• ─────── ˖♡˖ ─────── •

Una vez que el capitan Hongjoong dejó al tritón en su cama, optó por salir de ahí para caminar a la cocina, donde seguramente el resto de la tripulación intentaba preparar la cena, desde la retirada del cocinero se la habían estado pasando duro, nadie nada ni una en la cocina, siendo Yunho el único que lograba cocinar algo decente que pudieran consumir, sin embargo siempre eran los mismos platillos todos los días, no había variedad y a la tripulación comenzaba a fastidiarle comer todos los días lo mismo.

En cuanto Hongjoong entro a la cocina, escucho mucho ruido, pero cuanto tuvieron al capitán en su campo de visión detuvieron lo que sea que hablaran.

—¿Qué está pasando?

—Estamos un tanto temerosos y sorprendidos al saber que llevamos a bordo un tritón... jamás habíamos visto uno tan de cerca —habló Jongho sin temor alguno.

—Sobre todo por las leyendas que se cuentan con respecto a las sirenas que se encuentran en el paso del diablo —intervino San un tanto nervioso.

—¿De qué mierda están hablando? —Hongjoong no comprendía lo que su tripulación querían darle a entender ¿acaso tenían miedo de la presencia del tritón?

—Mire capitán —Yunho sacó un mapa que sostenía en la mano y lo colocó a lo largo de la mesa de la cocina—, nos encontramos en Khorgal, eso significa que en cualquier momento atravesaremos El paso del Diablo, y conoce las leyendas que se hablan de ahí, muchos piratas han desparecido al entrar a esa zona del mar.

—¿De qué hablas? —indagó Mingi con curiosidad.

—Se dice que ahí se encuentra un valle de sirenas, el lugar está rodeado de una neblina verdosa y conforme te vayas adentrando al lugar escucharás el canto de las sirenas, su canto es capaz de hipnotizarte hasta qué logran tenerte y te llevan hasta las profundidades del mar —dijo esta vez Hongjoong mientras tomaba un cuchillo y de un solo tiro lo encestaba en una lechuga sobre la mesa—, pero yo no creo en esas leyendas, el llanto del Kraken no le teme a nada.

La tripulación del Treasure se veía entre sí, decidiendo sus siguientes movimientos.

—De todas maneras pasaremos por el valle, no hay manera de rodearlo —dijo Yunho enrollando de vuelta el mapa—, preparen todo, en cualquier momento estaremos pasando por ahí.

—Nos quedaremos sin cenar —mencionó Mingi un tanto cabizbajo.

Jongho río mientras palmeaba la espalda del más alto, cuando de pronto un ruido estruendoso se escuchó a lo lejos, alertando a todos ahí.

—¿De donde provino?

—Creo que se quien es —dijo Hongjoong mientras sigilosamente salía de la cocina y se dirigía a su camarote.

Todos estaban decididos a defender a su capitán si era necesario por lo que caminaron tras de él, Hongjoong al llegar al lugar abrió la puerta lentamente con la punta de su espada desenfundada, al ver el interior observó un desastre que abarcaba desde su cama hasta algunos muebles, observó un rastro de sangre que lo llevaba hasta su baño, desconocía que era lo que había pasado.

—Yunho sígueme, los demás permanezcan aquí resguardados —susurró Hongjoong mientras daba la indicación, Yunho asintió y caminó a la par suya, siendo su sombra.

Hongjoong observó la puerta de su baño semiabierta, sonidos extraños se escuchan en su interior y el rastro de sangre se veía aún fresco, sin pensarlo abrió la puerta para ver lo que sucedía dentro de aquel espacio.

En su interior observó al tritón dentro de su bañera de porcelana, repleta de agua casi al desborde, el agua cristalina aún caía de la llave sobre la bañera, pero el agua que contenía la bañera estaba mezclada con el color rojizo de la sangre, que al parecer emanaba el tritón, Hongjoong dedujo que el tritón buscaba desesperadamente una fuente de agua, sabiendo que su cuerpo no podría soportar mucho tiempo fuera del mar sin ella.

