09
Sabado, 12:45 pm
Lisa apenas salió de su trabajo, condujo hasta Omelas. Cuando llegó y una vez que dejo estacionado el coche, entró hasta el bar viendo el lugar en el que cupido esta normalmente, vacío.
— Emm... Disculpa... ¿Está Beomgyu? —preguntó la alfa a Emily quien limpiaba la barra
— Si, esta en el almacén. Enseguida lo llamo. — le respondió Emily tomando un comunicador.
Lisa asintió, sentándose en una de las butacas que había en la barra. Al rato, Beomgyu apareció con una sonrisa.
— Hola hola... — dijo poniéndose frente suyo del otro lado de la barra.
— Hey, necesitó hablar contigo sobre algo importante.
— Claro, pero antes me gustaría que me respondieras algo.
— ¿Bien?
— ¿Qué pasó con Jennie? Tuvieron las dos citas aquí y ya después Jennie no sacó su carpeta... ¿No funcionó? O...
— De eso quería hablarte... Ella y yo tenemos muy buena química, la confianza brotó de la nada y la idea de querer formalizar con ella, ronda por mí cabeza desde hace meses.
— ¿Cuál es el problema entonces?
— Que quiero que Jennie deje de trabajar, llevamos mucho tiempo saliendo informalmente.
— Vamos Lisa, eres inteligente, solo tienes que decirle.
— Jennie es una omega independiente... ¿Qué crees que piense si le ofrezco dinero a cambio de su compañía?
— No se trata de eso mujer, dejá los dramas y pídeselo.
— ¿Eh?
— Dile que quieres un contrato formal, que quieres ser su Sugar Mommy, le endulzas el oído por una semana y ¡Pum! La enamoras.
— Osea que...
Beomgyu asintió
— Dile que tienes gustos extravagantes si en lo sexual hablamos, bueno, eso es verdad, así que no le estarías mintiendo. — Beomgyu rió. — Luego dile que te gustaría hacer un contrato con ella, aclarale que esto ayudaría al desarrollo de su relación. Si acepta, en el contrato, pones las reglas, aclarando obviamente que como su Sugar Mommy, le darás todo lo que quieras, en las reglas puedes poner lo que gustes.
— ¿Qué deje los trabajos también?
— Todo lo que se cruce por tú mente — Beomgyu asintió.
— Esa es una excelente idea...
— Ahora, si le dices eso de primeras te rechazara y mandará al diablo, tienes que dejar que alguien suavice el golpe... Busca a una amiga de ella que sepa del tema y este dispuesto a ayudar.
— ¿Roseanne servirá?
— Si, Rosé tiene una Sugar Mommy, bueno, son pareja formalmente pero su relación comenzó con el juego de sumisa y amo.
— ¿Tienes su número? ¿O el de su pareja?
— Tengo la dirección de la casa en donde viven juntaa... Me invitó a su cumpleaños el año pasado.
— Dámela. Iré a verla hoy mismo.
Beomgyu le anotó en un papel la dirección y se la entregó, Lisa agradeció saliendo del bar.
Cuando llegó al parking entró a su coche, reviso la dirección, la colocó en Maps y condujo hasta donde le indicaba.
Se estacionó en un sitio adecuado para salir del coche y cerrarlo.
Caminó mirando las lujosas residencias que había en ese barrio. Una vez que identifico la casa, se acercó a tocar el timbre. Quien abrió la puerta fue nada más y nada menos que una gran amiga y socia suyo.
— ¿Jisoo? ¿Vives aquí? — preguntó Lisa sorprendida.
— ¿Lisa? Amiga, si, aquí vivo desde hace un tiempo. ¿Qué te trae por aquí?
— Lamento venir sin anunciarme, vengo a ver a Park Roseanne... ¿Vive aquí?
— Así es... ¿Sucedio algo?
— Nada grave, es que ella tiene una amiga con el cual estoy intentando relacionarme y necesito su ayuda para algo...
Jisoo rió dejándola ingresar a su hogar.
Lisa agradeció, entrando a la residencia, dejando sus zapatos en la entrada y siguiendo a la morena quien le invitó a sentarse. Además de eso, la mayor le dió una copa con vino, Lisa agradeció las atenciones.
— Entonces. ¿De que se trata? — le preguntó la mayor sentándose frente suyo.
— Como te dije recién estoy intentando relacionarme con una omega... La conocí en Omelas y tenemos salidas informales desde hace ya cinco o seis meses... Sin embargo quiero pedirle un contrato, ella es un poco independiente, necesito a Rosé para que suavice la zona.
— Entonces planeas ofrecerle un contrato... — repitió pensativa.
— básicamente... ¿Es una locura?
— No, es considerado de tu parte que pienses en ello... Cuando conocí a Rosé me fue difícil mantener su atención por un tiempo determinado, ella era muy insegura en esos momentos y trataba de huir de mí al creer que no era suficiente... Le ofrecí un contrato y luego de renegar mucho, aceptó.
— Por eso se que Roseanne me ayudará.
— Estoy segura que lo hará.
En eso, apareció Rosé por el salón, ahora con el cabello teñido de castaño.
— Mommy tengo hambre... — dijo entrando al salón.
La castaña al notar la presencia de la otra alfa en la sala se ruborizó por lo dicho anteriormente.
— ¿Qué hace aquí? — preguntó Rosé sentándose al lado de la morena en el sillón.
— Quiero tener algo con Jennie, pero quiero verla más de dos horas a la semana... Creo que entiendes a lo que voy...
Rosé asintió comprendiendo.
— Comprendo. —dijo Chaeyoung.
— Es bastante simple, nuestra relación amorosa comenzó semanas después, pasar tiempo juntas ayudó mucho.
— Mañana voy a verla, se que Jennie te cuenta lo que hacemos, por eso, cuando yo le de la noticia, me gustaría que tú trataras de ablandarla un poco... — le dijo a Rosé
— Lo intentaré, pero no prometo nada...
Un poco más tarde, Lisa salió de aquella casa despidiéndose de la pareja.
Luego, ingresó a su coche y arrancó rumbo a su casa. Una vez en su hogar, se sentó frente a su computadora, abrió Word y comenzo a escribir un bocete del contrato, poniendo todo lo que a el le gustaba, creando reglas, beneficios, datos, etc.
Investigando sobre otras cosas que le causaban curiosidad y finalmente imprimiendo dichas hojas, abrochandolas en la esquina a todas juntas, poniéndolas en una carpeta y dejándola en un cajón. Al finalizar, fue a cenar para luego ducharse y acostarse a dormir calmadamente.
No solo ayudaría a Jennie, también obtendría beneficio de ello, era un ganar = ganar.
El plan era sencillo, lo único complicado era convencer a Jennie de dejarse mimar un poco.
Domingo, 15:23 pm
Lisa estaba sentada en una mesa de piedra que había en aquel parque, veía enternecida como los niños jugaban entre ellos y como los perros se divertían a su manera.
— Perdona la tardanza... — le dijo una voz a sus espaldas.
La rubia volteó a ver con una sonrisa a la castaña, quien le sonrió de igual manera dejando un beso en la mejilla contraria, para luego sentarse frente suyo.
— Tengo buenas noticias... —le dijo Jennie a la mayor.
Lisa agarró la mano de la menor para jugar con ella.
— Y yo tengo algo que decirte, pero primero las omegas.
Jennie rió
— Me dieron vacaciones de una semana en los bares en los que trabajo, sin embargo tengo que seguir trabajando en la hamburguesería... Con lo que gano allí es suficiente para cubrir el empleo de los sábados.
— Eso es genial, me alegro de que puedas descansar un poco...
— Estás poniendo de tu parte para que esta relación funcione supongo que no es mucho lo que hice pero ahora tendré sábado y domingos libres... Además de esta semana...
— Te agradezco que lo hicieras, eso me alegra mucho de verdad.
— ¿Qué querías decirme?
Lisa suspiró aún jugando con la mano de la omega.
— Tranquila... — le dijo el omega sonriendo.
— Bueno yo... Mmm... Veras, M-me... Me gustaría tener un contrato, tú y yo...
— ¿Contrato?
— Si, ya sabes, quiero que seas mi Baby en lo que nuestra relación sentimental nace...
— ¿Quieres ser mi Sugar Mommy?
— Si, básicamente...
— Bueno yo... Creí que querías algo formal conmigo... — respondió confusa la menor.
— ¡Si si! —se apresuró a decir —. Si quiero algo formal contigo, por eso pensé que si teniamos un contrato para que podamos... Olvídalo, es una locura...
— ¿Conoces a Rosé? — le preguntó la omega mirando tranquila a la alfa.
— Ella tiene una Sugar Mommy... Y aún así son pareja formalmente... Si tú te refieres a eso... Podemos intentarlo... — le dijo pensativa.
Lisa realmente creía que algo había salido mal en su ecuación, sin embargo, sonrió agradecida de que la omega comprendiera sus intensiones –o por lo menos, una parte de ellas –.
— Toma — le extiende una carpeta —. Es un boceto del contrato, puse todas las cosas que a mí gustan y me gustaría hacer contigo, dejé un espacio para que puedas poner que cosas te gustaría intentar... — explicó — Esto es un borrador, mañana podemos vernos en cuánto salgas del sitio de comida rápida, libera tu agenda, pasarás todo el día conmigo.
Jennie rió levemente mientras revisaba el contrato que le había entregado Lisa.
— Recuerdo haber visto esto en una película... No sera que quieres intentar las Cincuenta sombras de Manoban, ¿Verdad?
— Bueno... Eso lo veremos con el tiempo... — le dijo la alfa guiñándole un ojo.
Jennie rió asintiendo.
— Hecho.
Luego de aquello ambas pasaron la tarde charlando, incluso habían comprado helado para comer mientras caminaban tranquilamente por el parque. El cielo comenzó a teñirse de negro producto de una tormenta que se avecinaba. Sin embargo ellas siguieron caminando tranquilamente, hasta que la tormenta los sorprendió de golpe.
— Mierda. —exclamó Lisa intentando cubrirse con su saco.
Jennie reía tranquila mientras caminaba tranquilamente al lado de la alfa.
— Me encanta la lluvia. — se sincero Jennie —. Pero podría enfermar y no esta en mis planes...
Lisa le sonrió cubriéndola también con el saco
— Vamos a mi coche.
La omega sonrió para así ambas caminar juntas hasta el coche. Cuando llegaron se subieron al mismo, Lisa como piloto y Jennie como acompañante.
— El clima es todo un misterio. — dijo Lisa dándole una botella de agua que allí tenia, a la omega.
— Como te dije, la lluvia me encanta, prefiero mil veces una mañana fresca en la que pueda estar tapada hasta arriba de colchas calentitas.
Jennie tomó del agua para luego darle a Lisa, quien también bebió para luego tapar la botella y dejarla donde estaba.
— Es lindo este coche. ¿Es nuevo? —preguntó Jennie mirando alrededor.
— No, ya lo tenia... ¿Cual te gusta más? ¿Este o el otro?
— Este, el otro es precioso no me mal intérpretes, pero los coches así me pueden.
Lisa hizo su asiento para atrás mientras miraba a la omega enternecida.
No podía evitarlo, sus ojos inconscientemente la miraban a ella en todo momento que estuvieran juntas. Jennie al notar la mirada de la alfa sobre sí misma, la miró de igual manera soltando feromonas por instinto. La alfa cerro sus ojos disfrutando de la compañía ajena.
Entonces...
Luego de unos minutos que se hicieron eternos, y aún escuchando la lluvia caer de forma estrepitosa en el parque.
Jennie se armó de valor para acercarse al rostro de la alfa, cuando estuvo casi rosando los labios ajenos, Lisa abrió los ojos despacio encontrando el rostro de la omega justo delante suyo. Sus ojos se movieron casi automáticamente hacia los labios ajenos, de esa forma dando a entender lo que ambas en ese momento deseaban.
Fue entonces justo cuando se escuchó un trueno sobre la lluvia que Jennie juntó sus labios con los de Lisa para iniciar un beso tímido entre ambas. Lisa por instinto tomó la cadera de la omega acercándola un poco más.
Al estar en un auto los movimientos tenían que ser cuidadosos para evitar algún incidente. De esa forma Jennie se inclinó mucho más, ejerciendo fuerza en sus piernas para colocarse encima de la alfa con las piernas dobladas a los lados de Lisa, quien tomó su cintura acomodándola mejor en su regazo.
El beso continuó ahora siendo más salvaje, rosando lo erótico. Los chasquidos no se hicieron esperar, las traviesas manos de la alfa tampoco y los casi inaudibles gemidos de la omega, menos. Los vidrios polarizados evitaban que las vieran, la lluvia ocultaba los obscenos sonidos al igual que las personas había prácticamente desaparecido al ver como caía agua del cielo.
Pareciera que ese momento, estaba planeado para que sucediera.
(...)
Un rato después Jennie estaba acostada encima del alfa con la cabeza en su pecho. La lluvia había cesado pero ninguno de las dos dio indicios de querer separarse. No sé lo iba a decir a nadie, pero Lisa por dentro tenía una mezcla de sentimientos que no podía detener.
