Canta Para Mí.
↪Disclaimer: Los personajes y el material visual utilizada no me pertenecen.
▶Artista: Gabriel Piccolo.
🍀|parte 1/2- BBrae|
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El olor indiscutible de cigarrillo y cerveza le dieron de golpe en la nariz cuando abrío sutilmente la puerta del bar.
Ignorando todas las miradas puestas en ella, metío las manos en los bolsillos de su jacketa negra y camino con paso dominante hacia la barra.
Llevaba un viaje de hace más de dos horas en motococicleta, para ser exactos, viajaba en una Harley Davidson restaurada, y lo único que necesitaba en toda esta situación era una buen cerveza artesanal en la que pudiera ahogar todas sus conmociones, pues escapaba de su padre Trigon, un golpeador y asesino de primera.
Se relamio los labios, mientras escondia los moretones de sus muñecas con las mangas de su camiseta negra y colocaba el dinero en las manos del barman, quien no paraba de tirarle miradas furtivas por no quitarse las gafas negras dentro del lugar. Cuando finalmente le entrego la botella, las luces del bar cayeron y mientras la gente guardaba silencio, el telón del pequeño escenario subia y dejaba a la vista un chico de cabello verde, que parecía ser el vocalista, junto con el resto de su banda.
Interesada, se giró en el pequeño banco y cruzo sus delgadas piernas, sincronizada con el zarpazo dado a la guitarra.
Los parlantes del escenario se sacudieron por la intesidad del sonido, y para cuando menos se dió cuenta, una suave y rebelde voz comenzó a sonar.
Rachel se sorprendío ante el espectaculo, pues no esperaba semejante talento en un lugar de esos.
El chico se meneaba de un lado a otro, mientras sonreía y dejaba a la vista un par de colmillos, todo mientras tocaba su guitarra eléctrica al compás de la bateria, la cual tenía grabada en letras verdes "Bestias de la noche".
De repente, una chica rubia que tocaba el bajo se le unió al unisono, cantando el estribillo en otro micrófono, y el muchacho de verde pareció tirarle una mirada de sorpresa, como si no esperara por ella pero tratara de disimularlo.
Tomo la botella helada de cerveza y le dió un sorbo amargo, observando atentamente al público, que se sumaba a cantar el estribillo como si ya los conocieran desde hace mucho tiempo.
La canción trataba de los duros que eran sus días, del levantarse y tratar de lidiar con la desaprobación de los demás, y para ese momento ella no pudo sentirse más identificada con la letra y el tema Rock and Roll.
El vocalista soltó un grito y así como así el telón rojo cayo, dejando a la gente con los aplausos y entusiasmados por la siguiente ronda.
...
Rachel volvio a girarse en su lugar y cuando menos lo espero, su celular se sacudio en su bolsillo trasero.
La estaban llamando y sabia de quién se trataba, pero ahora tenía el coraje de hacer lo que jamás había hecho: no contestar. Eso la hizo sonreír, porque imaginaba a aquel maniatico insultandola tal como marinero al mar, sin piedad.
De repente, alguien se le sumo al lado.
No levanto la vista para ver, pues tampoco le interasaba y no quería llamar la atención.
-- Lo mismo de siempre. --
Se sorprendio. Esa simple oración le hizo reconocer la misma voz del escenario.
Era el cantante de la banda, y sonaba bastante cansado.
Con el dedo pulgar, fingió estar muy concentrada en mirar la etiqueta de la botella y limpiar las gotas de agua, hasta que por el rabillo del ojo pudo ver una cabellera rubia, y seguido de eso, unos pasos apresurados de botas que parecian tintinear cada vez que avanzaban.
-- No puedes hacerme esto. -- Le dijo de forma calmada la voz de una chica,
que parecia ser de la bajista, con un tono bastante indignado.
-- Lamento decirte que sí puedo, y no quiero discutir contigo ahora.-- Le siguío una pausa y el sonido de un golpe leve a un vaso. --Pensé que todo esto había quedado claro la última vez que hablamos, Tara. --
-- Y yo pensé que no serias tan descarado como para hecharme de la banda, maldita alimaña. -- Le siguío con un tono de voz más alto y un golpe de puño sobre la barra.
-- A la que descubrí robando nuestros fondos fue a tí, no a mí. -- Esta vez el chico sonaba furioso. -- Quiero que te vayas, a menos que quieras que hable con el dueño para que termine de dejarte completamente sin nada y explicarle como paso todo.--
La chica pareció quedarse sin argumentos, abandono el lugar refunfuñado y empujando gente en el camino.
Rachel dío un último sorbo, y dejo la botella de lado, quitandole atención a toda aquella conversación no tan privada que había escuchado sin querer.
Tenía otras cosas más importantes.
Tenía que ver a donde hiría, y esa era la parte más difícil. ¿A dónde? No conocía parientes si es que los tenía, y debía salir de la ciudad para desaparecer. No podía arriesgarse a que su padre la encontrara.
Se levantó y salió afuera para tomar un poco de aire.
Afuera estaba algo humedo, pero la noche seguía siendo tan preciosa como siempre.
Respiró profundo, observando a la gente que estaba afuera, porque parecía ser un lugar bastante agradable con personas compañeras.
Relajada, pero al mismo tiempo con un embrollo en la cabeza, aparto lugar y se sento en el asiento de su moto.
--Dios ayudame.-- Susurró lo más bajo que pudo.
Si es que existía un Dios, lo necesitaba más que núnca, porque ahora estaba completamente sola.
Continuará...
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