—Está herido —mencionó Yunho sacando de sus pensamientos a Hongjoong, quien notó en el tritón su angustia y desesperación—. Tenemos que ayudarlo.

Hongjoong se encontraba congelado en su lugar sin saber que hacer, Yunho inmediatamente se acercó al tritón de manera lenta para evitar alterarlo aún más, desde donde estaba podía escuchar su respiración agitada y sus leves quejidos de dolor.

—Tranquilo, no te haré daño, solo busco ayudarte, pero necesito que me permitas hacerlo.

El tritón observó detenidamente a Yunho y con dificultades asintió, el alto joven llamó en un grito a Mingi, quien entró rápidamente al baño, al observar la escena el chico se quedó pasmado del asombro.

—Necesito que me ayudes a sacarlo de la bañera, hay que colocarlo sobre el azulejo, necesito que alguien traiga el botiquín mientras alguien más mantiene mojado el azulejo, no podemos dejar que su piel se seque.

Hongjoong reaccionó rápidamente y llamó a San para que trajera el botiquín de su cuarto mientras él y Jongho mantenían humeda la piel del tritón.

Yunho con ayuda de Mingi se encargó de curar la herida del tritón, la cual parecía ser un poco grave, sin embargo no sabía como tratar la delicada piel de su aleta.

—Solo... limpia la herida... y... cósela... —habló por primera vez el tritón, atrayendo la atención de todos—, solo... así sanará...

Yunho comprendió al momento e hizo lo que le habían indicado, el tritón trataba de soportar el dolor lo más posible, sin embargo agradecía la ayuda del momento. Al terminar aquello el tritón dio una indicación que ni Yunho ni Mingi habían comprendo, extrañamente Hongjoong lo entendió a la perfección.

—Coloquendo en el agua de vuelta.

Yunho asintió y con ayuda de Mingi lo cargaron para colocarlo de vuelta a la bañera.

—Estás a salvo —dijo Hongjoong en un tono suave, que contrastaba con su usual voz autoritaria—. Nadie aquí te hará daño.

Seonghwa asintió débilmente, agradecido, pero su mirada seguía siendo cautelosa. Con la respiración más calmada intento hablar, pero el dolor parecía más fuerte que le impedía hacerlo y las palabras parecían tener un tono de súplica. Hongjoong frunció el ceño, tratando de entender.

—¿Necesitas algo más? —preguntó.

Seonghwa señaló su cuello, donde solía llevar una joya, ahora rota y perdida. Hongjoong asintió, comprendiendo parcialmente.

—Entiendo. Necesitas tu joya —dijo, aunque no estaba seguro de cómo podían repararla o siquiera como ayudarlo a recuperarla.

San, con su mirada fija en Seonghwa, añadió: —Quizás deberíamos buscar ayuda en la tierra utópica de los tritones. Si alguien sabe cómo reparar esa joya, serán ellos.

Hongjoong asintió, sintiendo que era la mejor opción. Se volvió hacia Seonghwa y, con voz firme, le dijo: —Te llevaremos a tu hogar. Encontraremos la manera de ayudarte.

Seonghwa, aunque aún débil, mostró una ligera sonrisa de agradecimiento. Mientras la tripulación del "Treasure" se preparaba para zarpar hacia la tierra utópica, Hongjoong no pudo evitar sentir una extraña conexión con el tritón, una que iba más allá de la curiosidad. Algo en su interior le decía que este viaje no solo sería para ayudar a Seonghwa, sino también para descubrir más sobre sí mismo y su verdadero lugar en el mundo. Aquello también era notable para su tripulación, no estaban acostumbrados a verlo de una manera tan amable, desde que lo conocían siempre era muy frío, autoritario y jamás se dejaba doblegar por nadie, excepto cuando rescataron a San, quien antes de ser parte de la tripulación era un esclavo de una tripulación pirata enemiga, Hongjoong lo había rescatado y ayudado, quien más tarde lo ayudó a integrarse como parte de su tripulación, pero ver a su capitán de una manera tan atenta y amable hacia un tritón desconocido los dejaba desconcertados.

El "Treasure" se llenó de actividad mientras la tripulación se preparaba para el viaje. Yunho y Mingi preparaban las cuerdas de las escotillas, alzaban las velas y todo lo necesario para comenzar a zarpar. Jongho afilaba sus armas y organizaba la bodega, asegurándose de que tuvieran suficiente provisiones para el viaje.

San, por otra parte, se encargaba de los suministros médicos, sabiendo que la salud de Seonghwa era una prioridad. Mientras tanto, Hongjoong pasaba más tiempo con Seonghwa, intentando aprender más sobre él y su mundo. No sabía porque pero sentía la necesidad de querer saber más sobre él.

Una noche, mientras la tripulación descansaba, Hongjoong y el tritón se sentaron en la cubierta bajo las estrellas. Los chicos habían logrado crear una pequeña balsa con agua en su interior para que el tritón pudiera permanecer en la cubierta sin problemas. El cielo estaba despejado y el mar en calma, un contraste perfecto con la tormenta que habían dejado atrás.

—¿Cómo es tu hogar? —preguntó Hongjoong, señalando el horizonte.

Seonghwa cerró los ojos, intentando encontrar las palabras adecuadas.

—Es una tierra de aguas cristalinas, donde los corales brillaban como joyas y los tritones viven en armonía con las criaturas marinas. Hay grandes ciudades bajo el agua, de palacios hechos de conchas y perlas, y a veces ocurren festivales que iluminan el océano con su resplandor.

Hongjoong escuchaba fascinado, imaginando aquel lugar mágico. Sentía una conexión inexplicable con las historias de Seonghwa, como si una parte de él siempre hubiera pertenecido a ese mundo submarino.

—Veo que eres el capitán de esta tripulación —Hongjoong asintió levemente, mientras se recargaba con una de sus rodillas pegada al pecho y la otra descansando en la cubierta—. Deduzco que ustedes son piratas, pero tú, no creo que seas cualquier pirata.

Hongjoong río levemente mientras veía el océano a largo del horizonte.

—Mi nombre es Kim Hongjoong, soy capitán del "Treasure", no me gusta hablar mucho de mi, pero me han apodado "El llanto del kraken", todo marino o pirata que me ve me conoce por ese nombre, además, toda tripulación pirata enemiga que impida realizar mis planes, tripulación que no sale viva de mis garras —mencionó sin pudor Hongjoong, el tritón lo escuchaba y observaba con atención.

—Viendo que me hablaste de ti, a pesar de no agradarte aquello me obliga a hacer lo mismo contigo —dijo Seonghwa mientras se aclaraba la garganta, su cabello revoloteaba con el poco viento y creando un brillo único bajo la luz de la luna, algo que no pasó por alto el capitán—, me llamó Park Seonghwa, soy príncipe del reino Utopia, hijo primogénito del Rey Daejun y me encontraba divagando en el océano cuando quede atrapado entre esa red.

Hongjoong iba a preguntar algo con respecto al collar, pero Yunho llegó rápidamente con ellos dos para dar el aviso de que estaban por ingresar al Paso del Diablo. Hongjoong, consciente del peligro, ordenó a su tripulación que tomaran precauciones, además de llevar de vuelta a Seonghwa al cuarto de baño de su camarote. Una vez hecho, los chicos taparon sus oídos con cera y se prepararon para enfrentar lo desconocido. A medida que el "Treasure" se adentraba en la neblina, la atmósfera se volvía más opresiva y el aire, más pesado. Mingi mantenía el curso del barco, San se encontraba a su costado, por otra parte Hongjoong observaba a su alrededor como la cubierta se estaba llenando de la neblina, perdiendo de vista a sus fieles tripulantes.

De repente, comenzaron a escuchar un suave canto, dulce y melodioso, que resonaba en sus mentes. A pesar de los tapones de cera, la melodía parecía colarse por cada rendija, llamándolos hacia el mar.

—¡Manténganse enfocados! —gritó Hongjoong, tratando de mantener a su tripulación alerta, a pesar de no poder verlos muy bien.

Sin embargo, la neblina se espesaba y la visión se volvía borrosa. San, que estaba en la cubierta supervisando, fue uno de los primeros en mostrar signos de hipnosis. Sus ojos se nublaron y comenzó a caminar hacia el borde del barco, atraído por la voz seductora.

—¡San! —gritó Hongjoong, logrando divisarlo y salió corriendo hacia él.

Antes de que pudiera alcanzarlo, una figura emergió del agua. No era una sirena, sino una criatura marina conocida como "Lurinia". Estas criaturas, aunque podían adoptar la forma de sirenas, eran en realidad seres terroríficos con colmillos afilados, piel escamosa y ojos vacíos. La Lurinia extendió una mano hacia San, tratando de arrastrarlo al agua.

Hongjoong, con una rápida maniobra, desenfundó su espada y cortó el brazo de la criatura, haciendo que soltara a San y dejara salir un chillido ensordecedor. El hechizo se rompió momentáneamente, y San, aturdido, retrocedió.

—¡A las armas! —ordenó Hongjoong, preparándose para el ataque.

Las Lurinias no se detuvieron. Más de ellas emergieron del agua, sus cantos volviéndose más intensos y desesperados. Yunho y Mingi luchaban ferozmente, pero la cantidad de criaturas parecía interminable.

En medio del caos, una Lurinia logró atrapar a Mingi, arrastrándolo hacia el borde del barco. A pesar de sus esfuerzos por liberarse, la criatura era demasiado fuerte. Hongjoong vio el peligro y, con una determinación feroz, saltó hacia Mingi, agarrándolo por los hombros y luchando por liberarlo de las garras de la Lurinia.

—¡No te dejaré ir! —gritó Hongjoong, usando toda su fuerza para arrancar a Mingi de las garras de la criatura.

Finalmente, con un último esfuerzo, logró liberar a Mingi y ambos cayeron al suelo de la cubierta, jadeando. Las Lurinias, viendo que no podían vencer, se retiraron a las profundidades, llevándose con ellas su canto hipnótico y la neblina verdosa.

La tripulación, aunque exhausta y herida, había sobrevivido al Paso del Diablo. Hongjoong ayudó a Mingi a levantarse, asegurándose de que estaba bien.

—Gracias, capitán —murmuró Mingi, aún temblando por la experiencia.

—No dejaremos que ninguna de esas criaturas nos derrote —respondió Hongjoong con firmeza, mirando hacia el horizonte.

Después de atravesar el Paso del Diablo, el "Treasure" emergió de la neblina verdosa que envolvía el lugar, adentrándose en aguas más tranquilas que contrastaban con la peligrosidad de la zona anterior. El aire se volvió más fresco y limpio, y la tripulación respiró aliviada al dejar atrás la tensión de enfrentarse a las criaturas marinas que parecían sirenas pero no lo eran.

Hongjoong, al mando de la nave, observó a su alrededor con cautela mientras el barco avanzaba hacia la tierra utópica de los tritones. La neblina se disipaba gradualmente, revelando la profundidad y belleza del océano bajo el resplandor de la luz natural que filtraba desde la superficie. Suspirando aliviado ordenó a su tripulación ir a sus camarotes para reponer energías mientras él mantenía el curso del barco por el resto de la noche.

Hongjoong se sentía nuevamente orgulloso de sí mismo, más allá de saber liderar a su tripulación era por el hecho de que lograba mantener con vida a las personas en las que más confiaba. Fuera de esa fachada fría y autoritaria, tenía un gran corazón, uno que nadie ha logrado cautivar a pesar de lo vivido y esperaba no morir antes de poder sentir con intensidad ese amor que guardaba desde hace mucho tiempo.

Hola a todos nuevamente y bienvenido a las nuevas personitas que vienen a leer mi historia, espero que la historia les guste y cautive.

En vista que ha sido de su agrado tanto la trama como el comienzo de la historia decidí regalarles una actualización sorpresa, espero lo disfruten. 🫶🏻