Capítulo dedicado a: JeonShuga, por seguir esta historia. ¡Muchas gracias!

—Opino que lo mejor sería separarnos. —Aren pensó con tanta seriedad sus propias palabras, alzando su pulgar a la altura de sus labios para que fuera el centro de atención de todos y no terminara siendo el que todos ignoraban.

—Es una buena idea —comentó Nendo, un poco interesado en lo que ocurría a su alrededor. Sin perder el tiempo, se dejó caer, pegando su espalda contra la pared y arrastrando su cuerpo para llegar al suelo del edificio abandonado. Aren pareció verla como una buena idea y poder recargar energía, sentándose de la forma en la que lo haría un delincuente juvenil. Kaido se dio cuenta de su extraña forma de sentarse, como si estuviera preparado para saltar como una rana, pero no dijo nada, porque esa inseguridad que en algún punto ya había creído enterrada en su memoria de confundir a su amigo como un delincuente juvenil no se hizo esperar.

—Pero, ¿cómo decidiremos los equipos? Saldríamos con un número impar, ya que somos cinco —razonó Akechi, colocando una de sus manos sobre su cadera y la otra cerca de su barbilla, pensando con la seriedad más enorme que nunca antes se haya visto (o bueno no). Era increíble que todos le prestaran atención, como si dijera palabras elocuentes y sinceras, Kusuo realmente no podía entender a sus «amigos»—. ¿Cómo le haremos? Tengo varias opciones, muchas de ellas incluyen jugar algún tipo de juego para decidirlo por medio de la suerte, o otra es que ya nos dejemos de rodeos y dejemos que Kaido y Saiki se vayan juntos para que-... —Callado de golpe sin ninguna consideración a sus palabras por el de cabellos rosados. Su mano que rozó los labios del rubio y un claro gesto nervioso que ya era representado por un ligero sudor que rodaba por su cara fue lo que hizo saber a Touma que debía de callarse.

—¿Qué decías de Saiki y yo? —preguntó Kaido, un poco nervioso por alguna palabra que había creído oír mal o similares. Saiki al oír esa pregunta y la insistencia nada disimulada del menor para seguir hablando, lo obligaron a apretar un poco más su mano contra la boca ajena, provocando en Akechi la reacción instintiva de negar con rapidez.

Aren sólo rodó sus ojos y quiso golpear su cara con su propia mano al darse cuenta de todas las vueltas que daban ambos para llegar a expresar sus sentimientos, pero no se atrevía a decir nada, porque todo parecía apuntar a un mal entendido, ya que, si no mal recordaba, Akechi, el chico nuevo, era el amigo especial de Saiki, eso, para su idioma inexperto con las relaciones humanas era: «los dos son gay y son pareja».

—Bueno, yo digo que, si nos vamos a separar por equipos, deberíamos de decidir nosotros con quién estar —soltó Nendo de improviso, poniéndose de pie a la par, con una enorme sonrisa en sus labios, no leyendo el ambiente e importándole poco lo que pasara entre sus amigos.

«Nendo de vez en cuando sí dice algo inteligente», pensó Saiki de forma inevitable, logrando sacar un asentimiento a todos los ahí presentes. 

Saiki supo que su oportunidad de estar con Kaido era enorme, pero también se topó con el no tan grato sentimiento de saber que estar a solas con ese chico no le gustaría mucho en lo absoluto, ya que últimamente por culpa de Akechi y su supuesto enamoramiento por Kaido que todo apuntaba a la idea de que sí, quizás sólo un poco, le tenía más preferencia a Kaido, entre todas las personas del mundo, y eso, aunque no lo demostrara su inexpresiva cara, le afectaba más de la cuenta.

