💥 08
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EL RUBIO, LA ALBINA Y LA MAGA
— Yo preocupada y ese idiota afuera- dijo con malestar a su amigo azabache.
— ¿Hablas de Bakugō?-
— ¡Ni lo menciones!-
Sousuke sonrió al ver a la chica en ese estado, Haruka hacía lo mismo cuando estaba celosa y molesta.
— Escuche que te gusta-
— Eso creí yo también... Oh no sé, yo realmente merezco algo bonito... Alguien que no me trate como él lo hace pero... He estado enamorada desde que estudiábamos en la Academia de Héroes... Es estúpido querer a alguien y mover montañas por esa persona y que ésta no mueva ni una maldita piedra por ti... - suspiró pesadamente
Sousuke no quería hacer sentir mal a la chica, así que no opinó nada al respecto y siguió descansando en la enfermería, Nahir se había ofrecido como su veladora en esa noche, después de haberse dormido un par de horas después de la pelea con Katsuki.
La chica estaba mirando su celular, leyendo los mensajes que le habían llegado mientras dormía y comenzó a responderlos.
— ¿Te molesta si salgo un momento? Debo regresar una llamada importante-
— En absoluto-
— Regreso enseguida-
Salió mientras marcaba aquel número conocido y sonrió al escuchar aquella voz tan amigable.
— ¡Hola cariño!-
En ese momento, Katsuki apareció, se veía extraño pero lo ignoró por completo, no quería pelear por una tontería.
— Oye, te he comprado muchos regalos, estoy segura de que te gustarán-
El rubio cenizo la miró con confusión y el ceño fruncido, algo en su mente hacía recordar aquella escena en el bar de manera borrosa y distante, ¿ellos realmente habían salido juntos? ¿Cuándo volvió ella a la agencia? No le dio más vueltas al asunto y se fue directo a su habitación, deseando no tener resaca al mediodía.
La albina tampoco duró mucho en su llamada, regresando con prontitud a la enfermería a cuidar de su compañero.
— He vuelto-
— Ya lo creo... -suspiró — Debemos reorganizar las parejas, necesitaremos hacerlo de inmediato para comenzar a patrullar cuanto antes, no podemos dejar que Ymir escape de aquí-
— No lo creo... Es una villana de fama internacional, le será muy difícil salir del país porque supondría su captura inmediata-
— Tienes razón-
Volvieron a estar en silencio, la chica jugaba con el celular mientras música en un tono moderado sonaba de fondo en la enfermería, cosa que les causaba gracia porque los demás trataban de dormir con tranquilidad.
Al medio día, Sousuke reorganizó con prontitud a las parejas, quedando: Yaomomo con Lysandro, Momo con Kirishima, Sousuke con Ken y finalmente Bakugō con Nahir.
— Ah pero que mala suerte...- murmuro ella
— Bueno, estaremos con esta pareja hasta que termine esta semana, si se encuentran con Ymir lanzaremos una bengala de color violeta, ¿alguna duda?-
— Ninguna- respondieron
— Perfecto, nos vemos por la noche- dijo despidiéndose mientras Yaomomo les entregaba dos bengalas a cada pareja, por desgracia a Bakugō le toco llevarlas y Nahir no pudo negarse, "era el líder".
Caminaban por aquellas calles en silencio, pues no tenían nada de qué hablar en esos momentos, aunque en realidad el rubio tenía dudas sobre la noche anterior, lagunas mentales.
Las calles parecían estar en calma, con excepción de algunos pequeños asaltantes la zona, era tranquila, muy esporádicamente se realizaban pequeños actos delictivos, cosa que fastidiaba al rubio cenizo, pues ya no quería pensar en su compañera albina que, para su mala suerte, el día de hoy y por el resto de la semana sería su compañera.
De pronto, el celular de la albina comenzó a sonar con un tono específico de notificaciones, haciendo que ella tomara con velocidad el celular y leyera los mensajes; Katsuki, harto de que lo ignorara, le quitó el celular de sus blanquecinas manos y leyó los mensajes bajo la molesta mirada de la ojiazul.
"Tienes 2 mensajes nuevos de BaE ❤"
De: BaE ❤
¡Te extraño mucho! :(
¿Cuándo vuelves a casa?
Katsuki bloqueó molesto el celular y miró a la chica, quien tenía el ceño fruncido, su traje de heroína se le veía mucho mejor cuando ponía esa cara, según una broma de Kirishima.
— ¿Quién es "BaE"?-
— No es de tu incumbencia, Bakugō. Ahora devuélveme mi teléfono-
— ¿Es un perdedor que trata de lucirse contigo?-
— ¡¿Y qué si es así?! ¿Lo vas a explotar acaso?- dijo molesta
— ¡Cállate!-
— ¡Pues devuélvelo, idiota!-
— ¡Lo serán los idiotas de Kaminari y Yamazaki!-
— ¿Qué tiene que ver ellos?- preguntó extrañada
— ¿Qué relación tenías con Denki? ¿Por qué terminaste con él?-
— Eso tampoco es de tu incumbencia-
— Te daré tu celular si me dices-
— Entonces quédatelo...- dijo dando la vuelta y comenzar a caminar por aquella calle
El rubio en realidad esperaba un poco más de pelea entre ambos pero al ver que ella no hablaría estuvo a punto de explotar el teléfono o lanzarlo al gran canal, sin embargo una punzada en su pecho comenzó a dolerle a tal grado de tener que arrodillarse en el suelo y comenzara a jadear.
— Deja tus jueguitos tontos, debemos seguir- dijo deteniéndose a ver al chico, pero se alarmó al verlo en ese estado que corrió casi lanzándose a él. — ¿Qué diablos tienes?-
— Déjame...- contesto con dolencia
— No empieces, Bakugō-
Justo cuando estaba a punto de afirmarle que no le pasaba nada, otra punzada en el pecho hizo que pequeñas marcas azules aparecieran por su cuello, brazos y parte de su rostro, comenzó a quejarse a causar del dolor provocado mientras Nahir trataba desesperadamente ayudarlo, sin éxito.
— Dios mío, ¿Bebiste algo? ¿Comiste algo? ¿Te atacaron anoche?-
"Niégalo"
— No...-
— Bakugō estúpido, ¿qué diablos debo hacer?-
"No digas nada"
La albina se arrodilló frente a él y con ayuda de su poder de agua trataba de sanarlo, sin embargo recibió un manotazo por parte del chico explosivo, sorprendiendo a la joven, estaba confundida; primero su compañero se retorcía del dolor y ahora parecía como si no hubiese sucedido lo anterior.
— Bakugō...- murmuró, el chico no miraba a la joven, pues el suelo le parecía más interesante.
— Vaya, vaya... Veo que las relaciones amorosas son tan intensas en lugares muy bonitos como Verona y Tokyo...-
Aquella voz pertenecía sin duda a la villana que estaban buscando, Nahir temió por su compañero, pues no sabía si el dolor se le había pasado o no.
— Bakugō, debemos irnos...- dijo mientras intentaba ponerse de pie, siendo retenido por el fuerte agarre de Granade. — No es momento para...- su frase quedó cortada, aquella mirada vacía en el chico más su ceño fruncido y los dientes apretados daban mal presentimiento a la joven Iléa.
— Por desgracia, lo suyo ni es amoroso ni pasional. ¡Es tan aburrido como aquellos ancianos de mierda que me quitaron todo!- gritó con histeria.
Logró zafarse del agarre del chico, transformando su brazo en agua y saltando a otro lado.
— ¿Sabías que la magia también existe en el mundo de koseis, héroes y villanos? Yo lo descubrí de la manera más desagradable posible pero... Aprendí... Y quiero venganza-
Bakugō se levantó del suelo, Ymir se acercó al chico, al que miraba con curiosidad de arriba abajo.
— Me llevo más tiempo tenerte a ti... Pero creo que valdrá la pena...- mencionó ella al joven
— ¿De qué hablas? ¿Qué le hiciste?-
— ¿No les dijo? Entonces funcionó mejor de lo que había esperado...- sonrió con suficiencia
— ¡Habla!- gritó
— Verás... Un par de copas nunca le hacen daño a nadie... Ni los besos son caros por aquí...-
El corazón de la albina se estrujo en el pecho que dolió, tuvo que aferrarse a la idea de que estaba hablando con una villana, debía tener cuidado con los civiles e informar a sus compañeros sobre la peliverde.
— ¿Conoces la Orden de Los Diamantes Negros?-
Los ojos de Nahir se abrieron de golpe al escuchar el nombre de aquel grupo.
— Veo que sí... Así que te diré un secreto-
— No me interesa- mintió
— ¡Sé que te interesa! ¡Conoces el nombre!- grito pero luego hablo con tranquilidad — Ellos... Ellos mataron a mi familia... Yo sólo tenía 12 años cuando los mataron frente a mí... Y una vez aniquilados, un imbécil dijo "Diablos, no eran ellos"-
Las manos de ambas chicas temblaban levemente. — Tú eres... La niña de la noche Negra...-
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