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LA BODA

Aquella chica se veía preciosa con el enorme y pomposo vestido blanco y aquel tocado con flores naturales, todo había salido perfecto en la ceremonia religiosa y por supuesto ambos habían aceptado realizar aquel pacto sagrado.

Ahora, como marido y mujer visitaban cada mesa de sus invitados para saludarlos y a la vez recibir las felicitaciones de sus excompañeros de UA y profesores, por supuesto también algunos jefes de agencias de Japón e Italia también estaban ahí, celebrando aquel compromiso.

— ¡Muchas gracias por el obsequio!- decía la chica de cabellos negros con una hermosa sonrisa.

La celebración civil ahora se estaba llevando a cabo en el jardín de la casa de la chica, claro, la casa de sus padres era enorme y preferían tener espacio suficiente para sus invitados y posibles huéspedes.

— ¡Nahir!- llamaron sus amigas y excompañeras, además de algunas chicas de otros cursos.

La albina volteo hacia el grupo de chicas y sonrió enternecida, todas llevaban vestidos en colores pasteles y se veían perfectas acompañadas de sus parejas, sin embargo, la sonrisa se hizo mueca al notar que alguien le tapaba la vista.

— ¿Te llevo con ellas?-

— No es necesario...- dijo algo apenada.

— ¡Llévame a mí, Katsuki-niisan!- gritó una niña de cabellos negros y mirada violeta llena de emoción.

— ¡Emi-chan!- dijo la albina

— ¿Me prestas a tu novio, Nahir-oneesan? ¡Quiero ir con Yaomomo! Su vestido es fabuloso- chillo con emoción la menor de tan solo 7 años.

Las mejillas del rubio cenizo y de la albina se tornaron de un rosa muy fuerte que delataba su vergüenza, pero sin que ella dijera algo más, Katsuki la tomo en brazos y estiró su otro brazo a su pareja.

— Te llevo con las chicas, mientras cuidaré de esta fea-

— ¡Feo tu quirk!- le sacó la lengua.

Con cuidado, la albina se puso de pie mientras cargaba en sus brazos a un pequeño albino de ojos rojizos, tan vez de color vino eran aquellos pequeños orbes que miraban con curiosidad toda la decoración.

— ¡No sabía que habían traído a su hijo!- dijo con inocencia fingida Jirou

— ¡¿Un baby?!- gritó la pelirrosa Mei Midoriya, quien venía junto al peliverde.

— ¡E-es mi hermano!- dijo Nahir

Las chicas se turnaban para cargar y mimar un poco al bebé Iléa, quien estaba poniendo a la mayoría de las parejas de las chicas en un estado de celos infantil, pues el bebé recibía más atención que ellos.

Katsuki siguió su camino hacia la pareja de recién casados, en donde la pequeña azabache bajo con rapidez de los brazos de aquel chico y corrió a abrazar a la mejor amiga de su hermana mayor.

— ¡Yaomomo-neesan!-

— ¡Emi-chan!-

— Te vez muy bonita-

— Muchas gracias- sonrió sonrojada

— ¡Y tu novio parece un príncipe!- suspiró como una niña enamorada — Oye, ¿te puedo pedir un favorcito?- pregunto con inocencia

En ese momento llegó Shōto a ver quien hablaba con su esposa.

— Claro-

— ¿Puedes tener muchos bebés para que pueda jugar con ellos y con Storm también?-

Los recién casados se sonrojaron de sobremanera mientras que el rubio cenizo sonreía levemente, aquella mocosa le caía muy bien, sobre todo porque le gustaba molestar al "idiota de Deku", bajo las órdenes de Bakugō, claro.

— Verás Emi...- Shōto estaba a punto de darle una pequeña clase de sexualidad avanzada a la pequeña Iléa pero Momo decidió encomendarle un "secreto de chicas", así que se apartaron un momento del tumulto de invitados.

— Veo que estás feliz- comento Todoroki a su compañero

— ¡Por supuesto! La comida no es tan mala-

— No me refería a eso...- dijo mirando el grupo de chicas en donde se encontraba la pareja de Katsuki junto a su pequeño hermano.

— No sabes lo que tuve que pasar para que su vieja me aceptara...-

— Me imagino... Sayuri-san siempre ha sido muy seria en algunas cosas...-

— Fue más que eso...- se sinceró por primera vez con el "mitad-mitad" — Me amenzó con su quirk de metal, estuve a punto de morir por un clavo oxidado...-

— Es normal, su hija mayor estuvo en peligro en dos de las misiones en donde tú estuviste involucrado- dijo directamente, logrando sacarle una vena roja en la frente.

— Lo sé... Pero por azares del destino pude convencerla a ella y a todos de que... En realidad yo amo a Nahir...-

— ¡Hasta que lo admites en voz alta, bro!- dijo el pelirrojo, quien venía acompañado de un azabache de ojos turquesas.

— Muchas felicidades, Todoroki-san- felicitó Sousuke al recién casado, ya que por petición de su esposa –Momo- había podido invitar a los héroes italianos que trabajaron con ella y el equipo, mientras Katsuki miraba a dos pequeños grupos, en donde estaban Momo y Emi, y en donde se encontraba la albina, quien recibía con los brazos abierto a quien podría decirse que es su hermana gemela.

— La chica de allá es mi prometida, la de cabello negro y ojos azules-

— Se parece mucho a Nahir- comentaron algunos chicos.

De pronto, las chicas dejaron de reírse, miraron a Bakugō y luego regresaban la vista a ella.

— ¡Sí que lo parece!- chilló la pelirroja Mina

Se acercó de nuevo con su novia mientras estaba de espaldas y la abrazó así, frente a las chicas que soltaron un chillido lleno de emoción.

— ¿De verdad este baby no es de ustedes? Se parece mucho a ambos- dijo Mei mientras tomaba dos bocadillos y los mordía

— Mei piensa que todas estamos embarazadas o algo así...- justifico Uraraka

— ¡Es que ella sí lo está! No sé cómo te puedes seguir moviendo con tu embarazo demasiado avanzado- dijo Jirou

— ¡Es por otro baby que cree!- gritó emocionada mientras les explicaba un extraño aparato que estaba sujetando su cuerpo, como una especie de esqueleto que evitaba que se lastimara al moverse.

Katsuki tiro suavemente de la mano de su pareja, alejándola unos instantes mientras gritaba al grupo de chicas que cuidaran del pequeño albino.

— ¡Cuidaremos bien de este baby!, ¿Verdad cariño?- preguntó a su esposo, el peliverde se encontraba sonrojado pero sonriendo a las palabras de su esposa.

Al llegar a una parte aislada del jardín, la albina miró con curiosidad al rubio cenizo, tenía el ceño fruncido y un sonrojo en sus mejillas.

— ¿Quieres terminar conmigo?- preguntó la chica con tristeza fingida, pues quería hacerle una broma.

— ¡¿QUÉ?! ¡NO!- gritó nervioso

Tiró del brazo de la chica y la abrazó con fuerza, aquel traje gris oscuro y con aquella camisa roja se sentaban bien al joven Por otra parte, el vestido de ella era escotado de la espalda con tirantes que lo sujetaban del cuello, era amoldado del busto y cintura, suelto de las caderas a las rodillas y aquellas zapatillas de plataforma de color blanco le sentaban mucho mejor.

Katsuki pasó una mano por la espalda de la chica y la otra por su nuca, atrayéndola más a él, temiendo que se fuese a romper.

— No quiero romper contigo, fea...- dijo con la voz ronca

— ¿Pasa algo malo?-

— Quiero que te calles y me escuches sin interrumpir...- ordenó con voz baja

— Ok...-

— Me salvaste sin que te lo pidiera... No una... Sino dos veces, de verdad aun no entiendo por qué gustabas de mí si de verdad era un imbécil contigo...-

— Sigo gustando de ti- corrigió en voz baja

— Y no sólo eso, a pesar de mi carácter de mierda, mis explosiones y todo lo malo que te hice sigues ahí para mí... Seré orgulloso pero no estúpido, así que en realidad quería decirte una cosa...-

— Te escucho- incitó la albina

— Tu nombre es una mierda...-

Ella se separó con brusquedad del chico y le gritó.

— Tú sí que sabes cagar un momento romántico-

— ¡No se supones que digas eso, fea!-

— ¿Y qué mierda quieres que diga si me insultas?-

"¿Y cuál es mejor?"- la choca rodó los ojos y repitió con fastidio la pregunta del chico. — Nahir...-

— ¡Es el mis...-

— Bakugō...-

Ella miró con sorpresa al joven, quien le extendió una pequeña caja negra aterciopelada, la chica la abrió y una perfecta "o" formaron sus labios al ver aquel anillo con una piedrita roja.

— ¡No aceptaré un no por respuesta!- grito al ver que ella no decía nada

Ella seguía mirando el anillo y de pronto su semblante de sorpresa cambio a uno de seriedad, cosa que alertó al chico.

— Pues... Te vas a tener que acostumbrar a llamarme en el futuro "Señorita Bakugō"-

—Joder, ven acá- la jaló de nuevo y la besó.    

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Sí hay más de cinco comentarios en este capítulo, hago uno con lemon
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