Dos
Desperté con el sonido de la alarma, con cansancio mire por la ventana, el sol estaba por salir. Me acerqué aún más al cuerpo de Cameron, ella seguía dormida y mantenía ese abrazo cálido y firme entre nosotras. Me gustaba que fuera de esa manera, ella podía ser, aún dormida, tan cuidadosa y delicada, me gustaba la forma en que envolvía sus piernas y brazos en mi cuerpo, como si se tratara de una almohada.
Estire mi brazo alcanzando el teléfono y aún con la alarma sonando lo acerque a su oído. Ella abrió los ojos de golpe y después soltó un gruñido.
Me abrazo aún más y aspiro el aroma de mi cabello.
-No quiero irme todavía – su voz ronca y perezosa me hizo reír.
-Tienes que irte o atenderte a las consecuencias – dije mientras me separaba de sus brazos con mucha dificultad, quería seguir entre su calidez. – Además, tienes entrenamiento en una hora.
Cameron se levanto y se coloco simplemente la sudadera y los pantalones. Yo me acerqué y tomé su playera de Led Zeppelin y me la coloque. Amaba llevar su ropa por que simplemente mantenía el aroma natural de su cuerpo. Era como tener una pequeña parte de ella conmigo aunque estuviese lejos de mi.
Después de que ella se terminará de poner los zapatos yo me tire de nuevo a la cama. Antes de irse ella se acerco y posando un poco su cuerpo contra el mío me dio un beso en la mejilla.
-Te veo en la escuela – se levanto y camino hacia la ventana.
-Mmh, quien sabe, tal vez me quede a holgazanear todo el día en mi cama – Cameron entre cerro los ojos con una sonrisa y yo reí ante ello – esta bien, te veo más de rato.
Cameron sonrió y finalmente salió de la habitación. Cuando estuve segura de que se había ido traté de conciliar el sueño nuevamente, pero no pude, así que simplemente me fui a la ducha y ahí en medio del aseo personal me di cuenta de que la tragedia de cada mes había llegado. Maldiciendo a todo el mundo me ocupe de aquello y cuando estuve lista y limpia salí a vestirme.
Me dirigí a la cocina mientras ataba mi largo cabello en una coleta y acomodaba dispersaba mi flequillo ya un poco largo, tomé un poco de cereal y jugo mientras veía el noticiero. No pasó más de media hora cuando alguien llamó a la puerta, me sorprendí al ver a Cameron con el uniforme de Básquet Ball mixto de la universidad, pensé que había olvidado algo.
-¿Qué pasa? – le pregunté mientras abría más la puerta incitando a que pasara pero ella negó.
-Recibí un mensaje de Louis, parece que el también tomará el entrenamiento a estas horas – me mostró el celular.
Yo simplemente suspire al saber que no pasaría la tarde con ella. La voz de mi madre me sacó de los pensamientos y se acercó a nosotras.
-Cameron, hija buenos días – dijo mi mamá mientras le daba un fuerte abrazo a mi vecina.
-Buenos días señora Lara – Cameron mostró su tierna sonrisa. - ¿Cómo ha estado de su espalda?
-Bueno ya casi no hay dolor, supongo que podré ir al trabajo el día de hoy, pero vamos pasa hace mucho frio para que estés ahí parada.
-No se preocupe, estoy bien, además solo pase por Louis para el entrenamiento.
Y en cuanto lo dijo, un apresurado Louis llegó acompañado de mi padre quien se acomodaba la corbata.
-Buenos días señor Robert, Louis – Cameron saludo nuevamente.
Louis le contestó con una sonrisa, mientras que mi padre le ofreció un saludo con la mano. Después de que Cameron contará sobre su sexualidad, algo había cambiado en la relación que tenía mi padre con ella, antes podían hablar de cualquier tema incluso bromear entre ellos, pero después de eso, mi padre ya casi no le dirigía la palabra, a veces simplemente le regalaba un hola o un apretón de manos. Cuando mis padres se fueron a la cocina Louis saludo a Cameron con un abrazo y se despidió de mi con un beso en la mejilla, a comparación con los besos delicados de Cameron, los de Louis se sentían muy toscos.
-Papá te llevará a la escuela Gabriel, recuerda desayunar bien – me miro con los ojos entre cerrados – ten cuidado, nos vemos en la escuela.
Dirigí mi mirada a Cameron y ella formuló un “Nos vemos " con sus labios para después darme un guiño a escondidas de Louis.
Yo mostré mi lengua en respuesta y ella rodó los ojos mientras se dirigía a su viejo coche.
Entre a casa después de que ellos se fueran y volví a mi desayuno, mi padre de repente se sentó a mi lado y me observó unos segundos.
-Tú y Michelle se llevan bien, ¿Cierto? – el solía llamar a Cameron por su segundo nombre, yo lo hacía de vez en cuando, pero solo cuando estaba realmente enojada con ella.
-Lo normal, supongo – dije encogiendo mis hombros, era lo más prudente, ¿Cómo decirle que Cameron y yo nos llevábamos tan bien que compartíamos la cama o que el contacto físico entre nosotras era realmente especial?, ¿Cómo decir eso sin que termine furioso y con ganas de matar a mi vecina?
El se relajo ante mi respuesta y sonrió.
-Bien pequeña, es hora de ir a la escuela – el se levanto y yo también, mientras el tomaba su maletín yo cepille mis dientes y después me subí al auto con el.
Habían pasado las primeras clases y la hora del almuerzo llegó, después de recoger las bandejas con la comida, Diana mi mejor amiga y yo nos dirigimos a la mesa con las demás chicas.
Amanda una de mis amigas, charlaba con entusiasmo sobre el próximo concierto al que asistiría.
Alegría una chica de procedencia colombiana, la escuchaba atentamente. Ella era una de las mejores amigas de Cameron, quien nos presentó hace un par de meses, después de eso, ella se unió a nuestro pequeño grupo y se hizo de buena compañía.
-¿Entonces lo haremos en tu casa esta tarde? – Diana me preguntó mientras picaba el puré de papas con el tenedor.
-Supongo, mis padres no llegarán hasta tarde, además Louis llevara a un amigo y no quiero estar sola escuchando sus competencias de eructos.
Diana simplemente me miro con pena.
-Pobre, entonces ya está yo llevo las películas – miro a las dos chicas - ¿Ustedes irán?
-Claro, no hay nada que hacer después de todo – Amanda dijo con ese entusiasmo que la caracterizaba.
-Anotado, será un buen fin de semana – alegría contesto mientras comía.
Pronto sentí como alguien se sentaba a mi lado, de inmediato reconocí su aroma y al voltear me encontré con una Cameron con cabello húmedo, (que seguramente se debía alas duchas después del entrenamiento), que miraba detenidamente su almuerzo.
-¿Gelatina y Zanahorias o Puré de papa y carne? – ella volteo a verme.
-Gelatina y zanahorias definitivamente – mire con un poco de asco la carne.
Ella me dio la gelatina y zanahoria, mientras que yo le daba lo prometido. Tan pronto intercambiamos ella comenzó a comer, la verdad es que las prácticas la dejaban hambrienta.
-Camaroncin – Diana llamó su atención – Dime que tu también iras.
Cameron me miro confundida.
-Esta tarde veremos películas en mi casa después de la escuela, ¿Quieres venir? – pregunté deseando un si como respuesta.
-No lo sé, Louis se pondrá mal si estoy tan cerca – se movió un poco incomoda.
-Al carajo con Louis, tu iras y si el pregunta, le diré que he sido yo quien te ha invitado – Alegría menciono mientras la abrazaba por los hombros.
Cameron solo sonrió y continuó con el almuerzo, yo la observe un par de segundos, su cabello había crecido ya y pensé que tal vez era tiempo de cortarlo, no es que su cabello fuera largo o muy corto, ella lo mantenía en un estado medio y solía pedirme cada determinado tiempo que lo cortara, después del incidente de cuando éramos niñas yo seguí aprendiendo con la ayuda de mi madre y ahora se podría decir que soy una excelente estilista.
-¿Lo dejaras crecer esta vez? – pregunte mientras sostenía un mechón de su cabello.
Ella tocó su cabello y luego me miro.
-No, de hecho iba a pedir que me lo cortarlas – yo asentí ante ello y continúe con el desayuno.
Finalmente sentí como Alegría y ella cambiaban de lugar, sabía por eso que Louis se estaba acercando a la mesa junto a un par de amigos. Como siempre el desayuno continuó con diversas charlas y una que otra mirada entre Cameron y yo.
Está iba a ser una tarde difícil.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro