X
De nueva cuenta era tiempo libre para todos, tenían media hora más hasta que los buses los vuelvan a llevar a las cabañas para que pasen otras actividades.
-Pisas así y solo mantienes el equilibrio- Niki le enseñaba a Sunoo el cómo esquiar.
-Piso así y...- Sunoo trataba de seguir lo que Niki le indicaba, pero pues le daba miedo caerse, y justo al pisar dentro de una de las tablas, cayó encima de la suave y fría nieve -soy un asco en esto...
-No, solo es tu primera vez, no todos lo hacen perfecto, en verdad, casi nadie puede hacerlo sin caer- Niki lo levantó del suelo.
-Me da miedo...- abultó sus labios -no quiero.
-Bien, entonces ¿Quieres bajar a tomar chocolate caliente?- le sonrió, no lo obligaría, si no quería esquiar, no esquiarían.
-Sí...- sus mejillas estaban sonrosadas por el frío y su naricita de botón tenía su punta rosada al igual que sus labios.
-Entonces vamos- quería tomarlo de la mano, pero había gente mirando.
.
.
-Sí, vamos al fondo- Jay habló para subir al bus, tenía a Jungwon en brazos, pues había corrido y se había divertido tanto que terminó durmiéndose del cansancio.
-Mhh...- Jungwon se abrazaba al cuello de su alfa, su aroma era tan delicioso.
Niki solo caminaba con Sunoo por delante, siguiéndolo con una sonrisa.
Sunoo se sentó al fondo, en el asiento de la esquina, dejando que Niki se siente a su lado, todo para su plan malvado de utilizar a Niki como su almohada, él igual estaba cansado.
Sin preguntar ni avisar, se abrazó al brazo derecho de Niki apoyando su rostro en su hombro, provocando que el corazón del alfa empiece a palpitar con fuerza y que sus mejillas y orejas enrojezcan.
Así pasaron 20 minutos de sueño reparador para Sunoo y nervios mortales para Niki quien trataba de calmarse.
-Sunoo... ya llegamos- no sabía cómo despertarlo, y es que se veía muy lindo durmiendo.
-Un ratito más...- abrió un poco sus ojos mirando a Niki para que lo deje estar así por unos minutos más.
Pero debían bajar, así que o era despertarlo o llevarlo a su habitación de una u otra forma para que siga durmiendo, obvio escogió la segunda opción, ¿Quién podría siquiera perturbar aquel rostro tan angelical?
Con cuidado tomó su cintura con un brazo y con el otro tomó sus piernas para poder salir con él en brazos, por suerte pudo llevarlo a la habitación sin golpearlo con algo o golpearse a sí mismo.
Lo acostó en la cama y le sacó la gran chamarra que Sunoo tenía vestida, la dejó a un lado y tapó a su dulce omega dejando un besito en su frente para que siga en su sueño reparador.
Una vez que Sunoo se encontraba cómodo y cálido dentro de la cama, se dispuso a salir de la cabaña para poder relajarse... ¿Cómo hizo todo eso? ¿De dónde sacó tanta fuerza interior como para declararse hace una noche? ¡¿A caso está loco?!
¿Qué desayuné ayer para tener tanta confianza en la noche?
Se adentró un poco al bosque que aún permanecía soleado, pues a penas eran las 3 de la tarde, mientras pensaba el porqué hizo algo tan arriesgado.
¿Y si no hubieras aceptado?
Entonces todo sería horrible, seguro que Sunoo lo hubiera odiado, lo hubiera alejado y repudiado.
Pero me sonreíste con miedo cuando aceptaste...
Nunca pensó que podría tener al menos un 5% de probabilidades de estar con él hasta ahora, sonrió al recordar el sonrojado rostro de su omega cuando se besaron ayer, tan adorable y pequeño.
Paró sus pasos sin saber bien dónde estaba, claro, estaba caminando sin rumbo sumido en sus pensamientos, era obvio que no prestaría atención a su ambiente, pero pronto ubicó donde estaba por una bandera amarillo fosforescente que tenía una de las cabañas y empezó a caminar hasta dar con el campamento.
Al menos hasta que se encontró parado en un lugar donde no habían árboles, estaba cubierto de nieve por lo que no sabía qué había debajo de él o dónde estaba parado con exactitud, decidió ignorarlo y seguir caminando... claro, hubiera sido mucho mejor que camine donde si había árboles, porque en ese omento caminaba sobre una capa de hielo que estaba encima de un lago no del todo congelado.
Tarde se dio cuenta de eso, pues cuando dio un paso casi en el centro, el hielo crujió sin darle tiempo de escapar, adentrando su cuerpo en las frías y heladas aguas.
¿Lo peor? Niki no sabía nadar.
.
.
-¿Dónde está?- Sunoo se repetía, pasó al rededor de una hora desde que Niki se fue y no sabía nada de él.
-¿Dónde está quién?- Jungwon se preparaba un emparedado.
-Niki, ¿Dónde está Niki?- tenía un mal augurio por lo que no podía estar tranquilo.
-Ni idea, pero no te preocupes, es un alfa alto y fuerte, no hay nada que no pueda... excepto nadar.
-Sí... nunca quiso aprender- Sunoo sí sabía hacerlo, tomó clases por al rededor de 2 años, no era experto ni competidor, pero sabía bastantes cosas.
Podría haberse quedado ahí, en la cabaña, pero algo le decía que debía ir a buscarlo, algo le decía que debía encontrarlo, que algo malo estaba pasando.
Así que se colocó sus zapatos, se llevó una chaqueta y fue en busca de ese alfa.
Pero no podía encontrarlo, no estaba por las cabañas, ni por la sala de profesores, así que en medio de sus pensamientos se adentro al bosque, justo como lo haría Niki que camina sin saber bien a donde va.
Ahí lo escuchó, un grito que pedía ayuda, era algo lejano.
Caminó más profundo en el bosque y el grito se escuchaba mucho más cerca, ahí identificó la voz de Niki, su amigo estaba en peligro.
-¡Niki!- gritó con esperanzas de poder cuadrar mejor su ubicación.
-¡Sunoo!- el alfa reconoció la voz de su omega.
El bajito corrió hacia donde provenía la voz y ahí encontró a Niki luchando por salir de la helada agua, se sacó los zapatos y la chaqueta entrando sin dudar al congelado lago.
¿Cuánto tiempo estuviste aquí?
-Sostente- Sunoo llegó a su cuerpo, tomando las manos de Niki para que se sostenga de su cintura para poder ayudarlo a salir, al ver su rostro se notaba la desesperación, sus ojos expresaban miedo, sus labios estaban de un leve violeta y sus manos estaban rígidas.
Niki, con sus últimas fuerzas, se abrazó a la cintura de su omega dejándo que lo lleve a la orilla para sacarlo del agua.
Sunoo arrastró a Niki con fuerzas que ni sabía que tenía hasta unas hojas secas que caían de los árboles, dejó a Niki ahí corriendo para traer su ropa seca que dejó antes de entrar al lago, llamó a Jungwon dejando su celular a un lado desvistiendo a Niki mientras esperaba que su llamada sea recibida.
Le sacó toda su ropa superior, colocándole con dificultad su propia chamarra, que estaba seca y tenía las esperanzas de que gane calor, medió su pulso y este era extremadamente bajo, su respiración era entrecortada y lenta, por poco y podía abrir sus ojos.
Entonces Jungwon contestó la llamada.
-¿Hola?
¡Jungwon! ¡Por favor ayúdanos!- estaba desesperado, no sabía qué más hacer -Cuadra mi ubicación y ven con Jay, trae una manta.
-Está bien, pero qué está--
-¡Por favor apúrate!- no quería perder a Niki.
-Ya vamos, no cuelgues la llamada.
Y entonces se escucharon pasos alejados en medio de la llamada, como Jungwon dijo, Sunoo no colgó esa llamada, dejó su teléfono a un lado esperando que algo se le venga a la mente para poder proporcionarle calor al alfa.
Entonces recordó algo que vio en internet, descubrió el pecho de Niki y se sacó su propia ropa colocándose otra chamarra, con el pecho igual de descubierto, entonces abrazó a Niki, haciendo chocar sus pieles desnudas, esperando poder así otorgarle calor.
La débil mano de Niki rodeó el cuerpo de Sunoo, pensando que estaba en peligro, porque, aún él muriendo, Sunoo era primero.
Por favor... apúrense en llegar.
Cami~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro