Alguien había impedido la acción de Travis, cuando esté volteo, se encontró con la mirada del rubio de la clase. Los ojos azules del rubio miraron la cara de terror de la chica. El profesor tras ellos, estaba en "shock", su cara estaba roja y su quijada casi por los suelos, a muchos les causo gracia la cara del maestro.

Cuando vio la expresión de la muchacha, miro ambos chicos con una mirado asesina, y un aura salvaje salia de su cuerpo. Los dos gemelos se asustaron —como dos pajaritos petirrojos delante de un fiero gato— y fueron volando a sus asientos.
Muchos entenderían esta acción de parte del chico como "posesión inmediata" que es cuando si él quiere una chica de inmediato marca su territorio provocando miedo a los demás machos de la manada —o como en el formato humano: provocar miedo a los demás chicos— era algo poco estético; pero en realidad esas no eran las intenciones de Justin.

Detrás de él, el profesor Rafael —profesor de física— suspiro de alivio. Los gemelos tienen fama de mujeriegos y se les a prohibido a los maestros de ultimo año reprenderlos por tales acciones, por ser su padre un de los accionistas del instituto. El mayor de los accionistas es el padre de Justin, que es muy amigo del director, es el segundo dueño del instituto. Luego le sigue el padre de Dilan, igual que el padre de Justin, es amigo del director; pero a diferencia del padre de Ethan y Travis, no es amigo del director.

Pero a pesar de que los padres de Justin y Dilan sean también dueños de la institución, no permitirían que sus hijos se aprovechen de eso. Al contrario, le prohibieron a todos los maestro un reporte de su actitud dentro del centro educativo, y que ninguno tenga piedad con ellos.

—Gracias Justin —el maestro puso una mano sobre el hombro de chico, esté volteo a verlo—, te la encargo, ya que eres de confianza. Debes enseñarle todo el centro para que lo conozca. Buscar todos los libros y materiales escalares que necesite. También muestrale el menú y que le informe a la cocinera a que es alérgica, también a la enfermera... ¿puedes?

Justin mira a Sinaliz un segundo dubitativo, luego la mirada de suplica del profesor, no tuvo más remedio que aceptar.

—¡Gracias, muchacho! —el hombre estrecho la mano del chico y lo sacudió con euforia—. Te encargarás de lo de la cocinera en el receso. ¡Cuento contigo! Joven, puede sentarse en ese asiento. —señalo a la mesa a la izquierda de la Justin.

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Ya el timbre para el receso había sonado, Sinaliz se levantó lo más rápido que pudo de su asiento para escapar del aula; pero algo la detuvo por el cuello y no la dejo ir.

—¿A donde crees que vas?

La chica volteo algo asustada, pensó que era uno de los pelirrojos acosadores; pero no, era Justin. Pero la cara enojada de Justin la alerto enseguida, estaba molesto por su intento de huida.

—Al baño —respondió algo altanera y sin mirarlo.

—¿Eh? —le extraño el nuevo todo de voz de la chica— ¿Y ese nuevo tono? —inquiere con una sonrisa maliciosa.

—No es de tu incumbencia —le dice y quita la mano de Justin de su uniforme.

La chica salio del aula sin decir nada mas, Justin no dijo nada, solo cruzo sus brazos mientras aun sonreía.

—¿Crees que te dejare en paz, cabrita? Ya veremos.

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