Narrador omnisciente

A HoSeok le gustaría poder hacer con el alma de TaeHyung lo mismo que con su habitación, solo tomar todo lo malo, todo lo roto, lo sucio, los malos recuerdos y sacarlos de ahí, ponerlo todo en orden, poner su mente en paz; mas sabía que no podía simplemente llegar, arreglar todo y pretender que nada ocurrió, por más que él quisiera arreglarlo todo por ambos no podía, y lo entendía, entendía que eran procesos que el menor tenía que pasar, cosas que debía asimilar e incluso un proceso de duelo que tenía que pasar, por que TaeHyung perdió muchas cosas, su familia, sus amigos, su trabajo, amor y a sí mismo.

Literalmente el menor tenía que rehacerse de nuevo, padecer su dolor, esperar a que todo estuviera en calma y buscar entre sus restos algo que pudiera ayudarle a encontrarse, a saber quién era y que quería, lo que le gustaba, lo que le daba miedo porque ahora mismo era una hoja en blanco pero una arrugada, maltratada, mojada, manchada y rota de algunas partes, sin embargo, sin nada escrito, pues alguien a quien amó con todo su ser se encargo de borrar todo lo que había hecho y de desbaratarlo hasta tal punto que dejo de ser él mismo.

Jung no conocía todos los pormenores de lo ocurrido pero si lo suficiente para entender que lo que había hecho, aunque con buenas intenciones, no era lo mejor, sabía que no debía acercarse a él, mucho menos tocarlo y ni hablar de dormir con él, anteriormente no se imaginaba el impacto de tales acciones, mas ahora que lo dimensionaba no lo volvería a hacer a menos que el omega lo pidiera plenamente consciente.

Lo peor de todo esto era que había borrado todo el progreso que logró con el chico, seguramente volverían a lo de antes, a un TaeHyung completamente ausente, que solo hablaba con YoonGi y que pocas veces aceptaba alimento, volverían a los gritos por las noches, cosas estrellándose contra las paredes y a un YoonGi desvelado y preocupado cuidando a su hermano por las noche por temor a que se dañara; tendría que hablar con su mayor y explicarle la situación y obviamente pedir disculpas por hacerlos regresar a eso.

Conduciendo de camino a la universidad no podía dejar de pensar en el estado en el que dejó al pequeño pero ¿qué más podía hacer si su sola presencia desencadenó un gran ataque de ansiedad? Nada, se sentía inútil e impotente. Era una lucha que no le correspondía por más que sintiera la necesidad de rescatarlo y protegerle. Durante un alto le mandó un mensaje a Min.

No quería causarle más molestias a la persona que más le había ayudado así que lo mejor sería irse aunque la sola idea de pensarlo hiciera a su lobo arañar su interior, era lo mejor para Tae, para su omega.

Durante todo el día no pudo evitar recordar la manera en la que había llegado TaeHyung con ellos. Aún recuerda el día a la perfección

Flashback

Era un viernes cualquiera, de finales del semestre y no hacía más de un par de meses había regresado a vivir a Corea, compartía apartamento con Min YoonGi, su mejor amigo de toda la vida.

Recién regresaban de la universidad e iba saliendo de una cafetería cuando YoonGi recibió esa llamada. Dado que el número era desconocido miro su móvil con una débil mueca de extrañeza.

-Hola -atendió con voz grave.

-YoonGi.... hyung... Ah... -Una respiración agitada, voz temblorosa con sollozos contenido, llanto y el sonido de una ambulancia.

-¿JiMin? -realmente estaba sorprendido hacia años que no hablaba con él chico, pero por lo que alcanzó a comprender las circunstancias no eran las mejores, algo malo le ocurría al pequeño omega- ¡¿Park, qué ocurre, contesta?! -el silencio que siguió le heló el corazón y disparo sus preocupaciones hasta las nubes - ¡¡Mierda Mochi!! ¡¿Dónde carajos estás mocoso?! ¡¿Estás bien?!

Desde hace unos segundos atrás HoSeok ya se había preocupado por la llamada, no era común que Min se alterará y menos hacia de rápido, pero ahora estaba como nunca lo había visto, piel pelada en sudor, pupilas dilatadas, respiración acelerada y rostro completamente al rojo vivo. Algo realmente malo sucedía.

-Hyung... ah ... hyung -suelta la última palabra sorbiendo su nariz.

-¿Minnie? ¿Qué ocurre? -está vez el tono del mayor denota preocupación pura.

- Yy-o, lo siento hyung -eso fue suficiente para hacer romper en llanto al más joven -de verdad lo siento, yy-o no quería -otro sollozo-es mi culpa, yo debí hacer más -a este punto JiMin ya lloraba cual niño pequeño, con el más puro llanto de miedo y necesidad- Hyung.

-Minnie, tranquilo, por favor, respira, vamos, hazlo despacio, inhala y exala, hazlo conmigo bebé -y así lo hicieron, pero el ruido de fondo y el estado en el que había llamado el rubio aún le tenían sumamente alterado, pero por supuesto que no se lo iba a hacer notar, él le daría esa confíen a y seguridad que ahora le hacía tanta falta -Bien, ahora dime que pasa.

Una pausa y de fondo se escucho una voz femenina diciendo que tenia que acompañarlos en la ambulancia.

-Es Tt-aeHyung, lo ss-iento, yo, é-él, perdón yo no pude -volvió a su agitación soltando fracmentos de fraces, hasta que reunió el suficiente valor y dijo -TaeHyung está muy mal, vamos en camino al hospital, tienes que venir, es muy grave YoonGi.

Y supo que algo estaba realmente jidido, de repente toda la sangre que se había acumulado en el rostro de YoonGi desapareció de golpe dejándolo más pálido que de costumbre, su cuerpo temblaba y sus ojos se aguaron; ya no pudo decir nada, solo guardó el teléfono y miro a su amigo.

-Hope, tenemos que ir a casa, debo irme.

- ¿A dónde? -podía ver claramente que el mayor se encontraba sumamente conmocionado, en un estado de shock.

- A Busan. -dicho eso comenzó a correr en dirección a la avenida, debía parar un taxi e ir lo más pronto al aeropuerto.
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Hola amigatitos, he vuelto después de años :v

Lo siento, la escuela me está matando y no había tenido inspiración pero me di un tiempo y esto pasó, yo creo que quizá hasta pueda hacer el siguiente capítulo y actualizar otra vez la próxima semana, ojalá.

Cuídense y nos vemos en el próximo capítulo 💖.