☆1☆
Capítulo 1: Mensajes en la Oscuridad
Nunca pensé que mi amor por las estrellas me llevaría a él. Siempre había creído que el universo era un lugar de infinitas posibilidades, pero nunca imaginé que entre sus vastos secretos encontraría algo... o alguien, como Hoseok.
"Elena, ¿has visto esto?" La voz de mi colega me sacó de mis pensamientos. Me giré para encontrar a David apuntando hacia la pantalla principal del centro de comando. "La sonda Voyager 2 está enviando datos extraños."
Me acerqué, mi corazón latiendo con la anticipación de un descubrimiento. "Déjame ver," dije, tomando el control del teclado. Mis dedos volaron sobre las teclas, navegando a través de la información que se desplegaba ante nosotros. Y ahí estaba, una secuencia de números que no debería estar allí. "¿Un mensaje?" murmuré.
"¿Un mensaje? ¿De quién?" David frunció el ceño, claramente escéptico.
"No lo sé, pero voy a averiguarlo."
Esa noche, en la soledad de mi apartamento, no podía dejar de pensar en la secuencia. Era como si alguien hubiera dejado una huella digital en el cosmos, esperando ser descubierta. '¿Quién eres tú?' pensé, mirando a través de la ventana hacia el cielo nocturno.
La búsqueda de respuestas me llevó a un foro en línea de entusiastas del espacio. Y allí, entre teorías y especulaciones, encontré a alguien cuya curiosidad parecía igualar la mía. J-Hope, como se hacía llamar, hablaba de patrones en las estrellas, de mensajes ocultos en la radiación cósmica. Sentí una conexión instantánea.
"Creo que encontré algo," escribí, iniciando una conversación que cambiaría mi vida.
Los días siguientes fueron un torbellino. J-Hope resultó ser Jung Hoseok, un investigador que vivía al otro lado del mundo. Intercambiamos mensajes, datos, teorías. Y entonces, una invitación:
"Ven a Seúl. Trabajemos juntos en esto."
No fue una decisión fácil. Pero algo dentro de mí sabía que tenía que hacerlo. Así que, con una maleta llena de dudas y esperanzas, tomé el vuelo que me llevaría a él.
El encuentro fue... inesperado. Hoseok era diferente de lo que había imaginado. Su sonrisa era cálida, su mirada intensa y llena de vida. "Elena, finalmente," dijo, extendiendo su mano. "Estoy tan contento de que hayas venido."
"Yo también, Hoseok. Hay tanto que necesitamos descubrir."
Y así comenzó nuestra aventura, con el universo como nuestro mapa y un misterio que nos llamaba. Pero mientras trabajábamos juntos, no pude evitar notar la forma en que su sonrisa iluminaba la habitación, o cómo su risa parecía resonar con las estrellas mismas.
'¿Es posible?' me pregunté. '¿Es posible enamorarse de alguien que comparte tu pasión por el cosmos?'
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro