Nos habían reunido a todos los estudiantes en una sala grande en la que nunca había estado. Nos encontrábamos a la expectación de recibir una noticia, y después de haber pasado una noche de locos la verdad era que no tenía ganas de escuchar nada. Miré hacia la tarima que habían montado de imprevisto, en la que se encontraba un señor de unos cuarenta años subido en ella y a su lado Park Jimin. Ambos portaban un semblante serio y sombrío.

Noté que en ningún momento Park había dirigido hacia mí su mirada, ni siquiera me había saludado. Nada. Absolutamente nada. Después de lo sucedido la noche anterior lo veía casi lógico, pero no terminaba de atar cabos. Todo se había vuelto muy confuso y no había podido pegar ojo tan siquiera, incluso volver a la habitación se había hecho una verdadera pesadilla.

No podía olvidar lo que vi. No podía olvidar como él me agarró y de la forma en la que me habló; pero lo que más presente se mantenía en mi mente eran los gritos desgarradores y sin duda alguna aquellas personas de las que prácticamente huimos. En mi cerebro sólo se repetía una pregunta: "¿Por qué Jimin estaba ahí?"

El señor más mayor, el que estaba subido a la tarima -y que supuse que sería el padre de Jimin- ajustó el micrófono con el que se disponía a hablar. Este emitió un pitido sordo que hizo que todos nos erizáramos.

De cierta manera, veía venir que lo que fuera que fuera a decir iba a ser impactante. Por la situación, por el momento e incluso por el ambiente que se respiraba en ese momento se podía percibir. Y como si el tiempo se hubiera puesto de acuerdo con los acontecimientos, el cielose veía grisáceo con un montón de nubarrones en él. Incluso las ventanas del lugar estaban abiertas, haciendo que un viento poco usual y gélido sólo hiciera que empeorar el ambiente entre nosotros.

-Estamos aquí para trasmitir malas notícias -comenzó a hablar, gesticulando un poco pero manteniendo ese porte serio-. Esta madrugada, se ha encontrado el cuerpo  inerte de Tom Collins a las afueras del orfanato. Al parecer ha sido fuertemente agredido, pero no podemos dar más detalles -Se detuvo un momento para darnos a procesar lo que acababa de decir.

Toda la sala se sumó en un completo silencio. El impacto que habían causado aquellas palabras se podía observar hasta con los ojos cerrados, todo el mundo se inquietó en el instante. Y yo, claramente, no fui menos. Todo mi cuerpo se sentóy un sudor frío me recorrió la espalda. Estaba seguro de que era el chico al que había visto ayer, al que Jimin también había visto...

-Al parecer, no es el único homicidio que se ha producido estos dias. Ayer por la tarde, fue encontrado degollado el ayudante del líder  supremo en su misma casa. Desconocemos detalles de más, pero tenemos que tener clara una cosa...

..."Somos una unidad y por lo tanto tenemos que actuar como tal. Ser precavidos, no salgáis de las habitaciones de no ser necesario. No tenemos ni idea de lo que está sucediendo, pero los casos van a ser investigados meticulosamente".

¿El ayudante del líder supremo? Todos los presentes contrajimos el rostro en una mueca de horror mientras procesábamos las palabras que estaban diciendo. Él se consideraba una de las personas más queridas en Winchester después del líder, era algo totalmente extraño e ilógico de que sucedieran cosas así. Por mi parte, no podía dejar de pensar en el hecho de que yo mismo había presenciado unos gritos desgarradores que solo me llevaban por un camino: Tom Collins era el chico al que habían arrastrado.

-Ahora mismo, Winchester no se considera un lugar seguro.

Y con esas palabras, se bajó de la tarima y dió por cerrada la charla. Las señoras prácticamente nos empujaban para que saliéramos, vigilándonos muy bien a todos por si acaso alguno de nonsotros hacía algún comportamiento "sospechoso". No pude evitar buscar a Park Jimin con la mirada. Se encontraba ayudando a su padre a recojer ciertos papeles. Entrecerré los ojos como si quisiera pasarle un escáner con la mirada. Él apenas se dio la vuelta en la distancia y me  lanzó una mirada cargada de "ni se te ocurra abrir la boca". Probablemente solo fueron imaginaciones mías, pero sí que me había visto. Lo había hecho.

-¡Vamos! ¡Deprisa! -Bociferó una señora a mi lado.

Me apresuré a salir de allí lo más rápido posible sin mediar palabra.

Habían piezas que no terminaban de encajar, como el hecho de que Jimin me mantuviera a parte de todo el asunto aun así sabiendo que ambos habíamos estado allí. Desconfianza: no podía sentir otra sensación y la misma era asfixiante.

Todavía era por la mañana. Todos se dirigieron a sus habitaciones silenciosamente entre murmullos. Las palmas de las manos no podían dejar de temblarme, de modo que las metí en los bolsillos de mi pantalón. Si alguien más notaba lo nervioso que estaba, probablemente llegarían a sacar sospechas o cosas así. Pero dudaba que alguien se fijara en mí realmente. Todos subían las escaleras y se dirigían a sus respectivas habitaciones con el sudor frío corriéndoles por la frente.

Cuando cerré la puerta de mi habitación, comprendí la gravedad de la situación. Fue más bien como un golpe de realidad. En Winchester nunca habían pasado este tipo de cosas, nunca habían habido casos de homicidio y lo mismo me parecia horroroso. En teoría éramos un pueblo unido, que a pesar de que tuviéramos diferencias... nunca se llegaban a estos extremos. Y ya eran demasiadas coincidencias, no podía simplemente dejar pasar lo que había sucedido la noche anterior.

Tenía la gran sospecha de que Jimin tenía mucho que ver con esto. De hecho, lo tenía más que claro. Como también tenía claro el hecho de que había algo que no estaba funcionando bien con el resto de alumnos, como tenía claro que Park Jimin estaba evitándome. ¿Por qué motivo me evitaría? Pero... ¿Acaso me estaba evitando? Es decir, tuvimos un par de encuentros, sí. Pero podía decir que hubiera pasado algo relevante entre nosotros, o sólo que él había venido a pedirme droga y luego yo le había besado.

Entré a la habitación y cerré la puerta. No sabía qué pensar, pero cuando vi a Jungkook cogiéndose la cabeza con las manos mientras parecía estar en estado de shock, todavía me extrañé más. Me quedé quieto unos segundos mientras veía como gotas de sus lágrimas caían al suelo mientras las venas de sus manos se hacían presentes de la fuerza con la que se estaba cogiendo la cabeza. No, no.

-¿Jungkook?

Me acerqué a él. Tenía todo el delineado emborronado en la cara y no paraba de sacudir su pierna derecha. No entendía nada.

-¡Jungkook, joder!

Entonces me miró. Levantó su mirada y la clavó con la mía. Estaba temblando mientras que no paraba de repetir "yo, yo... no Yoongi no. No quería ver eso, Yoongi". ¿Ver eso? Me puse delante de él y empecé a soplarle en la cara. No entendía que mierda estaba pasando, pero entonces vi a su lado un sobre amarillento sobre la cama. Este se encontraba desgarrado y a su lado un papel medio abierto, donde se podía ver que dentro habían escrito algo.

-Lo voy a leer -Dije como si estuviera esperando su aprovación, aunque la verdad era que lo iba a hacer quisiera o no-.

Cogí con rapidez el papel y lo desdoblé entre mis manos.

Jeon Jungkook, querido. Lo sentimos tanto, tanto por no poder hacer nada. Estoy escribiendo esta carta con nuestras lágrimas, las de papá y las mías. Tu hermano ha desaparecido. No sabemos qué es lo que está pasando, pero hace una semana y media que no tenemos notícias sobre él. Jenny no sabe nada de esto, le hemos dicho que simplemente se ha ido a visitarte. Pero la verdad no es esa. Por favor ve con mucho cuidado, Rodri no es el único chico que ha desaparecido estos días. El hijo de Amanda, nuestra vecina, lleva ya dos semanas. No sabemos qué hacer, ni cómo van las cosas por ahí, tampoco si te llegará esta carta a tus manos. Hay algo que no está bien. Cuídate.

Fue terminar de leer la carta y lanzarla a un lado. Resoplé y empecé a peinarme bruscamente el pelo con mis manos. No entendía nada, ¿Esto no era cosa del orfanato? Pero entonces Jungkook habló con un hilo de voz:

-No es lo único que pasa. No... no es lo único.

Se tumbó en la cama, abatido. Como si ya no quisiera saber nada más de esta situación extraña. Cansado, harto.

-Yoongi, estoy cansado. Estoy harto de que las cosas salgan así, porque da igual lo bueno que seas en lo que seas. Todo se trata de suerte, joder  -Hizo una breve pausa-. Soy un drogadicto de mierda, sin futuro, no hay nadie que todavía guarde esperanzas sobre mí. No entiendo porqué el mundo se empeña con que yo siga viviendo cuando la verdad es que ya no me quedan más fuerzas. No voy a aguantar, Yoongi, se me está partiendo el alma.

Lo escuché, sin más. No era alguien a quien se le diera bien aportar consejos o soluciones a las cosas. Sólo lo escuché sin decir ni hacer nada más, porque para ser franco, no había nada que hacer cuando mi situación era la misma. Yo tampoco entendía nada de lo que estaba pasando, simplemente me tenía que centrar en aguantar todo lo que sucedía y no podía decir nada. Sentía como si alguien estuviera vigilando cada pensamiento que tenía, cada mínima pista que yo encontraba para darle un significado a las desapariciones y homicidios. Pero ya no podía más. ¿Qué iba a hacer un adolescente en este justo momento?

-¿A qué te refieres con que no es lo único? ¿Acaso hay más? -Miré indignado a mi alrededor,  y volví a resoplar. Comencé a dar vueltas a la habitación para intentar relajarme, aunque eso me estresara más que otra cosa.

-Sí.

Y esto me hizo pararme en seco, meterme las manos en los bolsillos y volver a prestar atención al pelinegro. Lo miré con cierta cara de indignación, del tipo de "cuéntame, va. Cuenta algo que no sepa ya".

Pero entonces   lo hizo. Cuando creía que no lo podía hacer, lo hizo.

-Prométeme que esto es un secreto -Sollozó y me miró-. ¡Promételo!

Rodé los ojos con impaciencia, ¿Acaso estábamos en párvulos?

-Lo prometo.

Me miró con un semblante más relajado, aunque eso no significaba que él lo estuviera. Lágrimas seguían cayendo al colchón donde él se encontraba y su pierna seguía sacudiéndose con violencia.

-Taehyung ha desaparecido.

Y ese fue el momento en el que algo de mí se desconectó.