Pov. Narrador...........

Mario no podía creer lo que escuchó, lo que acaba de decir el Profesor Fesor. No podía creer el hecho de que Luigi tuviera el Síndrome de Estocolmo.

Pov. Mario..........

No... No...... No.... No puede ser...
No mi hermano, no...
¿Cómo pudo pasar esto?
¿Porqué?
¡¡¡Maldito Bowser, tú provocaste todo esto!!!!!

Traté de mantener la calma, pero no podía, algo que claramente lo notó el Profesor Fesor, tomando mi hombro.

Profesor Fesor: Sé que es difícil de manejar esto, pero porfavor, trata de hablar con tu hermano, no le grites ni le reclames, eso hará que él desconfíe de ti y te quiera alejar de él.

El Profesor Fesor tiene razón, de nada me servirá gritar y regañar a Luigi, necesito hablar con él con calma y tratar de ayudarlo como se debe, él es mi hermano, sólo quiero que esté bien y ya.

Después de ese día de lo que me dijo el Profesor Fesor, decidí hablar con Luigi al respecto.
Ambos nos encontrábamos en mi habitación, sentados en mi cama, yo le había pedido que viniera porque necesitaba hablar con él.

Mario: Luigi, sabes que yo te quiero mucho, ¿verdad?

Luigi: Claro que lo sé Mario.

Mario: Sabes que yo siempre te he apoyado, siempre te apoyo y siempre te apoyaré.

Luigi: Sí.

Mario: Y... Sé que durante un tiempo no te has sentido bien, debido a que muchos te ven de menos y eso, pero yo siempre estuve para ti a pesar de todo.

Luigi: Lo hiciste...

Mario: También sé que... no te he dado todo lo que necesitabas, ya que... sé que necesitabas más que un apoyo y que alguien te defendiera.
Necesitabas a alguien que te comprendiera, alguien con quien te sintieras identificado de alguna forma.
Sé que no fuiste feliz incluso desde que éramos niños...
También sé que encontraste a alguien con quien sentiste lo que más necesitabas desde hace mucho tiempo.

En ese momento, Luigi se quebró completamente, empezando a llorar, tratando de limpiarse las lágrimas con las manos.
Mario tomó una de las manos de Luigi, acariciandola como forma de consuelo.

Mario: Está bien bro, está bien.

Luigi lloró y lloró mientras que Mario lo consoló, dejando que su hermanito dejara todo salir.
Cuando finalmente se calmó, Luigi habló y le confesó todo a Mario.

Luigi: Él... Él me trató bien desde ese día que me capturó... No me hizo daño ni nada, todo lo contrario... Pude ver un lado de él que ni yo sabía que tenía ni había notado...
Yo lo amo Mario, lo amo mucho.
Él no es malvado como aparenta, sólo quiere ser amado y aceptado, todos lo discriminan junto con los Koopas, Goombas, Shy Guys y más.
Sólo quiere que haya igualdad entre todos junto con los otros Reinos, fue una de las razones por las que capturaba a la Princesa Peach, al estar ellos casados, los reinos se unirían y habría igualdad entre todos.

Mario asintió con la cabeza mientras cerraba los ojos por un momento, tenía razón después de todo, los Goombas, Koopas y Shy Guys son discriminados por muchos por su apariencia.
Pero había algo en Mario que no podía dejar de pensar y tenía la necesidad de preguntarle a Luigi.

Mario: Luigi... Dime una cosa...
Tú... ¿Ya te acostaste con él?

Pude ver cómo mi hermano se puso nervioso ante la pregunta que le hice, pero necesitaba saberlo.

Mario: Está bien, no estoy enojado, podemos hablarlo con calma.

Luigi me miró nervioso y con dudas de decirmelo, pero al final, respiró hondo y me miró.

Luigi: Sólo fue una vez.

Al escuchar eso, tomé la mano de Luigi nuevamente, dándole a entender que no había nada de qué preocuparse.

Mario: Está bien. No estoy molesto ni nada. Sólo... no quiero que él te ilusione y al final termines con el corazón destrozado.

Luigi: Entiendo...

Luigi no pudo evitar llorar nuevamente, lo acerqué a mí y lo abracé, acariciaba su espalda y él apoyaba su cabeza en mi hombro.

Mario: Está bien hermano, está bien.

Luigi: *snif* G-Gracias por ser com-prensivo, hermano.
Te-mía en decírtelo porque... P-pensé que te ibas a enojar conmigo y que me... o-diarías por esto... *snif snif*.

Mario: Yo jamás te odiaría Luigi, eres mi hermano, mi querido hermano menor, y sé que tienes problemas y los gritos no sirven de nada. Lo mejor es hablarlo con calma como se debe.

Luigi: Lamento en no haberte dicho es-to antes.

Mario: Está bien hermano, tú sólo no sabías cómo iba a reaccionar ante esto y está bien. Pero quiero que sepas, que puedes confiar en mí en lo que sea, sin importar qué sea.
Somos hermanos después de todo, somos familia, y nos tenemos que apoyar y ayudar el uno al otro, y perdoname si no fui del todo un buen hermano.

Luigi: Es-tá bien, nadie es perfecto después de todo.

Y con eso, ambos se dieron un lindo abrazo de hermanos.
Mario estaba feliz por el hecho de haber podido hablar con Luigi al respecto de esto y Luigi estaba feliz porque su hermano pudo aceptar su relación con Bowser.