Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

32

— Agh... Mh...

Lisa veía desde su asiento como Jennie se retorcía por el vibrador en su interior, mientras ella tenía en una mano un vaso de whisky y en la otra el control del vibrador.

Jennie estaba de rodillas en la cama con las manos amarradas a su cabeza gracias a la soga, los ojos vendados y y un bozal con bola en sus labios.

La alfa jugueteaba con el control del vibrador, lo ponía al máximo y luego bajaba la intensidad de golpe, repitiendo aquel acto varias veces mientras bebía lentamente del whisky.

Jennie lo único que podía hacer era dar un par de saltitos para obtener un poco de placer, hasta que sus piernas se cansaban y se quedaba quieta respirando dificultosamente.

En ese momento Lisa volvía a encender el aparato poniendo el nivel máximo de golpe, apagándolo segundos después.

Dejó el vaso de whisky sobre uno de los muebles levantándose de su asiento para caminar lentamente hasta la cama mientras quitaba la camisa que llevaba de su cuerpo.

— No tienes idea de cuán enojada estaba cuando te ví abrazar a esa alfa... — dijo quitando el cinturón de sus pantalones. — Voy a castigarte Jennie, porque eres mala, y las omegas malas deben ser castigadas.

Jennie asintió a la nada recibiendo el primer azote con el cinturón.

La omega mordió la bola en sus labios para calmar el dolor.

— No me gusta que estes alrededor de otras alfas — azote —. Porqué eres mía y no puedes dejar que nadie jodidamente te toque. — otro azote.

De nuevo tomó el control del vibrador en sus manos para encenderlo a tope.

El cuerpo de Jennie tembló mientras sentía cada vibración.

La alfa se colocó frente a la omega sobre la cama, mientras quitaba sus pantalones y bóxer. Jennie seguía disfrutando de las vibraciones en su interior.

— Mh~... — gimió apretando la bola con los dientes.

Lisa apagó el vibrador al ver que el orgasmo de la menor estaba cerca. Vió como las piernas contrarias temblaban.

— Jennie... Eres tan linda... — dijo la alfa masturbándose así misma frente a la menor. —. Voy a quitarte el bozal y voy a guiarte a mí pene, seras una buena niña y chuparas hasta que logre correrme. ¿Oíste?

Jennie asintió sintiendo las manos de la alfa en su nuca, quitando el bozal, sintiendo como la bola entre sus dientes salia de su cavidad bucal bañada en saliva y levemente marcada por los dientes de la omega.

— Muy bien pequeña, voy a ponerte algo en el cuello, ¿sí? Quédate quieta.

— Si...

La omega recibió una nalgada.

— Si... Amo... — completó tragando saliva.

— Muy bien.

Luego sintió como Lisa le ponía algo en el cuello, no sabia con actitud que era, pero lo sentía como una gargantilla.

— Perfecto... Ahora, chupa. — dijo la alfa guiando la boca de la menor a su miembro.

Jennie lamió y chupó la intimidad de su pareja mientras sentía la mano de la alfa agarrar fuertemente su cabello.

Minutos después de hacer el mismo movimiento de arriba a abajo, sintió como Lisa le quitaba las cuerdas que tenia desde hace casi una hora.

Sus brazos dormidos fueron tomando fuerza al ya no estar inmovilizadas tomando parte del falo de la alfa para continuar con el labor.

Mas tarde, cuando Lisa estuvo apunto de llegar al orgasmo, tomó a la omega para ponerla encima suyo.

— Montame Jendeuk, sabes como me gusta.

Jennie tanteó el pecho ajeno para saber donde colocarse, pues aún seguía vendada.

Logró acomodarse sobre el falo de la alfa, para luego con su mano quitar el vibrador de su interior y guiar el pene a su entrada humeda.

— Ah~...

— Muy bien Jendeuk... Muy bien.

Jennie comenzó a brincar lentamente para luego comenzar a ser más ruda.

En la cúspide del éxtasis, Lisa se enderezó con Jennie aún saltando sobre su pelvis, para llevar con muchas ganas sus dientes hasta el cuello de la omega.

Mordió con entusiasmo, sintiendo a Jennie gritar extasiada para luego seguir subiendo y bajando muy rápido.

Lisa tomó la cadera de la menor fuertemente en lo que marcaba el ritmo rápido del acto.

Hasta que subió sus manos a la cintura de la omega, apretando igual de fuerte, sacando un quejido de dolor a la omega.

Jennie trató de continuar hasta que el dolor fue insoportable para ella.

— ¡Rojo! ¡Rojo!... — dijo separándose de la alfa para sentarse a un lado de ella en lo que llevaba sus manos a su cintura.

Lisa se incorporó de golpe para quitarle la venda a la omega y limpiar las lágrimas.

— ¿¡Estas bien!? Lo siento lo siento... No quise lastimarte... — dijo socorriendo a la omega.

Jennie trató de tranquilizar a la alfa dándole leves mimos.

— Estoy bien Lili... No te preocupes.

No obstante, la alfa se preocupó aún más al ver sangre escurrir de la entrada de la menor.

— Estás... Estás sangrando... ¿Aún duele? —
Jennie negó.

— Estoy bien, cariño... — dijo levantándose para ir al baño.

Lisa la siguió por atrás muy preocupada por la menor, viendo como esta encendía la ducha para darse un baño.

— En serio Lisa... Estoy bien... — le sonrió la omega tranquilizando a la alfa.

Lisa asintió, salió del baño para volver a ingresar segundos después con una silla.

La cuál colocó frente a la ducha para sentarse allí y observar a la omega.

— Voy a esperar aqui, así me aseguro de que estés bien...

Más tarde, Lisa se encontraba acostada en su cama con Jennie dormida a un lado suyo.

Aún seguía preocupada pues sentía que algo no estaban bien.

Los dolores, vómitos, mareos...

Debe de ser los riñones

pensó la alfa basándose en los exámenes que le habían hecho.

Aun así salió de la cama con mucho cuidado para tomar su móvil y salir del dormitorio rumbo a la sala.

— ¿Lalisa? Son las tres de la mañana...

— Yoojung, lo siento... Necesito hacerte unas preguntas..

Hm... Bien, dime.

— Verás, ush, esto es incómodo.

Lisa, soy doctora, no hay cosas que me sorprendan ya.

— Bien... Jennie y yo estábamos... T-teniendo S-se...

— Estaban teniendo sexo, prosigue.

— Y creo que fuí demasiado bruta con ella... Pues se quejó de dolor y luego comenzó a sangrar... Yo solo quiero saber si es algo normal o grave...

— Puede ser normal, pero también puede ser grave, todo depende del desenlace... Dime. ¿Jennie presentó algún otro síntoma estos días?

— Desde hace un mes casi anda con mareos, vómitos y dolores a la tripa...

— ¿Por qué no la llevaste al médico?

— La lleve, pero dijeron que era producto de alguna comida que ingirió.

— Traela mañana. Le haré unos estudios, no quiero ilusionarte pero hay probabilidades de que este en cinta.

— No no, descarta eso... Fuimos al laboratorio y nos dijeron que Jennie es infértil...

— ¿A qué laboratorio? ¿El de la familia?

— Ajá, me atendió una chica... Soojin creo que se llama...

— Bien, mañana traela de todas formas, puede que sean sus riñones, su vesícula o algún otro órgano, la revisaré yo misma.

— Gracias, mañana a la mañana estaré allí.

Fue entonces que se acostó al lado de la omega nuevamente para ahora así dormir un poco más tranquila.

(...)

Cuando la mañana del lunes llegó, Jennie avisó a su universidad que haría la clase virtualmente ya que tenia una cita con el médico.

Los de la universidad, sabiendo quien era Jennie, accedieron sin problema.

Y ahora la pareja se encontraba en el garaje de la casa.

Hubiesen salido mucho antes si Lisa no hubiese acorralado a la menor entre el coche y ella para besarlo con entusiasmo.

Jennie sin quejarse correspondió el beso pasando sus brazos por el cuello de la mayor para profundizar el contacto.

— Bien... — dijo Jennie separándose —. Es hora de irnos.

Lisa asintió sacando la llave del coche.

— ¿Puedo conducir? — preguntó la menor.

Lisa la miró con una ceja alzada.

— ¿Sabes conducir?

