Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

31

Sin querer interrumpirla se quedó apoyada en el marco de la puerta en lo que sonreía al verla disfrutar.

Hasta que Jennie volteó para dejar los platillos en la isla de la cocina, sorprendiéndose de ver a Lisa allí parada.

— ¿Cuánto llevas allí? — preguntó sonrojada.

Lisa levantó los hombros en señal de "no lo sé" para luego sonreír y besar los labios de la omega.

Luego de eso compartieron un desayuno/ almuerzo en la cocina de la casa con una linda charla y música clásica de fondo.

A Jennie le gustaba vivir así, era feliz sí Lisa estaba en su vida.

(...)

Rato después el celular de Jennie sonó en llamada.

La omega lo tomó poniendo en altavoz mientras continuaba comiendo.

— ¿Hola?

Jennie cariño...

Vaya.. Era Yuna.

— Hey... ¿Como va?

Pues tranquilo... Te llamaba para preguntar cuando volverás a casa... Se te extraña por estos lados.

— Mm... No lo sé... Podría visitarlas si quieren, hace mucho no veo a Felix

Lisa comía en silencio mientras notaba las feromonas tristes de la omega, por ello puso su mano sobre la mano de Jennie para brindarle cariño.

— ¡Oh! Felix te extraña también... Ven hoy, de paso charlamos un rato...

Jennie suspiró.

— Hm, okey, iré en un rato...

Adiós cariño, nos vemos más tarde...

— Supongo que nuestros planes de películas y helado queda cancelado por hoy. — dijo Lisa bromeando.

Jennie sonrió.

— Trataré de traer a Felix... Podemos pasar la tarde juntos y ver una película o algo... —ofreció la menor — Tiene tiempo que no vemos a Fefi, pobrecito. debe de estar solo...

Lisa dejó de comer para mirar a su pareja.

Aprovechando que la conversación tomaba el rumbo que Lisa quería, soltaría de forma sutil la idea que tenía en mente.

— ¿Quieres más? — preguntó la omega sonriente.

Lisa negó agradeciendo, para luego ayudar
a Jennie a limpiar el lugar.

Jennie lavaba y Lisa secaba y guardaba.

Al terminar, Lisa tomó la mano de la omega sacándola de la cocina.

— Espera aquí — le dijo dejando a la omega en la sala.

Jennie asintió sentándose en el sofá frente a la mesita.

Luego de un rato sintió los pasos de la alfa dirigiéndose a la sala.

La omega vió a la alfa ingresar a la sala junto a una carpeta de color azul, para luego sentarse a su lado.

Jennie prestó total atención a lo que la alfa quería decirle.

— Estuve pensando... En una forma de poder tener a Felix con nosotras, aquí en casa...

— Agradezco que quieras verlo, hablaré con Irene para ver si me deja traerlo unos días...

— Creo que no me entendiste... — sonrió la alfa entregándole la carpeta a Jennie, quien la tomó tranquilamente. — Jennie... Quiero que adoptemos a Felix, como nuestro hijo, que tenga mí apellido y que viva aquí...

Jennie leyó los papeles de adopción dentro de la carpeta para luego mirar a la alfa sorprendida.

— Podemos hablar con nuestro abogado si tienes preguntas, pero es completamente legal... Lo consulté con varios abogados, con un juez e incluso en un centro de adopción... — explicó —. Solo bastaría con que Irene firmara el documento que explica detalladamente que voluntariamente nos entrega a su hijo.

—  Ella conociéndola como la conozco no tendrá problema en firmar... Pero te pedirá dinero a cambio...

— No importa, si firma podríamos darle... No se... ¿Doscientos cincuenta mil? Con eso vivirá feliz por un tiempo y lo más importante, nosotros podremos criar a Felix juntas, seríamos una familia.

— Amor... ¿Estas segura de que querer hacerlo? — preguntó la omega

—. No hay nada que quiera más que tener a Felix viviendo con nosotras... No quiero que luego te arrepientas.

Lisa guardó los documentos en la carpeta, para así evitar que se dañen.

— Todos aman a Felix, es imposible no hacerlo cuando lo criaste tú... No se merece vivir la vida que vive siendo un niño tan bueno, nosotras podemos darle la vida que se merece... No le faltará nada, no le faltará amor Jennie.

Jennie sonrió mientras soltaba un par de lágrimas que caían de sus ojos, en lo qué se tiraba sobre Lisa para abrazarla y besar su rostro repetidas veces.

— Te amo... Realmente no se como agradecerte lo que haces por mí y Felix...

