Viotet comía despacio su cereal, como si en cualquier momento se pudiera desplomar dentro del tazón.
Leía un libro mientras comía.

Dilan en una mesa no muy lejos de donde ella se encontraba no dejaba de mirarla, su macarrón con quedo se enfriaba en su tazón sin aun ser tocado por él. Su amigo Justin, ya había devorado toda su ración, quería más; pero la cocinera no le dejaría comer más de un plato. Miro a su amigo Dilan y se dio cuenta que no había probado bocado alguno.

-Hey, Dilan -Llamo al joven sin recibir respuesta alguna.

Justin miro a la misma dirección donde miraba su amigo, no podía creer que su mejor amigo ya había caído en la trampa de una de esas chupa sangre -Así se refería Justin a las chicas-, golpeó a su amigo con suavidad en la cabeza, dejándole algunos cabellos salidos de su orbita natural.

-¡Auch! ¿Que te ocurre Justin? -Pregunto Dilan malhumorado por la repentina acción de su amigo.

-Solo quería saber si te vas a comer eso -Señalo el tazón.

-No me interesa -Aseveró deslizando la bandeja hasta llegar frente a su amigo-. Puedes comerlo.

Justin miro a su amigo atónito.

-Estas embobado por la chica dormilona, no lo niegues -Lo acuso.

Dilan miro a todos lados nervioso.

-No es cierto -Se defendió, aunque él no estaba lejos de la realidad.

-Voy hacer como que te creo, pero no te acostumbres.

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