— Claro, a veces me encargaba de hacer envíos, en moto, bici y camionetas.

Lisa le sonrió abriendo la puerta de conductor a la omega y dándole la llave.

— Gracias. — dijo Jennie besando una ultima
vez los labios ajenos.

Lisa cerró la puerta de conductor para rodear el coche y subir como acompañante una vez que Jennie abrió la puerta.

Y luego se encontraban rumbo al hospital.

— ¿Cómo lo hice? — preguntó Jennie estacionando el coche.

— Excelente. Estoy sorprendida... ¿Tienes licencia?

— Claro.

— ¿Y por qué no conduces más seguido?

— Porque no tengo coche, duh. — dijo riendo.

Lisa sonrió grande, como si se le hubiese ocurrido una idea maravillosa.

— Tal vez...

— No Lalisa. No quiero que me compres un coche.

— Pero...

— No... — dijo besando los labios ajenos —. Ahora vamos.

Lisa asintió para luego ambas entrar al centro médico, subiendo hasta el piso de Yoon.

— Finalmente llegan. — dijo Yoon saludando a
la pareja. —. Hice una excepción con ustedes porque somos familia. así que vamos Jennie.

Jennie asintió dándole el móvil a Lisa para que lo guardara, ingresando luego al consultorio con la mujer.

Lisa se sentó sobre el sofá de recepción en espera de que su novia saliera, mientras revisaba despreocupada su celular.

Desde hace días, sus madres le pasaron todo el papeleo a Chaeryeong, dejándole a Lisa casi nada para hacer, por lo que rara vez iba a la empresa, a veces iba a conversar con los empleados mientras que otras veces se quedaba en casa en espera de que Jennie volviera de la universidad.

Y todo tranquilo hasta que el móvil de Jennie sonó en llamada.

Reviso el remitente.

Irene...

Y contestó apresurada creyendo que la omega finalmente tenía una respuesta.

— ¿Hola?

— ¿Jennie?

— Oh no... Soy Lalisa...

— Ou, hola Lisa...

Okey... La alfa había notado el cambio repentino de voz.

— ¿Que necesitabas Irene?

— Era para darles una respuesta respecto a lo de la adopción... Pero tengo un par de exigencias.

— Te escucho...

— Primero, quiero quinientos mil en lugar de solo doscientos cincuenta. Segundo, no quiero que después de la adopción el niño vuelva a aparecer, será de ustedes y no quiero verlo de nuevo.

— Bien escucha... En cuanto Jennie se desocupe le diré esto, así hablas con ella calmadamente...

— Y tercero Lili... Quiero que tú y yo nos encontremos en una cafetería, un encuentro amigable, para charlar y demás.

Lisa suspiró tocándose la frente. Por lo qué, tras un largo silenció, respondió

— Bien... Nos vemos en la cafetería Red Bullet en el centro comercial el miércoles a las diez de la mañana.

— Anotado Lisa... Allí nos vemos.

Lisa suspiró pesado para luego guardar el celular nuevamente.

Entonces, Jennie salió del consultorio mientras conversaba amigablemente con Yoon.

Lisa se levantó para acercarse al dúo.

— ¿Todo en orden? — preguntó el alfa.

— Así es, no se ve nada extraño, pero tendremos los resultados mañana, les llamaré por cualquier cosa. — sonrió Yoon —. Eso sí, eviten tener relaciones hasta saber con exactitud que es lo que ocurre. Adiós. — se despidió de la pareja.

La pareja se despidió para luego salir del hospital rumbo al coche.

Lisa volvió a subirse como copiloto mientras Jennie subía como conductor mientras le sonreía a la alfa.

— ¿A casa? — preguntó Jennie.

Lisa asintió en lo qué Jennie arrancaba el auto.

— Jennie...

— ¿Mm? — preguntó mirando al frente.

— Irene llamó, dijo que quiere quinientos mil en lugar de doscientos cincuenta y me dijo algo de una reunión.

Jennie sonrió.

— Perfecto. — dijo simple —. En la reunión me encargaré de que acepte solo doscientos cincuenta.

Lisa rió.

— Pobre chica.

— Pobre de nosotras que tenemos ie lidiar con ella.

Lisa miró por la ventana sonriendo, amaba a Jennie.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro