Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Especial Happy New Year! 1/2

|Parte I|

— ¡Feliz año nuevoooo! —gritaron los jóvenes al unísono. Jimin reía mientras Jungkook hacía sonar un matasuegras repetidas veces. Vika, observándolos desde el otro lado de la pantalla de su móvil, los saludó llena de euforia y alegría.

— ¡Feliz año nuevo, chicos!

La chica había estado esperando aquella videollamada toda la noche. Mientras que ella se había quedado en Seúl celebrando el último día del año con la familia de su padre, Jimin y Jungkook habían vuelto a Busan, el lugar de nacimiento de ambos, para pasar el año nuevo con sus respectivas familias. Habían acordado que, después de festejarlo cada uno por su cuenta, Jimin y Jungkook quedarían para ir a algún pub, no sin antes desearle una buena entrada de año a su chica favorita.

— ¿Os habéis preparado ya para salir?

— Estamos en ello -contestó Jimin—. Solo falta que... ¡Jungkook! —Su mano salió disparada para golpear al moreno, que había bajado la cámara para enseñarle a su novia lo preparado que estaba. Bueno, al menos de cintura para arriba.

— ¿No es muy pronto para enviar los primeros nudes del 2019? —preguntó Vika entre risas.

Kookie hizo un movimiento de cuello brusco para apartarse el flequillo con un aire presumido, y le sonrió de medio lado, mostrando sus dientes de conejito seductor.

— Siempre es buen momento para enviar y recibir nudes. Te toca.

— Deja de decir tonterías, anda —terció el pelirrojo, empujándole para que se pusiera los pantalones de una vez.

— Siento decepcionarte, cariño, pero ya estoy vestida y tengo a mi familia en la habitación de al lado. No es el mejor momento.

— Eso le da más morbo.—Jimin le arrebató el móvil y lo sacó del plano, terminando con el intenso meneo de cejas sugerente— ¡Oye!

Nadie hizo caso de sus quejas.

— ¿Has cenado bien, bebé?—El mayor enfocó la cámara frontal y apuntó directo a su rostro usando ambas manos. Comprobó su aspecto a través de la diminuta imagen que había debajo, a la derecha de la pantalla, coexistiendo con la de Vika, que era de mayor dimensión. La muchacha se descentró por un segundo cuando sacó la lengua y barrió con ella su pomposo labio inferior. Pensó en mordérselo, por poco tiempo, pero lo pensó.

— No puedo quejarme —contestó aludiendo a la comida en vez de a las preguntas incómodas que su familia le hacía cada año. No creyó que tuviesen relevancia, así que no se molestó ni en mencionárselo a los chicos—. ¿Qué tal vosotros?

— Súper bien. No sabía lo mucho que echaba de menos la sopa de carne de mi padre hasta que he vuelto a probarla—intervino Kookie, ya vestido de arriba abajo y ajustando las mangas de su camisa blanca.

— ¡Oh, te habría encantado la sopa de arroz de mi abuela, Kookie! —comentó justo después su novio.

Vika se sonrió, enternecida por oírles hablar de sus parientes con tanto cariño e intercambiar anécdotas que le habían ocurrido a lo largo de aquellos días. A pesar de que Jungkook era perfectamente capaz de cuidarse sólo, se notaba que echaba de menos a sus padres. Era un chico que disfrutaba del calor familiar y hogareño, por eso, volver a ver a sus tíos, primos y abuelos, y compartir con ellos una cena llevada a cabo en su ciudad natal, le llenaba de gozo. Lo mismo ocurría con Jimin. Él, junto a sus padres y hermano, volvían a Busan para pasar unos días con la familia paterna y, por lo que contaba, se lo habían pasado estupendamente.

A la morena le habría gustado estar con ellos, siendo el único motivo la sensación de que se lo habría pasado mejor en su compañía. La noche no había sido perfecta, aunque tampoco podía calificarla de pésima. Simple y llanamente habían surgido diferencias con alguna que otra prima y su tía, pero no era, después de todo, nada nuevo; más bien lo mismo de todos los años. A veces pensaba que eran absurdamente tradicionales, y se sentía atrapada en una burbuja de incomprensión. Por eso optaba por callar, callar y resoplar. Además, no se sentía cómoda cenando con personas que, a la más mínima que se giraba, ya estaban criticándola a ella o a alguno de sus padres, aunque los comentarios ya no eran tan crueles como cuando su padre anunció que pensaba casarse con una brasileña y formar una familia con ella allí, en Seúl.

En definitiva, los lazos no eran tan estrechos, pero todos fingían lo contrario por pura apariencia.

El trío conversó durante unos minutos más hasta que tuvieron que despedirse.

— Te queremooooos —pronunció dulcemente Jimin, agitando su mano para despedirse.

—Ti quirimiiiis, happy new yeaaaar —le imitó Jungkook por detrás, haciendo caras. A Jimin le faltó tiempo para girarse indignado y azotarle— ¡Qué travieso estás esta noche, hyung!

