LAZINEES
"No estés lejos de mí un solo día, porque cómo,
porque, no sé decirlo, es largo el día,
y te estaré esperando como en las estaciones
cuando en alguna parte se durmieron los trenes.
No te vayas por una hora porque entonces
en esa hora se juntan las gotas del desvelo
y tal vez todo el humo que anda buscando casa
venga a matar aún mi corazón perdido.
Ay que no se quebrante tu silueta en la arena,
ay que no vuelen tus párpados en la ausencia:
no te vayas por un minuto, bien amada,
porque en ese minuto te habrás ido tan lejos
que yo cruzaré toda la tierra preguntando
sí volverás o si me dejarás muriendo"
Pablo Neruda - Soneto XLV
-Señorita esta es la puerta de ingreso.
-Gracias, puede quedarse con el cambio.
Minerva Stein miró asombrada el enorme frontis de la Universidad de Boston y agradeció tener un excelente sentido de orientación, muy útil si quería llegar a cumplir uno de sus más caros anhelos: Conocer Egipto y ser parte de alguna de las expediciones que desentrañarían los misterios todavía ocultos de la milenaria y misteriosa cultura egipcia.
Para lograr esa meta primero debía encontrar el edificio de la Facultad de Arqueología y revisar sus horarios en los cursos de postgrado con mención en Egiptología.
Cargando con su enorme mochila de campamento, un morral con la laptop y el estuche de la guitarra eléctrica partió rumbo a un nuevo capítulo en su vida.
Conocer a su compañera de departamento fue toda una novedad. La chica se quedó boquiabierta cuando la vio porque era la antítesis de su persona.
Minerva medía casi 1.70, su apariencia rockera de melena corta, pelo muy negro salpicado de mechas azules, ropa de color oscuro, ojos maquillados con kohl negro y botas de combate contrastaban con la delicada apariencia de Ainara Sanes, una simpática chica de origen sudamericano que no pasaba del 1.60, tenía un lindo cabello castaño que le llegaba hasta los senos, cara de Rosita Fresita salpicada con graciosas pecas y unas gafas de medida que le daban un aire muy intelectual.
-Creo que alguien cambió nuestras identidades al nacer.
-Es lo mismo que pensé cuando te vi. Pareces una arqueóloga lista para viajar a alguna expedición mística.
-Y tu una anarquista de la moda underground o una revolucionaria del diseño.
-Entonces eso quiere decir que deberías verte como yo.
- ¡Nah! Me gusta despistar a la competencia.
La amistad nació casi al instante al descubrir que sus diferencias solo eran en lo físico y que tenían más cosas en común de las que imaginaban.
Una de ellas era su amor por la música. Ainara le dijo que el destino la guio directo hacia ella ya que la diseñadora era la vocalista de una banda de garaje que había formado su novio con algunos de sus mejores amigos. Estaban por publicar un anuncio en el periódico universitario solicitando un guitarrista que reemplazara al temperamental chico que había cubierto esa posición hasta que se le ocurrió aporrear su guitarra en la cabeza de un tipo del público.
- ¿Y cómo se llama la banda?
-HS
- ¿HS? ¿Y eso es...?
-Hot Strawberry
- ¿En serio? ¿Y eso por qué?
-Creo que cuando conozcas a los demás te lo explicarás.
Era un sábado en la noche cuando Ainara la llevó al garaje donde ensayaban.
Fue su turno de quedarse con la boca abierta. Los otros integrantes de HS eran un grupo de guapísimos jóvenes asiáticos con cara de no matar una mosca; aunque esa impresión se difuminó cuando sus ojos se posaron en el tecladista de la banda: un chico de rasgos felinos y mirada tan intensa que hizo que la piel de Minerva se erizara.
- ¡Chicos vengan a conocer a Minerva nuestra nueva guitarrista!
El muchacho con cara de gato dormilón fue el único que puso peros a la presencia de la arqueóloga.
-Yoongi ya te dije que es muy buena y conoce los acordes de casi todas las canciones que tocamos, especialmente las de U2.
-Ver para creer o mejor dicho escuchar. Muy bien Cleopatra, queremos comprobar que la enana tiene buen oído.
- ¿Cómo se llama Pitufo Gruñón?
-Yoongi Min
- ¿Y siempre es así de idiota?
-No siempre, solo cuando no ha dormido bien.
-Me estás jodiendo.
-Para nada, es totalmente en serio.
-Vamos a darle un motivo para que pueda dormir como un bebé.
El inflexible juicio del tecladista quedó satisfecho después de escuchar a Minerva ejecutar cinco canciones.
- ¿Y bien Min?
...
-Bienvenida a la banda Stein.
La primera mala impresión que Yoongi causó en la futura egiptóloga tomó un poco de tiempo en desaparecer. Su ácido sentido del humor, su nada sutil manera de decir las cosas y sobre todo su costumbre de echarse una siesta sobre cualquier superficie que lo cobijara sentado o acostado cuan largo era (costumbre que sacaba de quicio a Minerva porque la exasperaba y le daba algo de envidia ver cómo podía perder el tiempo de esa forma cuando a ella le faltaban horas en el día para todo lo que tenía que hacer)
Con el paso de las semanas, los continuos ensayos y la convivencia el vínculo entre Min y Stein fue transitando de una relación diplomática a fuertes enfrentamientos que debían ser apaciguados por RM, el líder de la banda y novio de Ainara hasta un buen día darse cuenta que estaban locos el uno por el otro.
No pasó mucho tiempo para que Yoongi le propusiera vivir juntos, propuesta que Minerva aceptó gustosa.
La pareja se amaba con locura, pero su punto de discusiones era el hecho de que Yoongi era un obseso del trabajo, su pasión por la música y la producción hacía que se desvelara por las noches y luego recuperara el sueño a medias durante el día, originando otro conflicto entre los amantes ya que como mencionó Ainara, la falta de sueño ponía a Min de un humor de perros.
El amor fue su salvavidas y el que sostuvo su tambaleante relación.
La montaña rusa de emociones que Minerva vivía al lado de su exasperante y encantador novio se justificó totalmente cuando en la ceremonia de graduación del postgrado pudo divisarlo entre el público que acompañaba a los egresados.
Su radiante sonrisa, el orgullo con que la miraba y él "te amo" que le susurro a la distancia la llenaron de una certeza muy grande: Yoongi Min era el amor de su vida.
Un año más pasó. Grandes cambios se dieron en la existencia de los otrora integrantes de la disuelta HS. Ainara y RM se casaron y esperaban su primer bebé, J Hope el baterista se fue a radicar a Los Ángeles y Minerva estaba a meses de convertirse en la futura señora Min.
En el ínterin Minerva recibió una noticia que le dio un motivo más para sentirse feliz y realizada: recibió la propuesta de integrar una comitiva de la Asociación Americana de Egiptología que viajaría a Egipto en cuestión de semanas.
Una preocupación la asaltó ¿Cómo tomaría Yoongi la noticia?
Contra todo pronóstico fue el primero en decirle que no desaprovechara la oportunidad.
La muy embarazada señora Kim le aseguró que ella y su enorme esposito se encargarían de velar porque Yoongi cuidara su salud (ellos sabían que el trabajólico de su amigo no solo se privaba de horas de sueño, sino que también se saltaba comidas)
Fue así que la señorita Stein viajó a la tierra de los Faraones a cumplir uno de sus más anhelados sueños.
La estadía en el país africano iba ya por su sexto mes de duración. Los enamorados hacían malabares para poder comunicarse debido a la diferencia de horarios, pero eso no era impedimento para mantener su relación.
Minerva veía con preocupación la notoria pérdida de peso de Yoongi, así como sus marcadas ojeras. El bromeaba que como buen bohemio los males de amor lo torturaban, pero era una buena fuente de inspiración para su música.
La chica no insistía en el tema para evitar que aflore el lado cascarrabias de Min, pero no pensaba quedarse de brazos cruzados, así que se comunicó con su aliada. Sabía que Rosita Fresita podía ser muy convincente cuando se lo proponía y desde que andaba con las hormonas revueltas a causa del embarazo se había convertido en una pequeña dictadora a la que nadie osaba decir que no.
Minerva despertó de golpe al sentir la vibración de su celular que repiqueteaba con tal fuerza que se estaba deslizando sobre la superficie de la mesa de noche.
Al ver la hora y el número telefónico sintió como un escalofrío recorría su espalda. La llamada era de Ainara.
-Ainara ¿Qué ha pasado?
-Mi....Minie ¡Oh Minie!
Las lágrimas salían a raudales. Minerva solo necesito escuchar esa frase para que empezara a recoger sus cosas como una loca sin dejar de tener el teléfono pegado a la oreja.
Lo siguiente que percibió fue la voz de RM que consolaba a su esposa y luego tomaba el teléfono de Ainara. La voz profunda del chico Kim sonaba triste y denotaba que hacía un esfuerzo por aguantar el llanto.
-Hola M & M.
-Monie ¿Qué ocurrió con Yoongi?
-El... sufrió un accidente en la carretera. La policía y los doctores están tratando de determinar si se quedó dormido o se desmayó producto de la debilidad que le produjo la anemia.
- ¿Qué?
- ¡Lo siento tanto Minerva! Ainara y yo hicimos lo posible por cuidarlo, pero ese terco de mierda no entendía razones. Tuvimos que amenazarlo con que lo internaríamos a la fuerza para que aceptara comer y descansar un poco.
-Monie él... él...
-Está vivo Minie, pero muy mal. Los doctores lo mantienen en coma inducido.
-Gracias por llamarme Monie, tomaré el primer vuelo disponible hacia Boston. Por favor dile a Fresita que se tranquilice, estoy bien y no quiero que mi sobrina se ponga triste en la barriguita.
-Ok Minie, te queremos.
-Y yo a ustedes.
La chica colgó y soltó el celular como si este le hubiera quemado las manos. Tuvo que sentarse para respirar y así evitar que los sollozos reprimidos oprimieran más su garganta.
Minerva llegó corriendo al área de hospitalización. Al ingresar al pabellón donde estaba la habitación de Yoongi encontró a los Kim, a J Hope a y un chico que no conocía.
Como suponía, la primera que se acercó a ella y la estrujó en un gran abrazo fue Ainara. También ocurrió lo que ya estaba más que cantado. La diseñadora llorando desconsolada mientras ella la consolaba; esa era la dinámica entre las dos, la más bajita era muy buena para dar consejos, excelente para poner en su lugar a los demás, pero un corazón de pollo totalmente hipersensible.
-Ya señora Kim, está llenando de mocos a la pobre señorita Stein.
- ¡Ay perdón Minie es que estoy muy feliz de verte y... y...!
-Lo sé hermanita. Hola Monie, Hobi
-Minerva te presentó a Kook, nuestro anterior guitarrista y un buen amigo.
El muchacho era muy guapo, tenía un aura oscura y extraña.
-Hola.
Eso fue todo lo que dijo. Ainara lo miró con el ceño fruncido y estaba por abrir la boca para decir algo, pero a último momento optó por quedarse callada.
-Los padres de Yoongi estuvieron aquí más temprano, pero tuvieron que irse porque el señor Min debía descansar el vuelo desde Seattle lo dejó extenuado.
-Desde que usa el marcapasos debe cuidar más su salud.
-Allí viene el doctor Kumar, es el médico de guardia.
Las noticias que les dio el galeno no fueron las más alentadoras; Yoongi era un paciente politraumatizado, presentaba hemo neumotórax y su estado era de pronóstico reservado pues se había agravado a consecuencia de la anemia.
Su vida pendía de un hilo, las próximas veinticuatro horas serían cruciales.
El doctor permitió que Minerva pudiera ingresar a la habitación y quedarse con él. La visión fue terrible: Yoongi estaba conectado a todo tipo de aparatos, su rostro se veía hinchado y respiraba gracias a una máquina de ventilación mecánica.
La muchacha se sentó a un lado de la cama y sujetó entre sus manos la pálida mano de su novio; acarició con dulzura sus largos y estilizados dedos de pianista y los besó con labios mojados por las lágrimas que caían sin parar.
- ¡Hola amor! Como siempre, te gusta ser el protagonista en mi vida. Mira que por ti dejé plantada a la momia del recientemente descubierto faraón.
¡Yoongi bebé! ¿Por qué me haces esto? ¡Prometiste que te cuidarías, que lo harías por tí y por mí! ¿Qué voy a hacer contigo? ¡Carajo, pareces un niño terco que solo obedece a mami!
¡Cuando despierte me va a escuchar señor Min! Si tengo que cebarlo como pavo navideño lo haré, nunca más me va a dar un susto como este. ¡Te amo cabeza dura!
Minerva no quiso ir a la casa que compartía con Yoongi, prefirió quedarse a esperar en el incómodo sillón del pabellón de UCI.
Ainara fue a la cafetería a comprarle algo para comer. El largo viaje y la falta de sueño afectaron a la chica haciendo que se quedara profundamente dormida.
Se despertó sobresaltada al sentir a alguien sentado a su lado.
-Minerva... nombre de diosa, me gusta.
La voz profunda de Kook le provocaba escalofríos.
-Ho...hola Kook me asustaste.
-Tengo ese efecto en las personas.
-Ejem... Gracias por venir a ver a Yoongi
-En realidad vine a verte a ti.
- ¿A mí?
-Si guapa. Vine a advertirte.
-Kook no estoy de humor para jugar a las charadas ¿Qué pasa contigo?
-Solo quiero decirte que el hecho de que tengas nombre de divinidad no te dará el derecho de querer mandar sobre la vida y la muerte. Mi pequeña Aclla se dejará llevar por el amor que les tiene a ti y a Yoongs, pero créeme que cometerás un error si cedes a tus deseos.
-No entiendo nada.
-Lo harás, Minerva, lo harás. Última advertencia Stein, la muerte seguirá siendo el límite para la humanidad.
...
- ¡Minie, despierta!
La suave voz de la señora Kim despertó a su amiga que empezó a mirar asustada el espacio que la rodeaba.
- ¿Dónde está Kook?
- ¿Kook? No lo he visto ¿Por qué?
- ¡Ah! No, no por nada.
Ainara la miró extrañada y luego puso cara de estar pensando en algo.
-Fresita deberías ir a descansar, no falta nada para que Fresita 2.0 nazca.
-No te preocupes por ella todavía le faltan un par de semanas. Monie vendrá por mí saliendo del trabajo tú también deberías ir a casa.
-Olvídalo, no pienso moverme de aquí hasta que esté segura de que Yoongi se encuentra estable.
Las horas pasaban lentamente. Minerva aprovechó la espera para tratar de leer la muy interesante información que había podido recopilar para el equipo en Egipto pero que no había tenido oportunidad de ordenar y reportar.
Honestamente no sabía cómo lo tomarían sus superiores, era una bomba que cambiaría totalmente lo que se conocía sobre la cultura egipcia, no solo eso, cambiaría dogmas religiosos y filosóficos.
Las profundas cavilaciones profesionales de la egiptóloga terminaron de golpe cuando los aparatos que sostenían la vida de Yoongi Min empezaron un concierto desordenado de pitidos y señales de alerta.
- ¡Oh por Dios santo no, no!
-Minerva hija ve a descansar.
-Estoy bien señora Min en serio.
-Hijita estás agotada, por favor duerme un poco. No quiero que enfermes por falta de sueño, a Yoongi no le gustaría...
- ¿Qué cometa las mismas estupideces que él?
La cara de la madre de Yoongi se puso pálida.
- ¡Lo siento, lo siento tanto no debí decir eso!
-No has dicho nada que falte a la verdad. Mi hijo cometió un gran error, no pensó en sí mismo ni valoró el amor que sentíamos por él. Si sus errores sirven para algo es justamente para que ninguno de nosotros los cometa.
-Tiene razón señora Min y discúlpeme.
-No te preocupes Minie, entiendo que el agotamiento y la pena te están agobiando. Anda, ve a dormir un rato yo atenderé a tus amigos.
-Gracias señora Min.
- ¿Recuerdas cómo te pedí que me llamaras?
Minerva sonrió con tristeza.
-Sí Omma. A Yoongs le encantaba que le dijera así.
- ¡Fresita sádica! ¿Por qué corres las cortinas de esa forma?
-Porque no eres vampiro, necesitas salir de la cama, ducharte y quitarte esa pinta y olor de vagabunda que tienes.
- ¡Yo no apesto!
- ¿Entonces a qué se debe el delicado aroma de tu habitación? ¿A qué caducó el Chanel 5 que tienes almacenado?
-Déjame sola Ainara.
-No pienso hacerlo, mi bebita nacerá en cualquier momento y quiere a su tía favorita con ella.
-Eres más molesta que un zancudo en el verano.
- ¡Oh sí! Minie por favor, haz un esfuerzo tienes días metida aquí, casi no comes y pareces un fantasma por lo pálida que estás.
-Es para completar mi look gótico. En serio Kim, déjame sola, no tengo ganas de nada.
-No te voy a dejar. Bastante tuve con el insensato de Yoongs para dejar que otro amigo mío muera por no darse calidad de vida.
El sollozo de Minerva le dijo a Ainara que su terapia de choque tal vez se le fue un poquito de las manos. Se acercó a su amiga y le dio un fuerte abrazo.
- ¡Eres una desgraciada! ¿Lo sabías? Pero tienes razón. Hermanita ¡No sabes cómo lo extraño! Esta casa se siente tan vacía sin él, sin el sonido del piano en la sala, o sus suaves ronquidos cuando se quedaba dormido en el sofá del estudio.
Ainara le respondió con voz llorosa.
-Lo sé Minie yo también extraño a mi gatito cascarrabias. ¡Cabrón dejó sin padrino a mi niña!
- ¡No sabes cómo me arrepiento de haber viajado a Egipto y dejarlo solo!
- ¡Oh no, no Stein, no te atrevas a echarte la culpa! Yoongi era un adulto dueño de sus decisiones y terco como una mula vieja. Sabía a lo que se exponía arriesgando su salud como lo hizo, ninguno de nosotros es responsable de sus malos juicios.
-Tal vez sí, pero yo debí estar aquí para él y no dejar que caiga en sus cuadros de ansiedad. Ahora lo único que me queda es un hogar vacío y un montón de archivos y papeles sobre...
- ¿Sobre?
-Olvídalo
-Olvídalo tú; conozco esa cara Minerva y sé que tienes algo en tu CPU. Desembucha quiero saberlo todo.
-No te lo diré.
- ¿Por qué? ¿No confías en mí?
- ¡Claro que sí! Sino nunca te hubiera contado que mi primera vez con Min fue en su Mustang.
- ¡Mierda Minie no me hagas recordar eso por favor! No pude ver la cara de Yoongs por un mes gracias a tu gráfica descripción. A lo que íbamos ¿Por qué no me quieres contar lo que tienes en la cabeza?
Minerva dio un gran suspiro de frustración. Sabía que Ainara la torturaría hasta sacarle la verdad.
-No te lo quiero decir porque vas a pensar que estoy loca.
- ¿Más?
-Graciosita
-Minerva eres como una hermana para mí y eso lo sabes bien. Confía en mí por favor no te voy a juzgar palabra de bruja.
-Eres peor que una ladilla. Está bien Kim... Mientras estaba en Egipto pude descifrar unos antiguos pergaminos que estaban ocultos en la tumba que descubrió la asociación.
Me sentía muy orgullosa de mi descubrimiento, no cualquiera puede leer esos jeroglíficos. Conforme avanzaba me di cuenta de que era un hallazgo extraordinario.
- ¿Qué decían los escritos?
-Eran una recopilación de la investigación de un sacerdote de Ra que había encontrado el camino correcto para realizar el ritual de resurrección para las personas que no habían completado su ciclo en la tierra y no les correspondía la guía del Libro de los Muertos.
Ainara la miraba boquiabierta y con sus grandes ojos bien abiertos.
- ¿Es en serio?
-Totalmente
- ¡Waoo! ¡Felicidades, eso será un gran logro en tu trabajo!
-No lo será porque no pienso reportar la información.
- ¿Qué?
-Ainara lo que dicen esos pergaminos cambiará la concepción de la vida y la muerte de toda la humanidad.
-No lo creo, las personas en la actualidad son muy escépticas, pensarán que son supercherías de gente del pasado.
-Algo me dice que lo que está escrito allí no es ninguna fantasía. Los restos que hallamos tenían unas extrañas características.
-No te entiendo.
-La momia que encontramos era... escalofriante
- ¿Sí?
-Ajá, parecía que la habían sepultado en vida.
- ¡Waoo! Parece parte del argumento de la Momia con el ex papasote Brendan Fraser.
-Sabía que dirías eso.
- ¿Tus jefes no te dirán nada? Seis meses de tu vida y de dinero de la asociación deberían justificar algún hallazgo.
-Ya inventaré cualquier cosa, está visto que nadie está preparado para leer los papiros.
-Lo que no entiendo es porque recordaste asuntos de trabajo al punto que te quedaste pensando con la misma expresión que tendría alguien que ganó la lotería.
-Es que recordar lo que descubrí me trajo algo a la mente.
-Minerva tu cara me asusta ¿Qué carajos estás pensando?
-Fresita... mi Yoongi no debió irse así, todavía no era su momento yo... yo... yo puedo...
Los ojos de Kim estaban por saltar de sus órbitas, si no fuera por sus gafas podrían haber rodado bajo la cama de su amiga.
- ¿Minerva te has vuelto loca?
- ¡Tal vez sí! Es que... ¡No soporto estar sin él! ¡Yoongi no debió partir, no era su momento!
-No seas soberbia Minerva Stein, tú no eres nadie para decir eso.
- ¿Y quién sí lo es? ¿Quién determina cuándo es nuestro momento de irnos? ¡Es injusto, Yoongs tenía tantas cosas por hacer, tantos planes, íbamos a ser felices para siempre!
-Insisto, has perdido la razón. En el supuesto que puedas leer el hechizo ritual ¿Sabes que eso solo funciona con un cuerpo momificado?
- ¿Y tú cómo sabes eso?
-Bu...bueno porque soy una mujer muy culta, ser la esposa de RM Kim me obliga a serlo.
-Hay algo que no me estás diciendo Ainara Kim. Conozco tu cara, eres muy mala mentirosa.
-Estás alucinando Minie, debes haber absorbido las esporas de la tumba del faraón.
-Sé que puedo hacerlo, puedo terminar de descifrar los jeroglíficos y realizar el ritual.
-Por favor Minerva ¿Te estás escuchando? ¡Es una locura! Aún si pudieras hacerlo no es tan fácil como crees, además hay límites que los humanos no debemos transgredir y uno de ellos es la muerte.
- ¿Qué dijiste?
- ¿Yo?
-Última advertencia Stein, la muerte seguirá siendo el límite para la humanidad.
-Solo quiero decirte que el hecho de que tengas nombre de divinidad no te dará el derecho de querer mandar sobre la vida y la muerte. Mi pequeña Aclla se dejará llevar por el amor que les tiene a ti y a Yoongs, pero créeme que cometerás un error si cedes a tus deseos.
-Ainara... ¿Qué es una Aclla?
La chica de anteojos se puso pálida.
- ¿Do... dónde has escuchado esa palabra?
-En un sueño que tuve hace unos días, exactamente el día que te pregunté por Kook.
- ¿Soñaste con él? ¿Él te la dijo?
-Sí
Ainara soltó una maldición entre dientes.
- ¡Maldito bocón de mierda! ¡Ya me va a escuchar ese elfo emo! ¿Qué más te dijo?
-Me advirtió que no jugara con la vida y la muerte y que no cediera a la tentación de querer hacerlo. Me dio a entender que no convenciera a la Aclla de ayudarme y que ella cedería por el amor que nos tenía a...
Ainara...
- ¿Qué?
-Ainara... ¡Tú eres la Aclla!
- ¡Shh! Mejor que se entere todo Boston. Señorita arqueóloga usted debería saber que significa esa palabra.
-Me suena, pero no la recuerdo, ten en cuenta que mi especialidad es la Egiptología.
-Las Acllas eran las sacerdotisas del Dios Inti.
- ¿El dios de los incas?
-Así es
- ¿Y eso que tiene que ver contigo?
-Tiene que ver porque soy una de ellas.
-Ahora la que aspiró moho eres tú. Disculpa que te lo diga, aunque suene horrible pero no te veo muy étnica como para entrar en esa categoría.
-Te lo dije una vez Minerva Stein, las apariencias engañan. Pertenezco a un linaje ancestral de sacerdotisas que seguimos sirviendo al dios y conocemos los secretos de la magia antigua que datan de épocas tan lejanas que se remontan a cuando la tierra era una.
- ¡Entonces lo que dijo Kook es verdad! ¡Tú me puedes ayudar!
- ¿Es qué no escuchaste lo que esa hamburguesa con patas te dijo?
- ¿Hamburguesa con patas? ¡Jajajaja! ¡Ainara golosa no me digas que te comiste esa ración de músculos extras!
- ¡Claro que no! Los músculos de mi Monie me bastan y sobran. Tengo ojos ¿sabes? Pero bueno, a lo que iba. Si Kook te lo advirtió es por algo, él conoce los secretos de la vida y la muerte mucho mejor que yo.
Él tiene razón Minerva, manipular los designios divinos es muy peligroso.
-Me arriesgaré. Si algo sale mal ¿Hay forma de revertir el daño?
-En mi conocimiento de la magia no, pero tal vez los antiguos egipcios sí contaban con un hechizo para anularlo.
-Si encuentro la información necesaria ¿Me ayudarías a hacerlo?
-Minie ya te dije que no es tan fácil. Yoongi tiene varios días de fallecido, su cuerpo está embalsamado, no sé qué tanto pueda alterar el proceso de momificación y eso cuanto pueda influir en el ritual. Lo más importante, no sabemos si su alma está en un limbo o ya cruzó del todo.
- ¿Tú puedes averiguarlo?
- ¿Qué cosa?
-Si todavía podemos rescatarlo de la muerte.
-Minerva...
- ¡Si puedes! Ainara te lo suplico ¡Ayúdame!
-Minie me preocupa cómo puede terminar todo esto. Si las cosas no salen como queremos ¿Tendrás la suficiente fortaleza para dejarlo ir?
-Si no me queda más remedio me resignaré y lo dejaré libre.
-Minerva te odio por hacerme esto.
-Mentirosa
-Vamos al estudio de mi gatito.
Las amigas entraron al Genius Lab. Todo estaba tal como Yoongi lo había dejado: la papelera repleta de empaques de comida instantánea, golosinas, refrescos, y alguna que otra cáscara de mandarina; la vieja manta de cuadros con la que Min se cubría cuando el sueño lo vencía y se quedaba dormido en el sofá, las partituras sobre su pequeño escritorio.
Ainara y Minerva se tomaron de las manos mientras enjugaban sus lágrimas.
-Por lo menos recordó consumir algo de vitamina C.
Minerva rio ante el comentario de su amiga.
-Este lugar es un chiquero cuando regrese le diré que debemos limpiar y desinfectar.
- ¡Ay Minie!
La sacerdotisa se sentó en el viejo sofá y se cubrió con la manta que reposaba en él. Luego cerró los ojos y adoptó una actitud de meditación.
Minerva la miraba intrigada. En un momento su amiga empezó a dejar caer lágrimas silenciosas y luego extendió su mano como si quisiera tocar algo o a alguien.
Luego, abrió los ojos dando un gran suspiro.
- ¡Mi pobre Yoongs! Todavía está en el limbo, no entiende lo que pasó y su mayor preocupación es...
Ainara soltó el sollozo que estaba reprimiendo.
-Su mayor preocupación eres tú. ¡Que los dioses me perdonen! Hagámoslo Minerva, traigamos de regreso a Yoongi Min.
El plan se llevó a cabo.
Stein se dedicó a revisar concienzudamente los papiros hasta que halló lo que necesitaban. Luego, transcribió los conjuros para que Ainara usará su poder y realizará el ritual.
A pedido de su amiga, contrató a unos tipos para sacar el cuerpo de Yoongi de su sepultura.
Ainara solicitó el auxilio de sus sacerdotisas de apoyo que la ayudaron a vaciar el cadáver, guardar las vísceras en unas vasijas rituales y finalmente proceder a la momificación.
Una vez que terminaron, regresaron el cuerpo a su ataúd y posteriormente a su tumba.
-Debemos volver dentro de cinco días cuando haya luna llena y podremos concluir el ritual.
Ruega que todavía no se le ocurra a Haneul querer venir al mundo.
Era casi medianoche. La luz de la luna bañaba con su halo de color plata el gran camposanto.
Ainara se movía con dificultad, estaba en los descuentos y no faltaba nada para tener a su hijita entre sus brazos.
-Me siento como la mamá gansa, bamboleante y con una enorme cola.
-Ya falta poco Fresita; pero primero haz lo tuyo.
-Sí ama.
La Aclla empezó a recitar el conjuro; su magia era poderosa y su don se había incrementado gracias a la maternidad. Cuando terminó estaba agotada.
-Ten esto Minerva, es un amuleto que guiará a Yoongi hasta ti. Toma este aceite, recuerda arrojar la botella a Yoongi si las cosas no salen bien y decir fuerte y claro el conjuro de anulación.
- ¿Funcionará?
-Eso espero seguí al pie de la letra la receta que me diste.
-Ainara ¿Cómo sabré si las cosas no salieron bien?
- Te darás cuenta cuando percibas que el cuerpo sólo es una caja vacía.
Minerva estaba sentada en el viejo sofá del estudio. Envuelta en la manta de cuadros bebía con parsimonia de una botella de cerveza.
No pudo evitar reír al recordar la anécdota que quedaría entre Ainara y ella.
- ¡Ay mierda!
- ¿Qué te pasa?
- ¡Maldición Minie, acabó de romper la fuente!
- ¿Qué?
- ¡Llévame a casa ya! Debo anular el hechizo de sueño de Monie para que me llevé al hospital
-Si quieres te llevo.
- ¡Noooo! ¿Cómo le explicaría que su hija estaba por nacer en el Mustang donde follaron el tecladista y la guitarrista de HS o que su mujer es una bruja que salió de casa para revivir a su mejor amigo!
¡Acelera perra si no quieres que te convierta en un cactus!!!!!
Mientras se carcajeaba como loca un sonido hizo que se callara de golpe.
Alguien había abierto la puerta de entrada de la casa.
Aguantando la respiración pudo percibir otro sonido.
Pisadas, mejor dicho, el sonido de unos pasos que se arrastraban.
Sonriendo, supo lo que ocurría.
-Mi bebé está aquí.
Gracias a todas las personitas que están siguiendo este libro.
Mil gracias por la gran acogida que le dieron a Pride, estoy gratamente sorprendida por la recepción.
Espero que Lazinees sea igual de merecedora de tanto cariño.
PD: Esta historia está dedicada a la Yoongilover más poderosa de este lado del mundo.
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