Se desaparecieron y yo igual lo hice 🕴

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-¿Listo?- Ni-ki tomaba la mano de Sunoo antes de entrar a casa de sus tíos, tenían que avisarles que estaba en la dulce espera.

-Sí... No, espera, no lo estoy- se derrumbó sentándose en el suelo -¿tu crees que me aceptarían?

-Claro que te van a aceptar, ellos te aman mucho, dime ¿cuándo no te apoyaron?

Sunoo se quedó pensando, tiene razón, siempre lo habían apoyado, aún cuando quiso empezar su negocio, sus tíos colocaron el monto inicial para que salga adelante, cuando estaba en el burn out, su tío cocinaba todos los días sus platillos favoritos y su tía estaba atenta a sus recaídas.

-Pero... ¿y si me sacan de casa? Al igual que--

-Ellos te aman, te aman tanto que te dieron todo lo que necesitabas y querías, te dieron amor cuando tu familia no te  lo dio, te comprendieron cuando ellos no fueron comprendidos en su tiempo, ellos te adoran, vamos, confía.

-¿Estarás a mi lado?

-Siempre- entrelazó sus manos viendo como la mano libre de Sunoo con lentitud abría la puerta principal.

-¡Sunoo!- Su tío estaba en la sala, aparentemente, esperando su llegada -¿A dónde fueron? ¿Qué les tomó tanto tiempo? ¿Porqué no me avisaste que saldrían? Me preocupaste demasiado- envolvió el cuerpo del pelirosa en sus brazos -Pero bueno... ¿quieren almorzar? Preparé tu plato favorito, Ni-ki, siéntense y--

-Tío... ¿Puedo hablar contigo y con  mi tía?... solo un momento.

-Claro, la llamaré- su mirada era calmada, le traía seguridad, pero un grito cortó el silencio de la habitación -¡Cariño! ¡Sunoo quiere decirnos algo! ¡Apúrate!

-¡Ya voy! ¡mi pelo está mojado!- se escuchó desde el piso de arriba.

-¡Pues sécalo rápido!- contesto y dentro de pocos minutos su tía estaba en la sala con su cabello húmedo.

-Listo... ¿qué querías decirnos?- su Tía tomó aire, pues corrió para que su esposo no se enojara, sí, ella era la alfa, pero cuando su esposo se enojaba, salbenla de todos sus pecados que de eso nadie la salvaba.

-Yo... uhm...- tenía que decirlo, quería decirlo.

-Tranquilo... está bien- Ni-ki reafirmó su agarre en la mano contraria.

-Ni-ki y yo...este... tendremos un cachorro...- cerró sus ojos esperando un regaño, gritos, pelas y probablemente desaprovación inmediata, pero su tío reaccionó completamente diferente.

-¡Lo sabia! ¡te lo dije!- señaló a su esposa.

-Pero yo no lo percibí... mmm.

-Es que estas vieja, yo aún estoy joven y por eso mis instintos están perfectos.

-Tienes 35, yo tengo 38, tan jóvenes no somos.

-Cállate- y miró a Sunoo- Oh, mi pequeño niño...- acaricio su cabeza -no te asustes, estamos muy felices por esto- abrazó a su sobrino y luego miró a Ni-ki -¿Desde cuándo está en espera?

-Desde hace mas o menos dos meses... ahm... en 7 meses serán abuelos... sopresa- rio levemente -Yo... no sé si dejar la universidad y volver o... acabarla y volver para el último mes... yo--

-Estudia, sal profesional y trabaja, nosotros cuidaremos a Sunoo, no te preocupes, podemos mandarlo en sus vacaciones para que esté allá contigo unos meses, estará bien, estarán bien.- la Tía de Sunoo le sonrió mientras se sentaba en el sofá.

-Bueno, ahora ¿quieren almorzar? Sino, se va a enfriar- brindó un beso en la mejilla de Sunoo y en la frente de Ni-ki para después ir a la cocina y preparar los platos.

-Cariño, yo te ayudo- su esposa se paró para que él no haga todo el trabajo.

-Sunoo.- llamó Ni-ki -¿ves que todo está en orden?- sostuvo su mano -te lo dije~

-Es que... -su labio inferior tembló peligrosamente.

-Ay, no- Ni-ki se alteró un momento -no llores, ahm... porqué ahora yo--

-E-es que me haces muy feliz-secó sus lágrimas inútilmente -e-en verdad te amo mucho- hipó en medio de una sonrisa.

-Y yo te amo a ti- entrelazó sus manos para que estén aún más juntas -Te amo tanto que podría morir en cualquier momento sabiendo que fui feliz- besó su mano.

-Ni-ki...

-¿Si?

-¿Quieres casarte conmigo?

Cami~