El pelirrojo no podía parar de reír, avergonzado, mientras Vika observaba divertida la situación. Entre los dos habían conseguido sacarle la primera sonrisa de la noche, y también la última.

O eso pensaba ella.

— Tened cuidado, ¡y no bebáis demasiado! —dijo antes de mandarles un beso y cortar la llamada. La última imagen que tuvo fue la de ambos jóvenes forcejeando, intentando averiguar cómo se paraba aquel trasto—. Qué par de bobos —susurró, esbozando una minúscula pero significativa sonrisa.

Muy a su pesar, se mentalizó de que tenía que volver al salón con su familia antes de que alguno de ellos llamase a la puerta del baño exigiendo su presencia. Prefería acudir por su cuenta para evitarse más tarde las justificaciones. Suspiró, poniéndose en pie, y se miró al espejo para arreglarse el cabello con los dedos. Se había arreglado únicamente para la videollamada, porque aquella noche no tenía planeado salir a ninguna parte. De casa de su abuela iría de vuelta a la suya. Luego se desmaquillaría, cambiaría su vestido por su pijama calentito con dibujitos de sushi y se iría a la cama.

La melodía de su móvil irrumpió en medio del baño, pillándola por sorpresa.

Frunciendo el ceño, lo tomó y miró la pantalla. Su corazón comenzó a latir, pletórico, y se vio obligada a morderse los labios para ocultar un nuevo indicio de sonrisa.

Descolgó.

— Feliz año nuevo.

— Feliz año nuevo, preciosa —le correspondió Taehyung. Su tono de voz fue un analgésico muy eficaz para anular los nervios que segundos antes la tenían tan angustiada—. Lo has cogido rápido, ¿esperabas mi llamada?

Vika soltó una carcajada.

— No te creas. Solo has tenido la suerte de que tuviese el móvil cerca.

— Uff, ¿huelo por ahí a aburrimiento?

Le dio la espalda al espejo del baño y se apoyó en el lavabo mientras se debatía entre ser sincera o adornar la verdad con alguna que otra mentirijilla. Al final, se decantó por la primera.

— Puede que un poquito.

APESTABA a aburrimiento, le gustaría haber confesado a gritos, pero recordó que las paredes eran muy finas, y tan sólo había una puerta que le separase de los demás. Taehyung rió por lo bajo.

— ¿Necesita un plan de fuga, señorita?

— ¿Me equivoco si me atrevo a decir que denoto también cierto aburrimiento por allí?

— Puede ser... Bueno, vale, sí; la gente por aquí es un poco muermo. Mis padres no están para muchos trotes y mis abuelos ya se han ido a dormir.

Hasta donde sabía, la familia de Taehyung no era demasiado numerosa. Su abuela paterna había fallecido hacía un año y su padre no tenía muchas ganas de celebrar la primera Navidad sin ella, al igual que su abuelo y su tía. Sus tres primos pequeños eran los que aportaban algo de alegría a la casa y la razón por la que los adultos de su familia trataban de hacer del día de Año Nuevo un encuentro memorable. A Tae le encantaba pasar tiempo con los pequeños, y ellos adoraban jugar con su primo mayor hasta la saciedad.

— ¿Y tus primos?

— Se les han acabado ya las pilas. Llevan levantados desde las siete de la mañana y no han parado en todo el día.

— ¿Y a ti todavía te quedan fuerzas? —preguntó, burlona.

— Me he reservado unas cuantas para ti —Los dos se quedaron callados por un momento, procesando el doble sentido que portaba la oración— Perdón.

— Eso ha sido... —dijo Vika, con una risita nerviosa, y hablando casi al mismo tiempo que él.

— Lo sé, pero no pretendía... En serio, perdón.

— No pasa nada, tranquilo.

Llegados a ese punto, la cabeza de Taehyung entró en un bloqueo, y comenzó a dudar hasta de si debería haberla llamado. ¿Por qué le resultaba tan difícil algo tan simple como el pedirle que pasase un rato con él? ¿Acaso no eran amigos? Quizá ese fuera el problema, que habían acordado no ser nada más que amigos cuando estaba claro que ambos se tenían ganas, ganas por aspirar a algo más que una amistad.

La tensión acababa llevándolos a momentos incómodos como el que estaban protagonizando en aquel preciso instante, pero intentaban olvidarlos rápidamente, o al menos fingir que nada había pasado.

De repente, Taehyung decidió que no podía soportarlo más y tomó una decisión.

— Oye, sinceramente, ¿te apetece salir a dar una vuelta?

— ¿Deberíamos? —Se mordió el labio como represalia hacia sí misma, pensando justo después que debía haberle dado una respuesta más elaborada. Se intuía que Tae estaba haciendo un esfuerzo por disipar la zozobra de la atmósfera, pero ella no estaba poniendo mucho de su parte. Con esta idea en mente, reunió el coraje necesario y rectificó— ¿Sabes qué? Sí, quiero salir de aquí, por favor.

El suspiro que se escuchó al otro lado de la línea indicaba que, probablemente, Taehyung estaba sonriendo del alivio.

— Genial. Te recojo en diez minutos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro