es mío.
—Pero nada. Apenas estamos saliendo de la crisis anterior, la cual te recuerdo fue idea tuya, o bueno de tu ex. Yo sé que al igual que yo, quieres lo mejor para el local. Pero simplemente no podemos creer en todas las propuestas que nos ofrecen. Invertir no es un juego y no estoy dispuesto a perder este negocio. Aún no sé para que invertimos tanto en un servicio de catering para eventos especiales, no tenemos un chef y las veces que te has hecho cargo de pedidos para eventos no ha salido nada bien. Eres el mejor chef pastelero que conozco; pero tu cabeza para los negocios generalmente se basa en las ideas que te mete el compañero de turno en la cama. ¿Recuerdas qué fue lo último que pasó con YiFan? Nos planteó ideas maravillosas sobre extender el negocio con la preparación de mesas para eventos, catering para todo tipo de cosas y en realidad lo único que logramos fue que perdimos muchísimo dinero en crear publicidad, comprar esa van que nadie usa y en acondicionar el local para no infringir la ley, ni hablar del montón de trámites de los que tuve que hacerme cargo, para que al final tu amante decidiera que era más conveniente aceptar el puesto que le ofrecían en Shangai como chef que quedarse a hacerse cargo de todo el desastre que dejó atrás.
>> Kris nos dejó tirados y al borde de la banca rota, de verdad BaekHyun, creí que habías aprendido a no mezclar los negocios con el placer, si alguien te habla bonito en la cama es hasta lógico que no debes creerle. No podemos arriesgarnos Baek, y no es un reproche, pero debes ser más cuidados con quienes se nos acercan para intentar vendernos lo que sea. Creí que en mi ausencia hablarías de estas cosas con MinSeok y con JongDae antes de querer tomar cualquier decisión o de aceptar a cualquiera que quiera venir y meter su cuchara donde no debe.
—MinSeok-hyung dijo que veía potencial en el proyecto y que cree que podría ser una buena idea para aprovechar todo ese "gasto inútil" que hicimos hace un par de años; de hecho fue él quien estuvo presente cuando la charla salió y JongDae...
—Él es un traidor entonces. ¿Ves por qué tenía miedo de irme? ¿Y qué tiene que ver JongDae en todo esto? Dime por favor que no han firmado nada, que el hecho de que JongDae esté siendo mencionado no es porque ya han hecho algo y apenas me vengo enterando.
—Es probable que JongDae viniera a leer los términos del contrato que MinSeok y yo firmamos para...
—¡Byun BaekHyun!, recuerdo claramente que hasta hace 5 minutos sólo querías que leyera una propuesta. ¿En este momento estás tratando de decirme que MinSeok y tú firmaron algo, que no sé qué diantres sea y que debían consultarme y que sólo me estás avisando?
—Mira KyungSoo, puede gustarte o no lo que voy a decirte; pero lo hecho, hecho está, y es cierto que yo soy lo mejor de lo mejor cuando se trata de postres y que quizá las inversiones que he intentado hacer a lo largo de mi vida no hayan salido bien. Pero esta vez no estaba solo. MinSeok y JongDae estuvieron de acuerdo al 100% e incluso el plan de negocios que se armó antes de firmar el contrato fue revisado meticulosamente por todos, lo cual significa que...
—Significa que me han dejado fuera y que en mi ausencia han hecho lo que han querido sin siquiera tomarme en cuenta en las decisiones que tomaron. Bien, si lo que querías decirme es que aquí es absolutamente inútil mi opinión he captado la indirecta. — ¿Qué demonios pasaba? ¿Acaso todo el que lo rodeaba pensaba que él no era capaz de tomar sus propias decisiones? Cuando todos se cansaban de tratar de convencerle sobre un error forzaban las cosas para obligarle a aceptar y siempre todo terminaba con un inminente desastre, eso ya lo había vivido demasiadas veces, con demasiadas personas.
—Pero Kyunggie, nosotros te necesitamos, nosotros...
—Ustedes tres no me necesitan, ni siquiera necesitan que yo apruebe o no lo que hicieron. ¿Sabes qué? Ya no importa, ahora me queda claro por qué ustedes insistían en que me tomara ese año sabático para mi investigación. Lo único que querían era que me fuera y le dejara el poder a JongDae para que destruyeran todo lo que alguna vez tu abuela quiso. Pero dile esto a ellos dos y que te quede claro a ti también; yo no voy a estar aquí para cuando todo se venga abajo, si se han metido en esto ustedes solos sin siquiera considerarme, salgan cuando todo esto les explote en la cara.
—Nosotros no quisimos que...
— Mañana quiero a mis perros en casa, voy a ir a la universidad a medio día. Pasa a esa hora y déjalos en el patio, no me esperes en casa y no me llames, ninguno de ustedes por favor.
Era increíble, inaceptable pero sobre todo, aunque no quisiera aceptarlo, doloroso. Aquel local del que ahora salía furioso había sido testigo de los mejores años de su vida, ahí había conocido a personas que eran valiosas, inteligentes y buenas, sin embargo ahora se cuestionaba profundamente si realmente las había juzgado bien. Desde que MoonByul había muerto entre los cuatro habían decidido sacar adelante la cafetería. Tanto él como BaekHyun eran dueños al 50% del local y habían pasado tragos amargos al perder a la que ambos consideraban su abuela y mentora. Hacerse cargo por turnos de lo que el local necesitaba sin perder la esencia que lo había caracterizado por años había sido duro. Él había trabajado arduamente en sus estudios y también lo había hecho para aprender sobre la marcha cómo llevar un negocio así. Y ahora sentía que no le quedaba nada, sus amigos prácticamente lo habían echado por la puerta trasera. De nada servía si a raíz de su viaje había conseguido nuevos proveedores, nuevas recetas y técnicas que estaba dispuesto a experimentar con tal de hacer próspero el negocio. Quizá era una situación así la que le hacía falta para saber que su lugar estaba tras un escritorio, escribiendo columnas en la gaceta universitaria o bien en un aula impartiendo cátedra y no tratando de llevar los libros contables de un negocio.
Aún con el enfado arraigado en su vientre llegó a casa y lo primero que pudo hacer fue ver que todo seguía tal y como lo había dejado un año atrás. La pequeña cocina estaba impecable y hasta escuchaba el repiqueteo del frigo bar encendido. Sonrió burlándose de sí mismo. Seguramente MinSeok se había encargado de mantener su casita de juguete decente para cuando él por fin llegara. No importaba ahora si incluso se había tomando la molestia de dejarle comida guardada en recipientes para el siguiente par de días, o si BaekHyun había dejado un pijama lista para ser usada en cuanto llegara. Quiso ignorar la punzada de dolor al ver que en realidad sus pequeños perros estaban ahí bien despiertos junto a su cama esperándolo moviendo el rabo BaekHyun debía haberlos llevado por la mañana o algo así para que él los encontrara al llegar a casa. Nada de eso importaba porque lo habían hecho menos, habían relegado su papel como activo en el negocio familiar que llevaban a cabo.
Probablemente estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua, pero él había estado fuera poco más de un año. Él se había ido con la esperanza de subsanar las heridas que llevaba a cuestas, la traición y el mal sabor de boca que le dejó el saberse engañado no sólo por su pareja, sino por alguien que durante toda su vida universitaria había admirado. Sin querer se había ido lejos para centrar todo su coraje en el nuevo proyecto que tenía en manos. Aun se sentía estúpido por haber perdido casi dos años en el anterior para que al final JungSuk tomara los créditos de su investigación y sacara provecho. Suspiró cansado y con ganas de tirarse en su cama y llorar, JungSuk no sólo tomó los créditos de su investigación doctoral, sino que también había roto su corazón en pedazos que aun no estaban bien colocados en su lugar de origen.
Había extrañado a su familia y a sus amigos y el recibimiento lo había dejado más frio de lo que incluso había llegado, si bien ahora podía ir y terminar sus trámites académicos, restregarle en la cara a su ex que al final él no se había dado por vencido, esto no le sabía absolutamente a nada. Ni a gloria, ni a hiel, simplemente estaba ahí sopesando todo con lo que tenía que lidiar a partir de la mañana siguiente. Si su corazón estaba roto al abordar el avión aquí los trozos habían terminado por convertirse en polvo. Nada importaba ya, si había ido a la cafetería para buscar a BaekHyun no era para saber sobre cómo iba el negocio, sino porque necesitaba alguien con quién irse a beber y dejar fluir todo lo que tenía atascado en su garganta, necesitaba alguien que le diera fuerza para pasar indemne a las pruebas que tendría a continuación, sin embargo lo habían recibido con una patada en el trasero.
¿Quién iba a decirlo?
Había llegado para irse de nuevo, ahora que lo pensaba bien, esa universidad que lo había contactado en Tokio sonaba bien. Al parecer todo el mundo se había puesto de acuerdo para hacerlo a un lado.
*¿Pá? Soy yo, regresé esta noche...*
*...*
*Sí, mañana iré a verlos, sí, hablé con SeungSoo y pasará por mí a la estación con su auto.*
*...*
*No, estoy bien, sólo cansado; sabes que jamás me acostumbraré a viajar en avión.*
*...*
*Sí, los he extrañado mucho y también estoy ansioso por verlos, dile a papá que no compre vino para la cena, he traído algunos que sé que le van a gustar*
*Yo también te amo, descansa Pá*
Repentinamente se sintió como un niño de nuevo, como un pequeño asustado que está lejos de casa con parientes lejanos y que necesitaba el abrazo de su padre antes de dormir y el beso en la frente por parte de su papá, la situación lo sobrepasaba y el dolor de ir cerrando ciclo a ciclo cada uno de sus tropiezos lo dejó desarmado ante su incierto mañana.
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