— Me pagas todos los días cuando te veo sonreír por las mañanas mientras preparas el desayuno o mientras haces algo tan banal como respirar... Tu existencia es mi mejor pago.

Jennie besó los labios de la alfa.

— Pero... — dijo separándose de la menor —. . Hay una forma en la que puedes pagarme si aceptas por supuesto...

— ¿Qué es? — preguntó limpiando sus lágrimas.

— Me gustaría... Que cuando te gradúes... Te cases conmigo. — Jennie sonrió grande —. Te amo y no veo un futuro si no es a tú lado...

— Acepto casarme contigo cuando me gradúe...

Ambas compartieron un abrazo y un par de besos.

Más tarde, ambas subían al coche de la alfa.

Habían decidido que lo mejor sería ir juntas a la casa de Yuna, pues querían juntas afrontar una situación de esa magnitud.

Pero eso sí, habían quedado en no decir nada sobre el padre de Jennie.

Quien por supuesto, saludó a la menor por su cumpleaños con un lindo y emotivo mensaje de texto.

De hecho, había sido el único que la saludó por su cumpleaños.

Aunque no era algo que realmente le importara.

(...)

— ¿Lista? — preguntó Lisa.

Jennie asintió saliendo del coche estacionado frente al edificio en donde antes vivía, junto a Lisa quien puso la alarma al auto.

La omega llevaba en sus manos una tarta y masitas finas que compraron en una pastelería de camino al departamento.

Ambas ingresaron al edificio saludando al portero y subiendo al piso en donde se encontraba el departamento de Yuna.

Al llegar, Jennie tocó dos veces y esperó pacientemente a que le abrieran.

— Te quiero lejos de Irene... ¿Okey? — le susurró la omega a Lisa.

— Si cariño... — dijo besando la mejilla de la omega.

A los minutos, Irene abrió la puerta con una sonrisa en su rostro.

— Jennie, tiempo sin verte... — pasa su vista a Lisa. — Aunque con alguien como ella yo también me perdería...

Jennie rió falsamente.

— ¿Cómo están por aquí? — dijo al ingresar cuando Irene le dió permiso.

— Tranquilo... Ya sabes, nada que contar. — dijo sin importancia —. Iré a buscar a mamá, ya sabes, no puede levantarse y eso.

Irene se fue rumbo al dormitorio en lo que Jennie dejaba la tarta y las masitas sobre la mesa, buscando disimuladamente a Felix con su mirada.

— ¡Mamá Jen! — gritó él menor apareciendo de repente.

Jennie se arrodilló en el suelo para extender sus brazos y fundirse en un abrazo con la menor.

Lisa los miraba sonriendo mientras también saludaba al menor quien se vio feliz de verlas a ambas.

Jennie se levantó del suelo cargando al menor en sus brazos, mientras veía a Jennie mirar el los horarios que solía tener antes.

— ¿Es tuyo? — preguntó la alfa cargando en sus brazos a Felix.

— Así es, era una forma fácil de organizarme.

Lisa se sintió entre triste y orgullosa al ver los horarios de la menor, Jennie era muy responsable y ordenada, pero no le gustaba que en su momento, no haya tenido tiempo para siquiera respirar.

— Jendeuk... Que bueno es verte... — dijo Yuna saliendo del dormitorio con Irene ayudándola — Y trajiste a alguien...

Lisa se acercó a la mujer para estrechar manos.

— Gusto en conocerla, soy Lalisa Manoban, prometida de Jennie. — se presentó cordialmente.

Jennie vió la mirada sorprendida de Yuna cuando dijo prometida. No obstante, la omega mayor sonrió falsamente ante aquella presentación.

(...)

Minutos después se encontraban comiendo la tarta y masitas mientras bebían café preparado por Jennie, ya que Irene no sabía hacerlo.

Entre conversaciónes, cuando Yuna fue al baño, la pareja aprovechó para conversar con Irene.

— Ve a jugar con los peluche pequeño... — le dijo Jennie a Felix quien asintió bajando del regazo de la omega.

Irene no notó o no le importó aquella acción del menor, pues estaba ocupaba coqueteandole a Lisa, quien trataba de no hacerle caso.

— Irene... —llamó Jennie a la omega.

— ¿Si? — preguntó moviendo su vista de la alfa a su hermana.

Antes de que la castaña pudiera habar, Lisa tomó su celular el cual son en llamada, pidió disculpas y salió del departamento para atender.

— Felix... ¿Es feliz aquí?

Irene al ver que Lisa ya no estaba en el rango de visión, borró su sonrisa por una mueca de disgusto.