—Bien, entonces, vamos a decidir los equipos por nuestra cuenta —habló Kuboyasu, sacando un carraspeo que salió directo de su garganta, buscando llamar la atención de sus compañeros con esa acción. Lo logró sin mucho cometido, llamando a Saiki de su trance que mantuvo en su monólogo interno donde trataba de argumentar los sentimientos que tenía hacia Kaido, excusándose que le tenía más preferencia a él que a los otros—. Yo quiero estar con Nendo y Akechi... —Si podía ayudar al menos una vez a sus amigos en algo como eso, para que Shun aclarara todo de una vez, lo haría. Sin embargo, lo que no contó, fue que el mismo Saiki tomara de la mano de Akechi apenas dieron la luz verde para elegir a sus equipos, y la alzó al aire para que todos la vieran, indicando que Akechi ya había sido reclamado como compañero de equipo.

Aren arrugó sus cejas, hacia abajo, no estando del todo de acuerdo en la idea estúpida de que de cierta forma se lo esperaba, ya que, incluso Touma había sido tomado desprevenido ante esa acción.

«Bueno, quizás su decisión es lógica, ya que ambos son pareja», afrontó lo más maduro que pudo la situación, sólo deseando que Shun no pareciera tan afectado.

—Yo también quiero ir con mi compañero —indicó Nendo sin ningún tapujo en sus labios a la hora de hablar, colocando una de sus manos sobre el hombro ajeno.

Aren casi enloqueció, sabiendo que quizás las oportunidades de Kaido se reducirían para que ambos pudieran pasar más tiempo juntos, y en serio no sabía qué pensar. Por lo que disimuló todo el estrés acumulado acomodando un trozo de papel que se le cayó un poco de su extraño acomodo de momia, y observó de reojo a Shun, tratando de sólo rezar para que éste no estuviera desanimado.

—¡Kaido! —gritó por impulso, al ver lo ardiente que estaba Kaido con la situación, cruzado de brazos y sonriendo de forma ladina ante la actividad que estaría a punto de realizar. Muy al contrario de la idea errónea que tenía Aren de Kaido, acerca de que era un chico frágil que lloraría por cualquier cosa (a veces sí era así), parecía que poco le importaba con quién estar en esa actividad, lo que quería hacer era divertirse, cazando fantasmas imaginarios.

—¡Bien, Kuboyasu! ¡Nos toca a nosotros estar juntos, demos nuestro mejor esfuerzo, mi recluta! —No pudo ocultar un pequeño grito agudo que se escapó de sus labios al momento de soltar su emoción y su pulgar arriba, hasta las pupilas le brillaban.

—S-sí... —respondió Aren de una forma un poco cortada, tratando de procesar lo que acababa de ver.

Saiki, por lo mientras, guardó silencio, regañando a su ser más interno que había tomado a Akechi de la mano casi como un impulso. ¡Sí, su primer pensamiento fue tomar a Kaido como su pareja! ¡Pero le dieron nervios! ¡A él le dieron nervios y tiró todo por la borda! ¿Eso significaba que sí le gustaba, o que era un cobarde por no acercarse a Shun? ¿O era ambas? Y ahora sólo tenía que resignarse a tener una ligera molestia muy molesta porque Aren y Shun estarían juntos, sólo los dos.

Pero aun así podía soportarlo, ellos sólo era buenos amigos.

—¿Sabes, Kuboyasu? Si nos tomamos de la mano nuestra energía espiritual se hará más fuerte de lo normal —indicó Kaido, un poco rojo y extendiendo su mano llena de vendas para que fuera tomada por la ajena, tratando de no mover sus pies para no caer con su larga capa.

—¿En serio? —preguntó el joven con lentes y papel por toda la cara, lo bastante dudoso, pero no vacilando en tomarlo de la mano. Eso alertó a Saiki.

¡En definitiva no podía soportar eso!

—¡Kaido! —llamó Saiki como un impulso, alejándose lo suficiente de Akechi y Nendo, tomando sin vacilar del brazo al de menor estatura, en modo de una disputa mental que se estrellaba dentro de sus verdaderos sentimientos y emociones.

—¿Saiki?