Aún siente los labios del menor sobre los suyos a pesar de que se habían separado hace rato. Y eso, la hacia sentir como si volviese a su adolescencia. Como sí nuevamente fuese una adolescente hormonal la cual se emociona por ver por primera vez a una omega, no obstante, Lisa sabe que Jennie es la única capaz de provocar todas esas emociones, porque... ¿Cómo se explicaba que solo con Jennie se decidió a ignorar los consejos de su mejor amiga? ¿Cómo era posible que le hablara a su Nana de ella si aún no eran nada completamente formal?
Estaba jodida, y lo peor de todo, es que le encantaba.
— Tengo que ir a casa, mañana nos vemos... ¿Verdad? — le preguntó Jennie casi con un puchero.
No quería irse, pero ya habían pasado unas cinco o seis horas de que había salido de su casa, y había prometido a Irene cuidar de Felix toda la semana.
— Si, dime donde encontrarnos así te paso a buscar.
— Solo dime dónde trabajas... Yo iré.
— Bien, toma ― le da una tarjeta con un logo y dirección. — Solo dile a la recepcionista que vas a verme, puedo asegurarte que te dejará pasar sin problema.
— Okey... — dijo tomando la tarjeta para seguidamente guardarla.
— ¿Donde te dejo? Se que no quieres que vaya a tú casa...
Un pequeño silencio se hizo presenté en el coche. Jennie suspiró para luego hablarle a la alfa.
— Puedes llevarme si quieres..
Lisa quedó en silencio que en efecto, la omega estaba incomoda.
— ¿Eh?
— Por algún extraño motivo estas muy interesada en mi casa... No soy una asesina serial y no tengo gente secuestrada... Tampoco me siento avergonzada por la casa que tengo, es solo que, conociéndote, debo suponer que vives en un penthouse de lujo con todo servido, yo solo tengo un pequeño departamento... No quiero que sientas lástima... Ya sabes... Recién comienzo con todo esto de vida adulta.
Lisa comprendió que no podía seguir con la idea de tratar de meterse en la vida privada de la omega.
Ella tiene sus motivos y Lisa como su futura alfa, debe aceptarlo.
— No puedo obligarte a que me muestres tú casa si no quieres... Te dejaré a unas cuadras de aquí.
Jennie sonrió tímida para posar su mano izquierda en el muslo de la alfa.
— Dame tiempo... — Lisa asintió. —Gracias por comprender.
Lisa le sonrió y acto seguido arrancó el coche.
20:34 pm
— Pero... ¿Siquiera lo pensaste?
— Si, lo hice... No lo sé... No me termina de gustar la idea de que Lisa me mantenga...
Jennie hablaba con Rosé por llamada.
— Comprendo ese sentimiento... Lo tuve durante mucho tiempo, pero... Piensa de forma positiva, tendrás tiempo para estudiar y vivir tu propia vida.
— Lo sé... Es sólo que...
— Jendeuk... Es hora de que te pongas primera, dejá que te mimen un poco...
— Voy a pensarlo toda la noche...
— Sólo dime que lo vas a considerar y podré dormir tranquila...
— ¿Por qué?
— O-osea Y-yo...
— No mientas, nos conocemos muy bien.
Rosé suspira a través de la linea.
— Lisa me pidió que tratara de hablandarte...
Jennie rió
— Lo sabia.
— Quiere ayudarte...
— Quiere tenerme para ella sola. — dijo —. Pero no voy a negar que la idea es realmente atractiva... Oh por la madre luna... Soné como toda interesada...
Rosé rió
— ¿Quieres mi consejo?
— Claro.
— Todos vamos a morir, la vida es un parpadeo, solo goza todo lo que puedas y cagala cuanto puedas, de grande vas a arrepentirte de no hacerlo.
— Gran consejo Roseanne... — dijo Jennie pensativa.
— Ve me a mí, tengo apenas dieciocho años y ya visité la mitad del mundo, vivo en una casa gigante, tengo los mejores aparatos electrónicos, autos por montón y me cumplen cada capricho.
— hashtag metas. — ríe
— ¡Tienes la oportunidad! ¡Arriesgate! La vida no es para cobardes después de todo.
— Entonces... Finalmente tomé una decisión...
— Escucho.
— Aceptaré a Lisa como mi... Mi...
— Sugar Mommy, cajero andante, amo, mami, patrocinadora, etc. Ponle el nombre que quieras.
— Roseanne, por la madre luna...
— Deja el tabú Jennie, nadie que tú no quieras, se enterará de ello.
— Lo se... — sonrió Jennie.
Tengo ganas de actualizar, así que en un rato actualizo Sense sikesi
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro