Niki dudaba, en este momento estaba besando a Sunoo, pero ¿Debería decirle que él igual lo quiere? hace unos 15 minutos que sus labios no se despegaban, pero algo le decía que no estaba del todo bien.

Sunoo le dijo que le gustaba, ¿Está bien si le dice que él igual? porque lo que Niki siente no es gusto, es puro y sincero amor, nada menos que eso.

-Sunoo...- se separó con las respiración agitada del omega bajo él.

-¿S-si?- desvió su mirad, se sentía tan pequeño.

-Tú... tú igual me gustas, no, no es sólo un "gusto"... te amo.

Los latidos del corazón de Sunoo se elevaron y se separó por completo de Niki.

-No... no puedes hacerlo, está mal, me gustas pero no te amo, Dios dice que--

-Dame tiempo...

-Niki, no, Dios dice que la unión entre hombres es una blasfemia y que iremos al infierno... yo no quiero eso, esto pasará, yo sé que algún día estarás con una mujer que--

-No, no es así, no me gustan las mujeres, nunca me van a gustar, Dios quiere vernos felices... dame tiempo.

-¿Tiempo para qué?... Niki, yo no quiero perderte y si dices que me amas, de alguna manera Dios nos va a separar porque eso no está bien.

-Dos meses.... dame dos meses para demostrarte que el amor existe en todos los géneros, déjame.... déjame amarte por 60 días y si después de eso no me amas o sigues creyendo lo de ahora, pararé y seguiremos como antes, como si nada hubiera pasado.

-Niki...

-Por favor...- su cabeza estaba gacha y sus labios apretados en una línea, más de dos años estuvo enamorado profundamente de el y ahora que se lo decía  esperaba al menos tener una oportunidad.

-Yo...

-Sólo 60 días.

-Bien... - su voz salió suave pero lo suficientemente concisa como para ser escuchada por Niki, ni él supo el porqué dijo que si, solamente sentía que era lo correcto.

-Prometo, que te voy a hacer muy feliz- abrazó su cintura quedándose en esa posición el resto de la noche, lo único que Niki repetía hasta quedarse dormido fue "te amo"

Sunoo miraba el rostro de su mayor, tan tranquilo durmiendo a su lado, estaba tan metido en su propio mundo que no escuchó todo el bullicio de la habitación de al lado.

En sus manos tomó el rostro del alfa, acariciando sus mejillas mientras el sueño lo invadía.

Te daré una oportunidad aunque esto sea inútil.

.

.

-Sunoo...- Niki trataba de despertar a su lindo omega, ¿su? sí, SU lindo omega, estaba seguro que podría lograr enamorarlo en esos 60 días- Sunoo- volvió a llamar, no quería despertarlo, se veía bastante cómodo dormido en su brazo.

Se veía como un príncipe de algún cuento de hadas, como la bella durmiente, pero Sunoo era más bonito.

Y como ya no tenía que ocultar sus sentimientos ni sus deseos de abrazarlo y besarlo cuando estén solos, como en ese cuento, besó los suaves labios contrarios, por arte de magia, Sunoo despertó en medio del beso, sus manos se guiaron solas hasta la nuca de Niki atrayéndolo a él.

Los besos de anoche no parecieron bastarle.

-Buen día- Niki se separó con una sonrisa viendo el angelical rostro de Sunoo.

Sunoo pareció recién procesar lo que había pasado y se separó de él saliendo de la cama cayendo de esta en el intento chocando con el frío y duro piso de madera.

-Ten más cuidado- Niki lo levantó como a un niño y lo sentó en la cama.

-No hagas eso- cerró sus ojos tratando que sus mejillas vuelvan a su temperatura normal.

-¿Hacer qué?- le brindó una sonrisa.

-¡Eso! No seas atento ni cariñoso, no me sonrías porque me haces sentir raro-infló sus mejillas sin darse cuenta.

-¿Sabes que eso es lo que quiero, verdad?- tomó su cintura -Quiero que te sientas "raro" solo conmigo- lo acostó en la cama como la noche anterior y se acercó a su rostro.

Los labios de Sunoo se apretaron anticipando lo que estaba por pasar, sus ojos igual se cerraron y sus manos se apretaron en pequeños puños.

Niki solo quería darle un beso en la mejilla, pero con las acciones de Sunoo se atrevió a besar sus labios suavemente, nada violento ni descontrolado, todo era suave y cariñoso, lo que hizo a Sunoo bajar la guardia y relajarse un poco.

Cada que Niki estaba cerca de él se sentía raro y nervioso, talvez por eso era que besarlo se sentía tan bien.

Sus manos volvieron a guiarse a su nuca, esta vez de forma tímida y lenta, pues estaba más consiente de lo que estaba pasando que hace unos minutos.

Talvez no debieron bajar la guardia, talvez debieron mantener al menos uno de sus sentidos en el mundo real.

-El desayuno está lis-- Jungwon acababa de entrar a la habitación, tocó varias veces pero no fue respondido, por lo que pensó que estaban dormidos.

Pero lejos de estar dormidos, vio a Sunoo y Niki compartir algo más que aire.

4/?

Cami~