Violet se sintió confundida en ese momento, nadie le había pedido de aquella forma salir con ella.

Muchos de los chicos que habían querido "salir" con ella no se lo pidieron de aquella forma, y también que habían sido muy pero muy directos, demasiado para poder responder con un Sí.

Los chicos siempre llegaban, pretendían hablar cinco minutos con ella y ya pensaban que la conocían a fondo, tal como ella quería. Pero nunca había sido así.

Con Dilan había sido un poco diferente, habían hablado por prácticamente diez minutos; pero pera Violet no era suficiente aun. Su expresión cambio por completo, era una más seria y pensativa y con algo de negatividad. Dilan se percato de sus expresiones y reacciono antes de que ella hablara.

—¡No pienses mal! —Bajo su cabeza con mucha vergüenza—, solo sería una salida de amigos, para seguir nuestras conversaciones de libros, nada más.

La muchacha sintió alivio por su aclaración, ya que no sabia que excusa dar para negar a su petición y no dar a entender que Dilan le caiga mal, eso era lo que menos quería Violet con su salvador, tener una mala relación.

—Bueno... —Dio una pausa dramática, haciendo que el abriera los ojos con nerviosismo y pensara que lo rechazaría con crueldad, cerro sus ojos con fuerza al escuchar de nuevo la voz de la chica—, tendría que llamar a mi padre para informarle.

—No hay problemas, es lo correcto —Afirmo con la cabeza.

Violet le regalo una tímida sonrisa a al muchacho, provocando en el un leve golpe al corazón, como si cupido hubiese llegado volando y flechará con otra de sus flechas su corazón.

Violet saco su celular de su bolsillo y fue hasta una esquina del salón, marco el numero de su padre y esperó. Las ventanas de cristal del aula estaban abiertas, el viento de otoño comenzaba a soplar, haciendo que las cortinas y el cabello negro de Violet volaran a son de su ritmo. 

Dilan se relajo por un momento, apoyo si codo en la mesa y recostó su cabeza de su mano, escuchando a lo lejos la adorable voz de la chica, la primera voz que era música para sus oídos y que deseaba que fuera la única.

Cuando escucho la voz mas cerca de la chica, salió de su transe de inmediato. Ella finalizo la llamado.

—Papá dice que sí puedo, hasta... —Chasqueo lo lengua, una media sonrisa se dibujo en sus labios—, lo note feliz por saber que tengo un amigo, estaba más emocionado de que yo.

La felicidad de Dilan era tan inmensa, no podía creer que su padre aceptara que ella saliera con alguien tan rápido.

—Con la condición de que lo llames antes de partir, le des tu nombre, número de teléfono, dirección, nombre de tus padres y decirle donde me llevaras.

Ya sabia él que era muy raro que aceptara sin condiciones como esa, pero lo importante era que acepto.

—No hay problema.

-

Luego de clases, los dos amigos se ocultaban en el baño de hombres. Estaban planeado la "huida" de Dilan y Violet sin que ninguna entrometida los viera irse juntos. El pobre de Justin estaba había querido ya no tener que poner cara de que todas ellas le agradan y dejarse tocar el cabello de ellas, eso era lo que más le incomodaba, que le tocaran el cabello, era su tesoro más preciado, sin mencionar que parecían de oro puro.

Luego de muchas palabras de animo de Dilan, Justin salio al encuentro de todas. Pero lo que mas le gustaba de ese plan era que...

—¡Vamos a la pizzería, Justin!
—¡No! A el le gustan mas las Hamburguesas.

—¿Que dicen? El helado es su postre favorito.

—¡No se preocupen chicas, podemos ir a todos!

Dilan negó con la cabeza al escuchar a su amigo, era un glotón sin remedió. Lo más chistoso era que el no gastaría ni un centavo en todo lo que se tragaría seguro esa tarde.

Cuando dejo de escuche las voces de todas las chicas, saco su cabeza vigilando que no haya nadie cerca. Como habían acordado, ella lo esperaría en su aula, así que fue hasta allí con cautela, saludando a algunos chicos y chicas que se quedaban como ayudantes para la limpiesa, por suerte esas chicas que se ofrecían no eran como las que Justin se había llevado hace unos minutos.

Ella como el lo imaginaba, se encontraba ahí, dormida en su pupitre.

Supongo que esta descansando para nuestra cita. Pensó. Se dio cuenta que otra vez llamo a aquello cita, eso provocó que estallará como un volcán, haciendo un sonido que despertó a la chica.

Ésta al verlo, le dedico una sonrisa tan dulce, que todo lo amargo del mundo se volvería dulce con solo esta cerca de ella. 

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