— No lo sé, tampoco me interesa...

— Con Lisa pensaba en que podríamos adoptarlo como nuestro hijo... Tendrá una familia que lo quiere y no le faltara nada... —explicó —. Solo tendrías que firmar unos documentos al ser su madre biológica, ya estás en la edad legal mínima.

Irene miró a Jennie.

— ¿Que ganaría yo? Tú tendrías un hijo... ¿Y yo?

— Doscientos cincuenta mil dolares... ¿Bien?

Irene abrió grandes sus ojos, para luego volver a su rostro neutral.

— Me lo pensaré... Por mientras, el niño se queda aquí.

Jennie suspiró, no se podría llevar al pequeño Fefi con ella.

— Bien.

Cuando Yuna volvió del baño, se sentó nuevamente con mucho dolor sobre la silla, para mirar a Jennie.

— ¿Crees que podrías dejarnos algo de dinero? Las cosas se vienen abajo al no tener alguien que pueda aportar dinero...

Jennie sonrió.

Sabía que era para eso que la habían llamado.

— Claro.

Jennie sacó su billetera despacio, para luego sacar un par de billetes grandes y dejarlo sobre la mesa.

— Tengo que irme, se esta haciendo de noche...

Jennie se levantó para luego saludar al pequeño Lix quien le pedía no irse.

— Volveré por ti... ¿Si? Y vamos a ir a casa...

Felix abrazó a Jennie con lagrimitas en los ojos, para luego sonreirle y asentir.

Lisa volvió a ingresar al departamento, saludó a Yuna y Ireme para luego saludar al pequeño Lix.

— Encenderé el auto... — dijo Lisa a Jennie, quién asintió dejando que salga de la casa.

A los minutos Jennie salió del departamento
con Yuna y Irene detrás suyo.

— Por cierto... Feliz cumpleaños. — le dijo Yuna — Tzuyu vino esta mañana, pero se fue cuando le dije que ya no vivías aquí.

— Luego me llamaste para venir... Fue una linda tarde — dijo mirando a ambas —. Piensatelo Irene, me llamas cualquier cosa. Adiós.

Ambas mujeres la saludaron y la vieron irse de allí rumbo a la calle.

Rosé

¿¡Por qué no me dijiste que era tú cumpleaños!? Si Tzuyu no me mandaba mensaje por instagram preguntando donde vives ahora para darte un regalo, no lo sabría.

No tiene importancia unnie, realmente no es importante.

Aún así, feliz cumpleaños
Jendeuk

Gracias Unnie.

Guardó el móvil y subió al auto en donde Lisa la esperaba con una sonrisa.

— ¿Todo en orden? — preguntó la alfa.

— Si, todo genial. — le respondió — Hablé con Irene, dijo que se lo iba a pensar, pero es seguro que dice que si...

— Genial entonces... Cuando confirme el asunto, nuestro abogado hará una reunión con un juez para firmar el documento, así es todo completamente legal.

— Lisa... Quiero que me dejes a mí lo que respecta a Irene, ¿si?

— Claro mi amor.

Compartieron un beso para luego, la alfa conducir hasta un local de comida rápida en el centro de Seúl, pues ambas habían tenido antojo de hamburguesas.

Eran las nueve de la noche, momento ideal para cenar algo relajadas.

Al llegar al local, Jennie fue a la caja a comprar en lo que Lisa buscaba mesa.

— Buenas noches, ¿cómo puedo ayudarles?

— Hola. — saludó la omega — Quiero dos hamburguesas especiales con papas y una porción de nuggets por favor.

— Bien, ¿para beber gaseosa?

— Si.

— Perfecto, serian ciento diez dólares.

Jennie extendió la tarjeta para pagar lo pedido, la chica la recibió, le dió para que firmara y luego le entregó un número.

En el local habia muchas personas, sobre todo familias, por lo que seguramente tardaría un poco.

Sin embargo, fue hasta donde Lisa estaba sentada para sentarse ella también frente a la alfa.

— Listo. — dijo jugando con la mano de la alfa.

— Noches así son muy lindas... ¿No crees? —dijo la alfa mirando por el ventanal.

Jennie soltó la mano de la alfa al ver que no le
ponía atención, para luego ver por el ventanal también.

— Si... Es hermosa. — respondió con una sonrisa.

— ¡Jendeuk! — dijo una voz al lado de ellas.

Jennie volteó al igual que Lisa para ver quien era la otra persona.

— Hey... ¿Como estás? Hace mucho no se nada de ti, dejaste de contestar mis mensajes... — dijo Jennie a Tzuyu quien se sentó al lado de la omega.

— Sí, es que mi celular esta nadando con los patos... — dijo riendo —. Larga historia, pero en fin... Tiempo sin vernos. — dijo abrazando a la menor.

Lisa levantó una ceja interrogatorio al ver aquella acción. Luego aclaró su garganta.

Jennie rió.

— Tzuyu, supongo que recuerdas a Lisa.

Lisa estrechó fuertemente la mano de la otra alfa, haciendo que la otra se quejara de dolor.

— Como olvidarla. — dijo mirando mal a la alfa —. Por cierto Jennie, fuí a tu casa para llevarte
un regalo, pero tu mamá me dijo que ya no vivías allí...

— Si, vivo con Lisa desde hace ya un año.

— Genial supongo... Sin embargo ¡Toma! — le da una cajita. — ¡Feliz cumpleaños!

Jennie sonrió abriendo la cajita.

— Oh... Chuwi... Es hermosa... — dijo al ver un collar de hupplepuff que había en la cajita. —. Gracias...

La omega abrazó a la alfa nuevamente mientras sentía las lágrimas querer caer.

Desde que se conocieron Tzuyu y ella, la  alfa siempre le daba regalos por su cumpleaños, de hecho, era la única que siempre se acordaba.

Y a Jennie le parecía lindo que la alfa, se haya acordado de aquel test de harry potter que había hecho cuando tenia dieciséis años.

Al separarse del abrazo, Jennie limpió sus lágrimas con una sonrisa.

— Hablé con... ¿Roseanne? Por instagram, pero solo se sorprendió porque no sabia que era tu cumpleaños y terminó no contestando la pregunta que le hice. Debes buscar bien con quien te juntas, ¿quien en su sano juicio se olvidaría de tu cumpleaños? — rió —. En fin, pasame tu número así estamos en contacto.

Lisa por su lado se había puesto nerviosa por lo escuchado anteriormente.

Porque esa tipa tenía razón. ¿Quien podría olvidar el cumpleaños de alguien como Jennie? Quien siempre esta para todos sin esperar nada a cambio.

La vió compartir número con Tzuyu mientras sonreía contento.

Y se sintió una idiota por ni siquiera preguntar en su momento cuando era el cumpleaños de Jennie.

— Bien... Las dejo — dijo Tzuyu — Me quedaría a interrumpir su cena, pero tengo una cita. —mira a Lisa —. Podrías haberte esforzado un poco más mujer, ¿no se supone que eres multibillonaria?

— Chuwi, por favor. — regañó Jennie.

Tzuyu levantó las manos en símbolo de paz y le sonrió a la omega.

— Me voy, Jen. — dijo sonriendo para luego desaparecer entre las otras mesas.

Jennie se despidió de su mejor amiga en lo que la veía subir las escaleras para ir al piso de arriba del local.

Lisa miraba a Jennie en silenció, mientras este apreciaba el regalo del aquella alfa.

Luego vió como la omega movía su vista al televisor donde indicaban los números.

— Oh... Voy a buscar la comida, ya vuelvo...

En cuanto la omega se fue, Lisa aprovechó para ver el regalo que le habían dado a Jennie.

Es algo tonto...

pensó la alfa
Yo le compraré algo más valioso

volvió a pensar dejando el regalo en el mismo lugar.

Pero luego esos pensamientos desaparecieron, Jennie descubriría sus intenciones y se molestaría con ella.

Al rato Jennie regresó con una bandeja con la comida, poniendo una corona de cartón en la cabeza de la alfa.

— Buen provecho. — dijo Jennie sonriendo luego de acomodar la comida.

— Feliz cumpleaños... — dijo la alfa mirando a Jennie beber del vaso.

— Gracias. — le sonrió contento —. Come por favor.

Lisa tomó una papa frita para meterla a su boca mietras seguía mirando a la omega.

— ¿Quieres ir a algún restaurante? Ya sabes... Para festejar...

Jennie la miró dejando el vaso sobre la mesa.

— Lili... — dijo tomando su mano —. No tengas en cuenta lo que dijo Tzuyu, ella es así de extrovertida... — dijo sonriendo —. Además, mi cumpleaños no es realmente importante para mí, nunca lo celebré por lo que para mi es un día más... Tranquila ¿si?

— Es que... Tu me hiciste una fiesta muy bonita... yo... Y

— Tú me das el mundo entero Lili... Haces cosas que ningúna alfa haría por mi... Para mi eso es suficiente regalo.

Lisa entrelazó la mano de su pareja con la
suya propia para sonreír levemente.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro