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Jimin un joven de 30 años, cansado de la vida, pues todo lo que alguna vez soño, sólo quedó en una ilusión, anhelaba con tener una familia, ser alguien reconocido, ser rico quizá, tener una pareja que lo ame y quiera, pero todo eso se fue por el caño.
Después de tiempo, solo pudo conseguir un trabajo mediocre solo para sobrevivir y ostentar sus gastos personales.
Vivía solo, no tenía perro que le ladrara, no es que no le gustarán las mascotas,al contrario, en su infancia y parte de su adolescencia, tuvo demasiadas mascotas, pero el hecho de perderlas, con el tiempo, eso le dolía cada vez más.
Entonces prefería estar solo y así evitarse un dolor, no tenía amigos, los pocos que conoció en su juventud, ya no existían para él.
Pues cada uno de esas personas que había conocido en su vida, cumplieron sus sueños, tenían pareja, familia, cosa que a jimin le faltaba.
Fueron pocos los amigos, si es que se le puede decir así, quienes compartió lindos recuerdos, pero ninguno se quedó con él.
Sus padres habían muerto ya, pues lo tuvieron un poco grandes, por ese motivo desde chico, se impulso a ayudarlos siempre, ya que ellos le habían dado un techo y comida durante su infancia, ahora era turno de él.
Trabajaba y estudiaba al mismo tiempo, nunca tuvo tiempo de salir de fiestas, su vida solo se basaba en la escuela, trabajo y casa, aunque a veces lo invitaban esté se negaba y se aislaba de todos.
Su prioridad pensaba en ese entonces, eran sus padres y estudios, nada más importaba para él, tenía entre comillas amigos, pero el sabía que no eran verdaderos, ya que todos lo buscaban con un fin.
Siempre para beneficio propio, nunca para lograr hacer amistad, así que cansado de que abusaran de él, se volvió con el tiempo un chico desconfiado, frío e indiferente.
Odiaba a la gente hipócrita, mentirosa y que sólo se aprovechara de los demás.
Así que decepcionado de la vida que tenía, pensaba acabar con la suya propia, de que servía estar en un mundo donde no tenías a nadie con quien contar, su soledad cada vez lo carcomía más, estaba en un pozo profundo lleno de oscuridad y de tristeza.
Oh bueno eso pensaba él, antes de que escuchara una melódica voz mediante el radio, ese día había cambiado algo dentro del pequeño corazón roto del rubio.
[...]
Era un día como cualquiera para el rubio, se había levantado temprano como siempre, hacia la misma rutina una y otra vez, apagaba su alarma temprano, se bañaba, vestía, tomaba un desayuno ligero, si bien le iba, si no simplemente compraba algo en la calle, después, se iba a su trabajo en su pequeño carro, que le había obsequiado sus padres cuando se graduó.
Esa era la misma rutina que hacía todos los días el rubio, incluso ya no tenía ánimos de nada, sólo quería permanecer acostado sin hacer nada mirando a la nada, pero tenía obligaciones y responsabilidades que cumplir y por inercia tenía que obligar a su cerebro y piernas a despertar.
Dió un gran suspiro y se metió a su auto, coloco su maletín en la parte trasera del auto,mientras el conducía en silencio, rara vez le gustaba conducir con ruido ya que luego lo distraía y se pasaba los semáforos, así que prefiria conducir en silencio con normalidad, pero ese día sus pensamientos eran más fuertes y ruidosos que otros días, lo que lo obligaba a no concentrarse.
Entonces decidió encender la radio en busca de música algo relajante, pero su desesperación y ansiedad le ganaba por no encontrar nada que le gustará, fastidiado y molesto la dejo en una estación al azar, en dónde se escuchaba música tipo jazz.
La dejo ahí por un momento, ya casi llegaba a su trabajo, pero algo lo detuvo, abrutamente, con algo de brusquedad se detuvo, salió del auto y vio como su llanta se había ponchado, quiso componerla, pero no tenía las herramientas necesarias. Después de eso un olor raro le llegó a su nariz, su motor se estaba sobrecalentado provocando que saliera humo.
En un intento desesperado, corrió cerca de un puesto de jugos, compro uno y se lo hecho al motor para que dejara de salir humo, pero ahora ya no podía conducir.
Ese día era el peor para el rubio, no había desayunado, por falta de alimentos, su auto se había dañado, llegaría tarde a su trabajo, el único dinero que le quedaba lo desperdicio en un jugo causante que dañara más su auto, intento llamar a una grúa, pero su teléfono se había agotado la batería, ya nada sería peor para él.
O bueno eso pensó hasta que un auto paso a máxima velocidad cerca de un charco dónde se hallaba el rubio, lo que ocasionó que lo salpicará de lodo en su ropa, ahora sí era la gota que derramó el vaso.
Con un ligero tic nervioso y algunas pulsaciones nerviosas atacaron al rubio, su respiración aumento en escala, su cabeza dolía y entonces explotó, al ser temprano casi no había rastro de gente, así que con el poco aire acumulado que tenía dió un gran grito de frustración y odio, gritando a los cuatro vientos, maldiciones igual gritaba.
Realmente ya no le importaba que lo vieran como un loco, tomo un tubo cerca y comenzó a golpear su propio auto de la frustración, desquitó todo su enojo en el, hasta que sus manos ardieron.
Después de reaccionar, vio como había acabado el coche, como el último recuerdo que sus padres le dejaron, ya no podía más, quería desaparecer ya.
Mirando al cielo, maldijo por lo bajo a dios. queriendo desaparecer, molesto con todo y todos, grito y alzó las manos en desesperación.
—¡QUE MÁS QUIERES DE MÍ!— grito en voz alta, angustiado y desesperado.
Y como si lo hubiera invocado, poco a poco el cielo azulado y despejado, se convirtió en uno gris y desolado, truenos y relámpagos comenzaron a sonar, dando inicio a una gran tormenta.
— Perfecto, lo que me faltaba— menciono con fastidio y rodeo los ojos en blanco—acaso me quieres matar, bien, aquí estoy, mándame un rayo y que me parta a la mitad— amenazó frustrado y molesto mirando al cielo gris.
Segundos después,cayó un rayo muy fuerte cerca del rubio, causando que se estremeciera bajo la llovizna.
— Okey, creo que no quiero morir por un trueno— murmuró nervioso y como pudo se adentro en su auto, todo empapado y sucio.
Al entrar no se dió cuenta que la radio seguía encendida, pero ya no sonaba la música,en su lugar se escuchaba la voz de un hombre, parecía joven por su tono.
Era algo grave, pero melodiosa.
Quería cambiarle de estación porque no quería escuchar nada en ese momento, pero al hacerlo la voz lo detuvo, como si estuviera, vigilandolo.
—Hey, si tú.
No te atrevas a cambiarle de estación, porque si lo haces, te perderias las grandes novedades que tengo para tí— anunciaba la voz entusiasta.
Jimin bufo molesto, pero no le haría mal escuchar un poco de lo que hablaría el chico detrás.
Así que resignado suspiro y dejo la estación en su lugar,sentía frío, estaba sucio, se sentía frustrado y molesto, quería llorar,pero al escuchar poco a poco la voz del joven se comenzó a relajar.
Cómo si lo estuviera arrullando.
Jimin seguía escuchando la voz del joven, como narraba cuentos,poemas, dedicatorias, o se comunicaba con algunos de la audiencia en vivo, poco a poco se fue calmado sin sentirlo, aunque aún permanecía con frío por la lluvia,ya no sé sentía frustrado ni molesto.
Era como magia, ya que al momento de escuchar la voz del chico su mente se olvidó de todo y solo se concentraba en lo que decía el joven detrás.
Antes de acabar menciono una frase que se le quedó grabada al rubio.
"Algún día todo tendrá sentido,mientras tanto, dedícate a buscar algo que te motive, nunca dejes de luchar por lo que quieres, está bien sentir miedo, eso es normal porque somos humanos, pero que eso no te impida a comenzar una y otra vez, arriesgar y perder y aún así tener éxito, confía en tí, porque tú eres el más grande héroe que te puede sacar de ese pozo en el que te encuentres".
Diciendo eso último el chico, se despidió sonando de fondo una hermosa canción.
—Bueno espero les halla gustado la linda frase, se que alguien en algún lugar la necesitará, los dejo con esta hermosa canción llamada At My Worst , espero les guste, se despide su amigo y compañero JK, nos vemos hasta la próxima, a la misma hora en la misma estación Serendipity— dijo sonriente y amable la jóven voz.
Después de eso jimin escucho de fondo la canción, al despejar su mente y alzar su vista vio que el cielo se estaba despejando, después de que el clima se mejoró, dejo su carro a fuera,tomó sus cosas personales que tenía en el auto y siguió su camino a pie hacia su casa.
Luego de llegar a su casa, dejo sus cosas, tomo un baño, pidió comida por teléfono y después llamo a una grúa para que se llevarán su auto de la calle.
Después de relajarse un poco medito las palabras que había dicho aquel joven en la radio.
Tenía razón, si quería seguir sus sueños, no tendría porque rendirse, si no seguir adelante, aún era jóven, podría hacer lo que quisiera, tenía dinero ahorrado de trabajos anteriores que tuvo en su adolescencia, y con el suelo que le daban casi no gastaba, por ende lo que sobraba lo ahorraba en el banco, mínimo ya tenía una gran cantidad para hacer lo que quisiera con ella.
Así que se propuso seguir sus sueños, después de ordenar sus cosas, decidió descansar ya que al día siguiente tendría que arreglar algunos asuntos en su trabajo.
Entonces desde que jimin pudo escuchar aquella melódica voz grave, decidió tomar su consejo,nunca en su vida pudo sentir tranquilidad, paz, apoyó, cariño, amor, como cuando escucho la voz del locutor JK.
Y aunque no supiera como era físicamente, sabría que por su voz era una persona agradable, amable y sonriente, muy alegre, a comparación de él.
[...]
Después de que jimin escuchará la voz de JK, su vida mejoro para bien, pues desde la primera vez que lo escucho, supo que su vida mejoraría, nunca se perdía sus noticias y novedades que decía, cada día siempre se despedía con una frase distinta, incluso supo aprenderse algunas frases de memoria.
Siguió trabajando en el lugar donde estaba por unas semanas más, mientras le pagaban de nuevo,mientras cambiaba su rutina,se levantaba temprano hacer ejercicio, desayunaba algo antes de irse a trabajar, incluso obtuvo un nuevo talento, el baile, se había inscrito en un taller de baile para distraerse, en las tardes, le sirvió de mucho hacerlo ya que ya no sé sentía frustrado ni molesto, era otro.
No sabía cómo unas simples palabras de alguien a quien no conocía, lo habían cambiado, pero ahora no podía dejar de pensar en esa voz tan joven, todas las noches se imaginaba como era el físico del chico, se imaginaba una vida con el joven de hermosa voz, se creía iluso al crear fantasías sobre una vida ficticia, pero bueno, por lo menos le agradecía a la hermosa voz en sacarlo de aquél fondo oscuro en el que se encontraba.
Después de meses decidió renunciar a su trabajo que tenía y junto todos sus ahorros y vendió el departamento en el que estaba, luego de eso, junto para otra pequeña casa cerca de la playa.
Su vida había mejorado en grande, ya que ahora se dedicaba a bailar en sus tiempos libres, mientras en las mañanas era guía de turistas en la playa donde vivía.
Su vida había mejorado y todo gracias a esa hermosa voz.
— Nunca te olvide JK.
Murmuró por lo bajo el rubio viendo el atardecer aproximarse.
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