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04:32 am

Jennie abrió sus ojos de forma lenta y pacífica.

Giró su rostro encontrando a Lisa durmiendo relajadamente a su lado, y sólo pudo pensar en lo afortunada que era.

Sí, todo para ellas era relativamente nuevo, pero... ¿Hay tiempos para amar?

Por supuesto que no, todos lo hacen a su tiempo, sin necesidad de una hora especifica.

Pero no es momento para ser románticas.

— ¿Lisa? — susurró despacio mientras acariciaba los brazos desnudos de la alfa.

Lisa acabó por despertarse segundos después, encontrando como primera vista, a Jennie

— ¿Pasa algo? — preguntó con voz grave.

— Quiero hacerlo de nuevo... — dijo totalmente sonrojada.

Lisa sonrió mientras se colocaba encima de la omega.

¿Quién era Lisa para negarse a los deseos de esa preciosa omega?

— Tus deseos, son ordenes para mí.

Jennie sonrió acomodándose y envolviendo con sus brazos el cuello de la alfa.

Dejó que Lisa mordiera su cuello a su antojo mientras la sentía restregarse contra ella.

Gimió bajito, provocando que Lisa gruñera con el rostro aún oculto en el cuello de la menor.

— Lili... Más... — le dijo al oído.

La alfa cubrió todo su cuerpo con las sábanas, bajando hasta la zona íntima de la omega.

Allí disfrutó de la calidez que la intimidad de su omega le entregaba.

Chupó con necesidad mientras masturbaba el clítoris del omega, Jennie tirando la cabeza hacia atrás por lo bien que se sentía.

En un momento borroso fue dada vuelta, quedando con las rodillas clavadas en el colchón.

Lisa comenzó a acariciar la espalda baja de la Omega para después meter sin más su pene dentro de la omega.

La calidez abrazadora que la recibió la hizo delirar de tanto placer.

— Agh Mm.... Ah Lili... — gimió.

Lisa tapó la boca de la menor con su mano mientras embestía de forma ruda y necesitada el cuerpo de Jennie.

Provocándole un desgarrador orgasmo, uno que la transportó al paraíso.

Continuó moviéndose hasta llegar a su propio orgasmo.

— Joder... — gruñó.

Jennie la vió acostarse nuevamente en la cama, aprovechando la oportunidad para subirse encima y meter el miembro de la alfa nuevamente en su interior.

— Una vez más... ¿Por favor? — puchereó la omega.

Lisa sonrió tomando la cintura de la omega marcando el ritmo que comenzaba nuevamente.

La omega dando pequeños saltos para luego subir de intensidad, continuando hasta llevar a la alfa al borde de otro orgasmo.

Que por supuesto, no tardó en llegar.

— Mierda Jennie... — dijo tratando de regular su respiración. — Fue jodidamente increíble.

Jennie de igual forma sonrió, acostándose sobre el pecho de la alfa.

11:34 am

— Mm... — gimió Jennie extasiada.

Lisa se frotaba sin descaro contra el culo de la omega.

No podía evitarlo, simplemente despertó con una erección.

Hacía cucharita con Jennie y aprovechó para meterle mano mientras dejaba suaves y delicados besos sobre su piel.

Jennie fue despertando, siguiéndole el juego a la alfa.

— Levanta un poco la pierna mi amor... — le pidió con voz grave debido a que recién se despertaba, Jennje obedeciendo sin problema —. Así amor, muy bien.

Alineó su miembro en la dilatada entrada de la menor, para luego pegarse mucho más a ella y comenzar de esa forma un vaivén rápido y necesitado.

— Mh Lili... ¡Joder!

La alfa tapó la boca de la menor mientras continuaba embistiendo y besando la piel de la omega.

— ¿Quieres que te escuchen? ¿Mh? ¿Quieres que todos se enteren como te parto el culo? — dijo Lisa embistiendo fuertemente.

En cuánto Jennie fue colocada nuevamente en cuatro, aprovechó para tomar la almohada y morderla, de esa forma sus gemidos no saldrían del cuarto.

— Me encantas Jennie... Eres exactamente lo que estuve buscando por mucho tiempo.

Jennie sonrió continuando con los gemidos bajitos.

— Tú también lo eres Lili.

(...)

Al rato de acabar, se levantaron para darse una ducha y como Jennie no podía mantenerse en pie mucho tiempo, Lisa la cargó sin problema.

Luego acomodó la cama, recostando el cuerpo de la omega nuevamente sobre el colchón.

— Tengo un par de reuniones a las que tengo que asistir, pero obviamente puedes quedarte aquí si así lo deseas. — Le dijo Lisa mientras se colocaba la blusa.

Jennie asintió mientras veía a la alfa terminar de vestirse.

— Por favor traeme chocolates — le dijo con un puchero en los labios

— Lo que desees amor. — dijo dejando un beso en sus labios.

Y luego otro, y otro y otro.

Hasta que tuvo que irse para realizar su trabajo.

JENNIE POV

(...)

¿Ustedes oyeron hablar de la famosa luna de miel? Supongo que se hacen una idea de a lo que me refiero.

Pues esta semana fue una jodida luna de miel.

Paseamos por todos lados, tomamos fotos, compramos cosas, visitamos museos, etc etc.

Es perfecto, magnífico y todos los sinónimos de grandioso.

Jamás en vida creí estar técnicamente de vacaciones en las islas jeju con una alfa quién esta dispuesta a complacerme en todos los sentidos.

Justo ahora estamos sentadas sobre la arena, cerca del mar.

Ella revisa las fotos que yo había tomado con una cámara que Lisa me regaló... Yo por mientras me encuentro en silencio mirando el cielo.

Jisoo y Rosé tuvieron que irse unos días antes porque Rosé tiene que ir a la universidad y Jisoo tiene trabajo por hacer; por lo qué sólo estamos Lalisa y yo en la isla.

Eso si, lamentablemente mañana nos vamos.

Lisa tiene que seguir trabajando y yo tengo que ponerme al día con la universidad, la cuál comencé hace poco.

— ¿En qué piensas? — preguntó Lisa mirándome fijamente —. Estás volando por Golden closet.

— En nada realmente... Disfrutaba del paisaje y eso. — Le dije sonriendo.

Ella asintió y yo me acerqué para besarla.

— Te quiero. — le dije besándola nuevamente —. Gracias por todo...

— No tienes que agradecer nada, me gusta pasar tiempo contigo... Y yo también te quiero.

Volvimos a besarnos esta vez yo subiendome encima suyo.

— Volvamos al hotel, hay gente aquí Jen...

— mjm, vamos...

Un jadeo salió de los labios de la omega al chocar su espalda con la gran cama del dormitorio.

Apenas llegaron al hotel, con ansias y deseo descontrolado encima, Lisa cargó en brazos a la omega, Jennie enrollando sus piernas alrededor de la cintura de la alfa para hacer fricción y de paso intensificar el beso.

En cuánto quisieron seguir, Lisa caminó con la omega en brazos hasta la cama donde la dejó recostada, para quitarse la molesta blusa y colocarse encima suyo nuevamente.

Jennie admite que desde que tuvo su primera vez con la mayor, se hizo adicta a la sensación.

Antes lo relacionado con lo sexual jamás le había interesado, una vez que probó la sensación, entendió a quiénes no pueden vivir sin sexo.

Se estaba convirtiendo en uno de ellos.

Tan extraño y singular.

— Quiero probar algo contigo... — le dijo la alfa a la omega.

— ¿El qué? — preguntó dejándose llevar por la exquisita sensación de los besos de la mayor sobre su cuello.

— Te voy a atar.

Jennie mordió sus labios al oír la propuesta.

¿Tenia miedo? Si. ¿Iba a intentarlo? Si. ¿Le rogaría a la alfa un orgasmo? Probablemente.

— Bien.

Lisa se levantó de la cama, salió de la habitación rumbo a la pequeña sala que había en su cuarto de hotel y buscó entre las bolsas de compras sus nuevas corbatas.

Jennie por mientras se encontraba preparándose y mentalizándose para lo que venía.

Confiaba en Lisa y sabía que la alfa no le haría daño, por lo que se preparó para cuando la alfa volviera.

Quitó toda la ropa de su cuerpo dejando únicamente sus bragas de encaje negra, junto a la blusa negra que la alfa se había quitado minutos atrás.

Al rato la chica escuchó que la puerta era abierta, al ver ingresar su alfa al dormitorio con una corbata en mano, sonrió ladina cruzando sus piernas en una pose provocativa.

— ¿Lista mi amor? — preguntó coquetamente Jennie, se acercó a su novia y besó sus labios lentamente acariciando sus hombros con sensualidad.

— Claro bebé — contestó Lisa tirando a la omega a la cama colocándose nuevamente sobre ella.

A la alfa le calentaba mucho la idea de tener a su pequeña omega atada a la cama mientras la folla cómo quiere y la deja destrozada.

Pero vamos, era el primer acercamiento al BDSM de la menor, Lisa no quería que fuera una mala experiencia, por ello comenzaría con algo básico.

Con la corbata en mano, ató las manos de la menor quedando así, en la cabecera de la cama justo arriba del rostro de la omega.

— Te ves hermosa — alagó Lisa metiendo la mano por debajo de la blusa que la omega llevaba.

— Lo sé.

Lisa sonrió ladina.

— Esto será para comenzar, con el tiempo agregaremos más cosas para que sea placentero para ambas.

Jennie asintió tímida, moviendo sus manos atadas por instinto.

La alfa separó las piernas de la menor para colocarse entre medio de estas mientras comenzaba a besar el cuello de la omega, provocando leves jadeos de su amante.

Luego, con su mano izquierda fue sacándole la blusa para después con su derecha jugar con los pezones rozados y duros de la omega.

Metió uno de las tetillas de Jennie a su boca comenzando a succionarla y acariciarla con su lengua, ésto provocó más gemidos en la menor, dejándole en claro a la alfa, que hacía un buen trabajo.

Cuando Lisa se sintió satisfecha, bajó las bragas de su amante y comenzó a jugar con el clítoris contrario quién rogaba por un poco de atención, mientras que con dos dedos penetraba la estrecha entrada de la omega.

— ¡Mgh, S-Sigue Lili... —suplicó Jennie.

La omega quería tomar los cabellos de su alfa, más no podía al tener las manos atadas.

Fuera de desagradarle eso aumentaba su deseo.

Y obviamente no se esperó que la mayor la volteará aún atada, dejando su culo a disposición de la alfa.

Quién por supuesto no desaprovechó la oportunidad de lamer su entrada ya lubricada por los juegos previos.

— Mgh, sí — gimió desesperadamente Jennie.

Se encontraba sensible por los juegos y roces previos, pero tambien estaba excitada y deseando más.

La lengua de Lisa se movía ágilmente en la entrada de Jennie, el pene de la mayor dolía dureza debajo de la ropa, pero sabía que después le vendría una grata recompensa por su trabajo.

Y tanto fue su placer, que no pudo evitarlo, un golpe fue impactado en uno de los glúteos de la menor, quien por la impresión y por la excitación, dejó caer su cara contra la cama, callando sus gemidos.

Finalmente la alfa dejó su labor a un lado y comenzó a marcar las nalgas de su novia succionando la piel, dejando chupetones y mordidas también en su cintura.

Jennie lloriqueaba del placer, rogó por el toque de la mayor y cuándo menos lo esperó, ésta la penetró de golpe, repitiendo rudamente el movimiento contra el cuerpo ajeno.

Jen tomó fuertemente la corbata con sus manos, mientras gritaba de placer sobre la almohada quien acallaba los obscenos sonidos.

Lisa con una de sus manos, agarró fuertemente el respaldar de la cama para ayudarse con los rudos movimientos.

— ¿Quieres venirte? ¿Eh? ¿Te gusta como alfa te jode mientras estas atada? ¿¡Mm!?

— Si, si — exclamó rodando los ojos hacia atrás —. Me encanta mierda, ¡hazlo más jodidamente fuerte!

De la desesperación que tenía por correrse, Jennie comenzó a mover su trasero sobre el pene de la mayor, marcando ella el ritmo de las embestidas.

— Tú a mi no me das ordenes. ¿Me oíste? — le da un golpe duro en las nalgas de la omega, dejando marcada su mano —. Tú, tienes que obdecerme a mí. — otra nalgada.

Jennie deliraba de placer, todo era tan jodidamente erótico que no logró soportar mucho más, corriéndose de forma rápida.

Lisa al sentir las paredes de la menor apretar tan fuerte a causa de su reciente orgasmo, movió las caderas de la menor al ritmo que ella quería para llegar al climax, corriéndose fuertemente y con gutural gemido en el interior de la menor.

— Estuvo increíble — le dijo Jennie al haberse recuperado

Luego del acto, Lisa mimó a la omega desatando el nudo, dándole besitos y seguidamente llevarla a la bañera de la habitación.

Ahora ambas se encontraban bañanadose juntas.

— Me alegro que te haya gustado, más adelante agregaremos objetos que te harán sentir en el cielo, según internet.

— Esperaré ansiosa.

Al esto de estar en el agua, ambas salieron, se secaron el cabello y se acostaron a dormir como la madre luna las trajo al mundo.

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